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Revista de la semana del No. 34, 1869

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El Museo Universal (1869)
Revista de la semana del No. 34, 1869
de Nicolás Díaz Benjumea


REVISTA DE LA SEMANA.

L

a prensa europea comenta actualmente el texto de Senatus-Consultum con que el emperador pretende contentar los legítimos deseos de los liberales. Era en verdad cosa impropia de la Francia, que toda una asamblea legislativa no pudiese manifestar su voluntad sino por medios indirectos, con e recurso parlamentario de enmiendas y de interpelaciones, dejando la iniciativa de las leyes en manos de un sólo hombre. De hoy en adelante cada diputado tiene el derecho de proponerlas. Asi al menos lo dice el gran intérprete de cada artículo de esta especie de programa, un tanto ambiguo y oscuro, como de aquel que teme conceder clara y esplícitamente lo que ha venido negando desde que empuñó las riendas del gobierno. Lo cierto es que las tales medidas devolviendo á la asamblea todos sus poderes y prerogativas inclusa la cláusula de que los debates han de ser públicos, es uno de los hechos mas importantes del remado de Napoleón, desde su golpe de Estado de 1851, y bien podria jugarse con el vocablo diciendo que saque fue un coup d‘état, éste es un coup d'éclat, ó mejor dicho un coup de justice. Sin duda alguna que á juicio del emperador han pasado ya los franceses de aquel estado de la infancia en que consideraba peligroso poner en sus manos el arma de la libertad, y ya los ha trasformado á fuerza de privaciones en hombres maduros, hechos y derechos, y capaces de ejercitarla sin comprometer la fundación de una dinastía que es su único desiderátum.

Cualquiera que sea su intención, el hecho innegable es, que como padre, cuando sus hijos llegan a la mayor edad, ha aflojado las riendas y dado suelta bastante á su pueblo para que comience á gobernarse por sí mismo. Esto prueba que Napoleón no era un déspota incurable, y que supo ceder cuando la presión podía engendrar un cataclismo.

Este buen sentido ha animado en Inglaterra á los pares, evitando asimismo la exacerbación del pueblo que ya pensaba en modificar esa rueda considerada como indispensable en el organismo constitucional. Al principio, las tradiciones y el espíritu de corporación les hizo colocarse en la defensiva y estaban en su derecho atentar este ensayo. Mas tampoco son los lores ingleses conservadores incurables, y supieron ceder cuando la presión podía irritar al pueblo y acabar en manifestaciones violentas. Por mas que las naciones continentales se empeñen, ni podrán imitar ni comprender una cámara como la de los pares ingleses.

La sanción del bill sobre la Iglesia de Irlanda, es un hecho fecundo en grandes resultados y lecciones para Inglaterra. Ahora palpan los ingleses la razón con que los liberales pedían la reforma parlamentaria. Aunque la cámara de los comunes no hiciese mas que lo hecho, la basta para contarse entre los autores de cambios trascendentales y servir de modelo de actividad á las asambleas sucesivas. Adormilados con los parlamentos rutinarios, tímidos, encogidos, verdaderamente paralíticos de la época del reinado político de lord Palmerston, los ingleses se frotan los ojos para convencerse de que una medida tan radical y grave se ha propuesto, discutido y pasado por las dos cámaras en una sola legislatura, cuando allí todo camina á paso de buey. Tan activo, tan revolucionario, tan enérgico es el gobierno actual, que no parece sino que la máquina constitucional se había parado en estos últimos tiempos, y que ahora se pone en movimiento á toda presión y con doble fuerza de caballos.

Nuestros lectores recordarán que en 1858, á consecuencia del atentado de Orsiny de la amenaza de varios coroneles franceses, se crearon las milicias ciudadanas en Inglaterra, y comenzó lord Palmerston á gravar el tesoro con enormes gastos para fortificar las costas, temiendo que el dia menos pensado se entrasen los franceses por Portsmout ó cualquier otro puerto. Mr. Gladstone y Mr. Bright se rieron entonces de estas alarmas pueriles, lo cual no impidió que se comenzasen las fortificaciones y se siguiesen por espacio de algunos años, estimulando á los inventores de armas é ingenios mortíferos. Hoy dia el espíritu ha cambiado. Nadie piensa en semejantes visitas intempestivas de los vecinos, y el resultado es, que ni el gobierno ni la nación quieren contraer mas deudas para tales niñerías, contentándose con reparar lo hecho porque no se lleve el diablo el fruto de tantos sacrificios. Estas determinaciones muestran que al fin los ingleses han topado con un gobierno discreto, que de nadie ni por nada se asusta, que todo lo aborda y lo resuelve, y sin embargo pasan sus miembros por modelos de prudencia y sensatez.

En justa reciprocidad de los obsequios que no ha mucho recibieron los voluntarios belgas de sus camaradas allende el canal se preparan ahora grandes fiestas en Liege, en Spá y en Bruselas para obsequiar á los tiradores británicos. La comitiva de Liege na determinado acuñar una medalla conmemorativa, de bronce, cuya cinta será tricolor. En Bruselas, además de los premios habrá conciertos musicales monstruos que durarán tres dias y en los que tomarán parte los primeros instrumentistas y vocalistas de Europa. De esta manera intentan mostrar á sus huéspedes la gratitud que les deben por la entusiasta recepción que en 1867 tuvo en Inglaterra la legión de los 3,000 tiradores belgas. Tales cortesías entre las naciones se van repitiendo muy á menudo y son los primeros pasos hácia una paz perpetua, pues no es posible, como decía Sancho, que se rompan la cabeza los que han comido y bebido juntos.

A pesar de las espiraciones dadas por el conde de Beust sobre las poco amistosas relaciones entre la Prusia y el Austria, nadie puede dejar de ver un profundo resentimiento en este diplomático, que no puede sacarse la espina de Sajonia y la humillación del Austria por su triunfante enemiga. Mucho deseo de paz por una parte y la declaración de que el ejército permanente austríaco no puede bajar de 800,000 hombres, y que es necesario mantener un gran armamento nava, son cosas que no concuerdan entre sí, ni menos sus continuas protestas de acuerdo y unidad de miras políticas con la Francia. No obstante, ambas potencias tienen mucho que perder y poco que ganar con venir á las manos en una guerra que sacaría de sus casillas á los pueblos mas pacíficos del continente, y la verdad es, que después de los descalabros sufridos por Austria, lo peor que podía venir sobre ella seria una alianza de rusos y prusianos.

En los cuatro años de paz que pide para Europa este hombre de Estado, harto espacio tiene para limpiar la nación de abusos y establecer el imperio de las leyes y de la justicia, á fin de que no se repita el hech escandaloso, hoy del dominio de la prensa y de los tribunales. Durante veinte y un años y sujeta a mi martirios y privaciones, ha estado encerrada una desdichada monja en un convento de Cracovia. El pueblo, mal informado, achacó esta crueldad á los jesuítas y franciscanos; mas parece, según el proceso, que no han tenido participación ni aun noticia de tan horrible maldad, hija solo de perversión y degeneración del espíritu de cuerpo propio de todas las asociaciones.

Pero en todas partes cuecen habas. Apenas anda en boca de las gentes el nombre de Bárbara Ubryk, que as se llama la víctima de las carmelitas en Alemania, La Gazetta de Italia nos viene anunciando que hay otra monja encerrada en el convento de carmelitas de Bolonia, por el delito de no gustarle el monjío á que sus padres la arrastraron por oposición á unos amores.

En contraposición á los deseos de paz no será inoportuno que recordemos que acaba de hacerse en Inglaterra el ensayo de cañones de 600, de peso nada menos que de veinte y cinco toneladas y los cuales consumen setenta libras de pólvora en cada disparo. Estos cañones están sobre cureñas nuevamente inventadas por el capitán Scott y se hallan á bordo de Monarca, vapor de guerra de la especie de los monitores, construido según los nuevos diseños del capitán Cowper Coles. Esto que parece mucho se reduce á nada entre dos platos, fijando la atención en que los norte-americanos acaban de recibir en la fortaleza Monroe un cañón de peso de cincuenta y siete toneladas que vomitará balas de 1,100 libras. Con decir que solo trasladarlo de un carro al buque conductor costó dos millones de reales, basta para formarse idea de lo que será esta monstruosa máquina de guerra. Siempre han de llevar la delantera estos nuevos ingleses.

Las ratificaciones del tratado de comercio entre Suiza y el Zolverein fueron cangeadas en Berlín y e nuevo convenio comenzará á surtir sus efectos desde primeros de setiembre, de modo que en materia de tráfico bien se puede decir que toda la Europa centra se va con virtiendo en uña nación.

También, según se anuncia, el gobierno español ha presentado al de Inglaterra las proposiciones para un tratado de comercio entre ambas naciones, mediante la base de la reducción del derecho sobre nuestros vinos. En cuanto al nuevo arancel, recientemente publicado, y obra del señor Figuerola, parece que no ha satisfecho á los libre-cambistas ni á los proteccionistas, cosa muy natural, huyendo el autor de los dos extremos.

En cambio, estas cuestiones de hacienda no pueden resolverse á gusto de todos, no sucede lo mismo con las relativas a la astronomía, en las que no dominan mas intereses que los de la verdad. Dicese que el eclipse total de sol del dia 7, que fue visible en varias partes del continente americano, ha sido observado por personas instruidas, representantes de gran número de corporaciones científicas, y se espera que muchas de las interesantes cuestiones promovidas en la observación del anterior eclipse en la India, sean resueltas por los astrónomos norte-americanos.

La temporada de baños está en todas partes en el punto de mayor esplendor y animación, pero particularmente en Badén, cuyas correspondencias son puras bocanadas de vanidad y grandeza, Los que en Madrid nos divertimos en seco, lo vamos pasando maque bien con las reliquias dramático-cómico-musicales que hemos podido conservar en la universal emigración recreationis causa. En esto poco, las noches frías han retraido la concurrencia de los jardines del Retiro, y el ma éxito de algunas piezas nuevas ha aminorado los atractivos de los teatros en activo servicio. Pero todo se remediará, según parece, que no hay cosa mas socorrida que un dia tras de otro.

Nicolás Díaz Benjumea.