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Revista de la semana del No. 47, 1869

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El Museo Universal (1869)
Revista de la semana del No. 47, 1869
de N. C.


REVISTA DE LA SEMANA.

A

ntes de formalizarse y llamar algún tanto la atención y las simpatías del país, ha muerto la candidatura del jóven duque de Génova. Inútiles de todo punto han sido los esfuerzos con que procuraban apoyarla sus partidarios, inútiles todas las gestiones hechas en su favor: pues esa desdichada candidatura ningún vacío llenaba, á ninguna aspiración legítima respondía, ni aun, mediana en lo presente, despertaba fundadas esperanzas para lo futuro. De igual manera que el pueblo español, la repugnaba la córte de Florencia y ha caído por su propio descrédito, sufriendo dos muertes, una en España y otra en Italia.

Inténtase por algunos resucitar la candidatura de duque de Aosta; pero tendrá el mismo resultado que la primera vez que fue propuesta. No era popular antes y no lo es ahora, ni probablemente lo será nunca. La que más resiste a los embates de encontradas opiniones es la del duque de Montpensier, sin duda por la influencia de los hombres políticos que la apoyan. No parece, sin embargo, que llegue á obtener el triunfo, nta vez- la del anciano don Baldomero Espartero, á pesar de sus innumerables servicios á la libertad y de su inmaculado nombre militar y político. Necesario es reflexionar que tiene contra sí su candidatura á los sostenedores de otras, y por añadidura anumeroso partido republicano, que las combate y proscribe todas, vengan de donde vinieren y llámense como quieran.

Mucho se ha hablado estos últimos dias de disidencias é inminente rompimiento entre demócratas, progresistas y unionistas; pero hasta ahora por fortuna aun no se ha verificado. Seria una verdadera desgracia que antes de terminar la obra, se dispersaran los obreros; que antes de consolidar la revolución, luchasen entre sí los revolucionarios. Si fue preciso unirse para destruir, mucho más necesaria es la unión cuando se trata de edificar. En este sentido conciliador y patriótico se halla redactada la notable carta dirigida por el ex-ministro de Marina señor don Juan Bautista Topete á los capitanes y comandantes generales de los departamentos, apostaderos y escuadras; recomendando á todos al mismo tiempo el acatamiento debido á lo que las Cortes soberanas acuerden.

Sigue con grande actividad la instrucción y apresto de voluntarios con destino á Cuba. En Cataluña acaba de formarse un batallón compuesto de mil plazas, y pronto se habrá formado otro igual, según el entusiasmo que allí reina y la multitud de mozos que se presentan para ser reconocidos y filiados. El de voluntarios de Santander ha salido para Cuba en el vapor España, y en el Comillas el de Covadonga, compuesto de 1,036 plazas y perfectamente equipado y armado. Para las fuerzas que en otras provincias se organizan se ha enviado ecorrespondiente vestuario y equipo á fin de allanar cualquier entorpecimiento y terminar los trabajos lo más pronto posible. Las noticias de Cuba siguen siendo satisfactorias. No sólo las de origen oficial, sino también las que insertan los periódicos anglo-americanos convienen en que la insurrección está dominada y cada día los sublevados experimentan mayores pérdidas y sienten un desaliento más profundo. En las Cinco Villas, Cienfuegos, Sanct Spiritus y Sagua se les acosa de tal manera, que no se atreven á esperar el ataque de nuestros soldados, dispersándose á su vista y huyendo á ocultarse entre las asperezas de la manigua. Muchos de ellos se han presentado y presentan, á veces en grupos numerosos, quejándose de la conducta de sus jefes y detrato que les dan; el cual es todavía peor respecto de los aventureros procedentes de los Estados unidos. El último telégrama del general Caballero de Rodas, que ha verificado una expedición por varias comarcas de la isla, habla de una gran batida en el departamento oriental, del pago de letras de comercio ya satisfechas y de un desórden que hubo entre los voluntarios de Cárdenas, brevemente reprimido. El descuento del Banco ha bajado al 4, mientras las acciones se han elevado a 20; y sabido es que no hay ningún indicador de la confianza como el estado de los valores públicos.

Después de tanto hablar de reducción del ejército y de una parte de su fuerza en Prusia y de las gestiones hechas por varios diputados con este fin, salimos ahora con que se dan órdenes apremiantes para reparar algunas fortalezas y dotarlas de cañones rayados del último sistema, que, pensando piadosamente, debe ser el más destructor y mortífero. Claro está que Francia, en vista de tales preparativos bélicos, continúa á la expectativa sosteniendo en pie de guerra su numeroso ejército y sus imponentes fortificaciones. Del próximo discurso de Napoleón en la apertura de las Córtes se espera alguna luz sobre la conducta que en adelante se propone, así como algunas declaraciones importantes sobre el estado actual de la política europea; mas probablemente este discurso será como otros ya pronunciados en diversas ocasiones, que lo dicen todo y nada dicen, semejantes en esta amnigüedad á las famosas palabras de los antiguos oráculos.

A la hora en que escribimos estas líneas ya se habrá verificado egran acontecimiento de la apertura del canal de Suez. El gobierno francés ha determinado dar el título de duque de este nombre al ingeniero Mr. Lesseps, para lo cual ha pedido autorización al Egipto, y ademas la dignidad de senador con el sueldo correspondiente. Bueno es que se recompense emérito, la constancia y etrabajo con rentas y dignidades, porque no sólo de gloria vive el hombre; pero los títulos de duque y senador aparecen inferiores á su representación como hombre científico y bienhechor de la humanidad y ciertamente las generaciones futuras no conocerán á Mr. Lesseps como duque ni como senador, sino como génio extraordinario.

La anunciada expedición á la isla Elefantina con que se obsequiará á los convidados á la inauguración del canal, debe ser tan instructiva como curiosa. En esta isla se halla el monumento construido por los antiguos egipcios para medir las periódicas crecidas del Nilo. Desde 1709 no ha sido visitado científicamente este monumento: por lo que los expedicionarios serán muy numerosos, hallándose el Cairo, Puerto Said y otras poblaciones llenas de viajeros procedentes de todos los países del mundo. Casbajo etrópico de nuestro hemisferio y en Sjene se halla situada esta isla Elefantina, cuyo nombre árabe es Diezired-el-Seid, (isla de las flores), que es un verdadero jardín tropical, de 1,500 metros de longitud y 300 de anchura.

El Nilómetro, descubierto durante la espedicion francesa á Egipto, y cuya existencia se remonta á varios siglos antes de la era cristiana, se halla aun en el dia en buen estado de conservación para dejar ver las épocas en que se consignaron las grandes avenidas derio.

El monumento del Nilómetro marca en un pozo por medio de ranuras de un centímetro de profundidad, con divisiones iguales á nuestros milímetros, los codos de la crecida del Nilo, asi como sus niveles más bajos.

Este pozo comunica con el rio. El pozo crece ó disminuye según sube ó baja el nivel del Nilo. En la ranura más elevada está escrito el guarismo K(24 24 codos, máximum de la elevación de las aguas del Nilo. Veinticuatro codos equivalen á unos 12 metros.

Los anuncios de los astrónomos que nos amenazaban con recios temporales en la costa de Levante, se han cumplido demasiado bien por desgracia. Son muchos los siniestros de que hasta noy nos han dado cuenta los periódicos, entre ellos los de varios buques españoles de cabotaje, el de vapor inglés Parthenon y los brik- barcas italianos Eve y Carmxn: las pérdidas de cargamentos son considerables, habiendo perecido también algunos de los tripulantes. El suceso más terrible por sus circunstancias es el de la familia del infortunado torrero deFaro de la Hormiga, cuyo lamentable acontecimiento describimos en otro lugar de nuestro semanario.

Serios temores abrigan los hombres que más se ocupan de religión y política, y de la influencia mútua de una en otra, sobre el giro y resolución de las cuestiones que tratara el próximo concilio; habiendo quien vea surgir próximamente pavés disensiones entre los mismos prelados, con daño notorio del catolicismo; pero creemos que es aventurado é intempestivo cuanto se discurra sobre esto; siendo lo mejor dejar al tiempo lo que es suyo, sin meternos en consideraciones para cuyo esclarecimiento nos faltan los indispensables datos.

Nuestros colegas se lamentan, y con razón sobrada, de la emigración numerosa que sale de la península para buscar fortuna en otras regiones, escitando a gobierno para que procure evitarla, ó siquiera disminuirla, proporcionando dentro depaís etrabajo que esos hombres robustos y laboriosos van á buscar en lejanos climas, donde con frecuencia les espera la muerte, en vez de la prosperidad con que los seducen su ignorancia propia y los agentes pagados para promover tales emigraciones, enganchando por las aldeas á muchos de sus crédulos habitantes. ¿Nunca hallará remedio tan grave daño?

N. C.