Romance de Marquillos
Apariencia
¡Cuán traidor eres, Marquillos! ¡Cuán traidor de corazón! Por dormir con tu señora habías muerto a tu señor. Desque lo tuviste muerto quitástele el chapirón; fuéraste al castillo fuerte donde está la Blanca Flor. -Ábreme, linda señora, que aquí viene mi señor; si no lo quieres creer, veis aquí su chapirón. Blanca Flor, desque lo viera, las puertas luego le abrió; echóle brazos al cuello, allí luego la besó; abrazándola y besando a un palacio la metió. -Marquillos, por Dios te ruego que me otorgases un don: que no durmieses conmigo hasta que rayase el sol. Marquillos, como es hidalgo, el don luego le otorgó; como viene tan cansado en llegado se adurmió. Levantóse muy ligera la hermosa Blanca Flor, tomara cuchillo en mano y a Marquillos degolló.