Romance del reto a los zamoranos
Apariencia
Ya cabalga Diego Ordóñez, del real se había salido de dobles piezas armado y un caballo morcillo; va a reptar los zamoranos por la muerte de su primo, que mató Bellido Dolfos, hijo de Dolfos Bellido. -Yo os repto, los zamoranos, por traidores fementidos, repto a todos los muertos, y con ellos a los vivos; repto hombres y mujeres, los por nacer y nacidos; repto a todos los grandes, a los grandes y a los chicos, a las carnes y pescados, y a las aguas de los ríos. Allí habló Arias Gonzalo, bien oiréis lo que hubo dicho: -¿Qué culpa tienen los viejos? ¿qué culpa tienen los niños? ¿qué merecen las mujeres y los que no son nacidos? ¿por qué reptas a los muertos, los ganados y los ríos? Bien sabéis vos, Diego Ordóñez, muy bien lo tenéis sabido, que aquel que repta concejo debe de lidiar con cinco. Ordóñez le respondió: -Traidores heis todos sido.