Sahih Al Bujari: El Libro de la Sabiduría

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​El Libro de la Sabiduría​ de Sahih Al Bujari

I – LA SUPERIORIDAD DE LA SABIDURÍA[editar]

54. Abu Huraira relató que un beduino se acercó al Mensajero de Dios (P y B). Mientras él enseñaba a sus discípulos, y le dijo: ¿Cuándo será la hora? El Mensajero de Dios (P y B) siguió hablando; entonces, algunos dijeron: No le gustó lo que dijo (el beduino). Otros dijeron: No lo oyó; hasta que terminó de hablar. Entonces dijo: “¿Quién preguntó por la Hora del Juicio?” El beduino dijo: Soy yo Mensajero de Dios. Le dijo: “Cuando la confianza (en la autoridad y la honradez) se pierda, espera la llegada de la Hora” El beduino preguntó: ¿Y cómo se perderá la confianza? El Profeta (P y B) respondió: “Cuando la autoridad y el poder se entregue a gente incapacitada espera, pues, la Hora.”

II – QUIEN LEVANTA LA VOZ DIFUNDIENDO LA SABIDURÍA.[editar]

55. Abdullah Ibn Amrú relató: El Profeta (P y B) se retrasó un poco de nuestro grupo en un viaje que hacíamos. Cuando nos alcanzó, la oración nos apremiaba y realizamos la ablución. Sólo nos frotábamos los pies (sin lavarlos correctamente); entonces, él clamó a toda voz: “¡Ay de los talones en el Fuego!”. Lo hizo dos o tres veces.

III – EL IMÁM (guía - líder) INTERROGA A SUS COMPAÑEROS PARA PROBAR SU CONOCIMIENTO.[editar]

56. Ibn Omar relató que el Mensajero de Dios (P y B) dijo. “Entre los árboles hay uno cuyas hojas no se caen (todas o la mayor parte al mismo tiempo) y es como el musulmán. Decidme que árbol es”. Así que todos empezaron a pensar en los árboles del desierto. Abdullah Ibn Omar añadió: Imaginé que sería la palmera datilera pero me dio vergüenza hablar. Entonces, los demás preguntaron: Infórmanos por favor ¿Cuál es ese árbol, Mensajero de Dios? El respondió: “Es la palmera datilera”.

IV – LEER Y EXPONER ALGO ANTE EL MAESTRO.[editar]

57. Annas Ibn Malik relató: Mientras estábamos sentados con el Profeta (P y B) en la mezquita, entró un hombre montado en un camello. Hizo que su camello se arrodille en la mezquita, luego lo ató y dijo: ¿Quién de vosotros es Muhammad? En ese momento el profeta (P y B) estaba entre nosotros apoyándose en su brazo. Respondimos: Es aquel hombre blanco sentado apoyándose en su brazo. El hombre le dijo, entonces: Hijo de Abdul Muttalib. El Profeta (P y B) le dijo: “Estoy aquí para responder a tus preguntas” el hombre le dijo: Quiero preguntarte algo y seré duro al interrogarte. Así pues no te enojes conmigo. El Profeta (P y B) le dijo: “Pregunta lo que quieras” el hombre dijo: Te pregunto, por tu Señor y Señor de los ancestros ¿Dios te hizo su Enviado a toda la humanidad? Le respondió: “Por Dios que si”. El hombre preguntó luego: Por Dios te pregunto ¿Dios te ordenó que ofrezcas cinco oraciones (salat) en el día y la noche? El respondió: “Por Dios que si”. El hombre preguntó luego: Por Dios te pregunto ¿Dios te ordenó que tomes este zakat de nuestros ricos y lo distribuyas entre nuestros pobres? Le respondió: “Por Dios que si”. El hombre le dijo: Creo en lo que tú nos traes. Soy un enviado de mi gente. Soy Dimam Ibn Zalaba, de los Bani Sad Ibn Bakr.

58. Ibn Abbas relató: El Mensajero de Dios (P y B) entregó una carta suya a un hombre y le ordenó entregársela al Gobernador de Bahrayn. Este, a su vez, se la entregó a Cosroes (Kisra – Emperador de Persia) y cuando él la leyó le rompió en pedazos. Ibn Musayyab dijo: El Mensajero de Dios (P y B) rogó a Dios contra ellos diciendo: “¡Que Dios los despedace y los disperse totalmente”.

59. Annas relató: El Mensajero de Dios (P y B) hizo una carta – o quiso hacerla- y le dijeron: Ellos (los gobernantes) no leen las cartas que no van selladas. Se mandó hacer, entonces, un anillo, con un sello, de plata que decía: Muhammad, Mensajero de Dios en relieve. Aún me parece ver el blanco brillo en su mano.

60. Abu Waqid Al Layzi relató que, mientras el Mensajero de Dios (P y B) estaba sentado en la mezquita con algunas personas, llegaron tres hombres; dos se quedaron y uno se retiró. Luego añadió: Ambos se detuvieron, de pie, delante del Mensajero de Dios (P y B). Uno de ellos vio un espacio entre la concurrencia y se sentó allí. El otro ,en cambio, se sentó atrás de todos. El tercero acabó marchándose. Cuando el Mensajero de Dios (P y B) terminó, dijo: “¿Os informo sobre estas tres personas? El primero se dirigió a Dios y Dios le dio lugar en Su gracia y Su misericordia; el segundo sintió vergüenza de Dios y Dios lo cubrió con su gracia (no lo castigo); el tercero, a su vez, dio la espalda a Dios y se fue; Dios, así también le dará la espalda”.

V – LAS PALABRAS DEL PROFETA (P y B): ES POSIBLE QUE ALGUIEN QUE RECIBE UN DATO (INDIRECTAMENTE) LO COMPRENDA MEJOR QUE QUIEN LO OYÓ DIRECTAMENTE.[editar]

61. Abu Bakra relató: El Profeta (P y B) montaba su camello y un hombre lo llevaba por sus riendas; luego dijo: “¿Qué día es este?” todos nos callamos hasta que pensamos que le pondría un nombre distinto. Dijo: “¿Hoy no es el día del sacrificio?” Y todos callamos pensando que le daría un nombre distinto. Luego dijo: “¿No es éste el mes de Dhul Hiyya? Respondimos: Claro que si. Nos dijo: “Pues, ciertamente, vuestra sangre, vuestras propiedades y vuestra honra, serán sagrados entre vosotros, así como es sagrado este vuestro día, este vuestro mes y esta vuestra tierra. Que el presente informe al ausente. Tal vez, entre los ausentes haya gente que, al oír de esto, lo entienda mejor que los presentes”.

VI – EL PROFETA (P y B) SOLÍA TENER CONSIDERACIÓN CON LA GENTE, CUANDO PREDICABA Y ENSEÑABA, PARA QUE NO SE ABURRAN Y SE VAYAN.[editar]

62. Ibn Masud relató: el Profeta (P y B) solía tener consideración con nosotros al predicar en le tiempo apropiado, pues temía aburrirnos con demasiados sermones y enseñanzas.

63. Anas ibn Malik dijo: El Profeta (P y B) dijo: “Facilitad las cosas y no las hagáis difíciles (para la gente en temas de religión). Dadles buenas noticias y no los hagáis huir (del Islam).”

VII – CUANDO DIOS DESEA EL BIEN PARA ALGUIEN LE HACE COMPRENDER LA RELIGIÓN.[editar]

64. Muawiya dijo durante un sermón: Oí al Mensajero de Dios (P y B) decir: “Cuando Dios desea hacer el bien a alguien le hace comprender bien la religión. Yo sólo soy quien distribuye, pero Dios es Quien dota. Esta nación seguirá obedeciendo los mandamientos de Dios, sin que le causen daño los que se desvían hasta que llegue el designio* de Dios”.

  • La Hora del Juicio Final.

VIII – COMPRENDIENDO LOS CONOCIMIENTOS.[editar]

65. Ibn Omar dijo: Estábamos con el Mensajero de Dios (P y B) cuando alguien trajo el corazón de una palmera (palmito). Sobre él nos dijo: “Entre los árboles hay uno...” (Aquí repite el hadiz 56 añadiendo las palabras de Ibn Omar: ...Y como yo era el menor de todos, me mantuve callado...

IX – LA INTENCIÓN PERMANENTE DE OBTENER CONOCIMIENTO Y SABIDURÍA.[editar]

66. Abdullah Ibn Masud relató que el Profeta (P y B) dijo: “No envidies a nadie excepto a dos personas: A un hombre que recibió fortuna de Dios y la gasta de for­ma recta y justa. Y a un hombre que ha recibido de Dios el conocimiento y el buen juicio y juzga según ellos y los enseña”.

X – LAS PALABRAS DEL PROFETA: “OH DIOS ENSEÑALE (A IBN ABBAS) EL LIBRO (EL CORÁN).[editar]

67. Ibn Abbas relató: Cierta vez, el Profeta (P y B) me abrazó y dijo: “Oh Dios! Enséñale el Libro”.

XI – DESDE QUÉ EDAD ES VÁLIDO ESCUCHAR (LA NARRACIÓN DE HADICES) DE UN MENOR.[editar]

68. Ibn Abbas relató: Cierta vez venía montado en una asna y por ese entonces recién había alcanzado la pubertad (después de la primera polución). El Mensajero de Dios (P y B) estaba rezando en Mina sin que haya pared alguna frente a él. Yo pasé frente a algunos de los que formaban las filas en la oración. Allí, deje que la asna paste libremente y entré en la fila sin que nadie objete mi acto.

69. Mahmud Ibn Rabi relató: Cuando yo era un niño de cinco años recuerdo que el Profeta (P y B) tomó agua de un odre con su boca y me la rocío en la cara.

XII – LA SUPERIORIDAD DE QUIEN OBTIENE EL CONOCIMIENTO (DEL ISLAM) Y LO ENSEÑA A OTROS.[editar]

70. Abu Musa relató que el Profeta (P y B) dijo: “La guía y la sabiduría que Dios envió conmigo es como una lluvia abundante que cae a la tierra. Parte de esta tierra es fértil y absorbe el agua y produce vegetación y pastos en abundancia. Otra parte es dura y conserva el agua, conteniéndola para beneficio de la gente, que la usa para beber, para sus animales y para riego de los cultivos. Otra porción de la tierra alcan­zada era tan estéril que no contuvo el agua ni produjo vegetación. (El primero)es el caso de la persona que comprende la religión de Dios y se beneficia de lo que Dios reveló a través de mí, lo aprende y lo enseña. Y la persona que no se interesa ni acepta la Guía de Dios que reveló a través de mí (es como la tierra estéril)”.

XIII – LA DESAPARICIÓN DEL CONOCIMIENTO (RELIGIOSO) Y LA DIFUSIÓN DE LA IGNORANCIA.[editar]

71. Anas dijo. El Mensajero de Dios (P y B) dijo: “Entre las señales de la Hora (del Juicio Final) está: La desaparición de la sabiduría (con la muerte de los sabios piadosos), la difusión de la ignorancia (religiosa), el consumo de bebidas alcohólicas en gran escala, la práctica de la fornicación será extendida y abierta”.

72. Anas, también, relató: Os voy a relatar un hadiz que nadie después de mi os relatará: Oí al Mensajero de Dios (P y B) decir: “Entre las señales de la Hora está: La disminución de la sabiduría, la difusión de la ignorancia, la fornicación abierta y extendida, aumentarán las mujeres y los hombres disminuirán; de manera que un solo hombre velará por cincuenta mujeres”.

XIV – SUPERIORIDAD DE LA SABIDURÍA RELIGIOSA.[editar]

73. Ibn Omar relató: Oí al Mensajero de Dios decir: “Durante mi sueño, vi que me traían una copa de leche; bebí (de ella) hasta que me pareció ver leche saliendo bajo mis uñas. Luego di el resto (de la copa) a Omar Ibn Al Jattab”. Le preguntaron: ¿Cómo lo interpretas Mensajero de Dios? Dijo: “Es el conocimiento de la religión”.

XV – EMITIR UNA FATWA* ESTANDO SENTADO SOBRE UN ANIMAL U OTRA COSA.[editar]

74. Abdullah Ibn 'Amrْ Ibn Al As relatóَ que el Profeta (B y P) se detuvo en Mina durante la Peregrinación de la Despedida para responder a las preguntas de la gente. Un hombre vino y dijo: 'Por olvido me hice rasurar la cabeza antes de sacrificar la ofrenda. El Profeta le dijo: «Has tu sacrificio no hay problema». Luego vino otro y dijo: 'Por olvido sacrifiqué al camello antes de lanzar las piedras (sobre las yaama­rat)'. El Profeta (B y P) le dijo: “Lanza ahora; no hay problema”. Y a todos los que le preguntaron sobre algún rito adelantado o retrasado (de los ritos en Mina durante la Peregrinación) les dijo: “Hazlo ahora: No hay problema”.

  • Fatwa, es un veredicto legal de la religión islámica; lo emiten los eruditos basándose en las fuentes legales islámicas, en relación a los asuntos de la vida del musulmán.

XVI – QUIEN DA UNA FATWA SEÑALANDO CON LA CABEZA O CON LA MANO.[editar]

75. Abu Huraira relató que el Profeta (P y B) dijo: "El conocimiento (de la reli­gión) se irá perdiendo (con la muerte de los eruditos). La ignorancia y las atribula­ciones surgirán; aumentará la confusión y el desorden". Alguien dijo: ¿Qué signifi­ca el desorden Mensajero de Dios? El respondió mordiendo su mano, indicando: "MUERTE".

76. Asmá bint Abu Bakr dijo: Fui a ver a Aisha y la encontré orando. Dije: ¿Qué le pasa a la gente? Ella apuntó al cielo; entonces vi a la gente de pie orando; ella dijo 'SubhanAllah* Yo dije: ¿Es un signo? Ella asintió con su cabeza. Enton­ces, yo también me uní a la oración (del eclipse) hasta que quedé casi inconsciente y vertí agua sobre mi cabeza. Después, el Profeta (P y B) alabó y glorifico a Dios, y dijo: "En este mismo lugar he visto las cosas que nunca se me habían mostrado, hasta el Paraíso y el Infierno. Sin duda, seréis probados en vuestras tumbas con algo igual o cercano a la atribulación del Falso Mesías. Se os dirá: ¿Qué sabéis de este hombre (Muhammad)? El creyente -o el que tiene certeza- dirá: Es Mu­hammad; es Mensajero de Dios. Llegó a nosotros con las evidencias y la Guía. Le respondimos y le seguimos. Es Muhammad -tres veces-. Y se le dirá: Duerme, en paz, pues ya sabemos que tenias certeza. En cambio el hipócrita o el dubitante dirá: 'No se; oí que la gente decía algo y yo dije lo mismo".

  • Glorificado sea Dios.

XVII – VIAJAR BUSCANDO UNA RESPUESTA PARA UN INCIDENTE; Y ENSEÑAR A LA FAMILIA.[editar]

77. Abdullah Ibn Abú Mulayka relató: Uqba Ibn Al Háriz dijo que se había casa­do con la hija de Abú Iháb bin Aziz. Después, una mujer vino y dijo: Yo amamanté a Uqba y a la mujer con la que se casó. Uqba dijo: Yo no sabía que tú me amaman­taste y tú tampoco me informaste. Entonces, montó y se dirigió al Mensajero de Dios (P y B) en Medina y le preguntó. El Mensajero de Dios (B y P) dijo: "¿Cómo (podrás mantenerla) si se ha dicho (que es tu hermana de leche)?" Entonces, Uqba se divorció de ella y ella se casó con otro hombre.

XVIII – ESTABLECER TURNOS PARA OBTENER EL CONOCIMIENTO.[editar]

78. Omar dijo: Yo y mi vecino ansárí de Bani Umayya bin Zayd, vivíamos en los Awáli (suburbios) de Medina, solíamos turnarnos para visitar al Mensajero de Dios (P y B). Yo lo visitaba un día y mi vecino al otro. Después de mi visita, iba a su casa y le contaba las nuevas del día sobre la Revelación y otros asuntos; el día de su visita el hacía lo mismo por mi. Un día, mi amigo ansárí al volver de su visita (al Profeta (P y B), vino a golpear fuertemente a mi puerta y preguntó si yo estaba. Me asusté y salí apresuradamente. Me dijo: Ocurrió algo grave. Así que fui a ver a Hafsa y la encontré llorando. Le pregunté: ¿Os ha divorciado a todas el Mensajero de Dios (P y B)? Dijo: No sé. Luego fui a ver al Profeta (P y B) y le dije, estando aún de pie: ¿Has divorciado a tus esposas? Dijo: "No". Dije: ¡Dios es el Más Grande!.

XIX – EL ENOJO DURANTE LA PREDICA Y LA ENSEÑANZA SI UNO VE ALGO QUE DETESTA.[editar]

79. Abú Masud Al Ansári dijo: Un hombre dijo: ¡Mensajero de Dios! Casi no asisto a la oración grupal porque fulano (el imám) la hace muy larga. Nunca vi al Profeta (P y B) más furioso, durante la prédica, de ese día. Dijo: "¡Gente! Algunos de vosotros hacéis huir a los otros (de las buenas obras). Si alguien dirige a otros en la oración, que la haga leve, pues entre ellos puede haber enfermos, débiles y gente con asuntos urgentes que atender".

80. Zayd Ibn Jálid Al Yuhani relató que el Profeta (P y B) fue preguntado por un hombre sobre los objetos perdidos (al Luqata). El Profeta (P y B) le dijo: "Reconoce con qué está amarrado - o recubierto- y haz un anuncio público de ello por un año, luego úsalo; pero devuélvelo a su dueño si aparece". Entonces, el hombre preguntó por el camello perdido. El Profeta (P y B) se enojó hasta que sus mejillas enrojecie­ron -o su rostro-. Dijo: "No tienes nada que hacer con él; tiene su agua y sus pier­nas, con seguridad podrá encontrar agua y comer de los árboles, así que déjalo has­ta que lo encuentre su dueño". El hombre dijo: ¿Y las ovejas perdidas? El Profeta (P y B) respondió: "Para ti, para tu hermano o para el lobo".

81. Abú Musá relató: El Profeta (P y B) fue preguntado por cosas que detestaba; cuando las preguntas ya fueron excesivas se enojó. Luego dijo: "Preguntadme lo que gustéis". Un Hombre dijo: ¿Quién es mi padre? El Profeta (P y B) le dijo: "Tu padre es Hudháfa". Luego se levantó otro y preguntó: ¿Quién es mi padre, Mensaje­ro de Dios?. El Profeta (P y B) respondió: Tu padre es Sálim, siervo de Shayba. Cuan­do Omar vio (El enojo) en el rostro del Profeta (P y B) le dijo: ¡Mensajero de Dios! ¡Nos arrepentimos ante Dios!.

XX – REPETIR TRES VECES LAS PALABRAS PARA QUE SEAN COMPRENDIDAS.[editar]

82. Anas relató que el Profeta (P y B) solía repetir tres veces sus palabras, para ser mejor comprendido; y cuando visitaba a alguien y lo saludaba, lo hacía tres veces.

XXI – EL HOMBRE ENSEÑANDO (LA RELIGIÓN) A SU SIERVA Y A SU FAMILIA.[editar]

83. Abú Músá relató que el Mensajero de Dios (P y B) dijo: "Tres personas ten­drán una doble recompensa: Un hombre de la Gente de la Escritura que creyó en su Profeta (P y B) (Moisés, Jesús, etc.) y creyó en Muhammad (P y B), el siervo que cumple con sus obligaciones ante Dios y ante su amo y un hombre que posee una sierva, con la cual tiene relaciones sexuales, y la educa de buena manera y le enseña (la religión) de buena manera para luego libe­rarla y casarse con ella; éste hombre tendrá una doble recompensa".

XXII – EL IMÁM PREDICANDO Y ENSEÑANDO A LAS MUJERES.[editar]

84. Ibn Abbás relató que el Mensajero de Dios salió acompañado por Bilal. Se dirigió hacia las mujeres porque pensó que no le habían oído. Les predicó y les or­denó dar limosna. Algunas mujeres empezaron a donar sus anillos y sus pendientes y Bilal los iba recolectando en un extremo de su túnica.

XXIII – LA DEDICACIÓN PARA (APRENDER) EL HADIZ.[editar]

85. Abú Huraira relató: Dije: ¡Mensajero de Dios! ¿Quién será la persona más afortunada que cuente con tu intercesión el Día de la Resurrección? El Mensajero de Dios (P y B) dijo: "Abu Huraira, supuse que nadie me preguntaría eso antes que tú pues conozco tu dedicación para el relato de las nuevas. La persona más afortu­nada que contará con mi intercesión el Día de la Resurrección será aquél que dijo sinceramente desde el fondo de su corazón: No hay deidad (que merezca adora­ción) sino Dios".

XXIV – CÓMO SERÁ RETIRADO EL CONOCIMIENTO (RELIGIOSO).[editar]

86. Abdullah Ibn Amrú Ibn al As dijo: Oí al Mensajero de Dios (P y B) decir:

"Dios no retira el conocimiento retirándolo de una vez de los corazones de los hom­bres sino que lo hace con la muerte de los sabios. Así será hasta que no quede sabio alguno. La gente tomará a ignorantes como sus líderes y éstos, al ser consultados emitirán su juicio sin tener conocimiento. Se desviarán y desviarán a la gente".

XXV - ¿SE DEBE DEDICAR UN DÍA ESPECIAL PARA ENSEÑAR A LA MUJERES (EXCLUSIVAMENTE)?[editar]

87. Abu Said Al Judri dijo: Las mujeres dijeron al Profeta (P y B): Los hombres tienen la suerte de estar más tiempo contigo. Dedícanos pues un día (de tu ense­ñanza). Él les prometió un día para enseñarles a ellas exclusivamente. Así lo hizo y les predicó e instruyó. Entre lo que les dijo está: "La mujer, entre vosotras, que en­tregue a tres de sus hijos* será protegida del Fuego". Una mujer preguntó ¿Y si son sólo dos? Él respondió: "Incluso dos".

  • Soportando con paciencia su muerte en combate por la causa de Dios.

Se relata que Abu Huraira dijo: (Se refiere a) dos niños que no han alcanzado la pubertad (la edad en que se cuentan los pecados).

XXVI – SOBRE QUIEN OYE ALGO Y PREGUNTA HASTA QUE LO ENTIENDE COMPLETAMENTE.[editar]

88. Abu Mula¡ka relató que Aisha, cuando escuchaba algo que no comprendía, preguntaba hasta comprender completamente. Aisha dijo: El Profeta (P y B) dijo:

"Quien sea llamado a rendir cuentas el Día de la Resurrección seguro será castiga­do". Aisha añadió: Yo pregunté: ¿Acaso no dice Dios: ...Será juzgado benignamen­te... (84:8)?. El Profeta (P y B) dijo: "Eso se refiere a la exposición de las cuentas (de las obras). Sin embargo, quien es cuestionado por sus cuentas perecerá".

XXVII – QUE EL PRESENTE INFORME AL AUSENTE.[editar]

89. Abú Shurayh dijo: El día posterior a la conquista de Makka, el Profeta (P y B) dijo algo que oyeron mis oídos y comprendió mi corazón; y mis ojos vieron al Profeta (P y B) proferir las palabras. Alabó y Glorifico a Dios, luego dijo: "Cierta­mente fue Dios quien hizo sagrada a Makka y no fue la gente quien la santificó. Así pues nadie que cree en Dios y en el Ultimo Día tiene permitido derramar en ella sangre, o cortar árboles. Si alguien alega que el combate dentro de Makka es permitido porque el Mensajero de Dios combatió en ella, pues decidle que: Dios me per­mitió combatir en ella por una pocas horas del día (de la conquista) y su santidad hoy es la misma de antes. Quien esté presente que informe al ausente".

XXVIII – LA CULPA DE QUIEN MIENTE SOBRE EL PROFETA (P y B).[editar]

90. Alí dijo: Escuché al Mensajero de Dios (P y B) decir: "No mintáis so­bre mí; pues, quien miente sobre mí (intencionalmente) tomará un lugar en el Infierno".

91. Salama Ibn Al Akwa dijo: Oí al Mensajero de Dios (P y B) decir, "Quien me atribuye algo que no he dicho que tome su lugar en el infierno".

92. Abú Huraira relató que el Profeta (P y B) dijo: "Llamaos con mi nombre y no os llaméis con mi sobrenombre. Quien me vea en sus sueños me habrá visto realmente, pues Satán no puede presentarse con mi forma. Y quien mienta sobre mí intencionalmente que tome, pues, su lugar en el Infierno".

XXIX – LA ESCRITURA DEL CONOCIMIENTO.[editar]

93. Abú Huraira relató que el Profeta (B y P) dijo: "Dios evitó que la muerte - o el elefante duda uno de los relatores- llegue a Makka y la puso bajo el dominio del Mensajero de Dios y los creyentes. Combatir en Makka no fue permitido para nadie antes de mi, ni será permitido para nadie después de mí. No hay duda de que en este momento es ya un santuario: No serán arrancadas sus plantas espinosas, no se puede cortar sus árboles, no se puede recoger las cosas perdidas excepto quien las anuncie públicamente con intención de hallar al dueño de las mismas. Si alguien es asesinado, habrá dos opciones (para su familia). Se pagará la indemnización o se ejecutará la ley del talión". Un hombre del Yemen vino y dijo: '¡Mensajero de Dios! Haz que esto sea de fulano. Un hombre de Quraysh dijo: Haz una excepción con el Idhjir* , Mensajero de Dios, pues nosotros lo usamos en nuestras casas y tumbas. El Profeta (P y B) dijo, entonces: "Excepto el Idhjir".

  • El Idhjir es una planta de fuerte y agradable fragancia.

94. Ibn Abbás relató: el Profeta (P y B) dijo: "«Traedme algo para escribir que yo os haré un escrito con el cual no os perderéis". Omar dijo: El Profeta (P y B) está gravemente enfermo y tenemos el Libro de Dios con el cual nos basta. Entonces, se inició una discusión y creció el alboroto. El Profeta (P y B) dijo: "Idos y dejadme sólo. No está bien que arméis alboroto ante mí con vuestras disputas".

XXX – LA ENSEÑANZA Y LA PREDICA POR LA NOCHE.[editar]

95. Umm Salama dijo: El Profeta (P y B) se levantó una noche y dijo: "¡Glori­ficado sea Dios! ¡Cuántas atribulaciones han descendido esta noche y cuántos teso­ros han sido mostrados! ¡Despertad a las dueñas de estas habitaciones! (para la ora­ción) ¡Una persona (bien) vestida en esta vida puede estar desnuda en la otra!".

XXXI – HABLANDO SOBRE EL CONOCIMIENTO RELIGIOSO DURANTE LA NOCHE.[editar]

96. Abdullah Ibn Omar dijo: El Profeta (P y B) nos dirigió en la oración de la Noche (Al 'ishá), durante sus últimos días de vida; luego nos dijo "¿Veis esta noche? Nadie de los vivientes sobre la faz de la tierra esta noche estará vivo después de cien años"

97. Ibn Abbás relató: Pasé la noche en casa de mi tía materna Maymuna, hija de Al Hariz, esposa del Profeta (P y B). El Profeta (P y B) estaba esa noche con ella. El Profeta (P y B) rezó la oración de la Noche (Al 'ishá) luego entró en la habitación y rezó cuatro rak'át, luego se durmió. Más tarde, se levantó y dijo: "¿Se ha dormido el muchachito?" o algo parecido. Luego se posicionó para orar y yo me paré a su iz­quierda; él me puso a su derecha y rezó cinco rak'át seguidas por otras dos. Luego se durmió hasta que oí su respiración fuerte -o sus ronquidos -; luego se levantó y salió para la oración (del alba)'.

XXXII – SOBRE LA MEMORIZACIÓN DEL CONOCIMIENTO.[editar]

98. Abu Huraira dijo: La gente dice que yo he narrado muchos hadices. Si no fuese por dos aleyas del Libro de Dios yo no hubiese narrado ningún hadiz. Luego recitaba: Quienes ocultan las pruebas claras y la Dirección que hemos revelado, después de habérselo Nosotros aclarado a los hombres en la Escritura, incurren en la maldición de Dios y de los hombre. Pero aquellos que se arrepientan y se enmien­den y aclaren, a ésos Me volveré. Yo soy el indulgente, el Misericordioso (2:159,160). Y decía: 'Nuestros hermanos emigrados (Al Muhayirin ) estaban, ciertamente, ocu­pados con sus regateos en los mercados y nuestros hermanos ansáríes estaban ocupados con el trabajo en sus propiedades (la agricultura); pero Abú Huraira solía acom­pañar al Mensajero de Dios (P y B) contentándose con llenar su estómago. Solía presenciar lo que ellos no presenciaban y memorizar lo que ellos no memorizaban.

99. Abu Huraira relató: Dije: ¡Oh Mensajero de Dios! Yo escucho muchas de tus palabras pero las olvido. Dijo el Profeta (P y B): "Extiende tu manto". Luego (de que extendí mi manto) juntó sus manos (como si tomase algo) y lo vertió sobre mi man­to. Luego dijo: "Envuélvelo (alrededor de tu cuerpo)". Así lo hice y después de ello no olvidé nada mas.

100. Abú Huraira relató: He memorizado dos tipos de conocimiento del Mensa­jero de Dios (P y B): El primero lo he difundido; el segundo, si lo difundo se me cortará la garganta.

XXXIII – LA QUIETUD ANTE LOS ERUDITOS.[editar]

101. Yarir Ibn Abdullah relató que el Profeta (P y B) le dijo, durante la Peregrina­ción de Despedida: "Haz callar a la gente". Luego dijo: "No os volváis incrédulos después de mí (muerte) al degollaros uno a otros".

XXXIV – LO QUE SE RECOMIENDA DECIR AL SABIO CUADNO SE LE PREGUNTA ¿QUIÉN SABE MÁS?[editar]

102. Ubayy Ibn Ka'b relató que el Profeta (P y B) dijo: "Cierta vez, el Profeta Moisés (P y B) exhortaba a los israelitas y se le preguntó: ¿Quién sabe más entre la gente? El dijo: Yo soy que más sabe. Dios advirtió a Moisés que no había atribuido la sabiduría total a Dios y le reveló lo siguiente: Ciertamente, hay un siervo mío donde se juntan los dos mares; él sabe mas que tu. Moisés (P y B) dijo: ¡Señor! ¿Cómo puede encontrarlo? Partió, pues, Moisés, acompañado de su joven sirviente llamado Yushá Ibn Nun; cargaban un pez en un canasto. Llegaron hasta una roca donde se acostaron a dormir. El pez se salió del canasto y tomó su rumbo en el mar como por un túnel. Esto asombró a Moisés y a su sirviente; quienes siguieron caminando por el resto de la noche y el día siguiente. Cuando amaneció, Moisés dijo a su sir­viente: Traed nuestra comida, pues este nuestro viaje es agotador. Moisés no había sentido agotamiento alguno hasta que pasó por el lugar que se le había ordenado. Su sirviente le dijo: ¿Recuerdas cuando dormimos sobre la roca? Pues he olvidado el pez. Moisés dijo: ¡Eso es lo que buscamos! Así es que volvieron sobre sus pasos hasta llegar nuevamente a la roca. Allí encontraron a un hombre cubierto con un manto -o cubriéndose con su ropa (*). Moisés lo saludó; entonces, Al Jidr* le respondió: ¿Como es el saludo en tu tierra? Moisés dijo: Yo soy Moisés. Al Jidr dijo: ¿Moisés, el de Israel? Moisés dijo: Sí ¿Puedo seguirte para que me enseñes de lo que se te ha inculcado? Al Jidr dijo: En verdad, no me podrás tener paciencia ¡Oh Moisés! Yo tengo algo de la sabiduría de Dios que El me ha enseñado y tú no cono­ces. Y tú tienes conocimientos de lo que Dios te ha enseñado y yo no conozco. Moi­sés dijo: Me hallarás paciente, si Dios quiere, y verás que obedeceré todas tus órde­nes. Partieron siguiendo la costa del mar. Iban a pie, pues no tenían embarcación. Una embarcación pasó cerca de ellos y pidieron a la tripulación que los dejen subir. La tripulación reconoció al Jidr y decidieron llevarlos de forma gratuita. Entonces, un gorrión se posó al borde de la embarcación y tomó un poco de agua del mar una o dos veces con su pico; Al Jidr dijo: ¡Moisés! Tu conocimiento y el mío no disminu­yen la sabiduría de Dios sino en la cantidad de agua que ese gorrión tomó del mar con su pico. Entonces tomó uno de los maderos del casco de la embarcación y lo arrancó. Moisés le dijo: ¡Esta gente nos lleva sin cobrarnos nada a cambio y tú te subes a su embarcación para perforaría y que se ahogue su tripulación! Al Jidr dijo: ¿No te dije que no tendrías paciencia conmigo? Moisés respondió: ¡No me recri­mines por mi olvido ni me castigues por mi reacción! Así pues, la primera excusa de Moisés fue el olvido. Luego, siguieron caminando y encontraron a un niño jugando con otros niños. Al Jidr tomó la cabeza del niño con sus manos y se la arrancó. Moi­sés le dijo entonces: ¡Has matado a un inocente que no ha matado a nadie! Al Jidr respondió: ¿No te dije que no tendrías paciencia conmigo? Y partieron nuevamen­te; luego, llegaron a una aldea y pidieron comida a sus habitantes, pero estos rehusa­ron darles algo. Cuando pasaron al lado de una pared que estaba por derrumbarse, Al Jidr la reparó con sus propias manos y Moisés le dijo: Si quisieras, podías haber pedido algo a cambio de este trabajo. Al Jidr le dijo: Este es el punto donde debe­mos separarnos". El Profeta (P y B) añadió: "¡Que Dios tenga misericordia de Moi­sés! ¡Ojalá hubiese sido más paciente para que podamos saber más de su historia!"

  • Esta es una duda de uno de los relatores.
  • Así se llama este hombre procurado por Moisés.

XXXV – SOBRE QUIEN, ESTANDO DE PIE, PREGUNTA A UN ERUDITO SENTADO.[editar]

103. Abu Musá relató: Llegó un hombre ante el Profeta (P y B) y le dijo: ¡Mensa­jero de Dios! ¿Qué es la lucha en la causa de Dios? Pues algunos de nosotros comba­ten por enojo o porque se hable bien de ellos. El Profeta (P y B) dijo: "Quien lucha para enaltecer la Palabra de Dios (la religión monoteísta de Dios); está, pues, lu­chando en la causa de Dios, Glorificado y elevado sea".

XXXVI – LAS PALABRAS DE DIOS: TE PREGUNTAN POR EL ESPIRITU. DI: EL ESPIRITU PROCEDE DE MI SEÑOR PERO NO HABÍES RECIBIDO SI NO POCA CIENCIA (Sagrado Corán 17:85)[editar]

104. Ibn Masud relató: Mientras caminaba con el Profeta (P y B) entre las ruinas de Medina y él se apoyaba sobre una rama de palmera, pasó cerca un grupo de judíos. Se decían entre ellos: Preguntadle sobre el espíritu (Al Ruh). Otros dijeron: No le preguntéis; no sea que os venga con algo que os disguste. Los primeros dijeron: ¡Le preguntaremos! Así pues, un hombre de ellos se paró y dijo: ¡Abúl Qá­sim*! ¿Qué es el espíritu? El Profeta (P y B) calló y pensé: Le está descendiendo la Revelación. Así es que me detuve hasta que terminé. Cuando terminó, el Profeta (P y B) dijo: Te preguntan por el espíritu. Di: El espíritu procede de la orden de mi Señor. Pero no habéis recibido sino poca ciencia (17:85).

  • "Padre de Qásim", sobrenombre del Profeta (B y P) por su difunto hijo mayor.

XXXVII - SOBRE QUIEN PREFIERE ENSEÑAR A UNAS PERSONAS POR SOBRE OTRAS POR TEMOR A QUE ESTAS ÚLTIMAS NO ENTIENDAN.[editar]

105. Anas relató que, cierta vez que el Profeta (P y B) montaba, compartiendo su montura con Muádh, dijo: "¡Muádh!" El respondió: Respondo a tu llamado y obe­dezco tus órdenes. El Profeta (P y B) repitió: "¡Muádh!" El repitió; respondo a tu llamado y obedezco tus órdenes tres veces. El Profeta (P y B) le dijo: "Quien atesti­güe que no hay dios sino Dios y que Muhammad es mensajero de Dios, con sinceri­dad y de corazón, tendrá prohibida la entrada al Infierno". Muádh preguntó: ¡Men­sajero de Dios! ¿Puedo contar esto a la gente para que se alegren? El Profeta (P y B) le respondió: "Si lo haces, la gente se confiará de ello" y Muádh relató esto sólo en el momento de su muerte, por temor a estar pecando (al ocultar el conocimiento).

XXXVIII – SOBRE LA VERGÜENZA AL PROCURAR EL CONOCIMIENTO.[editar]

106. Umm Salama relató: Umm Sulaym llegó ante el Mensajero de Dios (P y B) y le dijo: ¡Mensajero de Dios! En verdad que Dios no se avergüenza de la verdad. ¿Debe la mujer tomar un baño luego de tener un sueño húmedo (e.d.: un sueño erótico que le provoca un orgasmo)? El Profeta (P y B) respondió: "Si ve el líquido salir de su vagina". Umm Salama se cubrió el rostro y dijo: ¡Mensajero de Dios! ¿Acaso la mujer tiene sueños húmedos? El Profeta (P y B) respondió: "Claro que sí. Que tu diestra esté en el polvo (*) ¿Cómo crees que su hijo se le parece?".

(*) Esta es una expresión árabe para reprobar a quien tiene una opinión contraria. Signi­fica "así no prosperarás".

XXXIX – SOBRE QUIEN SE AVERGÜENZA Y MANDA A OTRO A PREGUNTAR.[editar]

107. Alí relató: Yo era un hombre que emitía mucha secreción uretral cuando me excitaba. Así es que pedí a Al Miqdád que pregunte al Profeta (P y B) (sobre ello). El dijo: "Debe hacer la ablución (el wudu)".

XL – ENSEÑANDO LA RELIGIÓN Y EMITIENDO FATWAS.[editar]

108. Abdullah Ibn Omar relató que un hombre se levantó en la mezquita y dijo: ¡Mensajero de Dios! ¿Desde dónde nos ordenas que adoptemos el estado de ihrám?* El Mensajero de Dios dijo: "La gente de Medina inicia el ihrám desde Dhul Hulayfa, la gente de Shám lo hace desde Al Yuhfa y la gente de Nayd lo hace desde Qarn». Ibn Omar agregó: Dicen que el Mensajero de Dios dijo: "Y la gente del Yemen inicia el ihrám desde Yalamlam". Pero yo no recuerdo que él lo haya dicho.

  • lhram (ar. sacralización): Es el estado de sacralidad y pureza que debe mantener quien peregrina a Makka. La misma palabra árabe se aplica a la vestimenta blanca que lleva el peregrino durante el peregrinaje desde el principio de los ritos y a su entrada en el estado de sacralidad.

XLI – QUIEN RESPONDE AL QUIE PREGUNTA CON MÁS DE LO QUE PREGUNTÓ.[editar]

109. Ibn Omar relató que un hombre preguntó al Profeta (P y B) qué viste el muhrim (persona en estado de ihrám). El Profeta (P y B) le respondió: "No puede vestir camisa, ni turbante, ni pantalones, ni sombrero, ni una ropa perfumada con azafrán o wars (tipos de perfumes); y si no tiene sandalias podrá vestir medias de cuero, pero cortándolas para que queden debajo del tobillo al vestirlas".


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