Semblanzas: 017
ALVARO, DON ANICETO.
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Con los diminutos periódicos El Castellano, El Popular y otras fuerzas sutiles se abrió paso por entre las falaces turroneras, hasta colocar su divisa en la dirección general de Aduanas. Lo mismo habría tomado el arzobispado de Toledo, si no estuvieran tan reducidas sus rentas. Ahora es presidente de la junta de calificación de los derechos de los empleados para cesantías y jubilaciones, cuya oficina es la mejor fábrica de turrón qué hay en España.
Mal parado te vas quedando con tus achaques, pichón: esa gota ó esas goteras que te hacen cojear no es difícil que pronto te hagan dar con el bulto en tierra.