Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile/1811/Comunicación al Congreso de Diputados de Chile ante la Junta de Gobierno de Buenos Aires, en 1º de diciembre de 1811

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Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile (1811)
Comunicación al Congreso de Diputados de Chile ante la Junta de Gobierno de Buenos Aires, en 1º de diciembre de 1811
LXXXVIII
COMUNICACION AL CONGRESO DEL DIPUTADO DE CHILE ANTE LA JUNTA DE GOBIERNO DE BUENOS AIRES
DON FRANCISCO ANTONIO PINTO, EN 1. DE DICIEMBRE DE 1811



Comunicacion al Congreso del ajente diplomático de Chile ante el gobierno de Buenos Aires, don Francisco A. Pinto

Señor: —Aunque las circunstancias no me permitan dar a V.A. una idea exacta del cúmulo de asuntos que agotan a este gobierno, por haber llegado el 29 a esta capital, i no poder hacer el justo criterio de las muchas noticias que vagan en ella; pero siendo la mayor parte de éstas plausibles, tendré el honor de trasmitirlas a V.A., especialmente las que han llegado a mi noticia por un órgano seguro. El suplemento a La Gaceta del 29 de noviembre de esta capital instruirá a V.A. del estado del Perú. Se sabe positivamente que los indios han tomado una parte activa en la libertad de la patria, i que el patriotismo, como un fuego eléctrico, se ha propagado en el corazon de los habitantes del alto Perú. La mayor parte de los correos remitidos por el jeneral Goyeneche a Lima han sido interceptados por los indios, i las guarniciones del ejército de Lima en la Paz, Oruro i otros pueblos fueron pasados a cuchillo por éstos, en la que, se dice, fueron víctimas don Pio Tristan, gobernador de la Paz, i un hermano del jeneral Goyeneche. Este jeneral parece que ha fugado a Matogrosso con cien hombres, para pasar al Brasil. Su ejército ha quedado disperso i aislado en Potosí i Cochabamba, i obstruida enteramente la comunicacion con el virreinato de Lima. Los portugueses en la Banda Oriental ya han corrido el velo a su hipocresía. A pesar de la transaccion de Montevideo con Buenos Aires, se mantienen éstos en Maldonado hostilizando en cuanto pueden algunas tropas que, al mando del jeneral Artigas, se hallan en la otra Banda; i se dice que poco há les ha llegado un refuerzo de mil quinientos hombres. El jeneral Lousa se halla actualmente en Montevideo. Las córtes de la isla de Leon llaman a don Francisco Javier de Elío para que tome el mando de un ejército, i nombran para que le subrogue en el virreinato a don Gaspar de Vigodet. Este último virrei parece que no deja salir a su antecesor hasta que los portugueses evacuen lo que han ocupado. Las tropas que sitiaban a Montevideo han hecho una entrada pública en esta ciudad, i para su recibimiento se han formado las de la guarnicion, tomando entre éstas el lugar preferente las auxiliares de Concepcion. El número de todas ellas pasa de cinco mil hombres que han reconocido i jurado nuevamente el nuevo gobierno i sus estados provisionales. Este juramento se ha hecho con toda la magnificencia que permite esta ciudad. Las tropas estaban tendidas en la plaza i calles; jenerales, el ilustre señor obispo, cabildos i demas corporaciones acompañaban a la excelentíma junta; i despues de haber prestado los jefes militares el juramento de fidelidad, le otorgó el cabildo secular por el pueblo. Las salvas de artillería, infantería i aclamaciones del público dieron a este acto todo el caracter de grandeza i magnanimidad que envuelve en sí la jeneral aprobacion del pueblo. Fuí convidado por el secretario de gobierno i se me dió asiento en el cabildo entre los dos alcaldes. Llegó la Flor de Mayo a Montevideo cuando esta ciudad se hallaba en sus mayores apuros. Parece que su rendicion hubiera sido inevitable si no le hubiese entrado un auxilio tan poderoso. El capitan de esta fragata no se habría atrevido a cometer un aten tado de tal naturaleza contra el gobierno si no hubiese encontrado una decidida proteccion en el comandante del navío de guerra ingles el Standard. Uno de los marineros de la tripulacion de la Flor de Mayo, nombrado Jacinto Manzano, oriundo de la Concepcion, ha referido a los oficiales de nuestras tropas el siguiente suceso: que, luego que el capitan cortó los cables i fugó de Valparaiso, se amotinó la tripulacion, negándose a venir a Montevideo i obligando al capitan a que volvi ese al puerto o se dirijiese a Lima. Estaban en estas contestaciones cuando se acerca el navío Standard, cuyo comandante fué instruido por el capitan del embarazo que tenia para continuar su espedicion a Montevideo. El comandante ingles hizo trasbordar entónces tropa para sujetar la tripulacion i compelerla a seguir la derrota a Montevideo. Tres oficiales, personas de honor i verdad, me han referido contestes este suceso oido de la misma boca del marinero. Yo no lo he examinado por haber partido para Montevideo. Antes de mi llegada, de la Península no tengo noticia que comunicar a V.A. El embajador de los Estados Unidos cerca del príncipe rejente de Portugal está mui quejoso del recibimiento que se le ha hecho en aquel la corte, i juzgo que tal vez se declare la guerra entre ambas naciones por la proteccion i coalicion que han promovido los anglo-americanos a todos los reinos de América que tratén de recuperar sus derechos i su libertad. El cónsul de los Estados Unidos Mr. Joel Roberto Poinsett está en camino para ese reino i lleva credenciales de su gobierno. Es un sujeto de bellísimas cualidades, mui amante a nuestro sistema i por cuya mediacion se puede alcanzar cuanto necesitemos. Salió de esta ciudad el 27 de noviembre. Creo que tendré la satisfaccion de avisar a V.A. en el primer correo que ya he conseguido imprenta. Se halla en ésta un comerciante que le ha llegado al Brasil una nueva i bastante rica de Lóndres con el objeto de venderla, i, aunque hai interesados para llevarla a Cochabamba, juzgo que no la perderé. Yo no he hablado todavia con el dueño de ella por no haberle encontrado en su casa; pero sé positivamente que la tiene, i que luego que pase el dia de hoi, que es mui ocupado por la entrada de las tropas, podré formalizar el trato. El dia 2 del presente mes presentaré mis credenciales a la excelentísima junta. —Dios guarde etc. —Buenos Aires, 1.º de diciembre de 1811. —Señor. —Francisco Antonio Pinto.