Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile/1829/Sesión del Congreso Nacional, en 13 de setiembre de 1829

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Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile (1829)
Sesión del Congreso Nacional, en 13 de setiembre de 1829
CONGRESO NACIONAL
SESION EN 13 DE SETIEMBRE DE 1829
PRESIDENCIA DE DON MANUEL GORMAZ


SUMARIO. -Asistencia. —Cuenta de la Administracion Pública. —Acta.

Comparece a la sesion S. E. el Jefe Supremo de la República, i el encargado del despacho del Interior lee un mensaje sobre la Administracion Pública; mensaje que es contestado por el Vice-Presidente del Senado. ( Anexo núm. 66. V. sesion en 23 de Febrero de 1828 i C. de SS. en 21 de Setiembre de 1829.)


ACTA[editar]

Sesion del 13 de setiembre en cámaras reunidas

En la ciudad de Valparaíso, a trece dias del mes de Setiembre de mil ochocientos veintinueve años, se reunieron las Cámaras del Congreso con el objeto de hacer la apertura solemne de sus sesiones, segun estaba acordado; i asistieron de la de Senadores, los señores Carvallo, Castillo, Fernández, Formas, Gormaz, Izquierdo, Novoa, Orgera i Rodríguez; i de la de Diputados los señores Albano, Arce, Argomedo, (don Tomás), Argomedo (don Antonio), Aristía, Aldea, Barros, Bilbao, Calderon, Concha, Chacon, Claro, Collao, Correa, Cortés, Cotapos, Fernández Rio, Fernández Recio, Fernández Díaz, Fierro, García, González, Hurtado, Larrain (don Bruno), Larrain (don Nicolás), Lira, Meneses (don Juan Francisco), Meneses (don J. Gregorio), Mujica, Muñoz (don Justo), Maturana, Mena, Novoa, Osorio (don Bernardo), Osorio (don Francisco), Pérez Larrain, Pérez Valenzuela, Pérez Arce, Rozas, Sánchez (don Mariano), Sánchez (don Santiago), Sisternas, Solar, Tollo, Viel i Vicuña.

Habiéndose anunciado que se acercaba el Jefe Supremo de la República, salieron a recibirle las Comisiones que se habian nombrado al efecto, i despues de haber ocupado aquél el asiento acordado por el ceremonial, el encargado del despacho del Interior dió cuenta a la Sala de la Administracion en un mensaje que el Jefe Supremo de la República inmediatamente depositó en manos del Vice-Presidente del Senado, que lo contestó brevemente.

Acto continuo se retiró el Jefe Supremo de la República, acompañado de las mismas Comisiones que lo introdujeron, i se levantó la sesion. —Gormaz. —José Domingo de Amunátegui, Secretario.[1]


ANEXOS[editar]

Núm. 66[editar]

Señores Lejisladores:

Al presentarme en medio de esta augusta reunion para abrir los primeros trabajos lejislativos emprendidos bajo los auspicios de la Constitucion que nos rije, las circunstancias estraordinarias a cuya combinacion debo tan alto honor, me hacen deplorar antes de todo la ausencia del ilustre majistrado que parecia destinado a iniciar un acto tan solemne.

La Providencia, que vela sobre los destinos de Chile, ha continuado protejiendo esta nación jenerosa i honrada, durante la ausencia del Jefe que promovió la consolidacion de su órden público: mas, esta nacion reconocida i sedienta de instituciones útiles i sábias ha espresado ya su voluntad irresistible. En breve sereis llamados a ejecutarla; en breve se consumará la grande obra de nuestra competa organizacion.

Entretanto, llamados por ella misma para dirijirla en la carrera constitucional, que abrieron con tanto celo i sabiduría vuestros predecesores, aguardais con impaciencia el cuadro de sus necesidades, de sus deseos i de su situación.

Me ha cabido en suerte presentaros esta base esencial de vuestros trabajos futuros.

La misma lei que me llamó a ser el depositario del mando supremo me constituye historiador de una administracion pacificadora i sensata, cuyo espíritu he procurado conservar, cuyas máximas he sostenido con el mayor empeño desde que me obligó a sustituirla el mas imperioso de los deberes.

Los pormenores de que voi a instruiros os harán ver que no me era posible adoptar un medio mas seguro de desempeñar mis nuevas funciones. Seria una culpable temeridad abandonar durante un mando pasajero la senda que nos ha conducido al honor i a la ventura.

En efecto, señores, nuestra posicion forma un punto luminoso en medio de las inquietudes que ajitan las otras Repúblicas de América. Si echamos la vista en nuestras relaciones esteriores, no hallaremos sino motivos de satisfaccion i de seguridad. El mas antiguo de los Gobiernos de este continente ha recibido en los términos mas amigables a nuestro Ministro Plenipotenciario. Por sus comunicaciones se sabe que aquel gabinete se halla dispuesto a la celebracion de tratados de comercio con esta República, i al efecto se le habia autorizado para que lo verificara, siempre que lo creyere conveniente a nuestros intereses; pero acercándose el término de su mision, i habiendo manifestado el Ajente de negocios residente en este país disposiciones análogas a las de su Gobierno, ha parecido conveniente remitirle sus cartas de retiro, previniéndole que su vuelta sea por las Repúblicas de Méjico i Centro-América con el mismo carácter que inviste ahora, siempre que este nuevo nombramiento reciba la sanción constitucional.

Existen en el Ministerio de Relaciones Esteriores algunas reclamaciones promovidas por los Ajentes Diplomáticos de los Estados Unidos sobre devolucion de cantidades de pesos tomadas por nuestra Marina a bordo de navios de aquella Nacion. El Gobierno ha sostenido con vigor los intereses nacionales, que se hallan en estos negocios íntimamente ligados con los principios del derecho de jentes, i conserva la esperanza de allanar mui en breve estas dificultades.

Nuestras relaciones con la República de Méjico son las mas fraternas i amigables. Consecuente a ellas, el Gobierno de Chile no vaciló en prestar su garantía en el empréstito de $ 150,000 que se hizo en este país para la habilitacion del navio Congreso, perteneciente a aquella Nacion, cuando llegó a nuestras costas. El Gobierno de Méjico ha satisfecho ya esta cantidad. Chile ha dado un nuevo testimonio de fraternidad a los Mejicanos, ofreciendo una hospitalidad jenerosa a los que, de resultas de las últimas convulsiones de aquel país, han buscado un asilo en nuestro territorio.

Otras ajitaciones no menos deplorables de que ha sido teatro la República de Centro-América han comprometido vastos intereses de comerciantes chilenos. Las reclamaciones que ha hecho este Gobierno, por su Vice-Cónsul en Guatemala, no han producido otro resultado que la manifestacion hecha por aquel Gobierno Jeneral del sentimiento con que habia visto estas tropelías, i la promesa de una completa reparacion. Los últimos acaecimientos han derrocado aquella autoridad; pero es de esperar que la que la haya subrogado no mirará con indiferencia una obligacion tanto mas sagrada cuanto ha sido contraida con un pueblo de quien la República de Centro-América ha recibido pruebas inequívocas de cortesía i amistad.

Aunque nuestras comunicaciones con Colombia han estado por largo tiempo interrumpidas, en atencion a la amistad i buena armonía que siempre ha subsistido entre Chile i aquella República, se ofició a su Gobierno, ofreciéndole la mediación de éste, de acuerdo con el de Buenos Aires, para cortar la guerra empeñada con el Perú: guerra que miran con tan profundo sentimiento todos los amigos de la libertad americana. Sobre esta amistosa proposicion no se ha recibido aun contestacion de Colombia. Perú la dió admitiendo la mediacion ofrecida; i con esta República conservamos inalterables los vínculos de una antigua fraternidad.


Desgraciadaniente las atenciones i embarazos que ofrece esta misma guerra no han permitido regularizar sólidamente las relaciones entre ambas Repúblicas por medio del tratado, de cuya celebracion estaba particularmente encargado el Ministro Plenipotenciario de Chile residente en Lima. Tampoco se ha creido oportuno ni decoroso, en las presentes circunstancias, entablar jestiones sobre el formal reconocimiento i pago de la deuda de aquella nación a Chile. Estas circunstancias indujeron al Gobierno a retirar dicho Ministro Plenipotenciario, cuya permanencia allí parecía inútil, i después se ha retirado tambien al Ajente que debia sustituirlo. Las circunstancias difíciles en que se ha visto colocada en estos últimos tiempos la República de Bolivia, no nos han permitido entablar con ella relaciones intimas; sin embargo, es creíble que no está léjos el dia de consolidarlas. Este concepto se apoya en las sinceras protestas hechas por el jeneral Santa Cruz al tiempo de su partida de Chile, para tomar las riendas de aquel Gobierno. El nuestro juzgó conveniente invitar al de Bolivia a tomar parte en la mediacion ofrecida a las Repúblicas de Perú i Colombia. Al efecto, se dirijió una comunicacion que condujo el mismo jeneral Santa Cruz, de la que todavía no se ha tenido respuesta oficial.

Al terminar esta ojeada sobre nuestra posicion relativa con las Repúblicas americanas, no es posible comprimir la espresion de un amargo sentimiento, cual debe inspirarlo la guerra fratricida que destroza la gran familia arjentina. Desde la revolucion acaecida en Buenos Aires, en que fué depuesto el gobernador Dorrego, no se ha recibido comunicación directa de aquella capital; las noticias, sin embargo, de las otras provincias hacen ver que la discordia continúa ensangrentando aquellos países. Se han dado, con todo, algunos pasos que prometen la reconciliacion de los ánimos, tal como el armisticio celebrado entre las fuerzas de la ciudad de Buenos Aires i las de la campaña circunvecina. El Gobierno de Mendoza, empeñado en esta desastrosa contienda, solicitó del de Chile auxilio de armas; pero le fué negado por no violar la neutralidad que debíamos adoptar en aquel conflicto. Sin embargo, antes de la última revolución de Buenos Aires, i a consecuencia de un convenio hecho entre este Gobierno i el de Mendoza para obrar de común acuerdo en la guerra contra el bandido Pincheira, se auxilió a dicha provincia con algunas armas en calidad de préstamo. Después este mismo Pincheira celebró con aquel Gobierno un tratado que quizás no tiene ejemplo en la historia de los pueblos cultos. Chile no podría menos de ver en esta estraña transaccion una ofensa a su dignidad i a las consideraciones que merece, i cuando el estado de las comunicaciones lo permtiese, deberían exijirse las espiraciones que requiere un hecho tan opuesto a todos los principios del derecho internacional; mas es constante que el benemérito pueblo de Mendoza, a quien ya no manda, lo ha reprobado de un modo que borra completamente todo motivo de queja por nuestra parte.

Los obstáculos que todos estos acaecimientos han puesto a la correspondencia de Buenos Aires, impiden la llegada de noticias frecuentes i periódicos del antiguo continente; sin embargo , las que han llegado directamente son de un carácter favorable. Es innegable que la mayor parte de los Gabinetes continentales manifiestan disposiciones benévolas hácia la América, i por lo que hace a la Francia, el último discurso pronunciado por el rei en la apertura de las Cámaras demuestra que se aproxima la época en que la lejitimidad de nuestra existencia política sea reconocida por aquella nacion. Teniendo su Gobierno ajentes consulares en nuestro país, era preciso corresponder a esta manifestacion de confianza, enviando cerca de él un ájente de la misma clase, que ha sido ya nombrado con el título de Cónsul Jeneral. El Gobierno de los Países Bajos, que desde el año de 1824 tiene un Cónsul en Valparaíso, no es el que menos amigable se muestra a la causa de América. En esta atencion, el Gobierno de Chile ha nombrado un Cónsul Jeneral en aquel reino.

La mudanza ocurrida en el Ministerio inglés i las frecuentes reclamaciones de los comerciantes de aquel país que han tomado parte en los empréstitos de las nuevas repúblicas americanas, por el pago retardado de los dividendos, pudieron inspirár algunos temores acerca de la buena armonía que desde los anuncios de nuestra independencia ha reinado entre Chile i la Nacion Británica. Mas, las últimas noticias de Europa han disipado estos recelos. Por ellas consta que se han celebrado reuniones, i dirijido enérjicas demandas al Gobierno inglés, por personas de la mayor respetabilidad, con el objeto de que reconozca la independencia de los nuevos Estados que todavía no han recibido esta demostracion pública de fraternidad, i que el mismo Gobierno interponga sus respetos con el de España, a fin de que adopte con los pueblos que fueron sus colonias una política ilustrada i análoga a sus intereses. Es satisfactorio para Chile saber que su nombre figura en estas comunicaciones como el de una nacion que ofrece las mas sólidas garantías de órden, de crédito i de estabilidad.

Entrando ahora en el exámen de nuestra situación doméstica, permitidme, señores, que os felicite, i por medio de vosotros a la nacion entera, a vista de la profunda tranquilidad que reina en todo su territorio; tranquilidad que, lejos de haber reícibido un sacudimiento prolongado, de resultas de los sucesos del mes Junio último, se ha ido fortificando rápidamente desde entonces, como si el buen sentido de la Nacion quisiera manifestar al mundo que aquellos últimos esfuerzos de la discordia, cerraron para siempre en Chile la carrera de los desórdenes. Sí, señores, debo repetirlo en vuestra presencia. Nuestra patria goza de un reposo perfecto; el espíritu público rechaza con indignacion cuanto puede turbarlo, i las pequeñas diferencias de opinion, frutos necesarios de toda trasformacion política, van estinguiéndose poco a poco en las relaciones de la vida social, i desaparecerán de un todo bajo la sombra protectora i conciliadora del pacto que nos une.

Los escarmientos producidos por el éxito de los últimos atentados contra el órden constitucional, al mismo tiempo que prueban la accion enérjica de la justicia entre nosotros, servirán de leccion saludable a los enemigos de la patria. El mismo resultado han tenido las medidas conciliadoras que el Gobierno tomó en tiempo oportuno, para disipar ciertas irritaciones locales. Esto es lo que se consiguió en San Fernando, por los esfuerzos del ciudadano a quien se confirió la Intendencia de Colchagua cuando turbaron el reposo de aquel partido las disensiones de sus autoridades. Libradas al buen juicio de este individuo las pretensiones de los disidentes, se formó un nuevo Gobierno, compuesto de personas acreditadas, i hasta ahora no ha vuelto a ser turbada la tranquilidad en aquel pueblo.

No han distraido estos acaecimientos la atencion del Gobierno del interés con que debia mirar el fomento de todos los ramos que constituyen la felicidad interior de la Nacion. Así es que, empezando por el comercio, que tan amplios desarrollos ha tenido i promete en nuestro país, se le han abierto nuevos manantiales, dando el debido cumplimiento a las leyes de 7 de Agosto de 1828, por las que se declararon puertos mayores los de Chiloé i Valdivia, i el de la Nueva Bilbao con la denominacion de Puerto Constitucion. Este último reclama altamente la accion de la Lejislatura. Las dificultades que presenta a la navegacion la embocadura de aquel rio, en que ya se han perdido muchas embarcaciones, exíjen la construcción de un canal que sirva de entrada al puerto. Sobre esto se ha pedido informe al gobernador.

Como tan íntimamente ligada con el bien del tráfico, la facilidad de las comunicaciones ha sido objeto de una solicitud especial. Se ha nombrado un director jeneral de puentes, caminos i calzadas, i seria conveniente que las Cámaras diesen mayor amplitud a esta institucion, movilizando sus elementos de modo que pudiesen atender a todos los puntos de la República i, sobre todo, formando en alguna de las casas de educacion de la Capital una seccion consagrada a la enseñanza de esta clase de facultativos El Ministro del Interior dará cuenta a las Cámaras de las providencias subalternas que se han tomado sobre caminos i correos.

Se ha mencionado el importante ramo de la enseñanza, i con este motivo debo felicitar a la Nacion Chilena por el estraordinario ardor con que se dedica al fomento de este gran principio de toda especie de perfeccion i de ventura. El Instituto Nacional, el Liceo, el Colejio de Santiago i otras casas de educación de la Capital suministran un precioso alimento intelectual a la numerosa juventud que acude, llena de anhelo, a los manantiales del saber, para apercibir dias de gloria a la patria. En Cauquenes, Talca i Rancagua se preparan establecimientos que contribuirán al mismo fin. Los institutos de Concepcion i de Coquimbo, que han producido ya resultados favorables, prometen seguir difundiendo las luces sobre aquellos pueblos. El bello sexo participa tambien de los efectos de esta benéfica revolucion; i las chilenas han dado un brillante testimonio público de su aplicacion i de sus aptitudes.

El Gobierno ha enriquecido la Biblioteca Nacional con una vasta i escojida coleccion de libros i ha dictado las medidas necesarias para que el público empiece desde luego a disfrutar los beneficios de tan útil establecimiento. Se ha restablecido i organizado la Academia de Leyes i práctica forense; se ha concedido un local a la Sociedad de Lectura i se ha estimulado el estudio de la Botánica, adquiriendo un herbario de nuestro territorio, presentado por un profesor ilustre, a quien se ha dado una jenerosa remuneracion.

Las medidas adoptadas para la propagacion de la vacuna hacen esperar que este gran preservativo se jeneralizará mui en breve en los pueblos de la República.

Hai en cada puerto mayor una inspeccion de policía médica, encargada de velar sobre los males contajiosos que pudieran introducir en este territorio los buques procedentes de otros países.

La administracion de la justicia, cuyas mejoras fundamentales solo pueden emanar del Poder Lejislativo, ha debido fijar, sin embargo, la consideracion del Gobierno, el cual ha aplicado su vijilancia al pronto despacho de las causas, dirijiendo sobre este asunto detalladas instrucciones a los Intendentes i a los Tribunales. El Congreso adquirirá derechos eternos a la gratitud nacional si aplica sus esfuerzos a realizar las mejoras del órden judicial, que reclaman imperiosamente las necesidades del siglo. La formación de códigos metodizados i sencillos es tan útil como urjente.

Entre las leyes particulares que podrian contribuir a fijar la propiedad i disminuir los pleitos, debe recomendarse una que establezca de un modo seguro nuestra lejislacion sobre el ramo de secuestros, triste vestijio de las ajitaciones políticas i fecundo manantial de miseria i de disturbios.

La hacienda pública, sometida aun a las prácticas rutineras i complicadas, i a la organizacion viciosa del sistema colonial, forma un penoso contraste con las otras subdivisiones del poder Ejecutivo. Ella sola permanece estacionaria en medio del gran movimiento que la libertad ha comunicado a todas nuestras instituciones.

En este estado de incertidumbre i mezquindad, ni el cuadro de los ingresos i las inversiones, ni las providencias administrativas que están al alcance del Gobierno, pueden satisfacer las miras de los que aman a su país.

Las entradas del Tesoro, en el pié actual de las rentas nacionales, pueden calcularse en una suma anual de 1.829,079 pesos 1 1/4 reales. El presupuesto que han presentado las oficinas sube 32.054,228. Resulta un déficit de 225,148 pesos 6 3/4 reales; pero si se considera que el presupuesto supone la existencia de una fuerza armada superior a la que realmente existe, i otros gastos que no deben tener efecto todavía, apare- cerá menos notable la diferencia. Para cubrirla, i aun para tener copiosos sobrantes, que puedan aplicarse a objetos de utilidad pública, bastan la uniformidad en las contribuciones, el órden de la contabilidad i la estension del crédito.

Éste ha empezado entre nosotros bajo los auspicios mas favorables, i los efectos que ya han dado sus primeros ensayos anuncian la posibilidad de ampliar tan benéfica institucion a todas las partes de la deuda pública.

La lei de 15 de Diciembre de 1828 ha sido ejecutada en todas sus partes. Los pagos mensuales que ella prescribe se han hecho con la mas escrupulosa regularidad; i esta circunstancia unida a la exactitud del pago de semestres i de la amortizacion, i al órden que reina en las oficinas del establecimiento, han influido de tal modo en la opinion pública que ya puede darse por cimentado el crédito de la Nacion. El Congreso echará una ojeada de complacencia sobre los bienes que esta innovacion ha producido, cuando se instruya de sus pormenores en la memoria del Ministro de Hacienda. Mas, por ella misma verá cuán urjente es completar la obra empezada i estender el beneficio de la consolidacion de la deuda a todos los militares que deben ser comprendidos en la reforma. De este modo, no solo se disminuirá considerablemente el peso que gravita sobre el Erario, sino que se proveerá a la subsistencia de un gran número de valientes que han peleado con honra por la causa de la patria.

La amortizacion de los billetes de aduana se ha hecho con prontitud i ha producido felices resultados. El Gobierno ha podido satisfacer sus empeños mas urjentes sin acudir a este recurso, que solo servia para fomentar el ajiotaje a espensas de los acreedores del Erario.

Aun no está en actividad la Inspeccion de Cuentas que sancionó el último Congreso. Está nombrado el Inspector i la Comision encargada de formar un plan jeneral de contabilidad.

Se ha abolido la Caja de Descuentos i creado en su lugar una Mesa en la tesorería, ínterin se da una nueva forma a este ramo de la administracion.


Las necesidades del comercio, i los vicios i confusion de las disposiciones que lo conciernen han obligado al Gobierno a ocuparse en formar un plan de aduanas i de reglamento mercantil, que ha pasado ya por el exámen de personas intelijentes. Este trabajo será sometido a la aprobacion de la presente Legislatura. No ha podido formarse al mismo tiempo un proyecto de organizacion de resguardos, porque esta depende enteramente de ciertas medidas que el plan de aduanas contiene.

Mas, estas mejoras están íntimamente ligadas con la formacion de almacenes francos, cuyas ventajas son tan palpables, que su introduccion en nuestro sistema fiscal se mira por los amigos de las buenas instituciones como un manantial fecundo de riqueza para los particulares i para el Tesoro. Los almacenes de tránsito, inferiores a estos bajo muchas relaciones, encierran ahora mas de nueve millones en mercaderías de toda especie. Está trazado el plan de los almacenes francos de este puerto, designado el sitio que han de ocupar, i señalados para la obra 3,000 pesos mensuales de las entradas de la misma aduana. El comercio aguarda con ansia la realizacion de esta empresa, i el Congreso satisfará su votos, estendiendo las mismas facilidades a todos los puertos de la República.

Se ha decretado una visita a las factorías del Estanco para que, examinando sus existencias i los defectos de su administracion, se plantée otra exenta de ellos. La actual tiene mejoras i ahorros de que carecía la antigua, sin embargo de la preferencia que algunos han querido darle.

Por el Ministerio de Guerra se dará cuenta al Congreso del estado actual i de la distribucion de nuestro Ejército permanente, cuyo total, incluyendo los cuerpos de milicias de toda la República, compone un número de 45,472 hombres, de los cuales son de caballería mas de veintícinco mil. Los Representantes de la Nacion estenderán su tierna solicitud a estos hijos predilectos de la patria. Grandes son las necesidades que aquejan al estado militar, ora considerado en masa, ora atendiendo a la suerte de los individuos que lo componen. La contabilidad del Ejército no puede permanecer bajo el pié actual sin prolongar indefinidamente la penuria del soldado. El Congreso se instruirá de las medidas que podrian adoptarse para poner un término a estos males.

Muchos ha evitado la reforma militar, aunque reducida hasta ahora a un número mui inferior al de los oficiales que deben ser comprendidos en ella.

Nuestra oficialidad, creada por la mayor parte en el campo de batalla, aunque no tiene que envidiar virtudes ni valor a la mejor del mundo, carece di principios científicos, que son tan necesarios en las guerras modernas. El Gobierno, para cubririr esta falta, ha establecido en el Liceo de Chile una sección militar, formada de un sarjento por compañía, de cada cuerpo del Ejército, i de diez cadetes supernumerarios. Por este medio, se consigue dar una buena educación militar, evitando los gastos que exijiria la creacion de un establecimiento especialmente destinado a este fin. El Gobierno ha tenido medios mui limitados para llevar a cabo esta empresa. Convendría que el Congreso la perfeccionase i le diese mis amplitud i solidez.

Nuestra línea de fortificaciones, el reemplazo de la caballería de línea, el aumento i reparacion del armamento del Ejército, son objetos que se recomiendan por su importancia a la atencion del Congreso.

Para dar a nuestra organizacion militar mas regularidad í consistencia es preciso que el Con- greso arregle el sistema de sueldos, de premios i de divisas militares. No es menos urjente la determinacion de un sistema de reemplazos, en virtud del cual sea posible licenciar una gran parte de nuestros valientes, que sirven desde la guerra de la Independencia.

Tal es, señores Lejisladores, el bosquejo de nuestra situacion actual. Vosotros estáis llamados a consumar la obra de nuestra rejeneracion; a desarrollar por medio de aplicaciones sábias los principios vitales de prosperidad que encierra nuestra Constitucion; a satisfacer los votos unánimes de esta Nacion dócil, intelijente i juiciosa que os ha confiado sus destinos; a vindicar, en fin, el honor del Nuevo Mundo, haciendo ver a las naciones de ambos hemisferios, que haien el sur de América un pueblo penetrado de la idea de su dignidad, capaz de sostener su importancia política, i susceptible de los esfuerzos i de los adelantos que hasta ahora se han creido inseparables de una civilizacion antigua i unidos a los recuerdos históricos.


¡Cuán noble orgullo se apoderará de vuestros ánimos al considerar la vasta carrera que la Providencia os abre! ¡al enumerar los grandes elementos de que podéis serviros para hacer la ventura de la Patria! ¡al calcular la rapidez del progreso con que la Nacion, impulsada por vuestro celo i por vuestra sabiduría, puede acercarse al término que le señalan los destinos!


Valparaíso, 13 de Setiembre de 1829. —Francisco Ramón de Vicuña.


  1. De esta sesion se levantaron dos actas de un mismo tenor: una firmada por el Presidente de la Cámara de Diputados quedo en el archivo de ésta; i la otra firmada por el Presidente del Senado quedó en el archivo del Senado. (Nota del Recopilador.)