Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile/1835/Sesión de la Cámara de Senadores, en 14 de setiembre de 1835/Anexos: Núms. 653 al 683
Anexos: Núms. 653 al 683
Sesión de la Cámara de Senadores, en 14 de setiembre de 1835 ====Núm. 653==== Núm. 1 ▼ESTADO JENERAL QUE MANIFIESTA LAS FUERZAS I ARMAMENTOS QUE TIENEN LOS CUERPOS VETERANOS DEL EJÉRCITO PERMANENTE DE LA REPÚBLICA
V.° B.° — ▼Frutos. Santiago, Agosto 6 de 1835. — Tomas Ovejero.453 SESION DE 14 DE SETIEMBRE DE 1835
Núm. 654[editar]Núm. 2
Núm. 655[editar]Núm. 3
Núm. 4 ▼EJÉRCITO DE OPERACIONES DEL SUR ESTADO QUE MANIFIESTA EL NÚMERO I CLASE DE FUERZA QUE GUARNECE ACTUALMENTE LAS FRONTERAS I LA QUE DEBE GUARNECERLAS CON ESPRESION DEL SERVICIO ORDINARIO QUE EN ELLAS SE HACE Guarnición actual
Guarnición que debe haber
NOTAS: 1.a — En la primera línea de este estado que indica la plaza de Concepción no se ha puesto la fuerza de infantería que debe haber porque regularmente ocupa el cuartel de aquella un cuerpo de esta arma cuando el Ejército no se halla en campaña. 2.a — En la línea que manifiesta el servicio que se hace en Chillan i el número de fuerza que debe ocupar esta plaza no puede ponerse fijamente por existir allí el cuartel jeneral del Ejército. Anjeles, Enero 4 de 1835. — Manuel Zañartu ====Núm. 657==== Núm. 5 Cuerpo de Artillería6. ª Compañía
▼ESTADO QUE MANIFIESTA LA FUERZA QUE TIENE DICHA COMPAÑÍA, CON ESPRESION DE LOS DESTINOS QUE OCUPA EN EL DIA DE LA FECHA
456 CÁMARA DE SENADORES
Núm. 658[editar]Núm. 6 Rejimiento de Cazadores a caballo 2.ª Compañía del 2.º Escuadron
▼ESTADO QUE MANIFIESTA LA FUERZA EFECTIVA CON ESPRESION DE SUS DESTINOS, VESTUARIO, ARMAMENTO, MONTURAS Y CABALLOS QUE TIENE ESTA COMPAÑÍA EN EL DIA DE LA FECHA
Nota. —A mas de la fuerza que resulta empleada diariamente, suele suceder que se manda fuera de esta ciudad alguna tropa en comisiones por algunos dias, en persecusion de desertores i demás servicio nacional, como igualmente enfermos que continuamente hai en el hospital; de lo que resulta no tener tropa para el relevo de las guardias del siguiente dia, aun haciendo entrar los ordenanzas de los oficiales i hacer que haga la centinela el trompeta que está de guardia. Aunque se quisiese minorar las fuerzas de los guardias, no es posible en atención a que a la cárcel van cuatro cazadores que uno se emplea de centinela i otro de vijilante. En el cuartel es indispensable el que permanezcan dos centinelas, uno en la puerta principal i otro al cuidado de les presos del calabozo i de la puerta que cae al corralon que deslinda con las casas vecinas. Con respecto al vestuario, hace como treinta meses a que se ha dado, i el que en el dia usa la tropa es blanco i costeado por ellos mismos. El armamento i municiones se hallan en buen estado. Las monturas regulares, porque el continuo servicio a caballo ha inutilizado algunas prendas de este equipaje, las que repone la misma tropa con su haber. Los caballos se hallan en uso regular Serena i Marzo 4 de 1835. —Melchor Nogueira. ====Núm. 659==== Núm. 7 ▼ESTADO QUE MANIFIESTA LA FUERZA TOTAL DE LOS CUERPOS CÍVICOS ORGANIZADOS DE LA REPÚBLICA
Comandancia Jeneral de Armas. —Santiago, 1.º de Agosto de 1835. —▼Domingo Frutos. ====Núm.==== Núm. ▼ESTADO QUE MANIFIESTA LA FUERZA I ARMAMENTOS DE INFANTERÍA
SESION DE 14 DE SETIEMBRE DE 1835 459
660[editar]8 LOS CUERPOS CÍVICOS QUE TIENEN PLANA MAYOR VETERANA CABALLERÍA
460 CÁMARA DE SENADORES
Núm. 661[editar]Núm. 9 ▼ESTADO QUE MANIFIESTA LA FUERZA DE LA ARTILLERÍA CÍVICA
Comandancia Jeneral de Armas. —Santiago, 1.º de Agosto de 1835. —▼Domingo Frutos. ====Núm. 662==== Núm. 10 ▼ESTADO QUE MANIFIESTA LA FUERZA I ARMAMENTO DE LOS CUERPOS CÍVICOS QUE NO TIENEN PLANA MAYOR VETERANA
V.° B.°—▼Frutos Santiago, Agosto 6 de 1835. —Tomás Oveiero. ====Núm. 663==== Núm. 11
▼GUARDIAS QUE CUBREN LOS CUERPOS CÍVICOS
SESION DE 14 DE SETIEMBRE DE 1835 463
Núm. 664[editar]Núm. 12
▼RAZON DE LAS CANTIDADES QUE SE HAN ENTREGADO POR ESTA COMISARÍA AL BATALLON CÍVICO NÚM. I DE ESTA CAPITAL, POR SUELDOS, DIARIOS I PAGO DE MÚSICA, DESDE ENERO DE 1830 A FIN DE DICIEMBRE DE 1834.
Núm. 665[editar]Núm. 13
Núm. 666[editar]Núm. 14
464 CÁMARA DE SENADORES
Núm. 667[editar]Núm. 15
▼RAZÓN DE LAS CANTIDADES QUE SE HAN ENTREGADO POR ESTA COMISARÍA AL BATALLON CÍVICO NÚM. 4 DE ESTA CAPITAL, POR LOS DIARIOS, SUELDOS I PAGO DE MÚSICA, DESDE MAYO DE 1831 EN QUE FUÉ ORGANIZADO, A FIN DE DICIEMBRE DE 1834.
Núm. 668[editar]Núm. 16
Santiago, 1.º de Agosto de 1835. —Estanislao Medina. ====Núm. 669==== Núm. 17
▼RAZON DE LOS GASTOS ORDINARIOS I ESTRAORDINARIOS QUE HAN CAUSADO LOS CUERPOS CÍVICOS DE ESTA CAPITAL, DESDE EL AÑO DE 1830 HASTA EL DE 1834.
Artillería Cívica
Número 1
Número 2
Número 3
466 CÁMARA DE SENADORES
Número 4
Núm. 670[editar]Núm. 18
REPÚBLICA DE CHILE ▼ESTADO jeneral de la artillería i municiones correspondiente a esta arma que hai en los diferentes puntos que se espresan a continuacion comprendiéndose tambien el armamento de Infantería i Caballería i las municiones que a estas armas corresponden con esclusion de todo lo que tiene el Ejército i los cuerpos de guardia nacional
Nota. —En este estado no se comprenden ciento sesenta i dos quintales i noventa i siete i media libras pólvora de cañón que existen en los almacenes de la plaza de Valparaíso. Santiago, Julio 1.º de 1835.—Guillermo Vega M., pro-secretario ====Núm. 671====
Núm. 19
▼Manifestación del armamento de chispa i blanco recompuesto, i piezas de artillería que se han montado en la casa Maestranza de esta capital, desde el 15 de Mayo de 1831 hasta el día de la fecha.
Armamento
Santiago, Julio 23 de 1835. —Juan Antonio Calderón. Nota. —Las veinticuatro piezas de artillería que se relacionan existen montadas i dotadas de un número de municiones a bala i metralla, capaz de llenar debidamente cualquiera función de armas que se ofrezca e igualmente con sus respectivos mistos i juegos de armas. Otra. —Para el mencionado armamento de chispa se han recompuesto 2,142 llaves de fusil inútiles; se han construido 4,323 baquetas de fusil i carabina i se han rebajado 936 cañones de fusil para carabinas i fusiles pequeños para la Academia Militar. Otra.—No se hace relación en esta lijera manifestación de las demás obras subalternas que se han trabajado en la casa en los respectivos talleres de ella referentes a fornituras, tiros de sables, bandoleras, cartuchos de fogueo de artillería, infantería i demás artículos de guerra comprensivos a las tres armas del Ejército por no considerarlo necesarrio. —Calderón. — V .° B.° Núm 672[editar]Núm. 20
▼Relación que el primer ayudante de Estado Mayor que firma, pasa al Jeneral en jefe del Ejército, manifestando los estragos orijinados por el ▼terromoto esperimentado el 20 de febrero del presente año, en los fuertes i cuarteles que a continuacion se espresan :
Plaza de los Anjeles. —En el fuerte de esta plaza situado a la parte del sur de la poblacion, cayeron todos los cuatro baluartes que habían en los ángulos que forman el cuadro, lo mismo que sucedió con las garitas, portadas i nueve varas de la muralla del norte. En el cuartel que encierra el mismo fuerte se desplomaron desde los cimientos veintiocho varas de edificio que hacía martillo por el sur, ; ocho varas por el norte, incluso el cuarto que servía de habitación al oficial de guardia, cayendo a tierra una parte de los techos. Sin embargo ha quedado el resto en un regular estado. Plaza de Nacimiento. — En el fuerte de esta plaza se trizaron de arriba abajo los baluartes del lado del rio, i los que miran al pueblo han sido completamente destruidos, pues sus murallas se arrancaron de sus cimientos i apénas se distingue la línea en que estaban situadas. El cuartel que encierra el indicado fuerte, ha quedado algo ruinoso, por haberse trizado el mojinete del lado del sur, i la muralla del corredor, quedando sumamente riesgosa la puerta i ventana por estar casi safados los humbralados de arriba. La pieza que servía de almacén, ha sido también arruinada enteramente, pues cayó toda, i las murallas han quedado en tan mal estado que para reedificarlas, sería preciso voltearlas hasta su cimiento. La puerta del cuarto que servía de almacén de víveres, ha sido derrumbada, pero las murallas no han sufrido ningún mal. Por estos acontecimientos se han inutilizado treinta i un fusiles i diez carabinas. Plaza de San Carlos. —En el fuerte de esta plaza se cayeron enteramente dos garitas, i se derrumbó el barranco que servía de piso a la parte del oriente. Plaza de Santa Bárbara. —En el fuerte de esta plaza no ha ocurrido la menor novedad. Plaza de Chillan. —Sin embargo de que en esta plaza no habían edificios pertenecientes al Fisco, se advierte que el cuartel de San Francisco que servía a la caballería, el de la Merced a la infantería i hospital fueron enteramente destruidos. —Anjeles, Abril 2 de 1835. —Manuel Zañartu. ==== Núm. 673 ==== Núm. 21
Noticia del Estado en que ha quedado en esta plaza la muralla, los edificios pertenecientes al Fisco, i el armamento de los cívicos, con los útiles de guerra existentes en ella, a consecuencia del ▼terremoto del 20 de Febreo último.
▼La muralla cayó a tierra por todos sus costados a excepción de algunos mui pequeños retazos que han quedado casi inútiles. El foso de Colocolo quedó enteramente inútil, cegado de tal modo que se puede pasar a caballo por todas partes, a pesar que estaba recien compuesto. La iglesia se arruinó enteramente. Cayó la casa del despacho i habitacion del Comandante de Armas de esta plaza, i lo que quedó en pié fué mui poco i hecho pedazos. El depósito de pólvora cayó igualmente, haciéndose pedazos sus paredes por todas partes. El cuartel de la tropa veterana solo quedó bueno, i necesitará mui poca compostura para evitar las goteras. Se inutilizaron trece fusiles de los cívicos de esta plaza, de manera que de los cincuenta que había solo quedan treinta i siete útiles. Existen catorce tercerolas, doce útiles i dos inútiles. Hai cien lanzas sin armar, depositadas en el almacén. Ninguno de los demás útiles ha sufrido el menor daño. —Comandancia de Armas. —Plaza de Arauco. —Arauco, Marzo 18 de 1835. -Gregorio J. Valenzuela. Núm. 674[editar]Núm. 22
▼Noticias que manifestan el estado de inutilidad en que han quedado los cuarteles i almacenes de depositar artículos de guerra i municiones en esta cuidad, con especificacion de los útiles que pueden aprovecharse, cuya ruina fué causada por el ▼terremoto del 20 de febrero próximo pasado.
Cuartel del batallon de infantería de Valdivia.
Este edificio que se hallaba situado en la plaza ha concluido enteramente; pues sus murallas que eran de adobes existen caidas, i solo se ha podido aprovechar la tercera parte de las vigas, guiones i viguetas que han quedado regulares, i podrán servir para edificar nuevamente. Las tejas, colihues, puertas i tabladillos se hallan enteramente inútiles. El antiguo cuartel, que anteriormente ocupaba el cuerpo de artillería situado en la misma plaza i que por ruinoso fué desamparado, se destruyó completamente i solo se han recojido mil quinientas tejas i la cuarta parte de la enmaderacion. El cuartel, que ocupaba dicho cuerpo, situado a una cuadra del convento de San Juan de Dios, se halla en el mismo caso, con la única diferencia que se ha aprovechado la mitad de sus maderas i cuatro mil tejas. La casa de pólvora i cuerpo de guardia, ámbos edificios de ladrillo, situados una legua al norte de esta ciudad, en la que se hallaban depositadas las municiones, se han derrumbado completamente; i con sus maderas, puertas i demás útiles que se pudieron librar, se han construido dos barracas para la seguridad de estas especies i el abrigo de la guardia que las custodia. El otro almacén i cuerpo de guardia, situados una legua al sur de esta ciudad, material de ladrillo, edificado para este mismo fin i abandonado por su mala situacion, ha librado sus murallas, aunque desplomadas, en pié; así mismo las maderas, las que pueden servir para otra fábrica. —Cuerpo de Artillería. —Departamento de Concepcion. —Concepcion, Marzo 21 de 1835. —Antonio Acharan. Núm. 675[editar]Núm. 23
▼El deseo de contestar con mejor acierto los puntos a que se contrae la apreciable nota de V. S., de 19 de Marzo, que ha sido en mi poder, me ha obligado, para verificarlo, a esperar el resultado de algunos movimientos militares que se hallaban aun pendientes contra los enemigos. En ella me manifiesta V. S. el mucho tiempo ha que había llamado la atención del Supremo Gobierno el carácter desastroso de la ▼guerra que sostiene la República con las tribus indómitas de la ribera austral del Bio-Bio. Lo mui sensible que le eran los graves males a que se hallaban espuestas las comarcas limítrofes por esta causa, i la idea que le asistía para evitarlos, de que se emprendiese en la primavera entrante una espedicion formal contra ellos, como igualmente los poderosos motivos que al presente le obligaban a diferirla para un tiempo mas oportuno, hallando únicamente conveniente que el Ejército se limitase, en el ínterin, a la vijilante defensa de la frontera; concluyendo con prevenirme que, en contestacion, le comunique las observaciones que juzgue mas adecuadas para el logro del fin proyectado. No dudando que, en el jiro que ha tomado nuestra guerra con los bárbaros, las negociaciones emprendidas i medidas adoptadas al efecto, se hallan mui conformes con las intenciones del Supremo Gobierno; la simple esposicion de éstas, creo será bastante para manifestarle la consonancia que hai entre sus deseos i las operaciones del Jeneral que suscribe. Pero, para que pueda tener una mejor idea de nuestro estado actual, juzgo mui conveniente hacer ántes una lijera reseña, tanto de los motivos que obligaron a abrir la campaña, como de las operaciones que han tenido lugar en ella, no obstante que oportunamente le he impuesto de todas las que merecía alguna consideracion. El 24 de Junio próximo pasado dieron principio nuestras hostilidades. Hacía tiempo que los habitantes de esta provincia, situados a las cercanías del Bio-Bio, sufrían continuamente el azote de los repetidos robos que ejecutaban en sus correrías las reducciones de Canglo, Collico, Mulchen i demás tribus de ▼huilliches, unas que siempre se habían mantenido enemigos del Gobierno, i otras que acababan de declararse tales. Repartidas nuestras tropas en los fuertes que guarnecen la frontera, no podían, las mas veces, ocurrir con oportunidad a evitarlas, ya por la mucha distancia en que se encontraban unos de otros, i que hacía dejar grandes claros indefensos, o ya por lo tardíos que se daban los avisos de las incursiones que ejecutan nuestros enemigos con una rapidez increible, no sirviendo de obstáculo a su audacia para el robo, ni los rigores de la estación, ni los torrentes mas peligrosos que siempre arrostran i vencen, ayudados de su fuerte constitucion i admirable destreza. Tampoco la amistad i buena armonía en que nos encontrábamos con los bárbaros fronterizos, era bastante para impedir las incursiones de los del interior; pues éstos, o evitaban cautelosamente el encontrarse con ellos o recibían auxilios solapados para verificarlas, lo que siempre era de esperar de su natural perfidia. Cansado, pues, de sufrir estos males, i con el objeto igualmente de conservar la amistad de las reducciones que se mantenían aliadas al Gobierno, juzgué conveniente llamarle la atencion en sus propias tierras, no dudando impedir de este modo sus correrías en nuestro territorio, i afianzar mas la alianza de aquéllos con el comprometimiento que les ocasionaba el choque con nuestros enemigos. Con este objeto, pues, dispuse la marcha de dos pequeñas partidas, una al mando del sarjento mayor graduado don José María Luengo, i la otra al del capitan don Pedro Aguilera que, internándose por la parte de Nacimiento la primera, i la segunda por la de San Cárlos, marchasen en auxilio de los fronterizos situados en frente de estos puntos, con la órden de permanecer impidiendo el paso a los enemigos e internarse en sus tierras cuanto lo permitiese su corto número, lo que verificaron el 24 de Junio ya citado, no obstante lo mui riguroso de la estacion. La primera llevaba ademas el objeto de protejer al cacique Colipí que, habiendo sido completamente robado por los huilliches, i desamparado de los lumaquinos que le reconocían por principal cabeza, se me había presentado solicitando del Gobierno un auxilio de tropas para vengarse de sus enemigos, recuperar sus intereses i restablecerse en el mando de su reduccion. El resultado correspondió felizmente a mis intenciones; pues, aunque esta division regresó a los pocos dias por no haber podido vencer el paso de la cordillera de los Pinales, cuyo camino se había visto precisado a tomar su comandante, a causa de defender el de los llanos el cacique Miniguil con una fuerza considerable, la muerte de este cacique, dada en un golpe bien dirijido por el capitan graduado don Pedro Lavanderos, dejó libre el paso a nuestra tropa. La atencion de los enemigos se fijó enteramente en la fuerza que les talaba sus tierras, pero aunque hicieron varios esfuerzos para obligarla a retirarse, fueron inútiles, logrando aquélla, en cuantos encuentros tuvo, algunas pequeñas ventajas, que si no bastaron para desarmarlos enteramente, sirvieron no obstante para hacerles conocer la diferencia i superioridad de nuestras armas. El siete de Julio fué aumentada la partida que obraba a la derecha al número de 325 hombres, tomando el mando de ella el Teniente Coronel don ▼José Ignacio García. Este jefe, según las órdenes que llevaba, avanzó hasta el antiguo fuerte de Puren, el que habilitó para situarse. A los pocos dias de su llegada comunicó el habérsele reunido ya treinta i cinco caciques de las reducciones de Lumaco, Guadaba, Angol i otras que habían solicitado el perdón de Colipí. Con el aumento de esta fuerza principió sus incursiones sobre el Malal i tribus de Canglo i Quechereguas, logrando despues de varios golpes dados con el mejor suceso, el que estas últimas solicitasen la amistad del Gobierno. Entre aquéllos merecen particular mencion el de 15 de Noviembre. Este dia fué asaltado el comandante García en su acantonamiento por dos campos de huilliches de cerca de quinientos hombres cada uno, viniendo por diferentes puntos con intencion de atacarle o impedirle su comunicacion con la frontera. Observando dicho jefe lo perjudicial que le sería esto último, i previniendo su completo destrozo si conseguía impedir su reunion, no perdió tiempo en atacar al primero que se le presentó, no obstante hallarse en aquel momento sin ninguno de nuestros aliados. El mejor suceso fué el resultado de su pronta i acertada disposicion, logrando, sobre el primer campo que batió, una derrota completa, que ocasionó igualmente una precipitada fuga del otro que se hallaba a la vista. Los primeros de- jaron en el campo un considerable número de muertos i muchas lanzas i caballos, como igualmente el cuantioso botin del robo hecho a nuestros aliados, todo el que les fué devuelto. Permitiendo a esta fecha el cambio de la estacion la facilidad de poner en movimiento mayor número de fuerzas sin los peligros i obstáculos que habían tenido que vencer los que se intentaron en el rigor del invierno, dispuse reforzar la division de operaciones, mandando, al efecto, al Coronel don Bernardo Letelier, con un batallon de infantería, para que tomase el mando de ella, cuya marcha efectuó el diez de Noviembre. Este jefe llevaba la órden de emprender principalmente sobre el Malal, punto situado a orillas del Cauten, mui defendido por naturaleza i en el que se hallaba reunido un crecido número de caciques, autores de los robos e incursiones que se habian esperimentado en la frontera; entre los que se contaban igualmente varios españoles refujiados. Si atacados en este punto lo desamparaban i pasaban el Cauten, llevaba también órden de perseguirlos i hacer lo posible a fin de obligar a las reducciones de la Imperial i Boroa a que los entregasen. Las dos notas de este jefe, que tengo la honra de adjuntar a V. S. bajo los números 1 i 2, le pondrán al cabo del pormenor de sus operaciones, para el lleno de las órdenes que se le habían dado. Observando por lo que me decía este jefe en su segunda nota, la buena disposicion en que se encontraban los enemigos para celebrar un tratado de paz, i que lo obtendríamos bajo condiciones sumamente ventajosas, en razón del temor que se había apoderado de ellos por los muchos males que se le habían causado, me decidí a pasar al fuerte de Puren de donde se hallaba la division, con el objeto de obviar con prontitud los inconvenientes que hubieran podido presentarse para realizarla; como igualmente el de hacer un reconocimiento de los puntos mas adecuados para establecer fuertes, caso que, por el resultado de nuestras armas, hubiese hallado conveniente proponer al Supremo Gobierno la traslacion de la línea de frontera. A los pocos dias de mi llegada a aquel fuerte, se me presentaron los correos dirijidos por los enemigos; pero mui pronto conocí, por sus proposiciones, que su objeto solo era ganar tiempo e impedir que obrase la división sobre ellos, por lo que dispuse que segundase sus golpes, que debía verificarlos en el mes de Enero. Este era el estado en que se hallaba la guerra con las tribus del interior, cuando ocurrió el simultáneo levantamiento de los fronterizos el 2 de Enero, de que tengo impuesto al Supremo Gobierno. Tratar de investigar la causa que ocasionó este trastorno en nuestros aliados, es inoficioso al considerar el poco o ningún respeto que guardan a sus convenios, siempre que juzgan no podérseles imponer con la fuerza, i su mucha disposicion a infrinjirlos cuando creen que por ello puede reportarles alguna ventaja. Despues de aquel acontecimiento comuniqué al Supremo Gobierno el total descalabro que sufrieron los que atacaron una guarnicion nuestra en Collico, como igualmente las ventajas alcanzadas por la division de los Coroneles Letelier i Vidaurre en los dias 2, 4 i 29 de Enero. La pérdida que tuvieron los enemigos en esta última del cacique Cayo, autor i principal cabeza del movimiento, les puso en consternacion, así es que a los pocos dias de este acontecimiento, me remitieron un mensaje haciéndome entender que se hallaban dispuestos a volver a la amistad del Gobierno si se les concedía esta sin condiciones mui onerosas; pero me hallaba mui distante de entrar en negociaciones con enemigos que acababan de ejecutar un acto de tan punible perfidia, i cuyas invitaciones estaban de manifiesto dirijirse únicamente a libertarse del mal inmediato que les anunciaban nuestras armas, cuando ocurrió el desgraciado acontecimiento del 20 de Febrero. Este dia, tan funesto para todos los pueblos de estas provincias, estendió también su pernicioso influjo hasta los sucesos de nuestra guerra. Derribados nuestros fuertes, sin cuarteles ni local alguno en que pudiera asilarse la tropa en el invierno i en la mayor consternacion todos los habitantes por la pérdida de sus intereses i demás horrores de que habíamos sido testigos; no dudé un momento en sacrificar a tan poderosos motivos, los que nos asistían para llevar adelante la guerra. Me lisonjeaba sobre todo la facilidad que se me ofrecía concluida una paz o tregua con los enemigos, de disponer de una parte del Ejército para auxiliar a los pueblos arruinados. No dudaba la gran dificultad de conseguirlo por sola la razon de que íbamos a acceder con prontitud a lo que ellos mismos habían solicitado; pues reputan como indicio claro de temor, el que se les perdone ántes de castigárseles competentemente, o cualquiera otro acto en que se les mire con alguna consideración; pero, no obstante estos motivos, me decidí a hacer una tentativa, no temiendo gran perjuicio de que no tuviese el resultado que deseaba, i mui dispuesto en tal caso a hacerles conocer los efectos de su pertinacia i error. A los pocos dias del acontecimiento del 20 de Febrero, mandé con el objeto indicado tres capitanes de indios, escojiendo para el efecto los que gozaban de mejor reputacion entre ellos, i con la autorizacion competente para ofrecer el perdon a nombre del Gobierno a los fronterizos, que se nos habían revelado el 2 de Enero e invitar igualmente con la paz a los huilliches i demás tribus con quienes estabamos en guerra. A los ocho dias regresaron los capitanes i la contestacion de aquéllos estaba reducida a manifestar que no creían de buena fé la paz i perdon con que se les brindaba, a causa de hallarse tan reciente la época de su falta; pero que no obstante volve- rían a la amistad del Gobierno, si esta se les concedía bajo ciertas condiciones que préviamente exijían, todas ellas tan ridiculas e inadmisibles, como su osadía en proponerlas. Vista, pues, la resolución de los bárbaros i su intencion de continuar la guerra, ínterin se les dejase en aptitud de poderla hacer, sin escarmentárseles como convenía i agotarles los recursos con que contaban, dispuse la marcha de una division bastante considerable a las órdenes del Teniente Coronel, don Estanislao Anguita, cuya marcha efectuó el 24 de Marzo i a los pocos dias de su regreso destiné al capitan don Francisco Ramos con dos compañías de infantería i algunos indios para que, internándose por la montaña, asaltase a las familias asiladas allí. Del resultado de una i otra se instruirá V. S. por los partes de ámbos comandantes que, en copia, tengo la honra de adjuntarle bajo los números 3 i 4. Finalmente, el 4 del presente han recibido un golpe mas, por una partida a las órdenes del capitan don Domingo Salvo en que por una sorpresa logró matar a algunos enemigos, tomarles muchos caballos i lanzas i treinta i tantas familias. El resultado, pues, de tan repetidos golpes con que se les ha hecho sentir todo el peso de la desastrosa guerra, que por necesidad i en represalia nos hemos visto precisados a adoptar, ha sido el de su completa mudanza. Ya han cesado totalmente sus correrías en la frontera. Todos los caciques de las reducciones de Angol, Pilguen i demás fronterizos se han retirado a Collico, excepto algunos que se han presentado implorando perdon, entre los que se cuenta al cacique Lebiluan, de bastante opinion, con treinta i tantos mocetones, i no dudo que mui pronto seguirán los demás su ejemplo, ya por tenerles en nuestro poder parte de sus familias, como por ser estrema la miseria a que se les ha reducido, cuyo hecho atestiguan los mismos que se han pasado. Este es, señor, el estado presente de nuestra guerra con los bárbaros i el resultado de la campaña. Nuestra pérdida total no ha sido otra que la que denotan los partes de los Comandantes de las divisiones; la del capitan del Batallon Carampangue don Manuel Bahamondes, asesinado por los bárbaros en su movimiento de 2 de Enero, yendo en marcha para Collico, i, en el mismo dia, la de catorce individuos enfermos del espresado batallón en su tránsito de Puren a Nacimiento. El total de los enemigos, inclusos los muertos por la division del capitan Zúñiga en su espedicion a ultra cordillera, i partidas voluntarias de las milicias de Nacimiento que hacen sus correlías entre los enemigos, es de 700 a 800; pérdida de mui poca consideracion comparada con la mayor que han sufrido en la de armas, caballos i demás recursos para la guerra. También se ha sacado de su poder un considerable número de cautivos de ámbos sexos, cuya lista adjunto a V. S., en la intelijencia que excede del triple o cuádruplo el de naturales entre mujeres i niños que se les han tomado por nuestras divisiones i que sirviendo para aumentar por este medio el número de brazos en estas provincias, se consigue al mismo tiempo disminuir el de los enemigos. Entre las medidas adoptadas para asegurar mas la quietud en los pueblos i comarcas limítrofes e impedir las pequeñas incursiones de los bárbaros, que talvez instigados de las necesidades pudieran emprender, ha sido una la de reforzar nuestra línea de frontera por medio de cuatro fuertes mas que se han construido; uno entre Santa Bárbara i San Cárlos; dos entre esta plaza i la de Nacimiento i otro entre esta i la de Santa Juana, a dos leguas de la primera. Esta medida era de urjente necesidad; pues no podía guardarse perfecta vijilancia contra los bárbaros, cuando los puntos avanzados i guarnecidos se hallaban a grandes distancias, dejando claros de ocho i diez leguas. La segunda ha sido una partida de cien hombres de caballería, cincuenta veteranos i otros tantos cívicos, perfectamente equipados, que a las órdenes del sarjento mayor graduado don Luis Salazar, he mandado invernar a lo interior de la tierra, en auxilio del cacique Colipí i reducciones de Lumaco, con la órden de situarse en las cercanías de Puren. Por medio de esta fuerza no solo conseguiremos tener en continua alarma a los enemigos, durante toda la estacion del invierno en que debe constantemente obrar sobre ellos, sino también conservar la amistad con esta reduccion que siempre se ha mantenido aliada nuestra que, por el número i valor de sus naturales, es de las mas respetables, i que, sin este auxilio, se habría visto obligada por su propia utilidad a hacer la paz con nuestros enemigos i declararnos la guerra. Entre las instrucciones que lleva el comandante de esta fuerza para la direccion de sus operaciones, es no perder de vista cualquiera oportunidad que se le ofrezca de entrar en negociaciones con las tribus del interior, i aun prometerles la paz a nombre del Gobierno, exijiéndoles alguna garantía para su firmeza. Para este efecto, se le impuso oportunamente de la buena disposicion en que se encontraba el cacique Inal i algunos otros, según noticias suministradas por un cautivo últimamente llegado de aquella parte. De las tribus de araucanos o costinos, he recibido constantemente pruebas de su adhesion al Gobierno, encontrándolas siempre dispuestas a servir cuando se ha creído conveniente ocuparlas. Iguales protestas de amistad he recibido de nuestros aliados pehuenches, i habiéndome visto precisado a llamarlos despues de la ocurrencia del 2 de Enero para aumentar la caballería, ocurrieron gustosos permaneciendo en servicio mas de tres meses. A su regreso fueron agasajados como correspondía por sus servicios, i es de necesidad emplear siempre estos medios, ínterin permanezcan en el estado en que se encuentran, a fin de conservarlos adictos i en la buena armonía en que, mucho tiempo ha, permanecen. Estos mismos motivos me impelieron a recomendar al Supremo Gobierno varios de sus principales caciques para que se les asigne un sueldo mensual. Su alianza por ahora nos es sumamente necesaria; pues tan pronto como se separáran de nuestra amistad, las atenciones del Ejército se multiplicarían en una proporcion que no sería posible llenarlas, pudiendo ejecutar sus correrías por todo el cordon de Cordilleras hasta San Fernando o Rancagua, en una palabra, se harían otros nuevos Pincheiras; i cual aquellos bandidos nos costaría gran trabajo i muchos sacrificios el conseguir su esterminio. Aunque por lo que dejo dicho relativo al estado de nulidad a que se hallan reducidas al presente las tribus de los bárbaros fronterizos, i medidas adoptadas para neutralizar los esfuerzos a que pudiera inducirles su estado miserable, se habrá penetrado V. S. del mui poco temor que debe causarnos por ahora la suerte de los pueblos i lugares mas inmediatos a la frontera, no obstante, siendo la causa que produce esta seguridad puramente temporal, cual es la falta de recursos, queda siempre subsistente la causa del mal; i no debemos lisonjearnos de gozarla por mucho tiempo si no tratamos de quitar esta de raiz. Las convenciones i tratados de paz, estos sagrados lazos con que se unen los pueblos civilizados i que ofrecen las mas seguras garantías aun entre enemigos, son para con los bárbaros una verdadera quimera, i de los que se burlan i quebrantan a su antojo, tan pronto como juzgan convenir a sus intereses. Aunque por la fuerza de las armas consigamos impedir sus asechanzas, este estado siempre alarmante, no puede proporcionar jamas aquella seguridad, sin zozobras que es necesaria para el aumento de la industria. Basta que el labrador lema ver perdido el fruto de sus fatigas, aunque remotamente, para que no se dedique al trabajo con aquel esmero que lo haría libre de aquellos temores. Así es que, aunque me hallo mui penetrado de los poderosos motivos que obligan al Supremo Gobierno a diferir para un tiempo mas oportuno el proyecto de preparar una espedicion formal contra los bárbaros, aumentando competentemente la fuerza del Ejército, i que me tomé la libertad de proponerlo en el año próximo pasado, no puedo ménos de recomendarle al presente su realizacion; tan pronto como permita preparar las sumas necesarias el desahogo de nuestra hacienda por los quebrantos sufridos el 20 de Febrero. Este es, a juicio del Jeneral que suscribe, el único medio de obtener una completa quietud i de propender al aumento i prosperidad de esta provincia, librándonos de unos vecinos tan inquietos i acostumbrados al robo, cuanto guerreros i audaces. La comportacion de los jefes, oficiales i tropa en la presente campaña, ha sido la de verdaderos soldados chilenos, no desmintiendo en nada la buena reputación que se tienen merecida. Los primeros por el acierto e infatigable constancia con que se han espedido en las empresas, a que han sido destinados, venciendo con el mayor denuedo los muchos obstáculos que constantemente se presentaban, i todos por el valor i placer con que han sobrellevado las incomodidades i privaciones consiguientes a tan larga i penosa campaña. Con la recomendacion particular de algunos, creería oscurecer el mérito que se han granjeado todos en jeneral, i por el que les juzgo sin excepcion acreedores a la consideracion del Supremo Gobierno. A la tropa se debe, ademas de sus fatigas i servicio en el campo de batalla, la construccion de los fuertes con que ha sido últimamente guarnecida la frontera, como igualmente la de los cuarteles en todas las plazas i ciudades arruinadas en que se necesitaban. Así estos valientes han cooperado por su parte a hacer mas llevaderas las grandes pérdidas sufridas el 20 de Febrero, dedicando a estos trabajos el tiempo que no se hallaban al frente del enemigo, i en que podían gozar de algún descanso. Espero, pues, que V. S., al elevar al conocimiento del Excmo. señor ▼Presidente el resultado de la presente campaña i demás que dejo espuesto, se sirva igualmente imponerle de estos justos motivos de su superior consideración para con los jefes, oficiales i demás individuos del Ejército. Dios guarde a V. S. —Cuartel Jeneral en los Anjeles, Mayo 20 de 1835. —▼Manuel Búlnes. -Al señor ▼Ministro de Estado en el Departamento de la Guerra. Núm 676[editar]Núm. 24
▼No habiendo sido posible reunirme con la division de la derecha que mandaba el Teniente Coronel don ▼José Ignacio García, el dia 19, por el temporal que principió el 15 i duró hasta el 18, solo pudo tener efecto dicha reunion el 20 en el estero llamado Quillen, donde me fué preciso tomar noticias exactas del paradero de los enemigos; i quedé convencido que era de necesidad atacarlos por dos direcciones con el objeto de que si escapaban de una diesen con la otra; combinando el momento en que debíamos protejernos en caso de ataque. Así fué que dividí la fuerza, i di el mando al Teniente Coronel García de la que marchaba por la derecha, compuesta del batallon Maipo, a las órdenes del capitan graduado de sarjento mayor don Manuel T. Martínez, que se componía de 90 cazadores i granaderos a caballo, una pieza de artillería i la indiada de Colipí; tomando yo la de la izquierda, que constaba del batallon Carampangue, al mando de su jefe; igual fuerza de granaderos a caballo i la indiada de Pilgüen i Collico en número de 300 hombres. En el mismo dia que nos separamos, cayó un golpe de enemigos sobre la division de la derecha, intentando quitarles los bueyes i caballos de repuesto; pero fueron cargados i deshechos, perdiendo 60 caballos i como 150 animales vacunos que aprovecharon nuestros aliados, matándoles 3 i quitándoles las lanzas i algunas familias. Al siguiente dia se volvieron a presentar en número de 600 a pié i a caballo prevalidos de la ventaja que les proporcionó un terrible aguacero que duró todo aquel dia, del conocimiento del terreno i de la espesura de los montes; pero también se consiguió matarles 6 hombres i 4 caballos. El 23, a las 10 del dia, nos incorporamos, continuando nuestra marcha hácia el lugar donde tenían sus haciendas, donde otra vez se nos presentaron por entre los montes sin que fuese posible el batirlos. El 24 hicieron otro tanto, dispersándose con solo haber hecho emboscar la compañía de volteadores del batallon lijero Maipo con su capitan don Francisco Ramos, en cuyo dia se ocuparon nuestros aliados en incendiar las tolderías enemigas i buscar sus haciendas, consiguiendo a la fecha haber reunido mas de 300 vacas i como 6,000 ovejas, de las que se han hecho degollar mucha parte por la dificultad de arrearlas. Ultimamente, viendo que ya ninguno se me presentaba emprendí mi marcha en el dia de ayer, para este Malal, donde a la hora se me presentan dos enemigos mandados por el cacique Itama, de principal influencia, i entre ellos el de igual clase Paillalican, con el objeto de pedirme la paz, de poner a mi disposicion sus mocetones i dirijir correos para que se me presenten Cayupan e Inal, etc., que se hallan asilados en Boroa; pues la consternacion i el espanto los tienen aterrados, i hubiera sido mucho mas si esta espedicion se hubiera retardado hasta el mes de Enero, tiempo en que nuestros aliados hubieran entregado a las llamas sus muchos trigos. En las insuperables dificultades que ha habido que vencer, ha acreditado la tropa el mejor órden i disciplina, sin que haya ocurrido otra desgracia que la pérdida de un granadero a caballo i un indio levemente herido. Estos son los resultados que tengo el honor de poner en el conocimiento de V. S. por ahora, i de los que en adelante sucedieren, daré oportunamente aviso; sirviéndose V. S. impartirme las órdenes que crea convenientes. Dios guarde a V. S. —Division de Operaciones de la Derecha. —Campamento en el Malal de Venancio, Noviembre 27 de 1834. -Bernardo Letelier. —Al señor Jeneral en Jefe del Ejército don ▼Manuel Búlnes. Núm. 677[editar]Núm. 25
▼Despues de 6 dias que permanecí en el Malal poniendo en ejercicio todos los medios posibles a fin de orijinar toda suerte de males a los enemigos, que aun no se me habían presentado; me fué preciso emprender mi retirada a este fuerte, al que solo hoi he llegado con ínteres de dar descanso a la tropa, despues de las fatigas que ha sufrido en la campaña, i de reponer las caballerías para en caso de ser invadidos nuevamente; pues, por otra parte, ya era insoportable la conducta de nuestros aliados, e imposible de evitar el que se volviesen a sus casas. En mi nota oficial de 27 del que espiró, anuncié a V. S. habérseme presentado el cacique Paillalican, por cuyo conducto conseguí que también lo hicieran Melillanca, Lebuman, Cayuquel i Pichumal, quienes despues de tantas manifestaciones de fidelidad i repetidas promesas de su alianza, me han dado en rehenes cuatro hijos con la condicion de invitar a todos a hacer una paz permanente, a que me entreguen al infame Pellejo i a un español Rosa Paredes refujiado entre ellos. A mas de estos rehenes, tengo en mi poder a un hijo de Tralma, cuya adquisicion casual es de mucha importancia, para que aquel trabaje en ser de opinion manifiesta entre ellos, con cuyo suceso i por los incalculables males que les ha ocasionado, puedo casi asegurar a V. S. que quedan en la obligacion de hacer efectiva la paz para evitar de esta suerte el hambre que los pondría hasta en el conflicto de perecer. La esperanza de sus chacras la han perdido enteramente sin haber podido dar un solo surco i ademas la pérdida que han sufrido, por la infinidad de animales mayores i menores que se les han tomado. Del lugar llamado Repocura ha venido el cacique Llancamilla, i se me ha presentado con loda su familia i sus mocetones con el objeto de aumentar la fuerza de Colipí. Instigado por los caciques de Collico, i convencido al fin de la necesidad de darles alguna fuerza que solicitaban para su defensa, me vi en la precision de auxiliarles con 125 hombres del batallon Carampangue al mando del capitan del mismo don Manuel Bahamondes, como igualmente con algunos de caballería. Siendo estas las ocurrencias que han tenido lugar despues de mi primera nota, tengo el honor de ponerlas en conocimiento de V. S. Dios guarde a V. S. —Division de Operaciones de la Derecha. —Puren, 5 de Diciembre de 1834. —Bernardo Letelier. —Al señor ▼Jeneral en Jefe del Ejército. Núm. 26
▼El 24 del presente, dia en que recibí la órden de V. S. para tomar la ofensiva contra los bárbaros, emprendí la marcha con la division, i en la noche del citado dia fui a dormir al Tigueral, donde todo el 25 permanecí oculto con el objeto de no manifestarme a los enemigos i caer sobre Canglo en la mañana del 26; lo que conseguí hacer a los pocos minutos de la salida del sol, despues de haber hecho en la noche una jornada de diez leguas. Como las reducciones de los indios se encuentran separadas, determiné que el Teniente-Coronel don Lorenzo Luna marchase con la mitad de la division al cerro de Chiguaihue, obrando yo con la otra mitad sobre la derecha para caer a un tiempo sobre sus posesiones, que ya encontramos sin habitantes por la noticia que les había llevado una india que se desapareció del campamento de Vergara dos dias ántes. Este inesperado acontecimiento inutilizó la sorpresa que con tanta cautela había meditado. Alojado en Panqueco intentaron sorprenderme a las tres de la mañana, lo que no consiguieron apesar del silencio con que a llegados a un monte venían, porque fueron recibidos al tiempo de acometer con fuego graneado por el batallon Carampangue, de lo que resultó que quedaron dos muertos i ocho lanzas. En las reducciones arriba nombradas solo se encontraron como 40 mujeres i chicos i 18 hombres, 8 bueyes i 500 cabezas de ganado menor. El 27 debía retrogradar a unirme con la indiada de Colipí que venía de Puren por el camino de Canglo; con cuyos aliados debía volver a la reduccion de Collico. En la retirada se me presentaron de 400 a 500 indios, inclusos 300 huilliches, que para salir a la frontera al mando de Cayupan allí se hallaban ya preparados; pero no se me acercaron sino mui pocos i bien montados, para lo que bastaron 34 tiradores que lograron voltear seis. Por lo dicho, verá V. S. cuánto es la pérdida de los enemigos, miéntras que por nuestra parte solo hemos perdido un granadero de a caballo, un soldado del batallon Valdivia por bala de dos tiradores que ellos tenían, i un miliciano a lanza, sin ningún herido. Séame lícito, señor Jeneral, el recomendar a V. S. el entusiasmo con que se ha portado mi división en la presente campaña, para que pueda apreciarse justamente su valor i patriotismo. Dios guarde a V. S. —Division de Operaciones de la Derecha. —San Cárlos, Marzo 31 de 1835. —Estanislao Anguila. —Al señor Jeneral en Jefe del Ejército, brigadier, don ▼Manuel Búlnes. Núm. 679[editar]Núm. 27
▼Cumpliendo con las órdenes de V. S., pongo en su conocimiento las operaciones de la division cuyo mando se sirvió confiarme. El 13 en la tarde, habiendo pasado el Bio-Bio me alojé al anochecer en la ribera meridional de este rio. El 14 al amanecer me puse en marcha hasta las orillas del Burco, punto en que esperé la noche para con ella seguir mi ruta, venciendo con una marcha forzada una distancia de 12 leguas. Llegué al amanecer del 15 a las riberas del Caillen, donde se encontraban los indios de Lonconas a los cuales traté de sorprender, i aunque no logré el objeto que me propuse, al ménos conseguí tomarles 2 yuntas de bueyes, 20 cabezas de ganado lanar, 6 indias i 1 indio, por el cual, despues de haber alojado en aquel punto, tomé noticia que todos se hallaban reunidos en Collico con el fin de venir a maloquear, pues contaban en su auxilio para verificarlo con un número de huilliches los cuales habían invitado a los fronterizos. El 16 ántes de amanecer emprendí mi marcha con direccion a Naunco i hacia las casas de Marril, i aun cuando no se les encontró, logré tomarles dos mocetones que fueron muertos por haber intentado su fuga, 2 yuntas de bueyes, 15 caballos, 20 cabezas de ganado menor i 4 indias por las que adquirí noticia de que en Renaico arriba se hallaban reunido los caciques Lebiluan i Compay con algunos mocetones, inmediatamente me dirijí aquel punto, i a las 2 de la tarde llegué a él; mas, habiendo sido sentido en la pasada del rio, se pusieron en fuga dejando en su retirada 46 lanzas. En el momento las paitidas destinadas a la persecucion de los fugados entraron al monte con este objeto, por cuyo medio se logró dar la muerte a 2 indios, tomarles 7 animales vacunos, 12 cabezas de ganado menor i algunas familias, empleando todo el resto del dia en perseguirlos hasta la hora de anochecer en que me alojé. El 17 me puse en marcha para esta plaza, i durante ella dispuse por segunda vez la salida de otras varias partidas, una de las cuales consiguió tomar algunas familias, entre las que se encontraban la mujer de Lebiluan con 2 hijas de este cacique, i 2 hermanas del de igual clase Paila. Por fin, hoi he llegado a este punto en el cual espero sus disposiciones, sin haber ocurrido otra novedad, sino la de haberse disparado un fusil con cuya bala fué herido un soldado, pero tan levemente que no le impide su marcha. Es cuanto ha ocurrido, i cuanto tengo el honor de poner en el conocimiento de V. S. para su intelijencia. —Dios guarde a V. S. —Santa Bárbara, Abril 18 de 1835. —Francisco Ramos. —Señor Jefe de Estado Mayor, Coronel, don ▼José Antonio Villagrán. 475 SESION DE 14 DE SETIEMBRE DE 1835
Núm. 680[editar]Núm. 28
▼LISTA DE LOS CAUTIVOS DE AMBOS SEXOS I REFUJIADOS, SACADOS DEL PODER DE LOS INDIOS DESDE EL MES DE SETIEMBRE DE 1833 HASTA LA FECHA
Pastora Galaz. Natural de Pemuco, no se acuerda de sus padres, tenía 4 años cuando fué cautiva, i a la fecha tiene 16; habla mui poco el castellano. Teresa Lavallen. Natural de Lujan en las provincias arjentinas, hija de Claudio Lavallen i de María Abrió, fué cautiva con otra hermana menor por los indios de Sondiado, de 8 años aquella i ésta de 3, i a la fecha tiene la primera 24 i 14 la segunda; saben hablar castellano. La hermana se llama Petrona María Agustina Olguin. Natural de la Guardia del Rosario, hija lejítima de Bricio i de Rosalía Peralta, fué cautiva de 15 años i tiene a la fecha 28; sabe hablar castellano. María Narcisa Ferreira. Natural de la Punta de San Luis en las provincias arjentinas, hija de Bautista i de Cruz Arcedo, fué cautiva de 16 años i a la fecha tiene 29; sabe hablar castellano. Manuela Miranda. Natural de la Guardia de Navarro en las provincias arjentinas, hija de Adolfo, i es casada con Simón Millas; fué cautiva de 20 años, i a la fecha tiene 34; sabe hablar castellano. Plácida García. Natural de la Guardia de Navarro en las provincias arjentinas, hija de Pedro i de Andrea Begarona, fué cautiva de 12 años, i tiene a la fecha 26; habla el castellano. Francisca Gutiérrez. Natural de la Guardia de Lujan en las (provincias arjentinas; hija de Simón, casada con Alberto Parías, fué cautiva de 28 años i tiene a la fecha 40; habla el castellano. Juana Reina. Natural de la Guardia de Navarro en la República Arjentina, hija de Pedro i de María Isabel Contreras, fué cautiva de 22 años, i en la fecha tiene 38; habla el castellano. Juana N. De padres no conocidos, natural del Salado, fué cautiva de 4 años, i a la fecha tiene 18. Josefa N. Natural de Buenos Aires, hija de María, no se acuerda del apellido del padre ni de la madre, como igualmente del nombre del primero, fué cautiva con la segunda de edad de 2 años, i tiene a la fecha 16. Rosa N. Natural de Buenos Aires, hija de Lorenzo i de Ignacia, ignora el apellido de sus padres, fué cautiva de 4 años i a la fecha tiene 28; no sabe hablar castellano. Sebastiana Zúñiga. Natural de los Anjeles, hija de Manuel i de Lucía Saenz, fué cautiva de edad de 10 años i a la fecha tiene 20; habla poco el castellano. María Viviana Zárate. Natural de Buenos Aires, hija de Fernando i de Agustina Gómez; casada con Juan José Duarte, tiene un hijo, llamado Francisco, de 13 años. Isabel Gómez. Natural de la Guardia del Pergamino en la República Arjentina, hija de Nicolás i de Tránsito Benítez, fué cautiva de 8 años í ha permanecido entre los indios 13. Anjel Luna. Natural del Correo, partido de los Anjeles, hijo de Mariano i de Josefa Rivera, fué cautivo de edad de 12 años, i ha permanecido entre los bárbaros 15. Rosario N. Natural de los Anjeles, no se acuerda del nombre ni apellido de sus padres, es de edad de 16 años. Juana Vega. Natural del Paipai, hija de Martin i no se acuerda de la madre, fué cautiva de edad de 12 años, i ha permanecido entre los bárbaros 14. Francisco N. Ignora el nombre de sus padres, como igualmente el lugar de su nacimiento, a causa de haber sido cautivo mui pequeño; tiene a la fecha 12 años. Miguel Següel. Natural de la Laja, hijo de Juan i de Félix Cifuentes; fué cautivo de edad de 7 años, i tiene a la fecha 22; no habla nada el castellano i fué entregado a su lejítima madre. Francisca Bascuñan. Natural de los Anjeles, hija de Rafael (ya finado) i de Martina, ignora el apellido de su madre; fué cautiva de edad de 5 años, i a la fecha tiene 20; nada habla el castellano. María N. Natural de los Anjeles, hija de Alejo, ignora el nombre de la madre, como igualmente los apellidos de esta i de su padre; tiene una hermana todavía cautiva llamada Luisa, ha permanecido entre los bárbaros 15 años i fué cautiva de 7. Clara Avila. Natural de los Anjeles, hija de Francisco i de Eusebia, no se acuerda del apellido de la madre que casó en segundas nupcias con un tal Pascual; ha estado cautiva 14 años i hoi tiene 21. Cármen N. De edad de 14 años, fué tomada por los bárbaros, mui pequeña; no habla el castellano. Mercedes Alanis. Natural de la Punta de San Luis, en la República Arjentina, hija de Paulo, (ya finado), i de Antonia Reynoso; fué cautiva en la estancia de don Manuel Quiroga de 18 años, i a la fecha tiene 29. Cármen Morales. Natural de Nacimiento, hija de Santos i de María Alvarez; fué cautiva en la ciudad de los Anjeles de edad de 10 años, i a la fecha tiene 24. Josefa Celestina Moraga. Natural de Rarinco, jurisdicción de los Anjeles, hija de Juan de Dios i de María Solar; fué cautiva en dicho punto de edad de 16 años, i a la fecha tiene 30. Pascuala Carancio. Natural del Barrial, juris- dicción de Mendoza, en la República Arjentina, hija de Juan Miguel i de Tiburcia Diaz; fué cautiva en dicho lugar de 20 años i ha permanecido entre los bárbaros 6. Es casada i habla bien el castellano. Leandro Carancio. Natural del Barrial, jurisdiccion de Mendoza, en la República Arjentina, hijo de Juan Miguel i de Tiburcia Diaz; fué cautivo de edad de 5 años i ha permanecido entre los bárbaros 7; no habla castellano. José María N. Ignora el lugar de su nacimiento i quienes son sus padres; es de edad de 12 años, i no habla el castellano. Francisca Garcés. Natural de Nacimiento, con tres hijos i de edad de 33 años. Manuel Villagra. Natural del mismo lugar i de edad de 17 años. Vicente Carrasco. De edad de 14 años. Bartolomé Santander. Natural de Nacimiento, hijo de Santos, i de edad de 27 años. Juan Contreras. Natural de los Anjeles, de edad de 26 años. Lorenza Elgueta. Dice ser hermana de un soldado del Rejimiento de Granaderos. Cármen Verdugo. Residen sus padres en Huaqui, i de edad de 22 años. Juan N. Natural de los Anjeles. Hijo de un inglés i de Josefa Arriagada; fué tomado por los bárbaros cuando incendiaron aquel pueblo; edad, 22 años. Cuartel Jeneral en los Anjeles. —Mayo 20 de 1835. —▼Manuel Búlnes. Núm. 681[editar]Núm. 29
▼Antes de recibir la apreciable nota de V. S. número 332, en que me trascribe la dirijida al Supremo Gobierno por el intendente de la provincia de Valdivia, no tenía el menor conocimiento de los sucesos que en ella se relacionan, pues, por el Comandante Jeneral de Alta Frontera, solo había sido instruido de algunos golpes dados por la division del mayor graduado don Luis Salazar, a varios caciques enemigos, de cuyo número, no dudo, habrán sido lo que espresa el intendente de Valdivia en su nota. Aquellos han sido sumamente satisfactorios, pues 480 CÁMARA DE SENADORES
cámara de senadores según avisos de dicho Comandante Jeneral se debe a ellos el que los bárbaros al presente soliciten ya la paz, bajo las condiciones que se quiera imponerles, i creo conveniente que, para la continuacion de las negociaciones que se tienen con ellos, el Supremo Gobierno se sirva destinar a este Ejército al capitan don Santiago Lincogur. Para obviar los inconvenientes que el intendente de Valdivia en su nota espresa haber para el tránsito del correo, he oficiado al Comandante de Alta Frontera para que, a la mayor brevedad, haga llegar al conocimiento del mayor Salazar esta ocurrencia i le prevenga tome las medidas convenientes, a fin de evitar este mal, dando cuenta al mismo tiempo de las causas que lo han orijinado. Dios guarde a V. S. -Cuartel Jeneral en Chillan. —Agosto 3 de 1835. —▼Manuel Búlnes. —Señor ▼Ministro de Estado en el Departamento de la Guerra. Núm 682[editar]Núm. 30
▼ESTADO QUE FORMA LA COMISARÍA DE EJÉRCITO I MARINA DE LAS CANTIDADES INVERTIDAS EN SUELDOS, COMPRAS DE PERTRECHOS I VÍVERES CONSUMIDOS POR EL BERGANTÍN DE GUERRA "AQUILES" I GOLETA "COLOCOLO" EN EL AÑO DE 1834.
Núm. 683[editar]▼PRESUPUESTO JENERAL DE SUELDOS I GASTOS DEL DEPARTAMENTO DE GUERRA Y MARINA PARA EL AÑO DE 1836, CON ARREGLO A LAS LEYES I DISPOSICIONES VIJENTES.
Ministerio de Guerra
Comandancia Jeneral, Estado Mayor, etc., etc.
Comisarias
Tropas veteranas
Mas costos
Milicias
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