Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile/1844/Sesión de la Cámara de Diputados, en 3 de junio de 1844

De Wikisource, la biblioteca libre.
Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República de Chile (1844)
Sesión de la Cámara de Diputados, en 3 de junio de 1844
CÁMARA DE DIPUTADOS
SESION 1.ª EN 3 DE JUNIO DE 1844
PRESIDENCIA DE DON FRANCISCO A. PINTO


SUMARIO. —Nómina de los asistentes. —Cuenta. —Principio de las sesiones ordinarias. —Redaccion i publicacion de las sesiones i nombramiento de taquígrafos. —Escusa de don J. I. Eyzaguirre. —Formacion de la mesa. —Incorporacion de don J.A. Tagle. —Razon de los asuntos pendientes. —Hora inicial de las sesiones. —Acta. —Anexos.

CUENTA[editar]

Se da cuenta:

  1. De un oficio por el cual el Presidente de la República comunica que ha sancionado el acuerdo que organiza los servicios de taquigrafía, de redaccion i de publicacion de las sesiones.
  2. De otro oficio por el cual el Senado comunica que ha dado principio a las sesiones ordinarias.
  3. De una nota por la cual el Diputado don José Ignacio Eyzaguirre espone que por su mala salud no puede asistir a las sesiones i pide que se llame al suplente. (Anexo núm. 1).
  4. De una razon de los asuntos pendientes presentada por el secretario.

ACUERDOS[editar]

Se acuerda:

  1. Contestar al Senado su oficio sobre la apertura del período ordinario.
  2. Contestar al Gobierno que la Cámara queda enterada del nombramiento de los taquígrafos. (Anexo núm. 2. V. sesion del 7 de Agosto venidero).
  3. Pedir informe sobre la escusa aducida por el señor Eyzaguirre.
  4. Elejir para Presidente i Vice Presidente de la Cámara a don Francisco Antonio Pinto i a don José Javier Bustamante.
  5. Formar la tabla en la forma que consta en el acta.
  6. Que las sesiones se abran a las 6.30 P.M.
  7. Comunicar al Gobierno la apertura de las sesiones. (Anexo núm. 3).

ACTA[editar]


Sesion en 3 de junio de 1844

Se abrió a las ocho i cuarto de la noche, con asistencia de los señores Arteaga, Barra, Bustamante, Cifuentes, Correa don Luis, Gandarillas, García de la Huerta, García Reyes, Irarrázaval, Larrain, Lazcano, Lastarria, Lastra, Lira, López, Mena, Montt, Orrego, Palacios, Palma, don Cipriano, Palma don José Gabriel, Pérez, Pinto, Prieto, Rozas, Seco, Toro don Bernardo, Velásquez i Renjifo.

Se leyó un oficio del Presidente del Senado en que comunica haberse dado principio a las sesiones ordinarias de aquella Cámara con fecha 1.° del actual; se mandó contestar i archivar.

Se leyó tambien otro oficio del Presidente de la República en que comunica haber dado cumplimiento al acuerdo del Congreso, para la redaccion i publicacion de sus sesiones, i anuncia el nombramiento que ha hecho de los taquígrafos destinados a esta Cámara; se mandó contestar.

Leyóse en seguida una nota del Diputado por Santiago don José Ignacio de Eyzaguirre, en que hace presente que por el mal estado de su salud no puede concurrir a las sesiones del actual período, a consecuencia de lo cual espera que se cite al suplente que deba reemplazarlo, i se mandó pasar a comision.

Concluido esto se procedió a la eleccion de Presidente i Vice-Presidente: de la primera votacion resultó electo para el primer cargo el señor jeneral don Francisco Antonio Pinto. Habiéndose dispersado los votos respecto a la VicePresidencia, se repitió por segunda vez el acto de la eleccion i como ni aun así resultó mayoría absoluta a favor de ninguno de los candidatos propuestos, se repitió por tercera vez la votacion resultando de ella electo por mayoría absoluta el señor don José Javier Bustamante.

Despues de esto se incorporó a la Sala, prestando el juramento de estilo, el señor don José Agustin Tagle, diputado suplente por el departamento de Lináres.

El Secretario dió cuenta de los asuntos que se hallan pendientes en esta Cámara con las convenientes distinciones de los de interes jeneral, de los de interes particular, de los que se hallan para despachar en las comisiones, i de los que pueden desde luego ser considerados por la Cámara.

De estos quedaron en tabla para la sesion inmediata, segun el órden del reglamento, los siguientes:

Proyecto de honores fúnebres del Jeneral O'Higgins decretados por el Senado, a consecuencia del mensaje del Presidente de la República.

Proyecto de un nuevo plan de arreglos de sueldos militares.

Proyecto de clasificacion i distribucion de los oficiales del Ejército, en distintas secciones o departamentos.

Proyecto de lei sobre matrimonios clandestinos i la solicitud de doña Andrea Pérez sobre lo mismo.

Proyecto del señor Diputado Toro sobre abolicion del Estanco.

Mocion del señor Diputado Palazuelos sobre canales de riego i navegacion i sobre colonizacion.

Mocion del señor Diputado Gandarillas sobre supresion del trámite de conciliacion en los juicios de comercio.

Despues de esto el señor Presidente propuso a la Cámara que la hora de sus reuniones fuese en lo sucesivo desde las seis i media de la noche para concluir cuanto ántes los importantes negocios de que tiene que ocuparse i concluyó recomendando a las comisiones el pronto despacho de los que hai pendientes ante ellas, con lo cual se levantó la sesion a las nueve i media. —Pinto —R. Renjifo.



Sesion del 3 de junio[1]

Se leyó el acta de la sesion anterior del 1.º de Junio, concebida en estos términos:

Primera sesion en 1.° de Junio de 1844

Se abrió a la una del dia, con asistencia de los señores Arteaga, Barros, Bustamante, Cifuentes, Correa, Dávila, Donoso, Eyzaguirre, Fórmas, Gandarillas, García de la Huerta, García Reyes, Huidobro, Lastra, Larrain, Lira, López, Mena, Montt, Orrego, Palazuelos, Palma don Cipriano, Palma don José Gabriel, Pérez, Pinto, Prieto, Seco, Sol, Toro don Bernardo, Velásquez, Vial don Ramon i Renjifo.

Principió por la lectura de un oficio del Presidente de la República en que, anunciando la imposibilidad en que se halla por el mal estado de su salud para abrir personalmente las sesiones del Congreso, acompaña el discurso que habíase propuesto pronunciar ante ámbas Cámaras. Se leyó en seguida por el Secretario el mencionado discurso i se nombró por la Cámara, a proposicion del Presidente, una Comision especial para contestarlo, compuesta de los señores don José Joaquin Pérez, don Bernardo José de Toro i don Pedro Francisco Lira; concluyendo esta sesion con la declaracion de quedar instalada la Cámara, i citados sus miembros para continuar las posteriores, conforme al reglamento."

Aprobada esta acta, se leyeron las siguientes piezas:

  1. Un oficio de la Cámara de Senadores en que comunica a la de Diputados haber abierto sus sesiones;
  2. Un mensaje del Presidente de la República en que da cuenta a la Cámara de las medidas tomadas a fin de dar cumplimiento al acuerdo celebrado por el Congreso, en la Lejislatura pasada, para que se redactasen taquigráficamente sus sesiones; de las personas nombradas para conseguir dicho objeto i del contrato celebrado con el Editor de El Progreso para que, por medio de suplementos a este diario, se publiquen oportunamente las sesiones;
  3. Una solicitud de don José Ignacio Eyzaguirre, para que se llame al Diputado suplente, por no serle posible asistir él, la cual pasó a la Comision de Policía Interior.

Acto contínuo se procedió a la eleccion de Presidente i Vice; i el señor Pinto resultó electo Presidente por mayoría de veintitrés votos contra tres que obtuvieron don Pedro Lira, uno don Francisco Javier Bustamante, uno el señor jeneral Lastra i uno don José Gabriel Palma No habiendo obtenido ningun señor Diputado mayoría absoluta para Vice Presidente, se procedió a segunda eleccion, en la que obtuvieron once votos cada uno de los señores Lastra i Bustamante, seis el señor Lira i uno el señor García Reyes. No habiendo todavía mayoría absoluta, se procedió a tercera eleccion, recayendo ésta sobre los dos candidatos que habían obtenido mayor número de votos en la eleccion anterior, i resultó electo el señor Bustamante por mayoría de dieciseis votos contra trece que obtuvo el señor Lastra.

En seguida el señor don José Agustin Tagle, suplente del señor Urriola, Diputado por Lináres, se presentó a prestar el juramento de estilo.

El señor Secretario dió cuenta a la Cámara de los asuntos que habian quedado pendientes en el período anterior, tanto de los de interes jeneral i particular, como de los que estaban sometidos a las Comisiones respectivas; despues de lo cual se pusieron en tabla para la sesion próxima los siguientes:

Honores fúnebres decretados por el Senado, a consecuencia del mensaje del Presidente de la República, al jeneral O'Higgins.

Proyecto de un nuevo plan de arreglo de sueldos de los militares.

Proyecto para calificar o distribuir los oficiales de varias secciones o departamentos para el mejor servicio en tiempo de paz.

Proyecto de leí sobre matrimonios clandestinos i solicitud de doña Andrea Pérez.

Proyecto del señor Diputado Toro sobre abolicion del Estanco.

Mocion del señor Palazuelos sobre canales de riego, navegacion i colonizacion.

Mocion del señor Gandarillas para que se suprima de los juicios de comercio el trámite de conciliaciones.

El señor Rozas. —La mocion que tuve el honor de presentar a la Cámara, con el objeto de que se estableciese un Tribunal de Apelaciones en la provincia de Concepcion, hace cuatro años a que está pendiente. Para mí este es un asunto de mucha importancia, i espero del señor Presidente se sirva enviarlo a la Comision para su pronto despacho.

El señor Renjifo. —En Setiembre 10 de 1841 pasó este proyecto a la Comision de Justicia, lo mismo que han pasado posteriormente los demas asuntos de que he dado cuenta a la Cámara, todos los cuales están a cargo de las Comisiones respectivas.

El señor Presidente. —Hai un asunto pendiente que tambien es de interes jeneral, cual es el proyecto de lei presentado por el Gobierno sobre lejitimar los matrimonios de los disidentes. Este proyecto está en una Comision, a la que se habian agregado tres señores, los cuales están ausentes, que son el señor Cobo, el señor Vial i el señor Vila. El despacho de este asunto es de suma importancia i de gran interes; es necesario que se nombren los tres señores que los reemplacen, i que reunidos nuevamente a los señores de la Comision, se sirvan despacharlo cuanto ántes. (Notando el señor Presidente que la Comision de Gobierno podía mui bien suplir la falta de los señores Diputados ausentes, retiró su indicacion i recomendó este asunto a los individuos que componen dicha Comision de Gobierno.)

Convendrá igualmente, continuó, que en lo sucesivo se abran nuestras sesiones a las seis i media de la noche. Mucho podremos trabajar, aun dentro del período ordinario si todas las noches nos reunimos a la hora indicada.

Los señores de las comisiones deben procurar tambien el pronto despacho de los asuntos pendientes en ellas, porque hai muchos de interés jeneral, i que el público desea ver cuanto ántes concluidos.

Yo espero que nuestros trabajos serán mui útiles, si tenemos la constancia de reunirnos a las seis i media de la noche, a fin de que dentro del período ordinario podamos concluir con los trabajos que se hallan pendientes i con los que en lo sucesivo se nos presenten.

Se levantó la sesion.


ANEXOS[editar]

Núm. 1[editar]

Tengo el sentimiento de participar a V.E. que el estado de mi salud me hace imposible abrir personalmente el Congreso como lo habia esperado.

Acompaño a V.E. copia del discurso que me habia propuesto pronunciar ante ámbas Cámaras a fin de que, leyéndose en la que V.E. preside, tenga lugar la apertura constitucional del Congreso ordinario de este año.

Dios guarde a V.E. —Santiago, Junio 1.° de 1844. —Manuel Bulnes. R.L. Irarrázaval. —A S.E. el Presidente de la Cámara de Diputados.


Núm. 2[editar]

En virtud de lo acordado por el Congreso Nacional en la Lejislatura del año próximo pasado, el Gobierno tornó algunas providencias para establecer una escuela de taquigrafía donde recibiesen la necesaria instruccion las personas que desde el presente año debian emplearse en copiar taquigráficamente los debates de ámbas Cámaras, a fin de hacer su publicacion de una manera exacta. De esta escuela ha elejido i nombrado el Gobierno a don Javier Renjifo i a don Cárlos Riso para que ejecuten aquella operacion en la Cámara que V.E. preside, i como es probable que la redaccion taquigráfica no sea completamente fiel, a causa de la rapidez con que necesitan los taquígrafos llevar la palabra en cada ocasion que se hable, el Gobierno ha creído necesario nombrar ademas a don Juan Alemparte para que, asistiendo a las sesiones de esa Cámara, revise los trabajos de aquellos individuos i cuide de que se haga su version al alfabeto de un modo exacto i conforme al espíritu i contexto de cada discurso. Así se evitará toda imperfeccion i se logrará que la minuta de cada sesion sea una copia fiel de los debates que hayan tenido lugar en ella.

Asimismo, ha contratado el Gobierno con el editor de El Progreso que se haga oportunamente, por medio de suplementos a ese diario, la publicacion de los debates de ámbas Cámaras, con lo cual cree satisfecho el objeto que el Congreso se propuso al destinar una parte de los fondos de suscricion de periódicos a que se diera publicidad a sus sesiones.

Lo pongo en conocimiento de V.E. para los efectos del acuerdo indicado.

Dios guarde a V.E. —Santiago, Junio 3 de 1844. —Manuel Bulnes R.L. Irarrázaval. —A S.E. el Presidente de la Cámara de Diputados.


He dado cuenta a la Cámara que tengo el honor de presidir, del nombramiento que V.E. ha hecho de don Javier Renjifo i de don Cárlos Riso para que copien taquigráficamente los debates de esta Cámara, i el de don Juan Alemparte para que cuide de su exacta version al alfabeto vulgar. Queda instruida asimismo de la contrata celebrada con los editores de El Progreso para que publiquen en dicho periódico los mencionados debates.

Lo comunico a V.E. en contestacion a su apreciable nota de 3 del corriente.

Dios guarde a V.E. —Santiago, Junio 5 de 1844. —Francisco Antonio Pinto, Presidente. Ramón Renjifo, Diputado Secretario. —A S.E. el Presidente de la República.


Núm. 3[editar]

El primero del corriente la Cámara de Diputados dió principio a su período legal de sesiones, i lo han dado tambien a sus trabajos, con la misma fecha, los empleados en Secretaría don Vicente Arlegui, don Timoteo Avaria, don Benigno Cerda, el portero Fermin Montaner i el Secretario que suscribe.

Tengo el honor de ponerlo en conocimiento de V.E. para que se sirva mandar se tome razon donde corresponda.

Dios guarde a V.E. —Santiago, Junio 3 de 1844. —Francisco Antonio Pinto, Presidente. Ramón Renjifo, Diputado-Secretario. —A S.E. el Presidente de la República.


Núm 4[editar]

En sesion de 3 del corriente, esta Cámara elijió para su Presidente al que suscribe, i para Vice al señor don José Javier Bustamante.

Dios guarde a V.E. —Santiago. Junio 5 de 1844. —Francisco Antonio Pinto, Presidente. Ramón Renjifo, Diputado-Secretario. —A S.E. el Presidente de la República.


Núm. 5[editar]

Esta Cámara, cumpliendo con lo dispuesto en el artículo 52 de la Constitucion, abrió sus sesiones ordinarias lejislativas el primero del corriente; i ha sido mui sensible para los miembros que la componen el motivo que impidió a V.E. hacerlo personalmente, con la solemnidad acostumbrada.

Dios guarde a V.E. —Santiago, Junio 3 de 1844. —Francisco Antonio Pinto, Presidente. Ramón Renjifo, Diputado-Secretario. —A S.E. el Presidente de la República.


Núm. 6[editar]

Esta Cámara ha abierto sus sesiones ordinaria a las doce i media del día de hoi.

Dios guarde a V.E. —Santiago, Junio 1.° de 1844. —Juan de Dios Vial del Rio. —Francisco Bello, Pro-Secretario. —A S.E. el Presidente de la Cámara de Diputados.


Núm 7 [2][editar]

Ya otra vez trató la redaccion de El Progreso de esplicar lo que era la teoría del Senado en todos los paises constitucionales, sin esceptuar Norte América, en donde hai ménos tradiciones que respetar, ménos intereses del pasado a cuya conservacion proveer.

No entraremos esta vez a profundizar lo que llamaríamos teoría de la Cámara de Diputados, Representantes o Comunes, segun las diversas denominaciones que en cada pais toma.

La Cámara de Diputados, como todos saben, tiene por objeto confesado de su instituto dar a la mayoría de la Nacion un órgano para hacer prevalecer su voluntad en las decisiones que han de influir sobre la marcha de los negocios públicos. La manera de espresarse esta voluntad reviste, sin embargo, peculiaridades tales en los diversos paises que no bastaría para esplicarlas, examinar las diferencias esenciales que hai entre unas i otras leyes electorales, que son las que en efecto constituyen la parte de la Nacion cuya voluntad quiere la Constitucion hacer que prevalezca.

En Inglaterra, por ejemplo, entra a integrar esta voluntad nacional de un modo permanente i por decirlo así, eterno e invariable en ciertos intereses, la representacion por projenituras de las antiguas familias aristocráticas, las altas dignidades de la Iglesia dominante i la nacion propietaria en jeneral, desigualmente representada por ciudadanos o condados no siempre en relacion con los habitantes que tendrían los requisitos necesarios para ser electores, sino por el derecho acordado de ser representados por mayor o menor número de miembros en la Cámara de los Comunes. En esto i en cuanto al medio material de la representacion i por lo que respecta al pensamiento, la Inglaterra es gobernada por uno de los grandes partidos en que de tiempos atras está abanderizada la Nacion, i que predominando en las Cámaras, lleva sus caudillos al Ministerio, desde donde proveen a la par de los grandes intereses nacionales, a la conservacion de una mayoría que les sea siempre adicta, a fin de perpetuar su dominacion i su influencia. El oríjen del poder está en Inglaterra en la mayoría de las Cámaras, de donde pasa a concretarse en las manos de los Ministros.

En Francia las mismas instituciones en la forma poco mas o ménos, producen resultados diversos. La lei electoral, sin ser pródiga de derechos que no concede sino a la burguesía, distribuye mas ordenadamente la representacion por todo el territorio del Estado; siendo punto ménos que nominal, en cuanto a los efectos, la division de la representacion en dos Cámaras.

Mas, en Francia el sistema parlamentario está aun bajo la tutela o el freno que una cabeza poderosa le impone. Un Rei que ha sido el eslabon que une a la Francia actual con la Francia de la restauracion i del Imperio, no se deja así no mas dominar por la opinion pública, sin dar su parte a la voluntad del descendiente, del que decia (entónces decia bien): "El estado soi yo".

En Francia el poder está en manos del Rei; de ahí desciende el Ministerio que él crea i del Ministerio pasa a apoyarse en la mayoría de ámbas Cámaras, que el Rei i el Ministerio cuidan de conservar, ya por resortes públicos i confesados que la lei pone en su poder, ya por medios indirectos i subterráneos fáciles en un pueblo en que las instituciones libres están todavía mas cimentadas en las ideas de las jentes escojidas que en las costumbres i en la gran masa de los propietarios.

Las huellas de la monarquía absoluta, del terror, del Imperio, i de la restauracion están todavía demasiado frescas, para que la revolucion de Julio dé todos sus frutos.

Todavía en Norte-América el sistema parlamentario da en la práctica resultados diversos. Pueblo veterano en el uso de estas formas encarnadas en la sociedad i sin embargo, sin tradiciones como sin pasado; Nacion de ayer, sin mas intereses que los del momento, cambiando de límites i ensanchándose por centenares de leguas todos los años, la propiedad i el individuo representan allí la voluntad nacional. De la muchedumbre de los ciudadanos pasa el poder directamente a un Presidente, que en seguida lo distribuye por todos los confines de la administracion: Ministros, Cámaras, empleados, Ejército, Marina, todo sufre la influencia personal del Presidente, porque este Presidente procede de un millon de votos que en su favor han triunfado en las elecciones, que por cinco años reconcentra en un individuo el querer de sus partidarios.

He aquí, pues, el poder procediendo de otro punto diverso que en los dos casos precedentes. En estos últimos años se ha dejado sentir, mas que nunca en Norte-América, la tiranía que ejerce en todos los negocios públicos, la influencia sin freno del partido triunfante. El advenimiento de un nuevo Presidente ha sido la señal para que desciendan de sus puestos todos los empleados de la Federacion para cederlos a los partidarios fautores i colaboradores del candidato triunfante.[3]

Estas diversas vías que sigue la voluntad racional para espresarse en los poderes constitutivos del Estado, i que por brevedad hemos querido presentar en esqueleto, no existen, sin embargo, sin freno que modere mas o ménos la influencia dominante.

A mas de la distinta procedencia i manera de renovarse de las Cámaras altas, que tienen por objeto contener el torrente de las ideas i los intereses del momento representados en Inglaterra en el Ministerio, en Francia en la poderosa i duradera influencia personal del Rei, en Norte-América en el Presidente elevado por un partido, existe ademas un poder activo, suspicaz, intelijente que se muestra en las minorías de las Cámaras organizadas bajo una bandera conocida i jefes de crédito que luchan con el partido dominante, que lo acechan, lo denuncian aun en sus menores faltas, hasta que cambiando las circunstancias i con el ausilio de nuevas elecciones, las mayorías se desmoronan poro a poco, cayendo sus derrumbes en las minorías, que al fin se alzan en mayorías para desempeñar a su vez el papel de poder director o, segun la espresion comun para espresar la voluntad nacional.

Omitimos examinar la manera de manifestarse ésta en España i Portugal, porque valdría tanto tomar, por ejemplo, a Buenos Aires o Nueva Granada. A la falta de costumbres para el ejercicio de los derechos electorales, reunen estos pueblos el estado de efervescencia i de lucha, los pronunciamientos i los estados de sitio que no dejan aun descubrir el carácter distintivo de las influencias que presiden a la marcha de los negocios.

¿A cuál de los tres modos de manifestarse la voluntad nacional se asemeja Chile en la época actual, en las que próximamente le han precedido i en las que probablemente le sucederán? ¿Vá, como en Inglaterra, el poder influyente desde las Cámaras al Ministerio? ¿Viene, como en Francia, desde la cabeza del Ejecutivo al Ministerio i a las Cámaras? ¿Sube desde el partido triunfante en las elecciones hasta el Presidente, i desde allí a todos los resortes de los poderes constituidos, como sucede en Norte-América? ¿Hai, en despecho de todo esto, oposicion organizada, para contrariar aquella influencia dominante, cualquiera que sea el camino que siga? ¿Es posible una oposicion real en Chile? ¿Deja por eso de haber verdadera manifestacion de la voluntad nacional? ¿Cuáles son en suma las peculiaridades que ha revestido en Chile el sistema parlamentario, aplicado a la direccion de los negocios públicos? Nuestros lectores comprenderán fácilmente que las preguntas que preceden requieren soluciones circunspectas, meditadas detenidamente i sobre todo, verdaderas; porque no serlo valdria mas no haberlas enunciado. Si no nos cabe, pues, la gloria de solverlas de un modo satisfactorio, el proponerlas tan sólo puede ser un bien; por cuanto despertarán mas avisadas capacidades que resuelvan los problemas. Sabemos mui bien que habrán millares de individuos que se creerán en aptitud de cortar el nudo gordiano con una sola palabra: tiranía, por ejemplo; que otros se estasiarán, diciendo: popularidad del gobierno. Pero cuando un hecho reviste formas punto ménos que invariables; cuando éstas difieren en los puntos esenciales de otras con las que debieran ser análogas, es preciso convenir que hai algo de mas fundamental que la inercia de un Gobierno, o mas complicado que lo que una palabra puede esplicar.


Núm. 8[editar]

Las elecciones para renovar el personal de la lejislatura son en las monarquías constitucionales motivo de excitacion i de afanosa actividad para todos los partidos; la minoría se empeña en reforzar sus filas para ponerse en aptitud de luchar con ventaja con el partido dominante; i no admira poco ver cómo la mayoría ministerial, en Francia sobre todo, llega a veces a ser apénas superior por unos cuantos votos a la minoría; pero su superioridad la conserva siempre, tanto por las subdivisiones de la minoría, que sólo en las grandes cuestiones se une para formar lo que se llama en lenguaje parlamentario coalicion, como por lo que nosotros apellidaremos razon colectiva de partido.

Efectivamente, los políticos tienen por lo jeneral un criterio, una conciencia de las cosas que no les es propia; su juicio pertenece al color político de que forman parte, i todas las cuestiones las miran al traves de este prisma; en otros términos, la opinion está formada de antemano por la voluntad i es inaccesible a todo convencimiento.

La discusion es ménos para ilustrar los juicios que para ostentar los razonamientos en que cada partido se apoya; por lo que es seguro que, al terminarse el mas acalorado debate, el número de los que sostienen el pro i el contra será el mismo, ni mas ni ménos que el que era ántes de principiarse; salvo aquella parte de la representacion que el vulgo creería compuesta de los hombres imparciales que están prontos a dar su voto al partido que lleva razon, pero que en lenguaje de Cámara se llaman el vientre; esto es, la parte innoble, sin creencias, sin conciencia, i que baila al son que le tocan.

No sucede lo mismo en las Repúblicas, en las que todo el interes público se reserva para la eleccion de Presidente; pues que el Presidente dará el tono a la Lejislatura, i su partido se hará lugar en todos los puntos por donde la voluntad nacional haya de manifestarse; entendiéndose siempre por voluntad nacional la del partido dominante.

Hemos creido necesario hacer estas apuntaciones ántes de caer a nuestro asunto, que es examinar el carácter de nuestras actuales Cámaras Lejislativas, i su oríjen.

Las elecciones de donde procede la parte renovada del personal, fueron pacíficas, como todos recuerdan, i apénas hubo otra lista que las suministradas por el Gobierno.

A las causas arriba indicadas, reúnese en Chile, para amortiguar el calor de las elecciones, el que los Diputados, no obstante el espíritu de la Constitucion, no representan intereses locales o provinciales; i cualquiera que sea el partido que propusiera la lista, siempre o las mas veces han de componerse éstas de personas estrañas a los electores.

Esta circunstancia dará a la representacion nacional un carácter distinguido de que carece en Norte-América, en donde ca la departamento elije por representante a un individuo del mismo lugar, lo que hace que no pocas veces se vea en los Diputados toda la rusticidad aldeana que los ha elevado.

El Gobierno, pues, ha dispuesto esta vez, de la eleccion sin que nadie haya querido disputársela de veras. Se ha encontrado solo en el campo; i quizá su completo predominio no ha dejado de alarmarlo, pues que no parece sino que ha temido que la representacion nacional se le muriese en las manos, segun el empeño que ha manifestado en echar en ella elementos de vida, llamando a los hombres que, a su juicio, representan mejor no la voluntad nacional, sino la razon nacional.

Esta situacion es peregrina i merece ser estudiada detenidamente. No recordamos ejemplo de Gobierno constitucional que se haya encargado él mismo de hacer su parte en la lejislatura a cada uno de los partidos e ideas que dividen la sociedad. Muchos dirán que en esto el Gobierno se ha mostrado equitativo i deseoso de representar dignamente a la nacion, llamando a los destinos públicos al mérito, donde quiera que lo ha encontrado. Nosotros, sin negar esta loable intencion del Ministerio, quisiéramos escudriñar las causas anteriores que lo han puesto en esta predisposicion de ánimo tan contraria a la manera de obrar de todos los partidos dominantes. Porque no se nos rechace esta palabra partido de que con tanta frecuencia usamos, diremos que un partido es para nosotros una manera de pensar o de juzgar, i todo hombre que piensa sobre las cosas públicas ha de incorporar su pensamiento individual en una de dos, tres o mas fracciones en que la sociedad está naturalmente dividida, en cuanto a la manera de juzgar las cosas i los hechos.

El Ministerio, dueño de una inmensa mayoría en las Cámaras, quiso repartir en las elecciones pasadas la minoría entre dos tintes políticos que no tenían órganos en la representacion nacional. Dió tantos asientos a los antiguos jefes del partido liberal, tantos a los jóvenes de capacidad que empezaban a hacerse notar, i tantos a otros individuos notables por sus luces, probidad, ductibilidad u otras causas.

El Ministerio, obrando así, obedecía a una necesidad de su posicion. No olvidemos el oríjen de la administracion presente; procede de la administracion Prieto, pero no es una continuacion de aquella. La muerte de Portales, que la daba nervio i espíritu, dejó desenvolverse nuevos intereses o, para mejor decirlo, dejó mostrarse los que había realmente en el fondo de la sociedad. Los hombres que tenían el timon de la política se sentían inclinados por convencimiento a las ideas que habia representado en otro tiempo el partido Pinto, i que se presentaron con el mismo caudillo en la lucha electoral. Despues del triunfo de las elecciones para la presidencia, el Gobierno empezó a inclinar su rumbo hacia el partido liberal vencido, pero con el que tenía ya costados en contacto i puntos de afinidad. Sus notabilidades fueron poco a poco incorporadas en la administracion, viniendo a formarse en ésta, como en la representacion nacional, un Gobierno que se llamaría de coalicion, si todos los partidos antiguos de Chile no hubiesen perdido su fe i sus convicciones, escepto uno que por fortuna no está fuertemente representado.

Si este estado de cosas es cómodo para todos, si deja desenvolverse pacíficamente las mejoras materiales, no deja, por otra parte de traer sus inconvenientes, al ménos para los progresas de la nacion en masa, para aquellos progresos en las ideas i en las costumbres que lega una jeneracion a otra.

De aquí nace la especie de estagnacion que todos creen apercibir en los negocios, el letargo que otros notan en el espíritu público, la falta de discusiones en la prensa, de esas discusiones que sacuden a la sociedad, que la animan i la dividen.

Este estado de cosas no es violento, ni preparado por la administracion, ni por un hombre, ni por un partido, como pretenden los que creen resolver las cuestiones con volver los ojos diez años atras, a buscar allá en lo pasado los remedios de presente. Nó, aquellos mismos hombres están ahí ahora, libres de oponerse a la marcha del Gobierno, sí quisieran o si se sintiesen ani mnados del mismo espíritu que los animó entónces; este espíritu es lo que falta, i la razon porqué falta el alma en estos cuerpos, la razon por qué no son ahora lo que fueron, podria ser todavía motivo de nuevas investigaciones a que consagraremos nuestra atencion.


  1. Esta sesion ha sido tomada de El Progreso del de Junio de 1844, núm. 486. —(Nota del Recopilador)
  2. Este artículo ha sido tomado de El Progreso del 5 de Junio de 1844, núm. 486. —(Nota del Recopilador).
  3. Este artículo ha sido tomado de El Progreso del 8 de Junio de 1844, núm. 489. —{Nota del Recopilador).