Si a la región desierta inhabitable
Apariencia
Si a la región desierta, inhabitable, por el hervor del sol demasïado y sequedad d’aquella arena ardiente, o a la que por el hielo congelado y rigurosa nieve es intractable, del todo inhabitada de la gente, por algún accidente o caso de fortuna desastrada, me fuésedes llevada, y supiese que allá vuestra dureza estaba en su crüeza, allá os iria a buscar, como perdido, hasta morir a vuestros pies tendido. Vuestra soberbia y condición esquiva acabe ya, pues es tan acabada la fuerza de en quien ha d’esecutarse; mirá bien qu’el amor se desagrada deso, pues quiere qu’el amante viva y se convierta adó piense salvarse. El tiempo ha de pasarse, y de mis males arrepentimiento, confusión y tormento sé que os ha de quedar, y esto recelo, que aun desto yo me duelo: como en mí vuestros males son d’otra arte, duélenme en más sensible y terna parte. Así paso la vida, acrecentando materia de dolor, a mis sentidos, como si la que tengo no bastase, los cuales para todo están perdidos sino para mostrarme a mí cuál ando. Pluguiese a Dios que aquesto aprovechase para que yo pensase un rato en mi remedio, pues os veo siempre ir con un deseo de perseguir al triste y al caído; yo estoy aquí tendido, mostrándoos de mi muerte las señales, y vos viviendo sólo de mis males. Si aquella amarillez y los sospiros, salidos sin licencia de su dueño, si aquel hondo silencio no han podido un sentimiento grande ni pequeño mover en vos que baste a convertiros a siquiera saber que soy nacido, baste ya haber sufrido tanto tiempo, a pesar de lo que basto, que a mí mismo contrasto, dándome a entender que mi flaqueza me tiene en la tristeza en que estoy puesto, y no lo que yo entiendo: así que con flaqueza me defiendo. Canción, no has de tener conmigo que ver más en malo o en bueno; trátame como ajeno, que no te faltará de quien lo aprendas. Si has miedo que m’ofendas, no quieras hacer más por mi derecho de lo que hice yo, qu’el mal me he hecho.