Si al espejo, Lucinda, para agravios
Apariencia
- Soneto 143
Si al espejo, Lucinda, para agravios de amor y el mundo, armarte solicitas de veneno y color, con que marchitas tanto jazmín y rosa en frente y labios; si ves los ojos con que a tantos sabios a idolatrar como Idumea incitas, y aquellas niñas con que vidas quitas a mil Torcuatos, Césares y Fabios; pues a ellas y a mí vivo y perfeto en ellas viste, cuando en ti me vía, teniéndote el cristal, del rostro objeto; mírate en él con mi memoria un día, que si el imaginar produce efeto, ausente podrás ver la imagen mía.