Si ya después de Leviatán vencido
Apariencia
- Soneto XXX
Si ya después de Leviatán vencido y atravesado con la dura armella; teñida en sangre Babilonia bella la púrpura y el oro del vestido; rota la copa, y el licor vertido, que dio veneno a la mayor estrella, en cítara suave, que con ella cesara el llanto del eterno olvido, el vencedor con dulce voz cantaba, admirada de todas las naciones, ¿Quién no te teme, gran Señor, y alaba? ¡Oh cordero Divino, qué canciones te cantará quien a sus pies estaba, si en el sagrado de tu Cruz le pones!