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Sisina

De Wikisource, la biblioteca libre.
Nota: Poema número 59 de Las flores del mal (edición de 1861).

¡Imaginaos a Diana en galante cabalgata,
Recorriendo los bosques o batiendo los zarzales,
Cabellos y pecho al viento, embriagándose de ruido,
Soberbia y desafiando a los mejores jinetes!

¿Has visto a Turingia, amante de la carnicería,
Incitando al asalto a un pueblo descalzo,
Las mejillas y la mirada ardientes, encarnando su personaje,
Y trepando, sable en mano, las reales escaleras?

¡Tal la Sisina! Pero, la dulce guerrera
Tiene el alma tan caritativa como asesina;
Su coraje, enloquecido de pólvora y de tambores,

Ante los suplicantes sabe abatir las armas,
Y su corazón, azotado por la llama, tiene siempre,
Para el que se muestra digno, un receptáculo de lágrimas.