Sobre una lágrima
Nota: Se ha conservado la ortografía original.
SOBRE UNA LÁGRIMA.
Hermanos! ¿Creeis en Dios?
Si: ¡cómo no creer! No se necesita la fe ciega para creer en Dios, no es indispensable esprirnir el sentimiento para admitir su existencia; hasta solamente suspender por un instante ln vida bulliciosa que nos rodea. no se necesita más que un minuto de reflexion, para afirmar en la conciencia la idea del Dios Unico, por ser esta la verdad que resuelve el objeto, la vida y el fin de todo cuanto existe.
¿En qué forma admitís a Dios?
No cabe más que una, una sóla y exclusiva, incomprensible por lo infinito, é infinita como única real y positivo; mas ya.tu no noe es dado abarcar esto única forma, nooptémoeln en su manifestacion relativa, con arreglo 6. nuestro esta. do de cultura, y puesto que tenemos la. nacion del bien y en él lo pmlemos resumir todo, eausideremos ¡i Dios como la personificacion y el orígen del bien en boda su pureza y demi-rollo in- finito.
Si es Dios... asi, y todo porto de El, ¿qué es el dolor y de dónde nace?
Nosotros que habitamos la Tierra, sentimos los constantes dolores de una materiatosca, destinado ó nuestra purificacion, materia que no hn- hiüemos tal vez tenido, si en todas las vidas transitorias anteriores hubiéramos colocado el desarrollo do nuestras unitarios fuera del alcance de esta necesidad.
Nosotros somos víctimas de los dolores que proporcionan los vicios en su tenaz lucha con la tendencia natural do todo alma, sufrimos nfle más los que son debidos nl atraso ciego en que vivimos; es causo tambíen delos más aecrbos. 01 no querer reconocer á Dios, fuere de todo fórmula humana; y así es que creyéndolo capaz de nbrigar on su seno la intrnnsigoncin, ei rencor y lo venganza, Haremos mil y mil veces sucesos que nos conducen á un bien verdadero y deseo, uoeido aunque inmediato.
El dolor, pues, no nos le dá Dios, es obra de nosotros mismos y en nuestra mano está evitar ln mayoria de son ocasiones; sin embargo, sufrimos con él y fuem es que lo bondadoso Providencia. nos tanga reserved: in recompensa.
Hkmeuurado: lo: gm lloran, por qu alla: u' mi» consolador.
Codo lágrima quo amooo un dolor de hay crea un nuevo placer para mañana; el llanto vertido por un sentimiento noble, me llanto dulciaimo que hace desprender de nuestros ojos, yn in caridad, ya ln gratitud, es el rico ajuar con que adornamos ei innegable cielo do nuestra dicha. futura.
Dejad que los lágrimas broten; ni una sóla será relegado a un olvido cruel; pues si tan sólo una se perdiera, tendrá para ello que salir fuera del Universo y entonces este no seria infinito, ni Dios seria ya lo que es,
El llanto de la ira abrasa los ojos, la lágrima de la virtud purifica el alma.
César Bassols.