Soneto (Menéndez Pelayo)
Apariencia
¡Salve, titán de la cerúlea frente, Sobre el materno piélago dormido; De tu férrea garganta amo el rugido, Amo la espuma de tu faz hirviente! A tus arrullos despertó mi mente, Mi primer llanto resonó en tu oído, Eduqué con tu indómito alarido Mi brava condición y ánimo ardiente. Mas ni el fragor de tus tormentas calma Esta pasión que vencedora rige Mi fe, mi corazón y mi albedrío, Ni darán tus sonrisas paz al alma, Hasta que en ti sus claros ojos fije La eterna luz del pensamiento mío.
Santander, 24 de agosto 1881.