Sus ojos (Tapia y Rivera)
Hay unos ojos divinos
fuente de dicha y dolores,
el cielo les dio colores
y el Señor su bendición.
Dioles la luna su encanto,
la palabra su armonía,
el amor su simpatía,
su elocuencia el corazón.
Aunque tiranos me miren
si los vela ingrato el sueño,
suspiro porque risueño
llegue el dulce despertar.
Si miran airados matan,
si suplican, enajenan
y si mandan, encadenan:
que es la gloria su mirar.
Brillan alegres, y es día
la noche: y ¡qué días bellos
son tales ojos si en ellos
miro el cariño lucir!
Miran tristes, y suspiro
en hondo y amargo duelo;
más si lloran... ¡santo cielo!
si lloran... quiero morir.
Soy el ave, tú la rosa:
diz que la rosa constante
del ruiseñor es amante...
yo seré tu ruiseñor.
Soy el verso, tú la musa:
Sin ti el verso no es poesía,
sin ti el son no es melodía,
ni da encanto al corazón.
Tú la miel y yo la cera
que te guarda; aquí en mi seno
de la existencia el veneno
truecas en miel y en pasión.
En el árido desierto
tú la brisa, yo la palma,
llega, oh brisa de mi alma,
con tu arrullo bienhechor.
Soy yo la tierra, tú el cielo,
bríllame siempre serena,
sé mi luna de amor llena,
sé mi cielo, yo tu amor.