Todos te pintan encarnado y blanco
Apariencia
- Soneto LXXXVI
Todos te pintan encarnado y blanco, esposo de las almas; yo te veo blanco no más, que amor a mi deseo quiere dejar con este blanco en blanco. Pero con viva fe tirando al blanco, que está cubierto lo encarnado creo, y en este blanco, en que la vista empleo, te considero más galán y franco. Aquí los blancos accidentes cubren el color encarnado de la rosa, que tú cogiste del jardín sellado. Pero como a la fe se le descubren, conoce el alma, que te vio, la esposa, pues dijo que eras blanco y encarnado.