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Viaje maravilloso del Señor Nic-Nac/VI

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CAPÍTULO VI
en el otro mundo

—"Conque, maestro, pisamos nuevamente tierra firme? De modo que el torbellino, los espirítus, el éter, todo ello ha sido pura fantasía, sueño.?"

—"¿Sueño! ¿dudais acaso de vuestra transmigracion?"

—"¿Transmigacion, decis, Sr. Seele?"

—"Como gusteis, Sr. Nic-Nac; podeis llamarla transplanetacion;—tanto vale."

—"Pero, ¿acaso no pisamos el mismo planeta Marte en que hemos vivido siempre?"

—"Nó, señor Nic-Nac, acabamos de llegar de la Tierra que veis brillando como una estrella en aquel grupo."

—"¿La Tierra? ¿qué significa eso?"

—"Significa que vuestro espíritu no ha arrancado la imájen de la materia sino por la intervencion de un médico."

—"Médico? ¿Y qué es un médico?"

—"Un médico es un ser desgraciado, cuyo destino le obliga á borrar la memoria de las cosas humanas en los espíritus que vuelan hácia Marte."

—"No os comprendo, maestro."

—"No es extraño. Vuestro espíritu está sujeto aun á la accion del médico, y hasta tanto no se haya desprendido él tambien de la atraccion terrestre, no podreis gozar de la libertad absoluta de los espíritus-imájenes."

—"De modo que si no hubiera intervenido ese médico recordaría un pasado imajinario?"

—"¿Imajinario? ¿porqué lo llamais imajinario?"

—"Porque solamente existe en vuestra imajinacion. Yo gozo de todos mis sentidos, siento toda la integridad pensante de mi espíritu, y sinembargo no recuerdo nada de lo de que me habeis hablado."

—"Pero observo," dijo Seele, "que un punto luminoso, formando abiertos espirales, se dirije hacia nosotros, y que los rojizos resplandores de Marte amortiguan su blanca intesidad."

—"¿Y qué es ese punto luminoso, señor Seele?"

—"Es... cómo! ¿habeis olvidado vuestra peregrinacion etérea?"

—"Nó, maestro, pero su recuerdo es vago."

—"Bien.... es la influencia del espíritu-imájen del médico que se acerca la que os confunde."

Algunos momentos despues,—que los mortales llaman años, y que para nosotros los espíritus no son sino vibraciones rápidas de nuestra eternidad,—un punto blanco, luminoso, ténuemente rosado por la influencia del resplandor Marcial, vino á unirse con nosotros.

Mi espíritu-imájen experimentó un choque psíquico al contacto de aquel punto.

Era el médico cuya presencia en la Tierra desligó completamente mi espíritu de la materia y mi memoria de los recuerdos.

Pero al sentir mis resplandores confundidos con los resplandores del médico, mi espíritu recobró la memoria de las cosas pasadas, y un gato negro, un espíritu-imájen de gato negro, vino á confirmar todos los misterios de la olvidada existencia terrenal.

Desde aquel momento reconocí que había transmigrado,—que el espíritu que flotaba en la rojiza atmósfera del planeta Marte, había animado un cuerpo en el planeta Tierra, y que los afectos, los odios, las preocupaciones y el saber, podían conservarse, dominados, empero, por una gran fuerza de justicia y de imparcialidad.

Desde aquel momento tambien, alma sin cuerpo, espíritu-imájen sin materia, podía penetrar los secretos de mi nuevo mundo.