Ya vengo con el voto y la cadena
Apariencia
- Soneto 162
Ya vengo con el voto y la cadena, desengaño santísimo, a tu casa, porque de la mayor coluna y basa cuelgue de horror y de escarmiento llena. Aquí la vela y la rompida entena pondrá mi amor que el mar del mundo pasa, y no con alma ingrata y mano escasa, la nueva imagen de mi antigua pena. Pero aguárdame un poco, desengaño; que se me olvidan en la rota nave ciertos papeles, prendas y despojos. Mas no me aguardes, que serás engaño, que si Lucinda a lo que vuelvo sabe, tendráme un siglo con sus dulces ojos.