Yaraví III
III
La prenda mía,
En quien tenía
Puesto mi gusto,
Hoy me persigue
Con odio injusto.
Ya yo en sus ojos
Solo hallo enojos;
Cuando ántes era
Su vista sola
Mi dicha entera.
Ya su voz suave
Llenar no sabe
Mi triste oido;
Sus dulces ecos
Ya se han perdido.
Murió el acento
En que el contento
Tuve cifrado:
Ya no me dice,
« Tu eres mi amado: »
Si me escuchara
Yo le clamara,
« Siempre eres mía! »
Y quizá entónces
Se apiadaría.
Pero enojada
Mi prenda amada,
Ni oirme quiere:
Ya mi esperanza
Del todo muere.
Prenda querida,
Por quien la vida
Me quita el llanto:
¿Por qué me tratas
Con rigor tanto?
Daré contento
Mi último aliento
Si esto has querido;
Pero no pienses
Que infiel he sido.
Déme la muerte
Tu mano fuerte
Con dardo impío,
Como al matarme
Digas: « Es mío! »
Y por divisa
De mi ceniza
Pongas delante:
« Bajo esta losa
Yace mi amante ».