Frailes (DCB)

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Nota: En esta transcripción se ha mantenido la ortografía original.

FRAILES.


«Una especie de animales viles y despreciables que viven en la ociosidad y holganza, á costa de los sudores del vecino, en una especie de café-fondas (asi llama a los conventos el diccionarista en el artículo MONASTERIO) donde se entregan á todo género de placeres y deleites, sin mas que hacer que rascarse la barriga.»

A todos mis lectores, y en especial á alguna lectora si me favorece con pasar sus lindos ojos por estas toscas líneas, les pido mil perdones por el empeño en que me veo, en obsequio de la verdad, de sacrificar aqui la decencia a la exactitud: es preciso dar esta última muestra del estilo que gastan este y otros escritores del mismo estambre. Hecha esta salva, continuo diciendo que estas especies, mas no este piropo que va de bastardo, dice nuestro vocabulista que se les ha suministrado un «celebérrimo escritor» á quien no nombra, segun lo tiene por flor, para hacer sus jugarretas a man-salva. Pero digalo quien quiera; falta á los ápices de la verdad y con perjuicio de terceros, en no distinguir frailes de frailes. Efectivamente, no todos todos, ó como decia un escolástico, toti totaliter toti totalitate totali, son «animales viles y despreciables»: ni todos todos «viven en la ociosidad y holganza.» De ellos hay tan ilustres como que han vestido la púrpura y la tiara: de ellos tambien trabajadores incansables en la viña del Señor (amen de su propio peculio), que han aumentado considerablemente la cristiandad. ¿Que de servicios no les debe la Iglesia? Si no hubiese habido frailes, todo el Flos-sanctorum no abultaria mas que un añalejo; ¡tantos son los santos, y sobre todo tantos los milagros hechos,de la mano y pluma de estos bienaventurados! y no se sabe todo. ¡Oh si se patentizasen por un momento los arcanos de los claustros!

Tambien es menester confesar que los buenos frailes; á quienes mas propiamente llamamos religiosos,

Apparent rari nantes in gurgite vasto


pero tal poco mas ó menos anda todo lo bueno en este bellaco mundo. No asi los malos: la especie de estos se subdivide en multitud de familias que últimamente se encierran en dos, pedigüeños y tomistas; pues el que no es pendingon, no escapa de tomajon.

Siempre han sido la peste de la república (V. Capilla.) tanto en los pasados como en el presente siglo; si bien, por evitar quebraderos de cabeza, nunca se han tenido por del siglo hasta el presente, como ciertas castas de gente que claman y reclaman por la españolía en cuanto á los derechos, sin hablar jamas de obligaciones. Son animales inmundos que, no sé si por estar de ordinario encenagados en vicios, despiden de sí una hedentina ó tufo que tiene un nombre particulár, tomado de ellos mismos: llámase fraíluno. Sin embargo, este olor que tan inaguantable nos es á los hombres, diz que á las veces es muy apetecido del otro sexo, especialmente de las beatas, porque hace maravillas contra el mal de madre.

Un doctor conozco yo, hombre de singular talento, que tenia escrita en romance una obra clásica en su línea sobre el instinto, industria, inclinaciones y costumbres de todos los animales buenos y malos del género frailesco que se crian en nuestro suelo. Si este libro apreciáble, distinto de la Monacología latina, se hubiera publicado años ha en España, podria haber sido de suma utilidad para la religion y buenas costumbres; mas ya cuando salga a luz, si de salir tiene, le considero inútil é impertinente, en no saliendo luego luego; porque al paso que llevan, todas estas castas de alimañas van á perecer, sin que quede piante ni mamante; por la razon sin réplica de que les van quitando el cebo, y todo animal, sea el que fuere, vive de lo que come. Item: les van tambien quitando las guaridas, de suerte que se van quedando como gazapos en soto quemado. ¡Animalitos de Dios! es cosa de quebrar corazones el verlos andar arrastrando, soltando la camisa como la culebra, atortolados y sin saber donde abrigarse. -¡Oh tempora!