Año Nuevo (Poema)
Nota: se ha conservado la ortografía original.
No consta el nombre del traductor en el libro.
CALLAD, campanas tristes; si el cielo está sombrío,
Si flota entre las nieblas algún fulgor extraño.
Si la estación oscura muriendo está de frío...
Callad, campanas tristes, dejad morir el año.
¡Dejad al que ha pasado! vibrad, bronces dichosos,
Por el que viene ornado de nieve blanca y pura;
Dejad en el olvido los tiempos tenebrosos,
Cantad por las verdades que el porvenir augura.
¡Callad por las angustias que sufren los mortales,
Por lo que llora el mundo desde su edad primera,
Por las de rico y pobre contiendas desiguales!
¡Cantad por que despierte la humanidad entera!
Silencio, ¡oh Dios! silencio, si el juez en el debate
Escucha a los partidos como si fueran reyes,
¡Cantad por el ministro que el deshonor abate!
¡Cantad por los que cuidan el templo de las leyes!
Callad si los pecados y el hambre y el tormento
Encubren el presente con funerario manto;
Que calle sí, que calle mi querelloso acento
Y que la musa enjugue las gotas de su llanto.
¡Ah! ¡No sonéis nunca por el orgullo adusto,
Por las calumnias viles y cínicas pasiones!
Sonad porque subsista lo verdadero y justo,
¡Sonad porque se enlacen los hombres y nacionesl
Dejad, dejad la injuria yaciendo en el olvido,
Y el torpe amor al oro que nace en el desvelo.
¡Callad por las mil guerras del tiempo transcurrido!
¡Sonad porque mil años de paz nos mande el cielo!
Load, alegres bronces, al que jamás se aterra
Y ofrece brazo y pecho al bien común en tanto.
¡Callad las horas tristes de sombras en la tierra!
¡Cantad, alegres bronces, cantad al Cristo Santo!