A fuerza de arrastrarse: 18
Escena XI
[editar]BLANCA, PLÁCIDO, CLAUDIO Y JAVIER.
JAVIER.-(Al CRIADO.) No tiene que anunciarnos; esperaremos en esta sala.
PLÁCIDO.-Javier... ¡Ah Claudio!... ¡Tú en esta casa!... Pero, desdichado, ¿a qué vienes?... ¿Os habéis vuelto locos?
CLAUDIO.-Vamos despacio, querido Plácido, que el asunto es grave. ¡Me has comprometido en un lance gravísimo! Tú no piensas en nada; por lo menos, no piensas más que en ti.
PLÁCIDO.-Pero ¿a qué vienes? (Mirando a todas partes.)
CLAUDIO.-Ya puedes comprenderlo. Tú, para no sé qué planes, me diste un artículo tremendo contra el marqués y me obligaste a firmarlo.
BLANCA.-(A PLÁCIDO.) ¿Tú has hecho eso?
PLÁCIDO.-(A CLAUDIO.) ¿Y qué?
CLAUDIO.-Que la cosa me pareció comprometida; pero te obedecí.
BLANCA.-(Como hablando consigo misma.) ¡Pero si es imposible!
PLÁCIDO.-Acaba y vete.
CLAUDIO.-Acabo, pero no me voy sin haber visto al marqués.
PLÁCIDO.-Pero, imbécil, destruyes mi plan.
CLAUDIO.-Nada, lo dicho. Tú te has empeñado en que me bata con el marqués y yo no me bato..., y no me bato..., y no me bato.
PLÁCIDO.-Pero si no llegará ese caso.
CLAUDIO.-Sí llegará...; es decir, no llegará, porque yo cuido de mi persona.
PLÁCIDO.-Si yo lo arreglo de otro modo.
CLAUDIO.-No es posible, porque un amigo me asegura que el marqués ha sido siempre un hombre terrible, un espadachín, una fiera. ¡Me mata, me mata...; es decir, no me mata, porque yo cuidaré de no ponerme a su alcance!
PLÁCIDO.-¡Pero, desdichado, imbécil, si el marqués es aún más cobarde que tú! ¡Si te tiene más miedo que tú a él!
CLAUDIO.-¡Ha matado a dos hombres en desafío!
PLÁCIDO.-Él cree que tú has matado a cuatro.
CLAUDIO.-¡Aseguran que es un tigre!
PLÁCIDO.-Yo le he dicho que tú eres un león.
CLAUDIO.-Plácido..., perdóname..., ¡pero amo la vida!
PLÁCIDO.-¡Él ama su vida más que tú la tuya, porque es rico, y tú eres pobre!
CLAUDIO.-Pues pobre y todo, vivo muy a gusto, sobre todo desde que gano treinta duros al mes en el periódico, con esperanzas de ganar cuarenta.
PLÁCIDO.-Pues vivirás y ganarás cincuenta o los que quieras si me obedeces.
CLAUDIO.-¿Sin que medie espada ni pistola?
PLÁCIDO.-Sin que medie acero ni plomo. Y se acrecentará tu fama y se duplicará tu sueldo, y has de conseguir reputación de héroe.
CLAUDIO.-¡Ah!, en ese caso...
PLÁCIDO.-Y nadie más que nosotros sabremos que eres necio y cobarde.
CLAUDIO.-Eso no me importa.
PLÁCIDO.-Pero vete.
CLAUDIO.-Es que yo venía a presentar mis excusas al marqués.
PLÁCIDO.-Vete ahora mismo si no quieres que te tire por el balcón. (Le va llevando hasta la puerta.)
CLAUDIO.-Pero ¿me prometes...?
PLÁCIDO.-Sí...
CLAUDIO.-Pero ¿cómo?
PLÁCIDO.-Eso es cosa mía.
CLAUDIO.-¿No iré al terreno?
PLÁCIDO.-Irás a los infiernos.
BLANCA.-¿Tú sufres esto? ¿Tú eres cómplice de estas farsas?