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Algo en prosa y en verso/Mi desvelo

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Nota: Se respeta la ortografía original de la época


MI DESVELO.


___


A

y de mí! La noche pasa,

Y el sueño á mis ojos niega
Su consuelo;
Al incendio que me abrasa
De una luz á la otra llega
Mi desvelo.

¿Qué tormento irresistible;
Qué pena ¡cielos! es esta,
Qué dolor?
Si es amor, amor terrible,
Amor que lágrimas cuesta,
Funesto amor.

¿Y esta es la pasión que un día
Tantas horas de ventura
Me ofreciera?
¿Y esta la que bendecía
Anegado en su dulzura
Placentera?

No, no es esta aquella calma,
Aquel estado dichoso,
Lisonjero,
Que pudo inspirar al alma
Un encanto bullicioso,
Pasajero.

Más profunda es hoy la herida
Que al incauto pecho mío
Traspasó;
Último amor de mi vida,
Verdugo de mi albedrío,
Ya llegó.

En vano del pecho altivo
Quiérole lanzar osado:
¡Necio intento!
Si vivo, por él ya vivo,
Él es mi numen, mi hado,
Él es mi aliento.

La fatalidad entrega
La mariposa á la llama
Matadora,
Y volando en torno ciega,
El mismo fuego que ama
La devora.

De fatalidad guiado
Vi tu hermosura terrible;
Quísela huir;
Mas luego vuelvo á tu lado,
Y á tu fuego irresistible
Vengo á morir.

¿Quién ¡ay! resistir pudiera
Ese mirar halagüeño,
Soberano,
Y esa tu voz placentera,
Más dulce que el primer sueño
Del humano?

Si Bellini, el lastimero
Son de tu sensible canto
Escuchára,
En el fuego en que yo muero,
Agitado en dulce llanto
Se abrasára.

Tú, melancólica luna
Que te oistes implorada
En fiel quejido,
¡Dime tú, si hay voz alguna
Que ser pueda comparada
Á aquel sonido!

¡Oh! si tan divino acento
Pudiera la lira mía
Imitar,
¡Con qué puro sentimiento
Á ti ¡oh luna! elevaría
Este cantar!

Casta diosa, que iluminas
Desde el trono rutilante
Mi dolor,
Á esa lumbre que fulminas
Dame á ver aquel semblante
De mi amor.

Templa ¡oh diosa! el desvarío
Que inhumano me condena
Al desvelo,
Y en el triste pecho mío
Haz brillar la paz serena
Que en el cielo.