Compendio de la historia civil del reyno de Chile/Idea

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IDEA
DE LA LENGUA CHILENA.

La lengua originaria de Chile, llamada en general Araucana del nombre del pueblo que la habla con mas elegancia, es comunmente nombrada por los nacionales Chili-dugu, esto es, lengua Chilena. Su alfabeto contiene las mismas letras, que el latino, quitada la x, la qual propiamente no es mas que una letra compuesta. Hay allí gramáticos que quisieran separar la b, y la f substituyendo la v consonante; pero la b ocurre á menudo en aquel modo de hablar, como evidentemente se distingue en los derivados, donde se cambia en sus finales fuertes con la p. Así lab (el espacio) viene la pumën (extender). La f aunque mas suave que la latina, se hace sentir muy bien en muchas palabras. La s, que por algunos es llamada con razon mas bien silvo que letra, no se encuentra sino en una veintena de voces y jamas en el fin, donde alarga demasiado la pronunciacion. La z es allí mucho mas rara.

A mas de estas letras comunes, los Chilenos tienen una e muda, y una u particular como los Franceses y los Griegos. Ellos cambian irequentemente esta u en i, como hacen los Griegos modernos. La primera letra se nota con dos puntos, y la otra con acento grave para distinguirla de la e y de la u ordinaria. Tienen ademas una g naritica, y una th, que pronuncian tocando el paladar con la lengua, y muchas veces por costumbre la mudan en ch, diciendo por exemplo chegua en vez de thegua (el perro). En todo el alfabeto de ellos no hay alguna letra gutural, ni vocal aspirada, lo que es muy de admirar en una nacion inculta. Por lo demas yo me he propuesto seguir en la exposicion de las voces Chilenas la ortografía italiana.

Los vocablos todos fenecen en las seis vocales arriba dichas, y en las consonantes b, d, f, g, l, m, n, r, v. Por esta razon tienen quince terminaciones muy distintas, las quales con su variedad hacen aquella lengua armoniosa y sonora. El acento sé encuentra ordinariamente en la penultima vocal, algunas veces en la ultima, y jamas en la antepenultima. De este modo los pies dáctilos, o esdrúxulos, que comunican tanta belleza á la lengua Italiana, son enteramente excluidos. Las raices propias, segun lo que se puede sacar de los vocabularios, que hasta ahora son muy imperfectos, llegan á 1973, y por la mayor parte son monosílabas, ó disílabas. Dixe raices propias porque algunos toman impropiamente por raices todas aquellas voces que en algun modo producen otras. Llevados de un tan falso principio, dan á ciertas lenguas treinta á quarenta mil raices, lo que se debe reputar como una paradoxa en la gramática. Las raices de una lengua son aquellas simplísimas voces primitivas, que ni mediatamente ni inmediatamente derivan de alguna otra, dan el ser á varios vocablos, los quales pueden consecutivamente extenderse en muchas diversas maneras. El número de tales raices es muy limitado aun en las lenguas mas ricas, quales son la griega y la latina, como puede facilmente aclararlo, qualquiera que se tome la pena de investigarlo. Las voces radicales Chilenas, á lo que nos parece, no tienen ninguna analogía con las de los demas idiomas conocidos. Por onomatopeya, ó por accidente se encuentran entre ellas las siguientes palabras griegas, y latinas poco cambiadas. Los vocablos italianos correspondientes exprimen la propia significacion de los Chilenos.

VOCES CHILENAS GRIEGAS.

Chilenas. Griegas Italianas. Castellanas.
aldún ἀλδων aumentare aumentar.
ale ἕλη splendore esplendor.
amun ἀμύων andare. andar.
allcun ἀϰεύων udire oir.
cai ϰαὶ e y.
chepun ϰῆπος orto huerta.
dugu λόγος parola, ragione palabra, razon.
dùmën δῦμι sommergersi sumergirse.
ga γὰ invero en verdad.
gen γενέσθαι essere, o nascere ser, ó nacer.
lampaicon λὰμπειν risplendere resplandecer.
μὴ non no.
mùlan μὐλλεν macinare moler.
nal ναὶ certo cierto.
pele πῆλὸς fango lodo.
pin εἱπεῖν dire decir.
reuma ῥεῦμα corrente corriente.
reun ῥεων scorrere escurrir.
thepen τέρπων rallegrare alegrar.
tùpun τυπεῖν flagellare azotar.

VOCES CHILENAS LATINAS.

Chilenas. Latinas. Castellanas.
am an quizá.
aren ardere arder.
cupa cupere desear.
dapin dapinare banquetear.
eja eja ea pues.
ejun ejulare llorar.
em hem ah!
en heu hay
hui hui hu.
lev levis veloz.
lùmùlnën lumen resplandecer
lùv lux esplendor
man manus mano diestra.
mu multus mucho.
munun munus dar.
no non no.
petun petere recobrar.
petoícan petulcus lascivo.
punun penis rabo.
putun potare beber.
then tempus tiempo.
valin valere valer.
valën valere poder.
ve ve O!
velem vellem quisiera.
une unus uno.

N. B. No es muy fundada la opinion sostenida por algunos, que los Chilenos hayan tomado las susodichas palabras de la lengua Española, así porque ellas no estan por la mayor parte en uso en esta lengua, como porque se encuentran registradas, en los primeros vocabularios hechos de su idioma.

Los nombres Chilenos se declinan por una sola declinacion, ó hablando con mas exâctitud todos ellos son indeclinables, porque con la union de varios artículos, ó partículas enclíticas, se distinguen los casos, y los números. Estos últimos son tres, como entre los Griegos, esto es, singular, dual, y plural. He aquí un exemplo de esta declinacion.

Sing. N. Cara, la Ciudad. G. Cara-ñi. D. Cara-meu. A. Cara. V. á Cara. Ab. Caramo.

Dual. N. Cara-egu, las dos Ciudades. G. Cara-egu-ñi. D. Cara-egu-meu. A. Cara-egu. V. á Cara-egu. Ab. Cara-egu-mo.

Plur. N. pu-cara, las Ciudades. G. pu-cara-ñi. D. pu-cara-meu. A. pu-cara. V. á pu-cara. Ab. pu-cara-mo.

En vez de pu, signo distintivo del plurar, se pueden usar las partículas ica, ó egën pospuestas al nombre, ó que puesto entre el adjetivo y el substantivo, quando se encuentran juntos. Por lo qual Cara estará tambien en el número plural Caraica, ó Caraegën, ó Cumeque Cara (hs buenas ciudades).

De donde se ve, que en la habla Chilena el artículo se pospone al nombre, al contrario de lo que se practica en las lenguas modernas de Europa. Esta especie de declinacion no era del todo incógnita á los Latinos, y á los Griegos, entre los quales se encuentran algunos nombres declinados casi del mismo modo, bien que con mas variedad. Efectivamente Musa se declina N. musa. G. musa-e, ó i. D. musa-e. A. musa-m. V. musa, &c. y en griego se dice N. soma. G. soma-tos. D. soma-ti, &c. Así parece, que todos los nombres de las dos susodichas lenguas se declinasen primitivamente por vía de partículas pospuestas, las quales contrayendose poco á poco vinieron casi á unirse con los mismos nombres, y á formar los diversos casos.

La lengua Chilena abunda de adjetivos así primitivos, como derivados. Estos últimos se forman con reglas invariables de todas las partes de la oracion, por exemplo de tue (tierra), viene tuetu (terrestre), de quimen (saber) quimchi (sabio), los quales se hacen negativos con la partícula no interpuesta; tuenotu (no terrestre) quimnochi (ignorante). Aunque todos estos adjetivos sean de diversas terminaciones, con todo no son susceptibles ni de números, ni de géneros, á modo de los adjetivos ingleses. Lo mismo sucede á los participios, y á los pronombres derivados. Por lo qual se puede decir, que en este idioma no hay mas que un genero. Un tal defecto aparente, ó sea real, es recompensado por la seguridad que se tiene en el hablar, y en el escribir, sin incurrir en gramaticales discordancias. Pero quando es necesario distinguir los sexôs, se tama para denotar el masculino la voz alca, y para el femenino domo.

Los comparativos se forman, como en la mayor parte de las lenguas vivas, preponiendo al positivo las partículas jod, ó doi, que significan mas, y los superlativos con los adverbios cad, ó mu, por exemplo doiliv (mas limpio); muliv (limpísimo). Faltan en este lenguage los diminutivos, y los aumentativos, pero se suple en el, como en el francés, con los adjetivos pichi (pequeño), y buta (grande). Tambien los diminutivos se forman alguna vez cambiando las letras menos suaves en otras mas dulces, v. gr. votun (hijo), vochiun (hijito). Los propios nombres primitivos son inche (yo) eimi (tu), teye (aquel), tëva, ó vachi (este), vey (eso), quidu (lo mismo), &c. Los relativos, pues, son iney, (qui), chem (qué?), ta ó ga (que), cheu (del que), &c.

Los verbos acaban en el infinitivo en n, como los verbos alemanes y griegos, pero con la diferencia que los verbos alemanes terminan todos en la silaba en, y los griegos en in, sino quedan sujetos á alguna contraccion; al contrario, los verbos Chilenos fenecen en las sílabas an, en, ën, in, on, un, y ún. No obstante de esto, se gobiernan todos por una sola conjugacion sin irregularidad alguna. Tienen tres voces, esto es, Activa, Pasiva, é Impersonal; y tres números, Singular, Dual, y Plural. Tienen todos los modos de los latinos, y tambien los tiempos, con tres, ó quatro demas, que pueden llamarse Aoristos, ó mas bien Mixtos.

Todos los tiempos del indicativo engendran participios y gerundios, así en activa, como en pasiva. Las terminaciones del presente de cada modo sirven para los demas tiempos del mismo modo, los quales se distinguen entre ellos con ciertas partículas características, que son en el segundo presente que, en el imperfecto bu, en el perfecto uye, y en el primer futuro a. Los tiempos compuestos y mixtos se forman con la respectiva union de las mismas partículas. Estas partículas características son transcendentales á todos los modos, no menos de la voz activa que de la pasiva, y de la impersonal.

La voz pasiva es formada del verbo substantivo gen (ser) puesto entre la radical y la n final del verbo, y se conjuga con las mismas terminaciones de la activa. La voz impersonal pues, se hace con la partícula am añadida á la radical, o á la característica del tiempo. Este simple artificio aparece claramente en la conjugacion del verbo elun (dar), que servirá de modelo á todos los demas verbos sin alguna excepcion.

VOZ ACTIVA.

Indicativo.


Presente I.
Sing. Elun doy.
Eluimi das.
Elui da.
Dual. Eluyu nosotros dos damos.
Eluimu vosotros dos dais.
Eluigu aquellos dos dan.
Plur. Eluign damos.
Eluimën dais.
Eluigën dan
Presente II.
Sing. Eluchen doy
Elucheimi das, &c. [1]
Imperfecto.
Sing. Elubun daba.
Elubuimi dabas, &c.
Perfecto.
Sing. Eluuyen di
Eluuyeimi diste, &c.
Plusquam.
Sing. Eluuyebun habia dado.
Eluuyebuimi habias dado , &c.
Futuro I.
Sing. Eluan daré.
Eluaimi darás , &c.
Futuro II.
Sing. Eluuyean habré dado.
Eluuyeaimi habrás dado , &c.
Mixto I.
Sing. Eluabun habia de dar.
Eluabuimi habias de dar , &c.
Mixto II.
Sing. Eluuyeabun debria haber dado.
Eluuyeabuimi debrias haber dado , &c.

IMPERATIVO.

Sing. Eluchi dé yo
Eluge dá tú.
Elupe dé aquel
Dual. Eluyu demos nosotros dos.
Elumu dad vosotros dos.
Elugu den aquellos dos.
Plur. Eluign demos.
Elumën dad.
Elugën den.

SUBJUNTIVO.

Presente.
Sing. Eluli si yo dé.
Elulmi si tú dés.
Elule si aquel dé.
Dual. Elulin si nosotros dos demos.
Elulmu si vosotros dos deis.
Elulgu si aquellos dos den.
Plur. Elulign si demos.
Elulmën si deis.
Elulgën si den.
Imperfecto.
Sing. Elubuli si yo diese
Elubulmi si tú dieses, &c.
Perf. Eluuyeli si hhabia dado, &c.
Plusq. Eluuyebuli si hubiese dado, &c.
Fut. 1. Eluali si daré, &c.
Fut. 2. Eluuyeali si habré dado, &c.
Mixt. 1. Eluabuli si hubiese de dar, &c.
Mixt. 2. Eluyeabuli si debiese haber dado , &c.

Optativo, é Infinitivo.

El optativo se forma del subjuntivo , ó de los dos mixtos del indicativo con las partículas deseables velem vel, ó chi, pospuestas, p. e. eluili velem! (Dios quiera que yo dé!); eluabun chi! (Dios quisiese que yo diese!). El infinitivo afirmativo no se distingue de las primeras personas singulares de los tiempos del indicativo, como sucede en la mayor parte de las lenguas primitivas, y tambien en el idioma Inglés. Así todos los nuevos tiempos del indicativo tienen sus infinitivos peculiares. Quando ocurre hacer de ellos alguna distincion se anteponen algunas partículas determinativas.

Participios activos.
Pres. 1. Elulu aquel que dá.
Pres. 2. Eluchelu aquel que dá.
Imperf. Elubulu aquel que daba.
Perf. Eluuyelu aquel que dió.
Plusq Eluyebulu aquel que habia dado.
Fut. 1. Elualu aquel que dará.
Fut. 2. Eluuyealu aquel que habrá dado.
Mixt. 1. Eluabulu aquel que habia de dar.
Mixt. 2. Eluuyeabulu aquel que debria haber dado.
Gerundio.
1 Pres. Eluyum dando.
Imp. Eluyubum quando daba, &c.
2. Pres. Elual por dar, &c. &c.

VOZ PASIVA.

Indicativo.
Presente I.
Sing. Elugen yo soy dado.
Elugeimi tu eres dado.
Elugel aquel es dado.
Dual. Elugeyu nosotros dos somos dados, &c.
Imperf. Elugebum yo era dado , &c. &c.
Participio pasivo.
1 Pres. Elugelu dado.
Imp. Elugebulu que era dado, &c.
2 Pres. Eluel dado.
Imp. Elubuel que era dado, &c.

VOCES IMPERSONALES.

Indicativo.
Pres. 1. Eluam dan.
Pres. 2. Elucheam. dan.
Imperf. Elubuam daban.
Perf. Eluuyeam dieron.
Plusq. Eluuyebuam habian dado.
Fut. 1. Eluayam darán.
Fut. 2. Eluuyeayam habrán dado.
Mixt. 1. Eluabuam habian de dar.
Mixt. 2. Eluuyeabuam debrian haber dado.
Imperat. Elupeam den.
Subjunt. Eluleam. den.
Imperf. Elubuleam diesen, &c. &c.

N. B. En vez de esta voz se puede usar impersonalmente la tercera persona singular de los tiempos pasivos, como hacen los latinos.

La conjugacion susodicha se hace negativa recibiendo las partículas la en el indicativo, qui en el imperativo, pues entonces toma del conjuntivo las terminaciones; y no en el subjuntivo, y en el infinitivo, con las quales se varía por todas las voces y tiempos como en la afirmativa p. e. Elulan (no doy) elulaimi (no dá), &c. eluquili (que no dé), &c. Elunoli (si no dé) elunolmi (si tu no des), &c. elunon (no dar), &c. Esta conjugacion negativa es muy usada en todos los verbos; pero es menester Observar, que quando concurren juntas dos aa, ú otras vocales monotonas, se pone en medio de ellas para evitar la cacofonía una y eufonica; por lo qual enel futuro negativo se dirá elulayan (no daré). De este método provienen verbos muy curiosos; pilan, yo niego: gelan, no soy: pelan, no veo, &c. De aqui viene tambien lan morir, esto es, volverse nada: lalan no muero.

De quanto hemos expuesto hasta aquí, se ve, que casi toda la estructura de la conjugacion Chilena consiste en el uso de las partículas, las quales pueden llamarse temporales, porque ya solas, ó ya acompañadas varian, y modifican los tiempos. En el segundo caso hacen con singular precision las veces de los verbos auxîliares de las lenguas modernas. Así el plusquam perfecto participando en su significacion del imperfecto, y del perfecto, se compone de las particulas de ambos. El futuro perfecto igualmente se forma de las partículas caracteristicas del perfecto, y del futuro, puesto que encierra las nociones del uno, y del otro. Lo mismo se debe observar en quanto á los mixtos, los quales reciben las particulas, ó aumentos silábicos, de aquellos tiempos, á los quales mas se aproxîman en su significacion, esto es, el primero, el del futuro, y del imperfecto; y el segundo los del perfecto, del futuro, y del imperfecto.

El mismo artificio, aunque menos aparente, con corta diferencia, se encuentra en las conjugaciones latinas. En efecto el plusquam perfecto amaveram, se compone, por lo que parece, del perfecto amavi, y del imperfecto eram. Así tambien amavero se forma del mismo perfecto, y del futuro ero, &c.

Se puede tambien observar, que esta lengua, aunque usada por gente bárbara, é inculta, tiene en su conjugacion todos los tiempos necesarios, lo que no se puede decir igualmente de muchas otras lenguas, sin exceptuar algunas de aquellas que se estiman cultas. Se sabe quanto la habla inglesa sea defectuosa en sus conjugaciones. La lengua Alemana, que es la madre de ella, carece del preterito simple, del futuro del indicativo, y de todos los tiempos simples del subjuntivo. Yo no pretendo por esto anteponer el lenguage Chileno á las susodichas lenguas, ni menos igualarlo. Sé bien que este no está falto de defectos considerables; pero con todo no se puede negar, que el fondo sea bueno, y susceptible de perfeccion.

Registradas sucintamente las primeras inflexîones del verbo, diremos alguna cosa de las secundarias, en las quales no se muestra menos fecundo. Los verbales en or, se hacen, mudando la n final del infinitivo en voe, el ve; eluvoe, ó eluve (el dador). Los de accion terminan en ue, al, om, un, y ùm. Tambien el mismo infinitivo se hace nombre p. e. thecan (pasar y el paso). Aquellos que los latinos llaman verbales en bilis se forman con la partícula val interpuesta en el participio eluvallu (donable), ayuvallu (amable), y resultan negativos quando se les interpone la partícula no. Los nombres abstractos, de los quales abunda muchísimo esta lengua, acaban por la mayor parte en gen, ayùvalgen (amabilidad), butagen (grandeza). Los comprehensivos pues, que en latin terminan en etum, y en italiano en eto, como castagneto, aquí fenecen en ntu, rùmentu (lugar de junquillos), curantu (pedregal), millantu (mineral de oro).

Hemos hablado hasta ahora de la simple estructura del verbo. Si quisiesemos, pues, indicar todas las maneras de composiciones que este admite, necesitariamos hacer de él un prolixo tratado; supuesto que, como hemos insinuado, cada verbo simple se hace con la union de varias partículas, raiz fecunda de otros inumerables verbos. Entre estas partículas algunas anteponiendose hacen las veces de las preposiciones latinas. Otras, incluidas en el mismo verbo, aumentan ó varian graciosamente la significacion. Bastará señalar algunas de estas segundas composiciones para dar idea del tal artificio, sin separarnos del verbo Elun, del qual entre muchos otros derivan los verbos siguientes.

Eluclen, estar dando: eluguen, dar de mas: eluduamën, querer dar: elujecumen, venir dando: elullen, dar de veras: eluyaun, andar dando: elumen, ir á dar: elumon, menester dar: elupan venir á dar: elupen, dudar de dar: elupran, dar en vano: elupun, pasar dando: elurquen, parecer de dar: elurumën, dar repentinamente: elutun, volver á dar: eluvalën: poder dar: eluvalun, fingir de dar: elupin, prometer de dar: elumepran, ir á dar en vano: &c.

Las mismas particulas unidas dos, tres, ó mas entre sí, forman largos verbos, que encierran un periodo entero, p. e. Iduanclolavin (no quiero comer junto con él), pemepravin (en vano he ido á verlo). El primer verbo se compone de cinco vocablos, esto es, in (comer), duan (querer), clo (juntos), la (no), vi (el, ó lo), y se conjuga con todas sus partes puestas en órden como elun; iduanclolavimi, iduamclolavi, &c. Esta especie de elegancia es muy comun en aquella lengua.

Tambien los verbos se unen entre sí con particular energía para formar uno solo. Así de ayen (reir), y de thipan (salir), se hace ayethipan (salir riendo), quindugun (saber hablar), pepimedan (poder presentar), &c. Los verbos neutros resultan activos, y los activos relativos con las partículas ca, ica, , lel, ma, ù. Athum (fatigarse), athucan (fatigar), gen (ser), gein (dar el ser), jeguenman (venerarlo), &c. De aquí se puede inferir quanto los rasgos de eloqüencia y de poesía sean vivos y patéticos en esta lengua. Es menester oir arengar á un Araucano para formarse alguna idea de sus enérgicas expresiones, y de la abundancia de ellas.

Las preposiciones, los adverbios, las interjecciones, y las conjunciones, son copiosísimas en el idioma Chileno, al contrario de lo que se observa en los lenguages de otras naciones bárbaras, los quales escasean de tales partículas, unitivas del discurso. Es de notarse, que las mismas preposiciones que en latino se posponen al nombre, se ponen igualmente en Chileno despues del caso, como ple (hacia), cutu (hasta), vla (ergo pro causa). Los adverbios compuestos equivalentes á los adverbios italianos acabados en mente se hacen con añadir á los adjetivos, y tambien á los verbos gechi, ó quechi p. e. thepengechi (alegremente), cumequechi (buenamente), &c. Los quales resultan despues negativos con el antepuesto no, thepengenochi, &c. Los adverbios numerables acaban en chi, mel, omita; marichi (diez veces). Este adverbio se usa en un sentido infinito, como lo usaban los Pitagóricos; marichi ilayan (no comeré mas). De los números cardinales, ordinales, distributivos, y de sus composiciones hemos tratado suficientemente en nuestro compendio de la Historia natural lib. 4. pag. 334, hoy 379 de la traduccion castellana.

Muchas especies de interjecciones se cuentan por los gramáticos de esta lengua. Las principales son hue (ha!), lu, de alegria; ema, de afecto; veicu, de admiracion; eu de afliccion; athithi, de dolor; uya, de indignacion; tùtùi de desprecio; chioqui, de burla; sum, de aseveracion; ùcùm, silencio, &c. Entre las conjunciones hay cai (y aun); chei, cambe (o); tute, tume (si); cam, am (quizá); rume (aunque); ca (con que); uelu (pero); petu (tambien); chemmo (porque); mai (si); no, , (no); ina-cai (ademas); deuma (despues que); ula (hasta que); &c. Tienen asimismo muchas de aquellas partículas que se llaman llenativas como chi, ga, magà, pichità, cachia, &c.

La sintaxîs Chilena no es muy diversa de la construccion de las lenguas de Europa. Las personas que hacen, las que padecen, se pueden poner adelante, ó despues del verbo: mi peñi aculai ó aculai mi peñi, (tu hermano no ha llegado); pevin Apó, ó Apó pevin, (he visto el Gobernador). El genitivo, ó lo menos su artículo, se antepone por lo comun al nombre que lo rige; los adjetivos van siempre delante de sus substantivos. Se omiten á menudo los artículos, para mayor laconismo, á por gracia, como millalonco (cabeza de oro): lig anca geimi (eres blanco de cuerpo). Alguna vez los mismos artículos obran solos en lugar de substantivos, como entre los Griegos: Columilla egën (los vasallos de Columilla).

El verbo se pone freqüentemente en singular, aunque el nombre sea dual, ó plurar, como tambien se usa en griego, en quanto á los nombres neutros: pu cona cupai (los soldados vienen). El verbo substantivo añadido al infinitivo de los demas verbos, lo hacen resultar gerundio: gùmangei (es de llorar). Los mismos infinitivos antepuestos al nombre que los rige, se hacen gerundios de genitivo: pin antù (es tiempo de decir). Quando, pues, significa movimiento, reciben los artículos ñi, meu, ó mo: ñi pagitum cùpan, (vengo de cazar leones). Tambien se sirven de los participios pasivos para este fin con los mismos artículos.

El uso de los participios, y de los gerundios es freqüentísimo en esta habla, ó por mejor decir, ocurre casi en cada periodo amutualu pigeimi (reversurus esse diceris): layalu leghimi (moriturus natus es): pilan mi thipiyal (no quiero tu partida, ó que tu te partas). De donde todas las oraciones de infinitivo, y de relativo se hacen ordinariamente por participio ó por gerundio,

El laconismo es el primario carácter de la lengua Chilena. De aquí deriva la práctica casi constante de encerrar el caso paciente en su verbo, el qual así compuesto se conjuga en todo y por todo como quando está por sí solo. Un Chileno dirá raras veces elun ruca (doy la casa): para esprimirse con precision formará al instante de ambas palabras el verbo elurucan, que vale lo mismo. Así hace tambien con los pronombres: eluun (me doy), eluen (te doy), eluvin (lo, ó los doy), &c. Este modo de acomodar los pronombres, que se inclina un poco al uso de los Hebreos, los quales se sirven como de ligazon, es llamado transicion por los gramáticos Chilenos. Siete especies se distinguen de estas transiciones, las quales son dificiles á los principiantes por las delicadas observaciones que es menester hacer en el uso de ellas.

Del mismo principio proviene la otra práctica no menos singular, de la qual hemos hecho mencion otra vez, esto es, de convertir en verbos todas las partes del discurso, de manera que se puede decir, que todo el hablar Chileno consiste en el manejo de los verbos. Los relativos, los pronombres, las preposiciones, los adverbios, los números, y en suma todas las demas partículas, no menos que los nombres, estan sujetos á esta metamorfosis: chiu (que?); chiumën (qué haré?) mivu (quantos); mivui (quantos son); eimimolan (no he menester de ti); minche (baxo) minchen (estar debaxo); ape (quasi); apen (estar quasi); apei yal (la cena está quasi hecha) meli (quatro); melin (ser quatro); doy (mas); doin (ser mas); vem (como); vemën (ser como un otro).

Tambien los nombres propios son susceptibles de esta suerte de elegancia. Así de Pedro se forma el verbo petron (ser Pedro), Petrobui (era Pedro). Los substantivos, y los adjetivos producen, mediante este curioso método, verbos singularísimos, p. e. pùlli, ó púllú (la alma), pùllùn aplicar toda el alma, obrar con suma atencion: then (el tiempo), thenën llegar á tiempo: anca y el cuerpo: ancan hacerse cuerpo: re (puro), relen hacer una cosa sola, &c. De esto viene que los libros européos se traducen facilmente en esta lengua, en la qual lejos de perder nada de la fuerza y elegancia, adquieren un no sé qué de mayor precision, como entre otros se puede ver en la version de los Pensamientos Christianos del célebre P. Bouhours, hecha en 1713. Las mejores pruebas que puedan buscarse de la riqueza de las lenguas, son las traducciones en las quales se manifiesta la respectiva copia ó pobreza de ellas.

Es tambien una propiedad notable de la lengua Chilena usar á menudo de las palabras abstractas en una manera muy particular. En vez de decir pu Huìnca (los Españoles), se dice comunmente huincagen la (españolidad); tamën cùiagen (vuestro ternario), esto es, requiere otros tres; epu tamën cajugen layai (dos de vosotros seis morirán), esto es literalmente dos de vuestra sextena. El verbo pin, que significa decir, se repite casi á cada clausula en las relaciones familiares, como se acostumbra hablar en el estilo comun Boloñes: pu aucá cùmegei, pi; dachelai, pi; dagechelai cai, pivin: (los Araucanos son buenos, dice; no hacen mal dice: con que no deben ser maltratados les dixe). Quando se hace una embaxada, ella se expone con las mismas palabras de aquel que la envia, como se usaba entre los Hebreos, y tambien entre los antiguos Griegos.

Muchas reflexîones se podrian hacer sobre el simple mecanismo de esta lengua, pero pudiendose estas facilmente formar por qualquiera que haya notado las observaciones fundamentales ya descritas, nosotros no trataremos mas de ellas. De todo se colige ya el genio de las lenguas primitivas orientales, como el de las antiguas, y modernas Européas. De su misma estructura se ve que ella es lengua primitiva, y por lo mas análoga. Sin embargo es muy singular que no haya producido algun dialecto particular, despues de haberse propagado, por un espacio de mas de 1200 millas, entre tantas tribus, sin estar subordinadas las unas á las otras, y privadas de todo comercio literario. Los Chilenos situados hácia los gr. 24 de lat. la hablan de la misma manera que los demas nacionales puestos cerca de los gr. 45. Ella no ha sufrido alguna alteracion notable entre los Isleños, los Montañeses, y los Llanistas. Solamente los Boroanos, y los Imperiales cambian amenudo la r en s. Los Chilotes han adoptado varias palabras Españolas, mas por adular á sus amos, que por preferirlas á las del nativo idioma. Si esta fuese una lengua pobre, podria aplicarse la causa de su inmutabilidad á la escasez de vocablos, los quales no siendo destinados, quando son pocos, mas que para exprimir ideas familiares, y comunes, dificilmente se cambian: pero siendo abundante de vocablos, es admirable, que no se haya dividido en muchos idiomas subalternos, como ha sucedido á las otras madres-lenguas que han tenido alguna extension.

De esta breve noticia filológica podria el Señor Paw inferir, no ser verdadera su asercion, con la qual quiere dar á entender, que todas las lenguas americanas son por sí mismas asperas, y pobres de voces. Esta, y otras semejantes proposiciones suyas absolutas, quando aun fuesen hasta cierto punto veridicas, serian pero siempre susceptibles de mil excepciones. Habria debido mas bien reflexîonar, que para hablar decisivamente de las varias lenguas de un vasto continente era menester á lo menos haber consultado antes algunas de sus gramáticas, y jamas fiarse de las relaciones de los viageros, las quales deben estar llenas de imperfectísimas nociones, porque una lengua no se aprende de paso.

Ademas él levanta el grito, porque en estos idiomas no sabe encontrar algun vocablo capaz de significar el tiempo, la duracion, el espacio, la materia, la forma, ni algun otro ser metafísico, ó moral. Por no hablar de los otros lenguages americanos, si el Señor Paw hubiese entendido el Chileno, habria encontrado en él todas estas voces, exceptuada quizá aquella que significa la matería en sentido universal, la qual no me acuerdo bien si se encuentra allí; supongamos tambien que no la hubiese, no debería causar maravilla, porque entre los latinos aun esta voz es metafórica, como lo es entre los griegos hile. Así en el mismo modo pueden los Chilenos formarla. Pero no ha hecho reflexîon este erudito filósofo, que en su nativo lenguage aleman se dice materie, y form, cuyas palabras, como tambien quasi todas las demas pertenecientes á las ciencias, y aun á los usos de la vida civil, son tomadas prestadas del latino.

Las mismas ideas acerca de la pobreza de las lenguas americanas se encuentran mucho mas exâgeradas en el articulo América de la vieja, y de la mueva Enciclopedia. En él se dice que el Diccionario de ellas podria ser escrito en una pagina, paradoxa no solamente increible pero repugnante á las primeras luces de la razon, é indigna de tener lugar en una coleccion que debe honrar nuestro siglo. Efectivamente ¿quién jamas se podrá persuadir que hombres que discurren, y obran, sean reducidos á una escasez de ideas, que no se encuentra ni aun en los niños de tres años? Este no es el único paralogismo que se lee en el susodicho artículo. Dexo aparte las noticias poco fundadas que se despachan allí con un se sabe. Tal es entre otras la de un gran terremoto, que á 4 de Abril de 1768 destrozó toda la tierra de la América. Nosotros estabamos aquel dia mismo en Lima, pais el mas sujeto de toda la América á los terremotos, y no se sintió el mas ligero movimiento. Partimos despues el 7 de Mayo del mismo año, y en este intermedio nunca oimos hablar de algun terremoto, no solo general, que es una quimera, pero ni aun particular, acaecido aquel año en alguna parte de la América. He querido hacer memoria de esta falsa relacion, porque es alusiva al sistema de la reciente formacion de aquel continente.

Yo no pretendo que entre las mas rústicas tribus americanas, no puedan encontrarse lenguas faltas de voces propias para exprimir las ideas demasiado compuestas, porque este es, y ha sido el carácter de todos los idiomas usados por las naciones incultas. Los lenguages mas copiosos y elegantes que se conocen, fueron escasísimos en sus principios, y no se enriquecieron, sino á medida que los conocimientos se propagaron entre los pueblos que los hablaban. Seamos imparciales, y confesemos que todas las naciones, sean Americanas, Européas, ó Asiaticas, han sido semejantísimas en el estado selvatico, del qual ninguna ha tenido el privilegio de exîmirse. Desaprobemos tambien la sorpresa de aquellos escritores que se admiran de las lenguas, y las costumbres de los salvages americanos, como si jamas hubiesen habido, ó no hubiesen al presente otros salvages en el antiguo continente, cuyos usos, é idiomas son igualmente reprehensibles. Apenas se hallará una costumbre entre los Americanos, que no se encuentre la misma, ó la ánologa en las demas partes de la tierra. Si el Dot. Robertson hubiese querido hacer esta confrontacion, no habria tenido ocasion de ponderar con exceso la rudeza y estravagancia de los salvages americanos. Basta leer con alguna atencion la coleccion general de los viages para convencerse de esta verdad, la qual, por otra parte ha sido expuesta en toda su luz por el célebre Señor Conde Juan Rinaldo Carli en sus eruditas y filosóficas Cartas Americanas.

FIN.

Notas del autor[editar]

  1. El primer presente de todos los verbos se usa regularmente como el preterito compuesto; así elum significa yo doy, y he dado. El segundo presente es aquel que denota simplemente actualidad.

Notas del traductor[editar]