Descúbrasse el pensamiento
Apariencia
Descúbrasse el pensamiento de mi secreto cuydado, pues descubren mis dolores mi bivir desesperado. Que una señora a quien sirvo mi servir tiene olvidado; con mi muerte mi servicio ha de ser galardonado. Si días m'á dado tristes, las noches nunca he holgado; su beldad me hizo suyo, hermosura en tanto grado quen su gesto muy hermoso el de Dios está esmaltado. De sus gracias excelentes todo el mundo está espantado; su crueldad está secreta y mi mal muy publicado. ¡Dolor de mí, que me veo suyo de fuerça, de grado! ¡Ay de mí, que la miré para bivir lastimado! Triste, ya sin esperança, loco amador desamado, aborrecido, cativo, más que todos desdichado. Pues que no sé desamar, ¿para qué fue namorado?, ¿para llorar y plañir gloria del tiempo passado?, ¿para pesar y dolor siempre tener acordado? Ningún remedio ventura para mi mal ha dexado. Consejos m'án hecho triste, consuelos, desconsolado; con los muertos ando bivo y con los bivos finado. ¡Ved si vieron los nacidos vida de hombre más penado! La sepultura fallesce, quel bivir es acabado; dádgela, señora, vos, pues la muerte le avéys dado. Sed piadosa en el morir, pues la vida os ha enojado, y mandad poner encima, por armas y por ditado, de letras negras escritas: "Aquí yaze sepultado quien murió, en cuyo servicio nunca le vieron mudado."
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