Diario Oficial de El Salvador/Tomo 36/Número 125
Sección Oficial[editar]
Poder Ejecutivo[editar]
Ministerio general[editar]
Por cuanto: el acta del día 29 de abril último desconoce el Gobierno de los Generales don Carlos y don Antonio Ezeta, fundándose en que ese Gobierno ha llegado á ser intolerable al país, por el despotismo y violencias con que han caracterizado su administración.
Por cuanto: está en la conciencia de todos los pueblos de la República, que la separación del poder de los Generales Ezetas, es un medio necesario, ineludible, para restablecer el orden constitucional, separación que se funda en el derecho de insurrección consignado en la Constitución del país; y
Por cuanto: el acta memorada me llama al ejercicio del Poder Supremo.
Por tanto,
Art. 1º Asumo dicho poder y la anterioridad que se me confiere, quedando de esta fecha inaugurado el Gobierno Provisional de la República, que toma á su cargo restablecer el régimen constitucional, y dictará las leyes que promuevan el bien del Estado.
Art. 2º Hanse por separados de la Presidencia y Vice-Presidencia de la República, á los Generales don Carlos y don Antonio Ezeta.
Art. 3º Nómbrase Ministro general al señor General don Estanislao Perez.
Lo tendrá entendido, para su cumplimiento, el Secretario general interino doctor don Cornelio Lemus.
Dado en la ciudad de Santa Ana, á primero de mayo de mil ochocientos noventa y cuatro.
Rafael A. Gutiérrez.
Lemus.
En atención á los méritos, patriotismo y demás aptitudes que concurren en el señor don Pedro José Escalón, el Supremo Gobierno Provisional, acuerda: nombrarlo Administrador de Rentas de esta ciudad, con el sueldo de ley, que empezará a correr desde el primero de este mes, debiendo, en su oportunidad, rendir la fianza de ley.—Comuníquese.
(Rubricado por el señor Presidente.)
Lemus.
El Supremo Gobierno Provisional, en consideración á la inteligencia, laboriosidad y patriotismo que concurren en el señor doctor don Miguel Chacón, acuerda: nombrarlo Auditor General de Guerra, con el sueldo de ley, que empezará á disfrutar desde el 30 de abril, fecha en que comenzó á ejercer su destino.—Comuníquese.
(Rubricado por el señor Presidente.)
Lemus.
El Gobierno Provisional, atendiendo á la ilustración y demás méritos que concurren en el señor Dr. don Prudencio Alfaro, acuerda: nombrarlo Secretario Privado del señor Presidente Provisional, con el sueldo de ley, excitando su patriotismo para la aceptación del nombramiento que se le confiere.—Comuníquese.
(Rubricado por el señor Presidente.)
Lemus.
En atención al patriotismo y demás aptitudes que reune el Señor Coronel don Mariano Morán, el Gobierno Provisional, acuerda: conferirle el nombramiento de Gobernador y Comandante General de este departamento, debiendo gozar del sueldo de ley, desde el día veintinueve de abril próximo pasado, fecha en que comenzó á ejercer sus funciones.—Comuníquese.
(Rubricado por el señor Presidente.)
Lemus.
16 de junio de 1894.
El Poder Ejecutivo, en cumplimiento de los artículos 85 y 91 de la Constitución Política de la República, acuerda: nombrar los miembros del Gabinete en la forma siguiente: Doctor Jacinto Castellanos, Secretario de Estado en los Despachos de Relaciones Exteriores, Instrucción Pública y Justicia; Doctor Cornelio Lemus, Secretario de Estado en los Despachos de Hacienda, Crédito Público, Fomento, y Beneficencia; General Estanislao Pérez, Secretario de Estado en los Despachos de Guerra y Marina; y Doctor don Prudencio Alfaro, Secretario de Estado en el Despacho de Gobernación.—Comuníquese.
(Rubricado por el señor Presidente.)
Pérez.
Secretaría de relaciones exteriores, instrucción pública, y justicia[editar]
riores, instruccion publica y jus-
ticia.
El Salvador.
Grande y buen amigo:
Una insurrección popular puso fin á la más odiosa tiranía que rejistra la historia de El Salvador, ejercida por los hermanos Carlos y Antonio Ezeta.
Tuve la honra de dirigir el movimiento revolucionario que llevó á cabo aquella obra del patriotismo, y de ser aclamado por los pueblos para desempeñar provisionalmente la primera Magistratura de la Nación.
En el ejercicio de mis funciones, uno de mis principales cuidados, será cultivar y estrechar las buenas relaciones que felizmente han existido entre esa Nación y El Salvador y restablecer en el interior el imperio de la ley y de la justicia.
Rogando al Todopoderoso por la dicha personal de Vuecencia y la prosperidad de la Nación que le ha confiado sus destinos, me suscribo su
Leal y buen amigo,
(F) R. A. Gutiérrez.
(R) Jacinto Castellanos.
Palacio del Ejecutivo: San Salvador, 17 junio 1894.
Cansado el pueblo salvadoreño de sufrir durante cuatro años el paso de un odioso despotismo, dió el grito de la insurrección en la ciudad de Santa Ana la noche del 29 de abril del año corriente. El General Carlos Ezeta, que á semejanza de todos los tiranos, para infundir el terror y conservar el Poder á despecho de la opinión pública, había consagrado especialmente su atención á la organización de un ejército relativamente poderoso, convirtiendo á la Repùblica en un vasto campamento militar, logró poner en armas como veinticinco mil hombres, halagándolos para mantenerlos fieles, con el saqueo de la ciudad sublevada y la distribución de las propiedades de sus moradores y con la ruin satisfacción de otras innobles pasiones.
Una lucha sin precedente en la historia de Centro-América, tanto por el número de combatientes, como por el de víctimas sacrificadas, tuvo lugar desde el treinta del mismo abril hasta principios del corriente. Por un lado, el hábito de obediencia y el halago del pillaje; y del otro, el espíritu de patriotismo y la defensa de sus más caros intereses, estimulando el proverbial valor de los salvadoreños, dió el doloroso resultado de causar una baja en las huestes pretorianas de cerca de un treinta por ciento. Tamaños desastres en la no interrumpida serie de victorias obtenidas por el ejército libertador, causó al fin el desaliento en los defensores de la tiranía; la insurrección se hizo general y penetró hasta el corazón e la República. El déspota, entonces apoderándose previamente de los caudales públicos, se fugó en la noche del 3 del actual embarcándose al siguiente día á bordo del vapor "Lavinia".
Al esparcirse tal noticia, un grito de júbilo resonó en todos los ámbitos de la República. El eximio General don Rafael A. Gutiérrez, Jefe de la insurrección, que con tanto acierto dirigió las operaciones de la guerra, hizo su entrada triunfal á esta ciudad en la mañana del 10 del corriente, en medio del as aclamaciones de un pueblo entusiasta y agradecido. Proclamado Presidente Provisional de la República, ha comenzado á ejercer sus elevadas funciones dando garantías á todos los vencidos, sin que haya que lamentar el más insignificante acto de violencia: la tranquilidad y confianza se han restablecido, y dentro de estos pocos días empiezan á funcionar todos los servicios de la administración públcia.
Tales son en compendio, señor Ministro, los sucesos que han tenido lugar en la República, y dado origen á la nueva administración que se inaugura.
El Presidente Provisional me ha dado instrucciones para ponerlos en conocimiento de Vuestra Excelencia, manifestarle al propio tiempo que tendrá particular satisfacción en cultivar las más francas y cordiales relaciones con el Gobierno que Vuestra Excelencia dignamente representa.
A mi vez, nombrado Ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de la República, haré de mi parte todo cuanto pueda para contribuir á los propósitos del Presidente.
Con la más alta consideración, tengo la honra de suscribirme de Vuestra Excelencia muy atento servidor.
Por las publicaciones de la prensa é informes particulares, V. E. habrá estado al corriente del desarrollo y término de la revolución popular iniciada en la ciudad de Santa Ana el 29 de Abril del año corriente, con el objeto de derrocar el Gobierno presidido por el General don Carlos Ezeta, cuya tiranía en el interior y política agresiva en el exterior había colmado la medida del sufrimiento é infundido desconfianzas á los Gobiernos vecinos.
El triunfo de las armas del ejército revolucionario en una serie no interrumpida de combates librados en los alrededores de Santa Ana, Cojutepeque y otros puntos de la República, desconcertó por completo al General Ezeta, quien se fugó e esta capital en la noche del 3 del actual, embarcándose al siguiente día á bordo del vapor "Lavinia," sin depositar el Poder y quedando el país en acefalía.
El General don Rafael A. Gutiérrez, iniciador del movimiento revolucionario, fue proclamado desde un principio por los departamentos occidentales, Presidente Provisional; y su autoridad ha sido reconocida por todas las poblaciones de la República, hallándose á la fecha, establecida completamente la paz y la tranquilidad y gozando naturales y extranjeros de perfectas garantías en sus personas y propiedades.
El Gobierno del General Gutiérrez tiene el firme propósito de consagrarse á la reconstrucción del país, teniendo por norte la Constitución y las leyes, y cultivar con todos los Gobiernos, pero especialmente con sus hermanos de Centro-América, la más franca y cordial amistad, alejando toda causa y orillando cualquier dificultad que pudiera entibiar ó debilitar aquel sentimiento.
Las revoluciones habidas en Centro-América, en el último lustro, han producido á no dudarlo, descrédito en el exterior; pero ya que en la actualidad todas las Secciones de Centro-América tienen á su frente Gobernantes que cuentan con el indestructible apoyo de la opinión pública y están exclusivamente dedicados á promover su adelanto y progreso, es de esperarse fundamente que la paz reinará por muchos años. A este fin el Gobierno de El Salvador contribuirá eficazmente, poniendo de su parte todos los medios que conduzcan á realizarlo.
El infrascrito, que ha merecido la confianza del Presidente para desempeñar el Ministerio de Relaciones Exteriores, tendrá particular satisfacción en coadyuvar á tan importante propósito, ofreciendo á V. E. la mayor lealtad en las relaciones con que V. E. se digne honrarlo.
Por primera vez tengo el honor de suscribirme de V. E. con la más alta consideración, muy atento servidor.
Secretaría de hacienda, crédito público, fomento y beneficencia[editar]
credito publico, fomento.
y beneficencia.
San Salvador, 18 de junio de 1894.
En atención á los méritos, patriotismo y aptitudes que concurren en el señor don Carlos d'Aubuisson, el Supremo Gobierno Provisional ha tenido á bien acordar: nombrarle Administrador de la Aduana de Acajutla, con el sueldo de ley; debiendo rendir previamente la fianza que asegure los intereses fiscales.—Comuníquese.
(Rubricado por el señor Presidente).
Lemus.