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Discurso sobre el fomento de la Industria popular: 21

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Capítulo XIX

Se han tocado hasta aquí los medios más generales que pueden adelantar la industria popular. Mas serían del todo inútiles si las Provincias carecen de un órgano instruido y patriótico que acomode estas y otras ideas en todo o en parte a la situación, clima, frutos, industria y población relativa de cada Provincia.

La que está situada en costa de mar tiene en la pesca una industria muy principal. La navegación y el comercio marítimo son otros ramos que aumentan los objetos y atenciones el Gobierno.

Las Provincias que tienen establecidos riegos o las lluviosas pueden llevar frutos que no convienen a los terrenos secos. Es por lo mismo necesario variar la industria de modo que nunca se emprenda la que sea repugnante al clima. Con esta advertencia conviene leer los libros, especialmente los de agricultura, porque de otro modo se cometerán notables yerros.

Cuando ciertos frutos y primeras materias abundan en una Provincia, en su beneficio debe aplicarse la primera atención. Aunque el esparto sea inferior al cáñamo, si crece solo el esparto en abundancia conviene sacar de él todo el partido posible y por la misma razón se ha de cultivar el cáñamo si viene mejor que el lino y reducirle a manufactura.

Los Árabes cultivaban en España, y consta de Ebn-el-Auan, el algodón, y ahora apenas se conoce esta cosecha, y si alguna hay en Andalucía no se sabe hilar y beneficiar, tanto ha retrocedido entre nosotros la industria. No se ha de inferir tampoco, porque alguna Provincia carezca de algún fruto, que no vendrá en ella. Es prudente reserva acudir a la experiencia.

Donde ciertas industrias se hallan ya bien conocidas, es más seguro dedicarse con preferencia a su propagación y perfección, por la mayor facilidad que trae siempre el mejorar las cosas que establecerlas de nuevo.

La forma de la población presenta muy diferente proporción a las industrias. La dispersa en aldeas cortas es propia para fábricas ordinarias, unidas a la labranza. Las Provincias llenas de ciudades y villas grandes admiten en tales poblaciones numerosas las fábricas finas, y los demás pueblos cortos entran en la regla general.

De esta variedad de hechos y circunstancias no es dado a un hombre solo su indagación, ni es la obra de un examen superficial.

Queda propuesta (en el cap. 14) la utilidad de establecer una Sociedad Económica de Amigos del País en cada Provincia. Sus primarias ocupaciones podrían ser estas indagaciones, tomando una puntuales razones del estado actual de la respectiva Provincia en los ramos que van indicados y de otras particularidades que les dictará su aplicación y práctica noticia del país.

Donde hay leña y agua en abundancia puede promoverse la quinquillería y en especial la fábrica de todos los muebles e instrumentos de hierro, acero y otros metales. En los puertos de mar pueden promoverse Ebanistas con las maderas de Indias. Todos estos materiales se hallan en los vastos dominios del Rey. El amor de Carlos III es constante y sus sobresalientes talentos para promoverlos. A nosotros, pues, debemos imputarnos si en alguno de estos ramos no hay el adelantamiento a que con ventaja de las otras Naciones nos convida la abundancia y la dilatación del Estado. Imperium occeano, famani qui terminet astris (Virg. Aen. lib. I, v. 87).