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El Ferrocarril de Bilbao considerado con relación a los intereses de Vizcaya y Álava

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== Texto de título ==

EL FERRO-CARRIL

DE

BILBAO,

CONSIDERADO


con relacion á los intereses de Vizcaya y Alava.

VITORIA

IMPRENTA DE LA VIUDA DE MANTELI E HIJOS

1857
Ha llegado el momento de decir la verdad sin ambages

ni rodeos, y á esta estremidad, que hemos rehuido hace tiempo, nos ha traido la obstinacion de un pueblo que sobreponiéndose á los intereses de dos provincias, quiere á todo trance hacernos servir de dócil instrumento á sus planes : agenos á las pequeñas rencillas y preocupaciones de campanario , sentiremos que una sola de nuestras palabras pueda ofender en lo mas mínimo á sus hijos que apreciamos y admiramos por muchas de sus dotes ; pero ante la defensa de respetables intereses que se intenta atropellar no nos es dado permanecer en silencio.

Desde que en nuestras provincias se ha hablado de caminos de fierro, hemos presenciado en Vizcaya un hecho anómalo y singular. En tanto que la capital Bilbao aplaudía y trabajaba por crear ese espíritu de mejora y adelanto ; en tanto que sus hijos llenos de entusiasmo movían á los alaveses y castellanos estimulándolos á tomar parte en la empresa , los habitantes del Señorío no ya solo permanecían apáticos , sino que miraban con ceño y prevención este proyecto : Vizcaya no pedía, no quería la vía férrea. Esta es una verdad por mas que ad mire á los profanos que consideran nuestras cosas desde lejos.

¿Por qué razón Vizcaya, una de las provincias mas ilustradas de la Península, no acogía desde luego esta moderna palanca de civilización y riqueza? No entra en nuestro propósito investigar las causas que á ello pudieran moverla, y solo nos cumple el dejar sentado este hecho, que nadie podrá negar de buena fé.

Solos los bilbaínos en la empresa , aunque en las diversas concesiones sonara el nombre de Vizcaya , á ellos se debe cuanto se ha hecho y trabajado en este asunto : Bilbao estaba separado de la provincia , trabajaba por su cuenta y riesgo. Pero han pasado algunos años desde que se inició esta cuestión y aunque lenta una reacción sorda fermenta en el país, y á no dudarlo si hoy se consulta su opinión, lejos de rechazar un camino que pusiera gran parte de su territorio en comunicación con la vía ,-lo acogería con placer y sin ser profetas nos atrevemos á asegurar que muy en breve esa benevolencia se trocará ó en un deseo ardiente , ó en un tardío arrepentimiento que podrá ser causa de no pequeños disgustos.

Vizcaya no ha visto la gran partida que se juega en estos momentos , juego en que va envuelto todo su porvenir

una vez echados los dados ya el mal es irreparable.

Vizcaya se mostró apática y recelosa al oír hablar de caminos de fierro y no quiso abrirle sus valles y sus pueblos : Bilbao por su situación mercantil midió desde luego su inmensa importancia, é hizo de él cuestión de vida ó muerte; y al ver la estraña posición en que se colocaba la provincia , proyectó un camino para su exclusivo servicio y el que mas cuadraba á sus intereses.

¿Y Vizcaya verá indiferente fallarse esta inmensa cuestión y permanecerá con los brazos cruzados? ¿Es esta por ventura una de esas resoluciones en que cabe enmienda una vez adoptada? Hecho el camino á Miranda , los vizcainos han renunciado para siempre á este medio de comunicación y prosperidad ; resolución grave y digna de meditarse: con detenimiento pues se trata de. grandes ventajas : resolución importante capaz de echar un borrón en su historia si consideramos que juegan la suerte de las generaciones venideras. Y esto es una realidad no una hipérbole; un comino de fierro no es una de esas obras que se improvisan ó se rehacen y multiplican; una generación lo crea y pasarán muchas generaciones antes que otros carriles marchen en la misma dirección. Solo á alguno de esos grandes emporios comerciales les es dado tener dos caminos para un mismo punto, y aun esos son cortos y alguno de ellos siempre se resiente de la rivalidad. Bilbao proyectó un camino para su exclusivo útil nos parece detenernos en demostrarlo, pues basta una rápida ojeada sobre el trazado para con= vencerse que la provincia está apartada de la línea. Vizcaya forma en su estremo una estrecha garganta que comunica con las Encartaciones ; este istmo es el que ha de cortar el camino ; este el espacio que ha de correr en el solar vizcaíno, distancia que en línea recta alcanzará á lo sumo á dos ó tres leguas y en donde no encontramos población alguna.

La línea parte de Bilbao siguiendo las orillas del Nervión que cruza repetidas veces oprimida por las angosturas del río y sus violentos giros. Sube con pendientes que van al 13 y 14 por mil, y desde Orduña con grandes rodeos y forzando las pendientes al 19 y 20 por mil lame esa mole llamada Peña de Orduña. Alcanza por fin la divisoria entre el Océano y el Mediterráneo entre Gujuli é Izarra á 599 metros sobre el mar, dirigiéndose al desfiladero de Techa donde marcha por la estrecha gar- ganta que apenas basta ú las aguas del Bayas que va siguiendo con cortas pendientes pero no pequeñas dificultades.

Este proyecto del ingeniero Sr. Sta. Cruz, solo mi= de 97 kilómetros de Bilbao á Miranda, distancia que fuera preciso alargar el día que tratara de realizarse para suavizar los fuertes pendientes y que alcanzaría lo menos los 117 kilómetros del proyecto del ingeniero ingles Ross, cuyo trazado es idéntico á muy cortas excepciones al del Sr. Sta, Cruz. Aunque nuestras observaciones no lleven por desgracia el sello de la ciencia , basta el mas vulgar sentido común para comprender las enormes dificultades del trazado que someramente acabamos de indicar ; no nos detendremos pues á ponerlas en relieve que bastan por sí solas y sin mas comentarios ni cifras á espantar no ya solo á los legos sino á los hombres especiales acostumbrados á vencerlas. Diremos sí, que fuera de los puntos extremos Bilbao y Miranda, no alcanza el trazado en su gran desarrollo mas pueblo que Orduña; ni valles , ni campos, ni producciones , ni fábricas que hacer valer; pues indudablemente son el país mas áspero, mas desierto y miserable estas catorce leguas que recorre del territorio alavés: en una palabra, se trata de llegar desde Bilbao á Miranda sin tener para nada en cuenta el espacio medio. Este ferro-carril no es vizcaíno, pues Vizcaya no sospecha que pasa por su territorio hasta que alcanza la estación de Bilbao: no es alavés, pues solo le proporcionará el beneficio de una larga columna de humo y el animar las soledades de Cuartango con el silbido de las máquinas.

Y ¿tal es la importancia del pueblo para el que se proyecta que deban anteponerse sus caprichos á los intereses de toda Vizcaya y á la conveniencia de Álava? ¿Pretendemos acaso que la activa y rica Bilbao una de las mas preciadas joyas de nuestras montañas quede aislada y muerto en medio de la prosperidad que otros pueblos se prometen? Nadie querrá hacernos esa injuria: deseamos y lo decimos con verdad, anhelamos por ver recompensados los esfuerzos y actividad de sus entusiastas hijos: queremos para su puerto el mas vasto comercio, la prosperidad mas grande; pero nos rebelamos ante un exclusivismo ciego: lleguen á Bilbao las locomotoras, pero al ponerlo en contacto con el mundo, no quede abandonada Vizcaya, no se prescinda de Álava, Bilbao es un pueblo grande y rico; pero Vizcaya y Álava juntas son mas ricas y mas grandes: ¿por qué pues no contar para nada con ellas? ¿Por ventura la línea de Orduña es la sola posible? ¿Se halla cercada Vizcaya de ton eleva- das montañas que no sea posible penetrar en su territorio? Prueba bien patente de lo contrario son el trazado y estudios del ingeniero D. Félix Uhagon.

Este proyecto, al arrancar de Vitoria, pasa inmediato á Gamarra mayor y menor, Retana, los dos Miñanos, Luco, Urbina, Urrúnaga, Villareal, Ochandiano, y llega á la divisoria en el alto de Urquiola con solo una pendiente de 12,6 por mil en dos y medio kilómetros. Desde la divisoria desciende ya al rio Durango, y faldeando con frecuentes rodeos por las laderas del rio Dima y del Arratia, pasa junto á las poblaciones de Ceanuri, Villaro, Dima, Yurre, Lemona, Vedia y Artunduaga. Sus pendientes en este trazo varían del 16 al 11 por aunque interpolados trechos horizontales ó de una inclinación del 5 al 8 por mil.

Desde la unión de los ríos Arratia y Durango, se dirige el camino á Bilbao por las orillas del último rio hasta su confluencia con el Nervión, donde se reúne al trazado del Sr. Santa Cruz que hemos indicado. Esta línea tiene 91 kilómetros desde Vitoria á Bilbao, 26 kilómetros menos que el trazado Ross, y solo alarga la distancia de Miranda á Bilbao en 7 kilómetros. Este camino coloca á Vizcaya en contacto con la línea, es una vía completamente provincial y pone á Vitoria, punto importante, en relación directa con un puerto cercano: Vitoria, centro de grandes comunicaciones y de donde irradian numerosas carreteras á Rioja y Navarra. La empresa que ha de tomar á su cargo el camino de Bilbao, encuentra un ahorro de 26 kilómetros de ferro-carril, que convertidos en guarismos, bien puede asegurarse sumarán 26 ó 30 millones, y de la comparación con el trazo directo á Miranda solo resulta que se separa 7 kilómetros, es decir legua y cuarto, No acabamos de comprender el tenaz empeño de Bilbao en sobreponerse á consideraciones tan obvias y esa resolución temeraria de romper lanzas con Vizcaya y Álava. Si llevamos la línea á Vitoria, nos dirán, para echar nuestras mercancías en el camino de Miranda á Tudela, habremos de posar por una vía que pertenece á otra em- presa, en la cual tenemos 33 kilómetros que recorrer? Esta es la única objeción que se nos ocurre y que no creemos muy fundada. ¿Por ventura la empresa de la línea del Norte tendrá tarifas más elevadas que las del camino de Bilbao? Cierto que no. ¿Podrá imponer á las procedencias de aquel puerto mayor porte que al resto de los vagones que recorran su línea? Nadie se atreverá á decirlo, y la empresa aunque quisiera no podrá hacerlo. Luego el comercio nada perderá en ello, y en cambio de 7 kilómetros al dirigirse á Mirando, tendrá á Vizcaya todo en contacto con la capital, y á su extremo Vitoria, cuya importancia como punto central de comunicaciones, no necesitemos encarecer, y que devolverá con creces á no dudarlo un ton pequeño rodeo. ¿Y acaso en un porvenir no muy lejano vendrán las mercancías de Tudela á Miranda por el camino de fierro? ¿El día en que el Ebro analice, y se canalizará, vendrá una arroba sobre carriles, gastando vapor, teniendo el rio-canal medio de trasporte el mas económico de los conocidos? Desde ese momento, la línea de Bilbao á Tudela tendrá una solución de continuidad, y tanto monta se halle en Miranda ó en Vitoria. No dependerá, no, de 7 kilómetros la prosperidad de los puertos: aquel se llevará la palma que presente el mas cómodo y seguro fondeadero, aquel cuyos habitantes sepan atraer al comercio con su actividad. Nos abstenemos de hablar de un camino aun más central en Vizcaya, que legando á Elorrio y Durango, atravesará aquellas ricas é importantes comarcas: sin da- Los fijos para hacerlo, pues no están hechos los estudios, nos limitaremos á pedir que se hagan antes de fallar en este asunto. Hay muchas personas que aconsejan no debe combatirse la línea que proyecta Bilbao: que solo debemos limitarnos á protestar contra el pago de la subvención y negarnos á dar un solo real, como tenemos derecho á hacerlo, convencidos que Vitoria reportará grandes ventajas, y que Bilbao llevará en ello el justo castigo de su desvío á los intereses del país. Y no se crea que se fundan en vulgaridades ó sofismas: sus argumentos son claros y están basados en cálculos por cierto bien sencillos. La línea de Bilbao á Miranda por Orduña, dicen tendrá una vez realizada 20 leguas: una arroba costará según las dificultades y capital necesario al camino, 3 mrs. por legua luego el porte de una arroba de Bilbao á Miranda importará 60 maravedís.

El porte de una arroba de Vitoria á Bilbao es un real en tiempos normales y mañana que se montara una empresa podría sin duda, combinando sus servicios, hacer el acarreo por 7 cuartos arroba, llevándola en 24 horas á lo sumo. Resultará que por el actual sistema de tracción podemos poner desde Vitoria una arroba en Bilbao con una economía de 32 mrs. comparado al coste que tendrá la misma desde Miranda llevada á Bilbao por el camino que se proyecta. Calculando que esa arroba venga á Vitoria desde Miranda por el ferro-carril del Norte, costará á su llegada 18 mrs, y siguiendo con otros 28 mrs. por carros sumará 46 mrs, coste total porte de esa unidad desde Miranda á Bilbao por Vitoria, siendo 60 mrs. lo que costaría llevada á Bilbao por Orduña.

¿Y qué camino podrá resistir á una competencia de 14 mrs, en arroba sobre géneros de corto valor, ó sea grueso trasporte y en tan corto espacio? Porque 10, 20, 30 horas de mas empleadas en el trasporte, nada significan en los artículos que alimentan el mercado de Bilbao, como harinas, bacalao, trigos Kc. En los caminos de fierro el movimiento ó trasporte de viajeros constituye en general las cinco octavas partes del producto y ganancias: en el camino que se proyecta la cifra de viajeros será nula 6 muy reducida no teniendo mas objeto que el servicio de los vecinos de Bilbao y los que vayan 4 él por sus negocios : en el tránsito pueden ahorrarse lo- das las estaciones, pues en balde llamarán los conducto= res á los pobres habitantes de aquellos riscos.

Sentimos tener que consignar estas consideraciones lisonjeras; pero como miramos la cuestión desde panto de vista mas elevado que los intereses de un pueblo siquiera sea el nuestro, mas y mas se acrece el convencimiento que del modo de resolverla dependerá la suerte de dos provincias. Condensando en breves palabras nuestra opinión diremos:

Que Vizcaya no sospecha la inmensa portan de la cuestión que hoy se agita, y si la conoce y permanece apática, la vaticinamos un tardío arrepentimiento y una falta grave de que podrán pedirla estrecha cuenta las generaciones venideras.

Que el trazado que proclama Bilbao es un camino de exclusivo servicio para su puerto sin que Vizcaya se aproveche de él, pues pasa fuera de sus valles y pueblos, recorriendo lo mas áspero y deshabitado de Álava, que no solo se niega á toda subvención sino que al ver se prescinde completamente de ella, se opondrá en cuanto alcancen sus fuerzas consiguiendo Bilbao el crear una irritación hasta hoy desconocida.

Que esta línea es dificultosa siendo mucho mas provincial y conveniente el trazado ya estudiado de Arratia y lo sea quizás el de Durango.

Finalmente: que cuando hayan obtenido el fin que se proponen hollando los intereses y conveniencia de dos provincias enteras, los resultados de su camino serán cuando menos problemáticos si no nulos, habiendo empleado en él las fuerzas productoras de un pueblo entusiasta y rico.

Vitoria 26 de Mayo de 1857.-Ladislao de Velasco y Cuesta,