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El Naturalista Argentino/Miscelánea (III)

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Nota: Se respeta la ortografía original de la época

Miscelánea

«Anales de la Sociedad Científica Argentina»—La segunda entrega del tomo V, trae materiales que no pueden ménos de interesarnos, y de producirnos suma complacencia.

Publican, en primer lugar, [V. pág. 61], la nota en que el Sr. D. Ramon Lista, miembro de la Sociedad Científica, solicita la ayuda de esta para lanzarse á la misteriosa region de los falsos gigantes, la desierta Patagonia, conocida muy superficialmente aún, merced solo á las investigaciones de los naturalistas extrangeros D'Orbigny, Darwin, Bravard, King etc., á los loables esfuerzos de nuestro compatriota y colega el Sr. D. Francisco P. Moreno, y á la audacia de otros viageros, y que tantas sorpresas guarda para las ciencias físicas en el seno de sus agrestes soledades. El Sr Lista se propone realizar un vasto plan, demasiado vasto tal vez. Tememos que no sea suficiente toda su actividad para llenar su objeto; creemos que debió buscar auxiliares, a fin de, repartiendo el trabajo, no exponerse á que la cosecha no se halle á la altura de su noble empresa. Abriga grandes esperanzas de contribuir con importantes descubrimientos al adelanto de la geografía, la botánica, la zoología, la geología y la antropología, y promete redactar la relacion de su viage. Las colecciones que reuna serán divididas entre el explorador y la Sociedad Científica Argentina; esta entregará indudablemente su parte, exceptuando la mineralógica, á los Museos Públicos, pues así lo establece el artículo 35 de su reglamento, últimamente reformado. La digna asociacion de que es miembro el Sr. Lista, resolvió, por unanimidad, acceder á sus deseos, de manera que en este momento ha de hallarse empeñado en el cumplimiento del compromiso que ha contraido con sus compañeros y con todos los hombres que respiran el aire regenerador de los conocimientos positivos. Los diarios nos anunciaron que la sublevacion de Punta Arenas le habia detenido momentáneamente, y que con este motivo regresó a Buenos Aires, mas en seguida nos comunicaron que habia partido con ánimo de realizar su hermoso ideal. Hacemos votos por que nuestras dudas no séan ratificadas por los hechos, y por que, muy por el contrario, nuestro jóven compatriota vuelva a esta capital cargado de tesoros científicos, y saludamos en él á un nuevo preparador del porvenir, y á un nuevo demostrador de que si los descendientes de los iberos saben hacer brillar sus armas en las crestas de los montes ó agitar las multitudes en las luchas políticas, saben tambien colocar su hoja de laurel en la frente de Minerva. No sabemos de lo que es capaz el Sr. Lista, mas bástanos conocer su buena voluntad para tributarle nuestro aplauso, si no de gran valor, verdaderamente sincero.

—Luego viene (pg. 87-96) el principio de un catálogo sistemático y descriptivo titulado Contribuciones á la flora del Paraguay, obra del Sr. D. Domingo Parodi, caballero que ya ha dado publicidad a otros estudios botánicos suyos, por ejemplo, Notas sobre algunas plantas usuales del Paraguay, de Corrientes y de Misiones, enumeracion arreglada por órden alfabético de todos los vejetales medicinales, ó útiles al hombre por cualquier otro concepto, que crecen en aquellos países. El que ahora ha comenzado á publicar trata de siete familias, ú órdenes, á saber, Urticeas, Ulmaceas, Aristoloquieas, Eleagnaceas, Fitolacaceas, Begoniaceas y Nictagineas, y está escrito en latin. En esta entrega de los Anales Científicos han aparecido las descripciones de todas las Urticeas y las de varias Ulmaceas, en todo las de 16 especies, varias de ellas nuevas.

—El tercer artículo es el resultado de minuciosas investigaciones experimentales sobre la fisiologia del corazon embrionario ejecutadas por nuestro jóven compatriota el Dr. D. Roberto Wernike; sirvió de tésis al autor para obtener el grado de doctor en medicina y cirujía en la Universidad de Yena. Es un estudio de alta importancia científica.


Despues de haber escrito las líneas que preceden á estas, las cuales no aparecieron en el número anterior, por falta de espacio, recibimos, con sumo placer, las entregas 3 y 4, de la interesante revista, cuyo nombre sirve de epígrafe al presente artículo. En ella termina la publicacion de la disertacion fisiológica del Dr. D. Roberto Wernicke, continúan las Contribuciones a la flora del Paraguay de D. Domingo Parodi, y aparecen dos nuevos trabajos botánicos, el uno titulado Enumeracion de las Leguminosas halladas en la República Argentina, obra de D. O. Schnyder, el otro, «La Bombonasa» (Carludovica palmata Ruiz & Pavon), debido á la bien cortada pluma del mencionado Sr. Parodi.

Este botánico describe ó cita en la entrega de que nos ocupamos (V. Contribuciones &, p. 152-162), tres Ulmaceas, todas del género «Tala » (Celtis Linn.), seis Aristolochia, una Eleagnea (Eleagnus Paraguayensis Pdi sp. nov.), una Amentacea, ocho Poligoneas, y cinco Fitolacaceas, de las cuales una es el célebre «Ombú» [Pircunia dioica (Linn.) Mocq.], tan cantado por nuestros poétas, quienes le han supuesto, erróneamente, hijo de nuestras inmensas llanuras.

De estas 24 especies, trece llevan el nombre del autor, si bien de una no está seguro de que sea nueva, cinco no han sido determinadas específicamente, tres lo están, pero con duda, é igual número son ya conocidas.

El Sr. Schnyder, por su parte, manifiesta el muy loable propósito de dar a conocer todos los vejetales argentinos, publicando sucesivamente monografías de cada uno de los grupos que entran en la composicion de la flora de nuestro país. Por vía de introduccion á la monografía de nuestras Leguminosas, da una lista sistemática y sinonímica de las especies, en la cual incluye, á nuestro modo de ver innecesariamente, aquellas que han sido importadas de otros países, y de las cuales algunas se han aclimatado tan bien, que viven en estado silvestre. Esperamos que las especies exóticas no se incluirán en las monografías de la flora argentina, que ofrece publicar el autor. Por lo demas, nos felicitamos de que aumente el número de los que se dedican con empeño al estudio de las plantas del Rio de la Plata; á este paso no pasará mucho sin que se haya logrado formar el catálago de los séres que respiran el aire de nuestra patria.

—La entrega 3ª no contiene ningun articulo zoológico; en cambio la 4ª trae un prolijo estudio entomológico titulado El género Streblota Hb. y las Notodontinas de la República Argentina (p. 177-188), debido al jóven naturalista ruso Dr. D. Cárlos Berg, especialista en Lipidopterología, que ya lleva publicados varios trabajos serios sobre las mariposas (Lepidópteros) del país. El autor restablece el género Streblota (Hübner, 1816), suprimido sin razon por algunos entomólogos, y le describe con el suficiente detalle, así como tres especies que entran en él, de las cuales una (Str. bonaërensis) es nueya, y otras tres Notodontinas pertenecientes á los géneros Harpya (Ochs.), Hyboma (Hbn., 1816), y Thosea (Walk,). Las orugas de tres especies son descritas tambien por el Dr. Berg.

—En seguida de esta obrita viene un informe del Sr. D. Francisco P. Moreno sobre su viaje á Patagonia (Apuntes sobre las tierras patagónicas, p. 189-205), artículo escrito en un estilo bastante elegante, si bien no carece de los lunares debidos á nuestros numerosos modismos y á la casi exclusiva lectura de autores franceses ó de traducciones llenas de galicismos, que se observan en casi todos nuestros escritos. Mas séa de ello lo que fuere, esta no es una crítica y mucho ménos una crítica literaria. Nos limitaremos, pues, á anunciar, prescindiendo de los importantes descubrimientos geográficos de que da cuenta el denodado viajero, que este comunica algunas noticias sobre la vegetacion y la fauna del desierto que ha recorrido, y á recomendar á nuestros lectores que léan el artículo de que nos ocupamos, pues lo merece, y mucho.

—En esta entrega terminan las Contribuciones & del Sr. Parodi con la descripcion ó cita de 3 Fitolacaceas (una nueva), 4 Begonias (3 ó todas inéditas), y 7 Nictagineas (una nueva, tres sin especificar, y una con duda).

—En una noticia sobre la preparacion del Curare, comunicada por el Dr. Jobert á la Academia de Ciencias de París (Comptesrendues, Enero 1878), y que los Anales publican en las pg. 222 y 223, hay un error de clasificacion demasiado notable para que pueda pasar desapercibido. Trátase de un vegetal, con aspecto de Amarantacea, al cual se bautiza, si bien con signo de interrogacion, con el nombre de Didelphys cancrivora, es decir, con el de un mamífero marsupial! Además, Mucura, segun le denomina el autor, puede ser Micuré, nombre guaraní de todos los Didelphis.

Regreso del Sr. Lista—En la Prensa del 12 de este mes se leen las siguientes líneas relativas al viaje de que nos ocupamos en otro lugar.

Que traiga el joven explorador muchos tesoros científicos son nuestros deséos.

—Se encuentra en Montevideo detenido por la cuarentena aquí impuesta a las procedencias orientales, el jóven viajero argentino D. Ramon Lista, quien, auxiliado por el Gobierno Nacional y la Sociedad Científica, acaba de realizar un viage a la Patagonia Austral con resultados satisfactorios para la ciencia.

Durante su esploracion, que emprendió el 16 de Enero, dia en que desembarcó en la márgen izquierda del Rio Santa Cruz, acompañado del intrépido teniente de marina D. Cárlos Moyano,—ha recogido una gran cantidad de objetos arqueológicos, tales como puntas de flechas, rascadores, bolas perdidas y fragmentos de alfarería, encontrando las huellas de una raza prehistórica dolicocéfala (cabeza alargada), hoy completamente extinguida. Estudió las nacientes del importante Rio Santa Cruz.—Este rio arranca su nacimiento de la Cordillera, y corriendo de Oeste á Este desemboca en el Atlántico por los 50 grados 10 minutos de latitud, teniendo una considerable profundidad y una corriente de 7 millas por hora.

Llegó hasta Chicolokaiken, paradero de indios Tehuelches, á 20 millas de la Isla Pavon ó «Mildde Island» de las cartas inglesas. «Cerca de allí (le dice el Sr. Lista al Ministro de Instruccion Pública Dr. Gutierrez al comunicarle su regreso, en nota que tenemos a la vista), coloca Fizt-roy el pretendido paso de los indios—Indians Pass—; pero puedo asegurar á V. E., sin temor de -equivocarme, que no existe semejante paso, siendo muy profundo el rio en ese punto.»

El 12 de Febrero emprendió otra expedicion á «Mantiales», donde encontró varios indios, permaneciendo algunos dias, y el 17 comenzaba á remontar el rio Chico, llegando en tres dias á Mawatsch, de donde vió el volcan Chalten.

El rio Chico nace tambien en la Cordillera, por los 48 grados de latitud y corriendo de N. O. á S. E. desemboca en la bahía formada por el Santa Cruz; su corriente es de 3 á 4 millas por hora.

Tiene en sus orillas un valle fértil, de espléndidos campos, en el que una colonia estaría espléndidamente instalada.

Del rio Chico regresó el 28 a Santa Cruz y de allí por tierra á Punta Arenas, á donde llegó el 12 de Marzo para tomar el vapor que le ha conducido hasta Montevidéo.

Como resultado de su exploracion trae numerosas colecciones de rocas y vegetales, y una carta topográfica de los territorios recorridos.

Se vé, pues, que los deseos del Sr. Lista han sido coronados por el éxito, por lo cual le felicitamos sinceramente, así como a la Sociedad Científica Argentina, fomentadora entre sus miembros de esta clase de espediciones de las que tantas ventajas reporta el país.

Mas sobre el Podager nacunda (V.)—Despues de la publicacion de la entrega anterior, en la cual apareció una noticia sumaria sobre los hábitos de esta ave (V. p.65-69) el autor ha sabido que ella es comun en algunos puntos del interior del partido en que la vió.—D. Emilio Frers Lynch la observó cerca de la estancia de su padre (Cañada Bellaca), donde es abundante, y el jóven Rodolfo Gainza vió algunos individuos en los alrededores de la del suyo (Cañada Honda). Ademas, se lo ha comunicado que allí es conocida con el nombre de Dormilon, como en Buenos Aires, ó con el de Tucutucu.

Colaboracion—Recomendamos al lector el artículo, relativo al curioso modo de reproduccion llamado pædogenesis, con que nos ha favorecido el Dr. D. H. Weyenbergh. La exposicion de la materia es bastante elemental, de manera que cualquiera persona medianamente ilustrada podrá comprender el asunto con facilidad.

Aprovechamos la oportunidad para hacer otro tanto con el articulo que, sobre otro fenómeno, sumamente extraño tambien, el de la parthenogenesis, publicó el Dr. D. Cárlos Berg en los Anales Científicos Argentinos, entregas III y V (1874).

El Agricultor—Hemos recibido el primer número de esta revista quincenal, que promete ocuparse de ciencias, artes, industria y comercio. Su impresion es excelente, y contiene muy buenos grabados, asi como interesantes materiales, los cuales tienen cierto sabor de ciencia pura bastante pronunciado.

El Agricultor hace honor a sus fundadores, y será útil á los gremios a que está dedicado.

Diccionario geográfico é histórico del Rio de la Plata—Este es el título de una obra verdaderamente monumental, que ha comenzado á publicar su laborioso autor, el jóven D. C. L. Fregeiro, y que merece una decidida proteccion del público, porque su importancia es tal que no debe faltar en ninguna biblioteca.

Toca algunos puntos de nuestra competencia, por ejemplo, la descripcion de las razas humanas indígenas.

En la primera entrega trata de los Abipones y Agaces, pueblos salvages del Chaco.

Láminas iluminadas—En el número anterior comenzamos la série de planchas que representan los mamíferos argentinos. La que entonces publicamos ha sido tomada, exceptuando el paisage, de una obra del Dr. Brehm, célebre naturalista aleman; para la de ahora, sirvió de modelo un ejemplar del Museo Público. El texto correspondiente saldrá mas adelante.

La obra que emprendemos es de gran magnitud, pero confiamos en que, aumentando el público apoyo, nos será dado terminarla mas pronto de lo que a primera vista se creería.

Academia Argentina de Ciencias, Letras y Artes—A fines del mes próximo pasado se leyó en el seno de esta asociacion el Ensayo sobre los Mutilides del Baradero por Félix Lynch Arribálzaga, que hemos prometido á nuestros lectores.

E. L. A.