El Naturalista Argentino/Rápida ojeada sobre la fauna del Baradero

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Rápida ojeada sobre la fauna del Baradero [1]

por
ENRIQUE LYNCH ARRIBALZAGA [2]

PREFACIO

Dedicado de pocos años a esta parte al estudio de los séres que pueblan la Provincia de Buenos Aires, y particularmente a los que constituyen la fauna y la flora del Baradero, he llegado a reunir un modestísimo tesoro de conocimientos, de los cuales me propongo presentar ahora una parte, sin entrar en muchos detalles, y sin otro fin que el de que pueda servir de base á investigaciones ulteriores mias ó ajenas.

Siendo, como es, tan vasta la ciencia que de estas cuestiones se ocupa, natural es suponer que un hombre solo es absolutamente impotente para estudiarlas con profundidad, ó para detener mucho tiempo su atencion sobre objetos tan numerosos y variados.

De ahí han nacido las especialidades, las cuales, en virtud de la ley de division, extensiva a todo trabajo, se multiplican más y más a medida que la ciencia avanza en su luminosa carrera, que atesora objetos de estudio, y que tropieza con nuevos problemas á resolver.

Como quiera que, actualmente, mi objeto no es penetrar en los misterios de la organizacion y de sus admirables funciones, y á pesar de que sólo me propongo formar el catálogo metódico de los séres propios de una region limitada, la suma de trabajo es ya harto considerable, de manera que no me es dado sustraerme á la influencia de la indicada ley.

Me he visto, pues, en el curso de mis investigaciones, obligado á dedicarme á una especialidad. La Ornitología me sedujo al comenzarlas, mas, luego que me hallé en posesion de la lista, casi completa, de las aves del país, que conocí medianamente sus interesantes costumbres, que presenció sus tiernos amores en la época perfumada de la primavera y que las dulces notas de sus privilegiadas gargantas hubieron impresionado mi oído, las vivas tintas de las mariposas diurnas, dignas rivales de las corolas sobre que se posan, los metálicos colores de otros mil insectos, y sus hábitos que tanto dicen á quien los observa con paciencia, atrajeron mi atencion con poder irresistible.

En cuanto al mundo vegetal, por mas interés que su estudio ofrezca, me ha ocupado muy poco.

Es, pues, la Zoologia la parte de la Historia Natural á que me dedico por ahora, sin que por esto esté lejos de mí la intencion de observar algun dia la flora Baraderense.

La Zoologia es hoy una ciencia tan vasta, que una vida dedicada exclusivamente á la observacion de los organismos animales, á su fisiologia, al descubrimiento del verdadero plan de la naturaleza, al establecimiento de las homologías y analogías, y á la discusion de su orígen misterioso y oculto en la tenebrosa noche de los tiempos, se agotaría sin haber logrado apoderarse mas que de una pequeña parte de la verdad.

Su rápido y reciente desarrollo ha originado su division, y, actualmente, los zoólogos se reparten el dominio de la Mamalogía, de la Erpetología, de la Malacología, de la Aracnología y de otras muchas secciones, que a su vez se dividen y subdividen.

Entre ellas, una de las que mayor número de obreros cuenta, es la Entomología, ó sea la parte de la Zoologia que se ocupa del estudio de los insectos.

En el viejo mundo abundan las sociedades Entomológicas, y hasta en nuestro mismo país, donde hay tan pocos aficionados a las ciencias físicas, se ha fundado una en la ciudad de Córdoba, la cual, aunque ha presentado trabajos relativos á otros grupos de animales, ha publicado tambien varios, bastante importantes, sobre los de la clase de los Hexápodos o insectos propiamente dichos.

A la mencionada especialidad he dedicado yo mis desvelos, nutrido mi espíritu por la esperanza de poder proporcionar al mundo científico el conocimiento de numerosas especies aún no conocidas, y de revelarle el secreto, velado hasta ahora, de las costumbres, de las metamórfosis, y de la reproduccion de muchos insectos pertenecientes á grupos que solo son conocidos por su organizacion exterior.

No obstanie, en el presente ensayo me propongo hablar de las diferentes clases en que se divide el reino animal.

Su valor es bien mediano, su erudicion muy poca, y carece de otro mérito que el de poder servir de punto de partida á los nuevos estudios que se emprendan, relativos al mismo tema que yo me he atrevido á tratar.

I.

§ 1 La fauna del Baradero carece de rasgos característicos. Por los elementos que la componen, puede decirse que ella es intermedia entre la sub-tropical y la pampeana, aun cuando, á causa de nuestro [3] temperamento bastante cálido, de las plantas que aquí vegetan, y de otras circunstancias ya climatéricas, ya topográficas, predomine visiblemente el carácter sub-tropical.

Especies hay que, abrazando en su distribucion geográfica una extensa region, se encuentran al mismo tiempo aquí que en los Estados-Unidos. [4]

§ 2 Si se compara nuestra fauna con la de otros muchos países, y particularmente con la de las variadas comarcas europeas, no se tardará en advertir que ella es relativamente pobre bajo el punto de vista específico; pero, si se la considera bajo el genérico, notaráse muy luego que la ausencia de variacion antes observada se transforma en superabundancia.

Con efecto, muy pocos son los géneros naturales que cuentan con un considerable número de especies, de tal manera que el de estas últimas no excede en mucho al de los primeros.

Hay bastantes géneros que no cuentan sinó con una especie.

En cuanto a lo que á los órdenes, á las familias, etc., se refiere, trataré mas adelante de la manera cómo están representados y de su importancia relativa, considerada bajo el punto de vista de la cantidad de especies que en esta comarca se encuentran.

Respecto á las clases, tengo que decir, con la mayor parte de los que se ocupan de la observacion de las faunas locales, que la de los insectos se distingue entre todas por el número de sus especies y de sus individuos.

Como no se posée aún un catálogo completo de las especies que pueblan la region zoológica argentina, los datos que voy á dar sobre la proporcion entre los diversos grupos naturales no podrán ser muy numerosos y serán susceptibles de sufrir modificaciones.

Mas tarde, quizá me halle en estado de presentar un catálogo sistemáticamente ordenado de los animales propios de este partido.

§ 3 Antes de comenzar á estudiar una por una las diferentes clases en que el reino se divide, comunicaré la observacion de un hecho que, aunque de sencilla explicacion, no deja de tener cierta importancia bajo el punto de vista de la geografía zoológica local.

La parte próxima al gran delta del Paraná, así como este mismo, tienen una fauna mas rica que el interior del partido, poseyendo muchas especies que, ó no existen, ó son escasas en el centro, especies que, en su mayor parte, son propias de la vecina region Entreriana.

Las circunstancias que se refieren á la estacion de los animales, y que determinan su habitat, tales como la presencia o ausencia de los rios, de los estanques, de los terrenos desnudos de vegetacion, y de los bosques, el abrigo contra las corrientes aéreas, el estado higrométrico de la atmósfera, etc., fácilmente nos dán cuenta de esta diferencia en la composicion de la fauna central y litoral.

En el estado actual de mis conocimientos no me es lícito dividir el partido en dos regiones, por lo cual me concretaré, al hablar de los diversos grupos ó especies, á señalar los sitios en que exclusivamente se encuentren ó donde mas abunden.

Nada mas tengo que decir en general. Pasaré, pues, á analizar las agrupaciones que están representadas en la region zoológica que voy a estudiar, la cual, artificialmente, limitaré, al N. E. por el Paraná; al S. O. por una línea paralela á él, distante diez leguas de sus costas; al S. E. por el rio Areco; y al N. O. por el Arrecifes.

II.

§ 1°— La clase de los mamíferos, la cual aparece bien poco numerosa si se la compara con las de organizacion inferior, está representada por muy pocas especies, cuyos individuos van paulatinamente desapareciendo á causa de la activa persecucion que se les hace, de tal manera que el dia no está lejano en que no reste sinó el recuerdo de su existencia.

La falta de disposiciones legales tendentes á proteger los animales directa o indirectamente útiles, basadas en el exacto conocimiento de sus hábitos, es la causa en virtud de la cual se les destruye sin consideracion de ningun género y sin reflexionar que los que hoy nos ocasionan algunos perjuicios de poca monta pueden llegar á constituir una fuente de riqueza en el porvenir.

§ 2. Cónstame que los mamíferos que actualmente habitan esta comarca, ascienden, por lo menos, á diecisiete. Creo que su número es mayor, pero no tengo verdadera certeza de que ello sea así; y no me parece lícito incluir en la lista de los animales de una region dada, aquellos que sólo se presentan por accidente, ó de cuya existencia se tiene una simple noticia. Con todo, las indicaciones de este género no carecen de importancia, en mi opinion, y por consiguiente no dejaré de hacerlas.

§ 3 Como en toda la region del Plata, los órdenes predominantes en la fauna mamalógica del Baradero son el de los Roedores y el de los Carnívoros.

Los primeros están representados por dos Cávides, un Eriómite, un Tenómide y dos ó mas Músides ó Ratas; y los segundos por dos Félides ó gatos, un Vulpite ó zorro y tres Mustélides.

Las especies restantes pertenecen al órden de los Queirópteros o murciélagos, al de los Marsupiales o mamíferos de bolsa, y al de los Desdentados.

Menester es no olvidar que hablo solo de aquellas, cuya presencia en el partido del Baradero no admite ninguna duda. A estas tendria que agregar, si tomase en cuenta las de existencia dudosa en esta parte de la Provincia de Buenos Ayres, un Cánide entre los carnívoros, y algunos Músides más entre los Roedores.

§ 4 El área de dispersion de la mayoría es bastante considerable, y abraza gran parte de la América del Sud, habiendo dos especies que se encuentran tambien en la del Norte.

De quince especies, que son las que conozco mejor, dos se extienden desde los Estados-Unidos hasta Buenos Ayres, (Dysopes nasutus & Leopardus Onça]; dos se encuentran casi toda la América del Sud, de este lado de los Andes, (Grisonia vittata & Hydrochærus capybara); cinco abarcan una gran parte de la república (Atalapha bonaerensis, Leopardus Geoffroyi, Conepatus Humboldtii, Myopotamus coypus & Lagostomus trichodactylus); cinco habitan la parte oriental de la República Argentina, y en su mayor parte llegan hasta el Paraguay (Nutria paranensis, Didelphys Azaræ, Micoureus crassicaudatus, Cavia Azaræ & Euphractus villosus); y, finalmente, solo una (Pseudalopex Azaræ) pertenece, exclusivamente al parecer, á la fauna bonaerense y uruguaya.

El Atalapha bonaerensis y el Myopotamus coypus son los únicos de nuestros mamíferos que traspasan, en la region austral de Sud-América, la inmensa barrera que nos separa de Chile.

Aunque el «Zorrino» (Conepatus Humboldtii) se halle difundido por casi todo el pais, parece que su centro de creacion está situado en Patagonia.

§ 5. Considerados nuestros mamíferos bajo el punto de vista de su régimen, se observará que predominan los carnívoros, como es consiguiente, y que su número alcanza á ocho; que son cuatro los que se alimentan de vegetales (fitófagos); que dos son insectívoros y dos ó mas omnívoros; y que uno se nutre de carne en putrefaccion (creo-saprófago).

§ 6 Hé aquí la lista [5] de los mamíferos del Baradero, los cuales pertenecen, en su totalidad, á la sub-clase

Unguiculata

I. Cheiroptera.

Sp. 1 Dysopes nasutus Spix.
Sp. 2 Atalapha bonaerensis Nob.—Less

II. Rapacia.

A Felidæ.
Sp. 3 Leopardus onça Gray—Linn.
Sp. 4 L. Geoffroyi Nob.—Gerv.
B Canidæ.
Sp. 5 Pseudalopex Azaræ Gray—Pr. N. W.
C Mustelidæ.
a. Melitœ
Sp. 6 Conepatus Humboldtii Gray.
b. Gulitæ
Sp. 7 Grisonia vittata Gray—Schreb.
c. Lutritæ
Sp. 8 Nutria paranensis Nob.—Rengg.

III. Marsupialia.

Sp. 9 Didelphys Azaræ Rengg.
Sp. 10 Micoureus crassicaudatus A. Geoffr.—Desm.

IV Rodentia.

a. Musitæ.
Sp. 11 Hesperomys ¿squamipes Brants? [6]
Sp. 12 ¿Oxymycterus nasutus Waterh?
b. Eriomytæ.
Sp. 13 Lagostomus trichodactylus Brook.
c. Ctenomytæ.
Sp. 14 Myopotamus coypus Cuv.—Molina.
d. Cavitæ.
Sp. 15 Hydrochœrus capybara Erxl.
Sp. 16 Cavia Azaræ Licht.

V. Edentata.

Sp. 17 Euphractus villosus Gray—Desm.

§ 7 El Queiróptero mas comun en el Baradero, como en toda la provincia de Buenos Aires, es el Dysopes nasutus Spix, llamado tambien D. naso Wagn, D. brasiliensis Geoffr. y D. multispinosus Burm., el cual habita desde el Sud de los Estados Unidos hasta nuestro territorio. Este féo huésped de los templos, de las ruinas, y de las habitaciones mal aseadas, pertenece al grupo de los Gimnorrinos de cola libre (Gymnorhinæ gymnuræ). Cuando se ha puesto el sol, abandona este murciélago el obscuro hueco donde se ocultara durante el dia, y revolotéa, trazando violentos zigzags, para apoderarse de los insectos de que se alimenta. Sus víctimas habituales son probablemente los Lepidópteros nocturnos.

La bóveda del templo es la morada favorita del Dysopes nasutus, sér que, a pesar de toda su fealdad y del extremecimiento nervioso que causa con su presencia á los pobres de espíritu, merece una muy decidida proteccion de parte del hombre, por cuanto nos libra de numerosos insectos perjudiciales á la vegetacion.

El Atalapha bonaerensis ó Nictycejus varius Pœpp. es un Gimnorrino del grupo de los verdaderos murciélagos (Vespertilio), que debe ser muy escaso en el partido, pues yo no le visto sino un individuo, el cual lo halle adherido á las ramas de un ciruelo, en pleno mediodía. Distínguese á primera vista, de la especie anterior, por su bonito pelage rojo acanelado.

Antes de terminar este §. quiero recordar que, siendo yo muy niño todavía [1861], apareció en la «estancia» de mi padre (Santa Rosa), situada hacia la parte Sud de este partido, en la costa del arroyo «Cañada Honda», un gran Queiróptero del grupo de los Filóstomos (Phyllostomidæ), de cuya especie no he vuelto á oir hablar. Coincidió este hecho con el de haberse hallado otro individuo idéntico, segun se aseguró, en la «estancia» del Dr. D. Lino Piñeiro, distante como seis leguas de la anterior, y próxima al pueblo; de manera que es muy probable que no fuese sino una pareja llegada accidentalmente de Entre-Rios.

§. 8–Cuando, saliendo de madre los numerosos canales que recorren la gran hoya del Paraná, se derraman por todas partes, las bestias que ocultan los bosques y pajonales del delta se ven obligadas á buscar su salvacion en el terreno firme de las costas. Así, es en la época de las grandes avenidas cuando el «Yaguareté» (Leopardus Onça) abandona su guarida, para refugiarse en las breñas y arboledas que limitan la inmensa cuenca.

Sus roncos rugidos turban el sueño de la naturaleza, esparciendo el terror por toda la comarca donde ha sentado sus reales, y consigue hacer latir con violencia el corazon de los mas valientes. El salvaje alarido del «Chajá» anuncia en seguida la proximidad del peligro; los animales domésticos no pueden disimular su inquietud; todo despierta en presencia del hercúleo carnicero, mas es en vano: al venir el dia, y con él la tranquilidad a los atribulados ánimos, el sol alumbrará los ensangrentados despojos de una vaca, de una oveja, o de un caballo, misera víctima de su apetito.

En otro tiempo los «tigres» eran mas abundantes en este partido, y se les encontraba en los «talares», [7] aún fuera de la época de las inundaciones. Su audacia no reconocía limites, y se me ha asegurado que, en mas de una ocasion, la llevaron hasta el extremo de penetrar en las calles del pueblo. Es principalmente en el «talar» del «Rincon de Cabrera», situado junto a la embocadura del rio Areco, donde con mas frecuencia se observa la presencia del terrible Leopardo. El actual propietario del bosque ha dado caza, de veinte años a esta parte, si mal no recuerdo, á diez y siete individuos, á cuál mas grande y poderoso; y, en otro «talar», llamado «Los Alamos», poco distante del pueblo (2½ leg.) se mataron, el presente año (1877), dos o tres magníficos individuos.

Empléanse aquí para destruir al Leopardus Onça dos medios distintos. El uno consiste en armar una trampa provista de un arma de fuego, la cual hiere á la fiera en el instante mismo en que trata de arrebatar el cebo. El otro, mas seguro, si bien mas peligroso, es el siguiente. La familia de San Martin, desde largo tiempo establecida en el municipio, ha, no sé bien si introducido ó formado una variedad de formidables perros dogos, de la raza de los molosos, los que se caracterizan por su imponente aspecto, su considerable talla, el tinte leonado de su pelage, y su caracter adusto y feroz. Cuando un "tigre" merodea en los alrededores del bosque, el cazador aguarda un dia nublado y fresco, a fin de que sus auxiliares no se fatiguen, y, cuando ese dia se presenta, reune toda la jauria, la conduce á la espesura y ella no tarda en lanzarse en pos de la pista, en medio de los enmarañados y espinosos matorrales.

Muy luego los rugidos de la fiera y los ladridos de sus perseguidores atruenan el bosque; el cazador se dirige al punto de donde parte la terrible algazara, y, valiéndose al efecto de una chuza, ayuda a los perros á consumar su obra de exterminio.

El valor de estos molosos es verdaderamente inaudito y se refiere gran número de proesas llevadas á cabo por ellos. Manifiestan un soberbio desden por la muerte, y aún casi en el estertor de la agonía procuran acometer al adversario.

En estos últimos años se han efectuado bastantes cruzas de esta variedad con la raza de los Bull-dogs, y parece que el resultado es satisfactorio.

D. Hermenegildo San Martin, propietario del «Rincon de Cabrera» es el único vecino que haya procurado conservar esta excelente variedad de perros «tigreros.»

El Leopordus Onça es una de las especies condenadas á desaparecer de la provincia de Buenos Aires, á consecuencia de la activa guerra que le hace el hombre. Ciertamente pocos lamentarán esta pérdida, á no ser uno que otro aficionado á aventuras románticas.

El Leopardus Geoffroyi es un congénere del «tigre», estacionario en los árbolados. Es una bonita especie, de mediana talla, que da caza a las aves y á los pequeños mamíferos.

A causa de la ausencia de bosques naturales, el «Gato montés», segun se le llama en el país, es sumamente escaso en el interior del partido y solo se le encuentra en las arboledas artificiales de sauces que suelen hermosear los terrenos bajos y anegadizos.

La piel es bastante estimada por los campesinos, quienes la empléan en la confeccion de «sobrepuestos», pieza que cubre todas las otras del «recado» o montura nacional.

§ 9. No he citado hasta ahora sino el Canis Azaræ de Waterhouse ó Pseudalopex Azaræ de los autores mas modernos como representante de las Cánides en el Baradero.

Sin embargo, no es difícil que, por lo menos de cuando en cuando, aparezca algun Aguará-guazú (Chrysocyon jubata) en la islas vecinas.

Es probable que en otro tiempo no fué escaso en la parte del delta próxima á este municipio.

En cuanto al Pseudalopex Azaræ, es bastante comun en los terrenos secos y elevados, aunque no huye de la vecindad de las corrientes, y es un enemigo harto aborrecido de los pastores y criadores de aves de corral, pues, á favor de las sombras, especialmente en las noches de tormenta, se apodera de las gallinas y de los corderos recien nacidos.

Este Vúlpite, llamado simplemente «Zorro» en toda la provincia, no es exclusivamente nocturno. Con frecuencia se le vé, por la mañana, tomar el sol en la puerta de su madriguera, que no es otra cosa que una de «vizcacha» (Lagostomus trichodactylus), ligeramente modificada por el nuevo huesped, ó cruzar el campo á la hora en que el sol es mas ardiente.

Su desvergüenza es proverbial; detiénese á contemplar al hombre con inconcebible flema, cuando no nota en él indicios hostiles, y, si acaso es tenazmente perseguido por los perros, no tiene inconveniente en guarecerse dentro de las habitaciones humanas.

Muchos autores dicen que el Pseudalopex Azaræ habita en toda la parte austral de Sud América, pero yo creo que confunden las especies, tomando por esta al Lycalopex entrerianus, al Pseudalopex maguellanicus, al Ps. gracilis, al Ps. griseus y alguna otra quizás.

§ 10 El nauseabundo «Zorrino» (Conepatus Humboldtii) es bastante comun en el Baradero, y se le encuentra tanto en la costa como en el centro, y en cualquier clase de terreno. Todos aborrecen á este bonito y pacífico mamífero, á consecuencia de su olor repugnante, propio de la secrecion contenida en las glándulas que caracterizan a todos los Mélites, que se percibe á grandes distancias cuando el viento es favorable.

El «Huron» (Grisonia vittata) va escaseando de cada vez mas. Sus hábitos eminentemente carniceros han atraido sobre esta especie una persecucion tenaz: el campesino que encuentra un individuo, y tiene en su mano el medio de darle muerte, no deja nunca de aprovecharlo.

El tercer Mustélide que habita esta comarca es el «Lobito de agua» ó simplemente «Lobito» (Nutria paranensis.)

Recuerdo haber cazado, muchos años ha, en el arroyo «Cañada Honda», un Lútrite pequeño, que tal vez fuese de diferente especie.

La Nutria paranensis es escasa en el partido. Yo la he visto solamente en el Rio Baradero, pero es probable que surque tambien las aguas del Arrecifes y del Areco.

§ 11 La persecucion que hace el hombre a los animales que de algun modo le irrogan perjuicios, ha actuado poderosamente en el desarrollo de los Didelfites de nuestra fauna.

Con efecto, las dos especies que he citado en el cuadro de nuestros mamíferos, y que, no hace muchos años, infestaban las arboledas, tanto artificiales como naturales, son hoy bastante raras, pareciendo hallarse confinadas en los «talares» de la costa, donde los barrancos y matorrales les proporcionan un excelente refugio.

§. 12 No he tenido ocasion de examinar los Músites, pero es probable que no me equivoco al suponer que tenemos las especies citadas, pues la primera vive en las orillas del Paraná, y la segunda ha sido hallada en el partido de Las Conchas.

Además, un individuo que cayó en mi poder me pareció que era el Oxymycterus nasutus.

Es sumamente comun un ratoncillo muy pequeño, que el vulgo llama «Laucha», y que ordinariamente construye su nido en el interior de los tallos secos del «cardo» (Silybum marianum Gært.) Quizás es el H. bimaculatus Waterh., y no tendría nada de extraño que se confudiesen dos o mas especies con un solo nombre vulgar.

§ 13. Plaga sumamente aborrecida es la dañina «Vizcacha» (Lagostomus trichodactylus), gran Roedor muy abundante en este municipio, cuyas madrigueras se ven tanto en las elevadas «lomas» del interior, como en lo alto de las colinas ó «barrancas» ribereñas, o en los terrenos bajos que median entre ellas y el rio Baradero.

En estos últimos años se les ha hecho una guerra sin cuartel, empleando para destruirla diversos medios, y principalmente el de cavar las madrigueras y entregar sus habitantes á la, fiera saña de perros adiestrados al efecto. De esta manera váse logrando librar á una extension considerable del partido, especialmente a la porcion vecina á la «Cañada Honda», de tan incómodos huéspedes; mas se los ha dejado en completa paz en los campos próximos á la costa del Paraná, es de creer que, dentro de pocos años, todo el municipio tornará á ser víctima de sus devastaciones, las cuales, sea dicho de paso, no son suficientes, en mi opinion, para autorizar una total destruccion de la especie, como se pretende, porque, hallándose hoy muy poco dividida la propiedad, y los campos, en su mayor parte, dedicados al pastoreo, los perjuicios que ella nos hace son de poca monta, comparados con el beneficio que sus productos, bien utilizados, pueden proporcionarnos en el porvenir.

La carne de los no adultos es un bocado no despreciable, y de ella se alimentaron los primeros pobladores de la hoy floreciente colonia suiza del Baradero; la piel, particularmente la de los individuos jóvenes, puede ser empleada quien sabe de cuantas maneras por el genio industrial, como lo es la de su afine el Eriomys laniger, la Chinchilla, la del Myopotamus coypus, etc, etc., y el pelo que cubre las partes inferiores puede ser aprovechado con ventaja, segun tengo entendido, para la fabricacion de sombreros, si no de calidad superior, por lo menos de una bastante aceptable, y que no desecharían los pastores de nuestras llanuras.

Además, no se debe olvidar que la reproduccion de la «vizcacha» no empléa, ni con mucho, tan poco tiempo como la del conejo, en el cual es tan rápida, que ha sido menester hacer uso de fuerzas militares para limpiar ciertas islas de la gran cantidad de individuos que las infestaban, minándolas por todas partes con sus madrigueras. Y sin embargo, la caza de este roedor está perfectamente reglamentada en los países civilizados de Europa.

§ 14—Aunque el Roedor llamado impropiamente «nutria» en nuestro pais (Myopotamus coypus) es frecuente en el cauce de todas las corrientes, es sobre todo en las islas anegadizas que constituyen el gran delta paranense, la region predilecta de la especie.

Allí, cuando los estanques están llenos, se observa á estos mamíferos jugueteando alegremente o comiendo las plantas acuáticas de que se nutre, y, durante la noche, óyese sin cesar su grito melancólico, semejante al balido de un becerro de pocos dias.

La caza del Miopótamo se lleva a cabo de una manera formal, y hay gentes que se dedican exclusivamente a esta ocupacion, á las cuales se las designa con el nombre de «nutrieros». Válense para su objeto de perros bien adiestrados, los cuales, á ejemplo de sus amos, se alimentan, casi únicamente, de la carne de sus víctimas, que es bastante buena.

El número de pieles que se recogen aquí cada año es bien considerable.

La gran fecundidad de esta especie ha impedido hasta aquí que desaparezca para siempre de los sitios que habita. Empero, si la destruccion no se mantiene en los límites convenientes, ella se extinguirá forzosamente.

Semejante resultado sería tanto mas sensible cuanto que el Myopotamus coypus se aviene fácilmente al cautiverio, y puede transformarse en especie doméstica, aumentando con tan poco costosa adquisicion la corta lista de los animales sometidos al influjo del cultivo humano.

§ 15—De índole no menos adaptable á la domesticacion [...] «Carpincho» (Hydrochœrus capybara), el Roedor mas grande de la tierra. El hombre le vá arrojando de cada vez mas de los sitios que antes recorriera, obligándole á refugiarse en los lugares mas desiertos, é inhabitables para su desapiadado enemigo. Por otra parte, y es muy verosímil, asegúrase que constituye la presa predilecta del «Yaguareté».

Yo no le he visto nunca en el rio Baradero, frecuentemente surcado hoy por las embarcaciones; las aguas del rio Pintos, que arrastra su caudal por los terrenos limosos de la isla vecina, así como los numerosos arroyos que en el se derraman, son actualmente el refugio del gigantesco Roedor.

Con todo, parece que no es este el único punto donde se le encuentra en el Baradero, pues me han asegurado que habita asimismo en los pajonales vecinos al rio Arrecifes, á algunas leguas de su embocadura.

El «Cuí» (Cavia Azaræ Lichts. s. leucopyga Brandt) se halla en este municipio, mas es bastante escaso; son pocas las personas que lo conocen. Recuerdo haber notado su presencia en el interior del partido, cerca de la Cañada Honda.

§. 16—El único Dasipódide que tenemos aquí es el «Peludo» ó Euphractus villosus, especie bastante comun, sumamente apreciada por su carne, por cuyo motivo se le caza, valiéndose para ello de perros de buen olfato, durante las altas horas de la noche, en que el Peludo abandona su cueva para ir en busca de las carroñas de que se alimenta. Sin embargo, no huye de la luz; por el contrario, gusta de calentarse al sol, durmiendo junto á la puerta de su cueva, en cuya situacion se le suele sorprender.

Este animalito se domestica con gran facilidad, sigue á su amo, y cobra cariño al lugar donde se ha criado, lo cual ciertamente no es compatible con el dictado de estúpido que algunos naturalistas aplican á los Dasipódides, como á todos los séres de hábitos pacíficos, como si la inteligencia fuese el exclusivo patrimonio de los crueles.

§. 17—En la época en que el Paraná sale de madre, los «Ciervos» (Blastocerus paludosus Wagl-Desm.) que habitan junto al cauce principal, en medio de los bosquecillos y pajonales, obligados á buscar su salvacion, como los Yaguaretés y otros mamíferos (V. §. 8), suelen presentarse en la co[...] Si alguna vez se vé algun individuo en este partido es pu[...] debido sólo á un accidente.

Pero si no es lícito comprender al «Ciervo» en nuestra fauna mamalógica, parece que no pasaba lo mismo, en otro tiempo, con su congénere, el Blastocerus campestris (Wagl. F. Cuv.), á cuyo macho conocen en nuestro país por el nombre de «Venado» y á cuya hembra llaman «Gama».

(Continuará.)


  1. Esta ligera noticia sobre la fauna del partido del Baradero [N. de la Provincia de Buenos Aires] se comenzó á publicar en el periódico LA LEY que dirigía el autor, primero en el pueblo de aquel nombre, y posteriormente en esta capital (v. LA LEY de Buenos Aires núm. 3). No continuó apareciendo porque, no recibiendo el autor sus apuntes en oportunidad no pudo, contra sus esperanzas, proseguir redactándola, y, cuando se hallo en aptitud de hacerlo, cesó de publicarse LA LEY.

    Ahora se han introducido en ella algunas modificaciones de poca monta, sin despojarla de su primitiva forma, accesible á cualquier inteligencia medianamente preparada.

    LOS DIRECTORES.
  2. Aprovecho esta oportunidad para agradecer al Dr. H. Weyenbergh, el lisonjero pero inmerecido elogio que, tanto de mis trabajos como de uno de mi hermano Félix ha escrito y publicado en el "Periodico Zoolojico" [t. II. 264 y 265], único periódico que, segun entiendo, se ha ocupado de nuestros primeros pasos en una via tan poco trillada en nuestra pátria.

    Puesto que nuestros ensayos han merecido su aplauso, espero que acogerá con agrado su publicacion, no ya en un "periódico efímero", sino en una revista puramente científica.

    E. L. A.
  3. Téngase presente que esto se escribe en el Baradero.
  4. Ej.: Leopardus onca; Dysopes nasutus; Danais plexippus.
  5. He omitido la sinonimia, reservándome presentarla mas adelante en una lista de todos los mamíferos argentinos Sin embargo, el lector podrá hallar la principal en el trabajo de mi colega el Sr. Holmberg sobre la fauna Salteña.
  6. Véase parágrafo 12.
  7. Bosques en que predomina el Celtis tala aunque tambien se encuentra en ellos el Prosopis dulcis, la Acacia cavenia la Lithræa Gilliosi y varios otros árboles