El Naturalista Argentino/Sobre la paedogénesis

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Sobre la Paedogenesis

por el

En el año 1856 el catedrático Von Siebold publicó su libro «Wahre Parthenogenesis bei Schmetterlingen und Bienen» (Sobre la verdadera partenogénesis en las mariposas y abejas), llamando así la atencion de los naturalistas sobre la propagacion sin cópula que se observa en algunas familias del reino animal. Durante muchos años, la cuestion quedó á la órden del día, afirmándose el fenómeno en diversas partes por nuevas observaciones, de modo que el Dr. Von Siebold pudo hablar de la partenogénesis como de un hecho generalmente reconocido, pronunciando sobre este objeto un largo discurso en la reunion de 28 de Marzo de 1862 de la Academia Real de ciencias de Munich. Al mismo tiempo que el descubrimiento de la partenogénesis [1] se registraba en los Anales de la ciencia como un hecho verdadero, en otra parte de Europa se observaba un modo de propagacion no ménos interesante y sorprendente, que despues ha recibido el nombre de paedogénesis. El primer observador, el catedrático Wagner de Kasan, ha compuesto esta palabra de dos voces griegas, «pais» y «genesis», la primera significa, «niño» ó en general un animal jóven, no adulto, pudiendo traducirse la otra por «parto» o «nacimiento.» Como se puede traducir la palabra partenogénesis por «parto de vírgenes,» así se puede hacerlo con la palabra paedogénesis, por «parto infantil». Sin embargo, estas palabras no esplican la cosa de que vamos á ocuparnos con más detalle en las líneas siguientes.

Los primeros animales en que se ha observado la paedogénesis pertenecen a la familia de Mosquitos (Tipulariæ) que lleva el nombre de Cecidomyidae; son, por consiguiente, insectos.

Supongo que la mayor parte de mis lectores sabe lo que se llama en Zoologia metamórfosis, que esta metamórfosis es un estado regular del desarrollo de varios grupos de animales, algunos pescados, todos los insectos, medusas, etc. Cualquiera sabe, por ejemplo, que una mariposa pone huevos y que de estos hueves no salen pequeñas ó nuevas maripositas, sino orugas que crecen rápidamente, cambiando varias veces de piel cuando esta llega á ser demasiado estrecha para el animal, y transformándose despues en ninfas, para pasar así algun tiempo en un período de reposo aparente en el interior, miéntras que se efectúa la transformacion en mariposa, que despues de formada completamente sale de la ninfa. De esta manera tiene lugar la metamórfosis en todos los insectos y tambien, por consiguiente, en las moscas y mosquitos. De los huevos de un mosquito sale un gusano (larva, gusano, oruga, son estados idénticos) que en poco tiempo se transforma en ninfa, para adquirir mas tarde la forma definitiva de mosquito Este primer estado de la vida de un insecto, qualquiera que sea el nombre que lleve, se llama la primera edad del animal, su edad pueril; en esta edad los animales son todavía niños. «paides».

Uno de los caracteres generales de la edad infantil es la falta de capacidad para propagarse; los órganos genitales se encuentran todavía en un estado inactivo o están desarrollados rudimentariamente. En los animales vertebrados, estos órganos no faltan, y aún parecen, en cuanto á la forma exterior, completamente formados, sin embargo de que todavía no son activos, no funcionan; los testículos aún no segregan esperma ó, si la segregan, ella no contiene espermatozoides, elemento fecundador; de los ovarios, en este período, aún no se separan óvulos. El uno y el otro sólo principian á la edad llamada pubertad y que se reconoce, en el sexo femenino de los vertebrados, por la menstruacion. La edad pueril dura mas tiempo en los animales vertebrados que en los animales llamados inferiores.

En los que tienen metamorfosis, esta edad está representada por todo el tiempo de la vida de la larva, y por consiguiente este tiempo es relativamente muy largo en los insectos. Las moscas, por ejemplo, sólo viven bajo la forma de insectos perfectos, como animales sexuales, 1/8 del tiempo que han vivido como gusanos; tienen, por consiguiente, una edad pueril muy larga.

En la juventud de estos insectos, no es posible señalar diferencia sexual, porque los órganos genitales todavía no se pueden definir en las larvas, ni aún por medio de un microscopio muy poderoso, aunque á veces se distingue, en tal caso, un aparato genital muy rudimentario.

Así sucede especialmente en los mosquitos, para limitarnos á ellos; un gusano ó larva de mosquito no difiere de otro de la misma especie, y nadie puede decir todavía «de esta larva saldrá un macho, de esta una hembra.» Dos de estos niños se parecen uno á otro como dos gotas de agua. No se ve en ellos ni rudimento de órganos genitales y si se vé, al terminar la vida larval, no se puede distinguir aún si este rudimento será mas tarde un testiculo o un ovario. El nombre neutro griego de «país» ó niño (criatura se dirá aquí) es, por consiguiente, muy á propósito para estos animales. Sin embargo, se ha observado una multiplicacion de tales niños en la familia de mosquitos llamada Cecidomyidæ y esta multiplicacion lleva en la ciencia el nombre de paedogenesis.

Para un lego, cuando se le habla de un verdadero parto [2] de una virgen, puede parecerle increíble; empero, más extraño es, por cierto, el parto en animales sin órganos genitales; sin embargo, la observacion ha sido afirmada por los mas eminentes zoólogos actuales.

Puede suceder, entre tanto, que alguno de mis lectores, no ageno á la Zoología, me diga: «esta paedogenesis no me parece tan extraña y extraordinaria; muchos animales inferiores (protozoarios) se multiplican por division, sin verdaderos órganos genitales, á no ser que se quiera considerar como tal la menbrana exterior ó todo el animal.»

A esta objeccion tengo que contestar que verdaderamente esta menbrana se puede considerar como la forma más sencilla de órgano genital; todo el animal es, para expresarme así, un solo ovario, así como el animal mismo es la forma mas primitiva de organismo. Esta forma primitiva del animal incluye naturalmente la forma primitiva de todos sus órganos; sin embargo, él es un animal sexual femenino, ó bisexual, que se propaga segun su organizacion primitiva de una manera muy simple, no es niño. Los mosquitos de la familia Cecidomyidæ, por el contrario, no son animales tan inferiores; á pesar de ser invertebrados, ya tienen una organizacion bastante complexa, pudiendo distinguirse los diversos órganos separadamente; sus larvas son verdaderos niños. Por lo tanto no se pueden comparar estos protozoarios, que se multiplican por segmentacion, con las larvas de aquellos mosquitos; y aunque estas se segmentan tambien, la diferencia es muy grande.

Sin embargo, el fenómeno de estas larvas parturientes, no carece del todo de analogía en el reino animal, pues corresponde, mas o menos, al fenómeno llamado «generatio alternans» (generacion alternante), «metagenesis» ó «digenesis», como se la ha observado en algunos animales de simetría concéntrica (Radiata), p. e, las medusas, etc., el descubrimiento de esta manera de multiplicarse en los insectos [3] es muy interesante, tanto mas cuanto que la marcha del desarrollo difiere bastante para conservar la diferencia de nombres, llamando paedogenesis solamente al fenómeno que se observa en las larvas de estos mosquitos.

Despues daré una comparacion mas detallada. Ante todo presentaré aquí un sumario de la paedogenesis misma.

Los pequeños mosquitos de las agallas, llamados Cecidomyidæ, han sido ya objeto de muchos estudios, á causa del gran daño que hacen á ciertas plantas. (Véanse las obras de Meigen, Lœw, Winnertz, Westwood, Bremi, Schiner, etc.)

Esta familia se divide actualmente en 17 géneros, y se conocen poco mas o menos 360 especies. Un género fósil, Monodicrania Lœw, ha sido hallado en el ambar. Uno de los géneros lleva el nombre de Miastor, y la especie en que se observó por vez primera un caso de paedogénesis se llama Miastor metralaos Wagn. (Heteropeza metralaos Winn.) La hembra de esta especie no pone sino cinco ó seis huevos amarillos, que proporcionalmente son muy grandes. Obsérvase ya aquí una gran diferencia con las especies vecinas, las cuales ponen un gran número de huevos de un tamaño casi microscópico.

En pocos dias la larva se desarrolla en el huevo, sale de la cáscara y crece rápidamente. Pero de improviso entorpécese su crecimiento á consecuencia del rápido desarrollo de larvitas en el interior del cuerpo; estas tienen una semejanza completa con la larva, dentro de la cual viven, y pocos dias despues son tan grandes que el cuerpo de la madre no puede ya contenerlas. Entonces esta última se rompe, y muere, mientras que su posteridad principia una vida independiente. Antes que las recien nacidas adquieran el tamaño que tenía la madre á su muerte, el mismo procedimiento comienza tambien en ellas, y de la misma manera se pierden dando la vida a su vez á otra cantidad de larvitas. De esta suerte continúan las generaciones durante todo el otoño, el invierno y la primavera, de modo que al fin, por medio de esta rápida multiplicacion, el número de indivíduos aumenta excesivamente. Finalmente, en el verano, los de la última generacion se transforman en ninfas, de las cuales, á los pocos dias, nacen los mosquitos. Despues de una cópula con un macho, la hembra vuelve a poner cinco ó seis huevos, y todo continúa repitiéndose del mismo modo descrito en estas líneas.

Los insectos poseen un órgano que, principalmente en su estado de larva, está muy desarrollado, el cual se llama «cuerpo grasoso» y rodea los intestinos como una red de grandes mallas.

Este órgano se compone de una membrana amorfa, llena de microscópicos glóbulos de grasa; se cree que es análogo al hígado de los otros animales. En estas larvas de Miastor el cuerpo grasoso está bastante desarrollado, y, segun Wagner, los gérmenes de los fetos se desarrollan en él. Estos gérmenes tienen la forma de vejiguillas redondas, que poco á poco adquieren una mas oval, en tanto que una parte del cuerpo grasoso se agrupa alrededor de estas celdillas, dando orígen á corpúsculos de diferente forma, bastante parecidos á las celdillas del huevo de las moscas, cuyo desarrollo embriológico ha estudiado Weismann. Mas tarde estas larvitas abandonan el cuerpo grasoso y se mueven libremente dentro del cuerpo de la madre; cuando alcanzan el mismo tamaño de ésta, salen de la piel, no sin antes haber devorado todos los órganos internos. Continúan su vida independiente, comiendo, como lo hizo la madre, la corteza podrida de las hayas, avellanos y alisos; al cabo de pocos dias son víctimas de la misma desgracia de la madre, es decir, nuevos fetos las devoran, matándolas poco á poco.

Estos fetos, por consiguiente, viven á expensas de su propia madre, de la misma manera que los gusanos de ciertas moscas (Tachininæ) á las de las orugas, comiendo primeramente el cuerpo grasoso y despues todos los otros órganos internos.

La diferencia consiste, sin embargo, en que los gusanos de estas moscas parásitas proceden de huevecillos que la hembra habia colocado, por medio de su ovipósitor, bajo la piel de las orugas, mientras que estos fetos se desarrollan espontáneamente, es decir, no nacen de huevos, sino que se forman en el cuerpo grasoso de la madre, la cual, por otra parte, no merece en rigor este nombre de madre, pues que carece de órganos genitales.

Como fácilmente se infiere, el descubrimiento de Wagner excitó gran estrañeza y muchos zoologos dudaron de la exactitud de la observacion. Esta duda era tan grande entre los hombres eminentes del presente, que Siebold y Kœlliker se negaron á publicar la primera comunicacion que Wagner les envió, en 1861, para su periódico zoológico. Entonces el Sr. Wagner se vió en la necesidad de publicar su observacion, por separado, en lengua rusa. El catedrático Filippi, de Turin, quien visitó á Wagner, con motivo de un viaje por Rusia, fué el primer zoologo que apoyó públicamente la observacion de aquel.

En la sesion de 24 de Abril de 1852 de la Academia de Ciencias de San Petersburgo, Von Baer declaró que la paedegénesis era un hecho, pero que no creía, sin embargo, en el desarrollo de los fetos en el cuerpo grasoso mismo. Finalmente Owsiannikow, de Kasan, fue a visitar á Von Baer, llevando consigo una parte de la corteza en que las larvas se encontraban todavía; entonces toda duda desapareció, y, en la reunion de la Academia de San Petersburgo de 17 de Julio de 1863, Wagner fue obsequiado con una medalla de oro extraordinaria. Despues de la publicacion en el Boletin de la Academia de San Petersburgo, Tomo VI, p. 239, Siebold y Kölliker dieron tambien una noticia sobre este asunto en su periódico zoológico, pero, con todo, muchos zoólogos continuaron dudando. El hecho era efectivamente tan extraño, que no se pudo creér en él inmediatamente.

Poco tiempo despues se publicó una nueva confirmacion de las observaciones de Wagner. Meinert, de Copenhague, publicó un articulo en su periódico, á principios de 1864, en el cual apoya enérgicamente las observaciones de Wagner. A pesar de que encontró las larvas en una vieja haya, árbol que no existe en Kasan, del estudio sistemático no resultó diferencia especifica; solo el número de fetos era siempre mayor que en los casos observados por Wagner, particularidad que Meinert considera como resultante de la mayor potencia nutritiva de la haya. Meinert dió al género el nombre de Miastor y á la especie el de metralaos; Miastor metralaos significa «el perverso que mata á su madre.»

Poco tiempo despues, el periódico de Siebold y Kölliker volvió á publicar un artículo de Pagenstecher, quien habia encontrado en las zanahorias larvas de mosquitos que se multiplicaban de la misma manera; el título de este artículo ya lo dice: Sobre la multiplicacion de gusanos sin copulacion. Probablemente estas larvas pertenecen á otra especie del mismo género, pues difieren bastante de las de la citada. No se conoce aún el mosquito, y por esta razon la especie no lleva nombre científico todavia.

Segun las observaciones de Pagenstecher los fetos no se desarrollan en el cuerpo grasoso, el cual sólo les sirve de alimento; él cree que toman origen de celdillas de 0,005 milim., poco mas ó menos, semejantes á huevos, que se encuentran en la superficie interna del cútis y en la externa de los intestinos. Este zoologo dice que, así que comienzan a desarrollarse, avanzan de la parte posterior a la anterior del cuerpo, y que el desarrollo mismo, es decir la division de la yema, se realiza de la misma manera que en todos los huevos de insectos. Ademas, la larva muda una vez de piel dentro de la cáscara misma, y despues de su salida de la cáscara del huevo principia a devorar el cuerpo grasoso. Segun esto, el desarrollo sería completamente igual al desarrollo de un huevo ordinario.

Entretanto no puedo dejar de comunicar, que es menester colocar signos de interrogacion al lado de muchas observaciones de Pagenstecher. Durante todo este tiempo tambien se habian hecho observaciones en otras partes; especialmente Leuckart, entonces todavía en Giesen, estudiaba este fenómeno con algunos de sus discípulos, y en 1865 Metschnikow publicó un informe sobre estos estudios. Leemos en este informe, que el ojo perspicaz de Leuckart noto junto al cuerpo grasoso pequeños germenóforos, y que en estos se forman nuevos individuos. Esta explicacion tiene, por supuesto, la mas grande probabilidad de ser exacta. Para que mis lectores comprendan bien la cuestion, será necesario consagrar algunas líneas á una demostracion de la diferencia que existe entre un germenóforo y un ovario, y entre un germen y un huevo, en el sentido zoológico. (Keimenstock, Eierstock—Keimenstock-ei, Ocarien-ei, de los alemanes). La propagacion de la especie se efectúa, en el reino animal, de dos modos diferentes: por botones y por huevos. La mayor parte de los animales inferiores que se multiplican por medio de botones, tienen tambien una multiplicacion por medio de huevos, pero, por el contrario, los que se multiplican por medio de huevos (los vertebrados y gran parte de los invertebrados) no se multiplican por medio de botones. La multiplicacion por medio de botones es neutra, es decir, no tiene nada que ver con el sexo del animal, y ella puede ser interna ó externa.

Si la formacion de botones se efectúa en el exterior y en el interior, se trata de multiplicacion por medio de division, especialmente si el nuevo sér no se separa de la madre ántes de que tengan todos sus órganos, y casi el mismo tamaño. La formacion de botones en el exterior sólo se puede paralelizar con la capacidad de de restablecerse, es decir, la capacidad de renovar los órganos perdidos, de muchos animales. La formacion de botones en el interior se efectúa siempre en un órgano especial y los nuevos seres nacen despues del desprendimiento.

La multiplicacion por medio de huevos, generalmente es sexual (á excepcion de los casos de partenogénesis y semejantes) y á pesar de que el elemento masculino indispensable, los órganos femeninos, sea que los sexos estén separados en dos animales o que se encuentren en un solo individuo, son el elemento principal, porque producen la materia que da orígen al nuevo ser, esto es, el huevo. El órgano que produce el huevo se llama ovario, en los mamíferos, pájaros, insectos, etc. Aquí no puedo entrar en detalles sobre la estructura del huevo; baste recordar que las dos partes principales son la yema y la vejiga germinativa o gérmen. Este último se forma primero, despues la yema, la membrana de la yema y en muchos animales siguen entonces formándose la clara y la cáscara, pero, estas dos no pertenecen al huevo, en el sentido zoológico. Entre tanto hay animales en que la formacion del huevo no se efectúa en un solo órgano, sino en dos, en cuya circunstancia el uno forma el gérmen y el otro la yema, y en estos casos se habla de «germenóforo» y de «yemario», en lugar de «ovario.» El último, el yemario, puede aún faltar, y entónces el huevo formado no es mas que el gérmen, que lleva el impropio nombre de «huevo del germenóforo» (Keimenstock-Ei).

No hablaré aquí de la diferencia que existe entre el desarrollo del huevo del ovario (ú ordinario) y el del último, tanto mas cuanto que esta diferencia es relativamente pequeña. Se podria comunicar mucho más sobre todo esto, pero aquí no me dirijo solamente á zoologos de profesion y espero que lo dicho será bastante para comprender el resto. El órgano en el cual se forman los botones (en una formacion de botones en el interior) tiene mucha semejanza con el germenóforo, como tambien el boton con el gérmen; por lo menos, no es muy arriesgada la comparacion. El yemario y el germenóforo á un mismo tiempo se encuentran en los Turbelarios, los Nemátodos, etc., un germenóforo, p. ejemp., sólo en algunas generaciones de los pulgones, llamados «nodrizas», larvas de una estructura particular que ocupan el lugar medio entre las larvas y las ninfas, término de la série por la cual pasa la generacion alternante de estos animales, descrita ya por Bonnet. Leuckart observó tambien un germenóforo semejante en las larvas de los mosquitos de que tratamos.

Me parece oportuno consagrar tambien algunas palabras á estos pulgones, porque su modo de vivir puede explicar algunos de los detalles que voy á mencionar, relativos á nuestras larvas de mosquitos. De los huevos de un pulgon salen larvas que, al contrario de lo que sucede en las otras familias de los hemípteros ó chinches, no se transforman, por medio de una metamórfosis incompleta, en ninfas y despues en nuevos pulgones, sino que producen hijos (naturalmente sin copulacion). Todavia no existen órganos generadores en estas larvas y por consiguiente no se puede hablar aquí de partenogénesis. Despues de algunas generaciones la última de estas se metamorfoséa en ninfas y pulgones, que se multiplican en el otoño, de la manera ordinaria.

Propiamente hablando, las generaciones que producen estos nuevos seres no son larvas; ellas se denominan, como ya lo he dicho, «nodrizas», y son ninfas.

Ademas, el nacimiento de los nuevos séres no ocasiona la muerte de la madre como en nuestras larvas de mosquitos. Este es un procedimiento intermedio entre la verdadera partenogénesis y la metagénesis o generacion alternante. [4] Otra cosa extraña, no mencionada por Gerstäcker (antes citado), es que los animalillos de estas nodrizas (se distinguen por dos formas diferentes: nuevas nodrizas, que de nuevo continúan multiplicándose, y estériles. La última forma se llama «Periphylli» (perífilos.) (Véase sobre esta forma los estudios de Balbiani y Signoret en L'institut de France, y de Ritsema en los Archives neerlandaises de 1870). Con dos pequeñas observaciones mas podemos continuar nuestro estudio sobre la paedogénesis misma.

El Sr. Weisman ha observado, estudiando el desarrollo en los huevos de los mosquitos del género Chironomus, que antes de la formacion del blastoderma, en la parte posterior del huevo, se ven unas celdillas particulares y completamente aisladas, que él ha llamado «Polzellen» (celdillas polares) y que no pueden esplicarse en cuanto a su significacion, porque pronto desaparecen de nuevo. El mismo extraño fenómeno se ve en algunos otros animales (p. e. en el Tergipes Edwardsii), en que tampoco se puede esplicar.[5]

Metznikow pretende haber visto tambien en los huevos de la especie que nos ocupa estas extrañas celdillas, pero con la diferencia de que no desaparece de nuevo sino que, por el contrario, se transforman en germenóforos, que se conservan en la larva, á pesar de ser tan pequeños que casi no se pueden ver con el microscopio.

En estos, los gérmenes principian a desarrollarse tan pronto como la larva madre llega á ser adulta. Por el momento no hablaremos mas de esta teoría; solo observaré, que por estos estudios el fenómeno mismo ha sido nuevamente confirmado.

El Baron de Osten-Sacken, ministro plenipotenciario de Alemania en Washington, hizo tambien nuevas observaciones respecto, á pesar de que estas observaciones se refieren a otra especie.

El conocimiento mas exacto de este interesante fenómeno lo debemos al Dr. Ganin, de Charkow. El célebre von Baer ha publicado en el Boletín de la Academia de San Petersburgo un extracto de las observaciones de Ganin, y él mismo publicó el resultado de sus estudios, con todos sus detalles, en los Anales de esa Academia.

En las líneas siguientes quiero dar á mis lectores una idea general de estos importantes estudios.


Ganin observó que, en uno de los rincones del comedor de una casa, la madera del pavimento estaba muy corrompida; en las tablas había una abertura muy grande, en la cual la criada arrojaba todos los dias la basura de la alcoba, de manera que pronto se formaba allí una gran acumulacion, principalmente de cáscaras de nueces, semillas de frutas, copos de lana, tierra, pedazos de papel, etc. Explorando esta basura con un objeto zoológico, Ganin encontró Anguilúlides, especies de Enchytræus, de Lumbricus, de Julus, y dos especie de larvas de mosquitos del género Cecidomyia.

En la misma ocasion, el feliz observador vió que una de estas larvas de 3 milímetros de longitud estaba llena de gusanillos que se movian libremente en el cuerpo de la madre. Inmediatamente se ocupó de la descripcion de su estructura interna y forma externa, reconociendo que era otra especie del mismo género creado por Wagner. Estudió especialmente el cuerpo grasoso, pero sin hallar nada de particular; era en todas sus partes perfectamente igual al mismo órgano de otros insectos. Encontró las mismas celdillas en que Pagenstecher pretende que se desarrollan los hijuelos, pero ellas no se transformaban de ninguna manera.

El estudio de Ganin tiene la mayor importancia en cuanto al desarrollo de los hijuelos, por lo cual deséo hablar de ello mas detalladamente.

Ganin observó, en los animales aún muy jóvenes, órganos pequeños que él llama—impropiamente, en cierto modo, como veremos mas tarde—ovarios.

Véense en la larva recien nacida, en el pliegue lateral mas profundo del cuerpo grasoso, en el onceno segmento, á cada lado; son celdillas ó vejigas ovales, y de un tamaño de 0,037 mil. por 0,0208 mil.

La pared es muy transparente y delgada, y el contenido consiste en celdillas transparentes muy pequeñas, con núcleos claros y un poco de líquido. El pequeño órgano está fijado, por dos hilos muy delgados, á las partes vecinas, con la parte superior en el intestino y con la parte inferior en el cuerpo grasoso.

Recibe una rama bastante fuerte del sistema traqueal. Cuando principia a desarrollarse el contenido, el órgano mismo aumenta, sale del pliegue del cuerpo grasoso y se coloca encima de este último. Ganin observó este organo ya en los cuerpos de los fetos, antes del nacimiento; algunas veces vió tambien que en este tiempo algunas celdillas del interior se habian dividido y multiplicado. Pero generalmente el desarrollo no principia ántes del nacimiento, ó ántes que el nuevo ser tenga el tamaño de 1,5 milím.

Cuando han alcanzado este tamaño vénse a las celdillas unirse en grupos que reciben una membrana propia, y entonces se asemejan á huevos. Este desarrollo es centrípeto respecto al órgano mismo. En una larva de 2 milím., Ganin encontró 15 de estos gérmenes, los cuales crecian sin cesar. En cada uno vió una celdilla mayor que todas las demas. En este período la membrana es mas gruesa y menos trasparente; cada gérmen tiene entónces un diámetro de 0,03 milím., y el del germenóforo mide 0,13 milím.

Poco a poco desaparece el germenóforo, y los gérmenes no tardan en quedar libres en el vientre de la madre, principalmente en el último segmento; su tamaño es entonces de 0,05 milím.; se puede distinguir la yema es la vez mejor, y la forma llega á ser mas oval. En este período el gérmen es menos trasparente á causa de una substancia granulosa y grasosa que se desarrolla en un punto, y que concluye por llenar lodo el gérmen, cuando éste ha alcanzado el diámetro de 0,1 milím. Todo el contenido llega a ser mas y mas granuloso, mientras que la membrana de los gérmenes comienza a desaparecer de la misma manera que, en otro período, la membrana del germenóforo. Entónces se dispersan por todo el cuerpo de la madre, y el mayor tamaño en este período es de 0,26 milím.

Poco tiempo despues, fórmase un blastema, y en la superficie de la yema se observa entonces una masa clara y granulosa, de la cual se forma el cuerpo del embrion de la manera ordinaria.

Este desarrollo marcha con gran rapidez, y al poco tiempo ya se puede observar la semejanza de los fetos con la madre.

Ordinariamente el número de estos es 20 á 30. Por lo demas, la rapidez del desarrollo depende mucho del alimento y de la temperatura
(Concluirá)


  1. Como muchos autores han dado en los periódicos populares una reseña general sobre el fenómeno de la partenogénesis, no hablaré aquí mas de este asunto. y citaré, p. e., los Anales científicos Argentinos. Año 1. (1874) pg. 71-74.
  2. Digo "verdadero parto" porque muchas veces otros animales, p. e., las mariposas, ponen huevos sin cópula o fecundacion, pero estos huevos no se desarrollan, sino que se secan (fuera de los casos de partenogénesis). Este es tambieb un parto, pero un parto falso.
  3. Debo mencionar aquí que en los Aphidae (pulgones de las plantas) se observa una generacion alternante que tiene mucha semejanza con la paedogenesis, tanto mas cuanto que difiere de la verdadedara metagénesis. Luego volveré sobre este asunto.
  4. Metagénesis no es otra cosa que una metamórfosis que no se termine en un solo individuo, sino en una série de generaciones.

    Identificar tan completamente con la partenogénesis esta generacion sin fecundacion de los pulgones, como lo hace Gerstäcker en Bronn's Klassen und Ordnungen des Thierreiens, p. 176 (Entom. Theil) no me parece motivado.

  5. En esta especie el fenómeno es todavia mas extraño, porque estas celdillas, durante algun tiempo, se asemejan á un animal con órganos distintos, y parecen tener una vida independiente, y luego todo desaparece.