El ajedrez (Borao y Clemente)/Capítulo XII

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El ajedrez (1858) de Jerónimo Borao
Nota: Se respeta la ortografía original de la época

CAPITULO DUODECIMO.




LEYES DEL JUEGO.


publicadas por la Junta de Lóndres y por el Café de la Regencia.


1.ª Colóquese el tablero de modo que cada uno tenga á su derecha casa blanca.

2.ª La salida y el color de las piezas serán á la suerte si no hay convenio contrario.

3.ª El que gana una partida sale en la siguiente.

4.ª El que dá ventaja sale, si no se ha pactado otra cosa.

5.ª Hasta la cuarta jugada puede reponerse el tablero, ó las piezas mal colocadas, ó que no se hayan colocado, ó la ventaja convenida si se olvidó de tomar; pero todo esto ha de ser á consentimiento del que no padeció la distraccion.

6.ª En el caso de olvidarse la ventaja y de pasar adelante la partida, el desventajado, si la quiere seguir, no la perderá, pues la pérdida se le reputará tablas[1].

7.ª Pieza tocada, pieza jugada, pieza asentada no puede levantarse.

8.ª Diciendo compongo puede reponerse una pieza volcada ó desviada, y puede dejarse de jugar una pieza tocada.

9.ª Si uno toca pieza enemiga sin decir compongo, puede ser obligado á tomarla, ó á dejarla, ó á jugar el rey si no cae en jaque.

10. Si uno juega pieza enemiga, es obligado, ó á tomarla ó á restituirla.

11. Si uno se toma á sí mismo, es obligado á jugar una de las dos piezas.

12. Si uno come con lo que no puede, tomará con lo que pueda, ó jugará aquella pieza, todo á voluntad del adversario.

13. Si uno hace falsa marcha puede ser obligado á dejar allí la pieza, ó ájugarla á donde pueda, ó á jugar su rey.

14. La falsa marcha no se castiga despues de la jugada siguiente del contrario.

15. Si uno juega dos veces, es obligado á deshacer la segunda si se lo exige el contrario.

16. Todo peon puede andar dos casas en su primera salida.

17. Si un peon pasa por el costado de otro enemigo, este le come al vuelo, colocándose donde aquel debió quedarse: esta es la presa pasada.

18. El peon que llega á la base contraria se convierte en la pieza que quiere, aunque estén todaslas de su especie en el tablero[2].

19. El rey no puede enrocar en siete casos: cuando hay pieza intermedia, cuando dejó su escaque, cuando lo dejó la torre, cuando está en jaque, cuando lo está la torre, cuando dá en el jaque, y cuando pasa por el jaque.

20. Si en alguno de estos casos se toca pieza para enrocar, el adversario puede hacer mover el rey ó la torre, á no ser que hubiera dicho compongo.

21. Jugado rey ó torre por castigo, ya no se enroca.

22. Tocada pieza que deja en jaque al rey, se juega este; y si jugado este, dá en el jaque, se juega cualquiera.

23. El rey es la única á quien se advierte el jaque.

24. Si estando el rey en jaque ignorado, se juega sin cubrirle, y entonces el adversario ataca ó prende diciendo además el jaque, se acude á este y la jugada enemiga es nula.

25. Advertido un jaque ignorado de rey, se repone la última pieza jugada y se defiende el jaque.

26. Si dado un jaque falso, el otro toca para defenderlo, y luego vé su falsedad, juega á arbitrio.

27. La partida es tablas en rey ahogado, menos en Inglaterra[3].

28. La partida es tablas cuando hay equilibrio de piezas y así se conviene: lo es tambien cuando las piezas de ventaja son insuficientes, y entonces se suelen fijar cincuenta jugadas.

29. El que dá torre de ventaja puede avanzar un paso su peon al empezar, y colocar el rey donde se lo pondria el enroque.

30. Las dudas de derecho se deciden por este reglamento; las de hecho por árbitros.







  1. Es ley, pero no de Philidor.
  2. Algunos, al copiar estas leyes, dicen que no puede laber dos reinas, tres torres, etc.
  3. En que el ahogado gana: lo mismo dice un autor francés acerca del rey ahogado: «Il est pat et gagne la partie.»