El parecido completo
Los señores de son dos hermanos gemelos, tan parecidos en todo, que viéndolos juntos no hay quien los distinga. Esta semejanza, ó mas bien igualdad, les puede ser muy favorable, como lo prueba el siguiente sucedido:
"Viniendo en la diligencia de Francia uno de ellos, se trabó de palabras con otro caballero y lo insultó. El ofendido, al llegar á Madrid, quisó desafiarlo y principió por tomar informes para enviarle sus padrinos.
— ¿Conoces al señor N.?
— Son dos hermanos.
— Yo busco al que se llama Manuel.
— Los dos se llaman Manuel.
— Tiene cuarenta años.
— Son gemelos.
— Es médico.
— Los dos son médicos.
— Es un caballero bizco.
— Los dos son bizcos.
— Está casado.
— Los dos son casados.
— La mujer es muy linda.
— Las mujeres de los dos son preciosas.
— No tiene hijos. — Ninguno de los dos los tiene.
— Ahora lo vas á conocer: el que yo busco no solo es casado sino....,
— ¡Ay! amigo mió, lo son los dos.
— ¡Qué diablo ¡ hé aquí dos hombres á quienes no se puede desafiar porque no se pueden distinguir.