El profeta/La Muerte
La Muerte
Almitra, entonces, habló, diciendo: Os preguntaríamos ahora sobre la Muerte.
Y él respondió:
Desearíais saber el secreto de la muerte.
¿Pero cómo lo encontraréis a menos de buscarlo en el corazón de la vida?
El mochuelo, cuyos ojos atados a la noche son ciegos en el día, no puede descubrir el misterio de la luz.
Si, en verdad, queréis contemplar el espíritu de la muerte, abrid de par en par vuestro corazón en el cuerpo de la vida. Porque la vida y la muerte son una, así como el río y el mar son uno también.
En el arcano de vuestras esperanzas y deseos reposa vuestro conocimiento silencioso del más allá.
Y, como las semillas soñando bajo la nieve, vuestro corazón sueña con la primavera.
Confiad en los sueños, porque en ellos el camino a la eternidad está escondido.
Vuestro miedo a la muerte no es más que el temblor del pastor cuando está en pie ante el rey, cuya mano va a posarse sobre él como un honor.
¿No está, acaso, contento el pastor, bajo su miedo de llevar la marca del rey?
¿No lo hace eso, sin embargo, más conciente de su temblor?
Porque, ¿qué es morir sino erguirse desnudo?
Y, ¿qué es dejar de respirar, sino el liberar el aliento de sus inquietos vaivenes para que pueda elevarse y expandirse y, ya sin trabas, buscar a Dios?
Sólo cuando bebáis el río del silencio cantaréis de verdad. Y, cuando hayáis alcanzado la cima de la montaña es cuando comenzaréis a ascender.
Y, cuando la tierra reclame vuestros miembros, es cuando bailaréis de verdad.
Una vez discernidos todos los misterios de la vida, desearás la muerte, porque la muerte no es sino otro misterio de la vida.
khalil Gibran