El trovador en un porche

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El trovador en un porche (1870)
de Eduardo Escalante
EL TROVADOR EN UN PORCHE.


PIEZA BILINGÜE EN UN ACTO, ORIGINAL Y EN VERSO,


DE


DON EDUARDO ESCALANTE


Estrenada con estraordinario éxito en el teatro de la Libertad, en el beneficio de doña Amalia Mondéjar, la noche del 28 de Abril de 1870, y en el Principal el 2 de Mayo del propio año.



VALENCIA.
Librería de Juan Mariana y Sanz, Editor,

1870.


MI QUERIDA AMALIA.



Unidos por los lazos del cariño y la bendición de Dios, á nadie mejor que á tí pudiera dedicar esta obrita, pues es la que mas aplausos ha recibido del público, siempre bondadoso con tu


Eduardo.
REPARTO.


Personajes.

Actores.

Doña Casilda. Sra. Andrade.
Tomasa. » Mondéjar.
Dolores. » Ruiz.
Una criada. » Rodrigo.
Graciano. Sr. Carsí.
Don Guillermo. » Reig.
Cheroni. » Torromé.
Tonet. » Aparicio.
Don Eusebio. » Contreras.
Vaoro. » Civera.
Un espectador. » Gonzalez.
Una niña que no habla.



ADVERTENCIA.


Cumple á mi deber manifestar aquí mi agradecimiento á los principales artistas que han tomado parte en este juguete, por el esmero con que lo han desempeñado, y muy particularmente al primer actor del genero cómico D. Felipe Carsi, bajo cuya direccion ha sido puesta la obra.

El primer galan jóven D. Juan Reig, al tomar á su cargo un papel ageno enteramente á su carácter, ha querido darme en ello una prueba de su amistad, contribuyendo con los demás actores al buen éxito de la obrita.

A todos queda reconocido su afectisimo S. S.


Escalante


ACTO UNICO.


Sala corta: puertas laterales: cuatro sillas arrimadas á la pared.


ESCENA I.


D. Eusebio y el siñor Cheroni.

Cheroni.

Vaya, ¿qué se le ofresia
á mi señor D. Eusebio?

Eusebio.

Mi esposa me dijo: pasa,
y pregunta si de cierto
va esta noche la funcion.

Cheroni.

Sí señor.

Eusebio.

 Hace ya tiempo
sabe usted que deseamos
ver el teatro.

Cheroni.

 En efecto,
y yo tendré mucho gusto. . . . .

Eusebio.

Pues nunca nos atrevemos
á pasar. . . . .

Cheroni.

 ¡Caramba!

Eusebio.

 Puede
el local ser muy pequeño,
y hay siempre mil compromisos.

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