En la fuente mas clara y apartada
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En la fuente mas clara y apartada
Del monte al casto coro consagrado,
Vi entre las nueve hermanas asentada
Una hermosa nínfa al diestro lado.
En cabello se estaba, coronada
De verde hiedra y arrayan mezclado,
En traje extraño y lengua desusada,
Dando y quitando leyes á su grado.
Vi cómo sobre todas parecía;
Que no fué poco ver hombre mortal
Inmortal hermosura y voz divina.
Y conocíla ser doña Marina [1]
La que el cielo dió al mundo por señal
De la parte mejor que en si tenía.
- ↑ Doña Marina de Aragon, hija del conde de Rivagorza