Enciclopedia Chilena/Folclore/Entierro, El
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El Entierro
Artículo de la Enciclopedia Chilena
Este artículo es parte de la Enciclopedia Chilena, un proyecto realizado por la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile entre 1948 y 1971.
Código identificatorio: ECH-2749/9
Título: El Entierro
Categoría: Folclore
Entierro, El. Folk. Creencia en un tesoro oculto en el subsuelo, a profundidad muy variable, y consistente, por lo común, en barras o monedas de oro o plata. Los lugares donde se supone la presencia de un entierro, se caracterizan por la exteriorización de signos sobrenaturales o misteriosos correspondientes a él, figurando entre los más representativos, los encuentros con seres de la mitología, o con personas o animales de procedencia desconocida y de súbita desaparición; los ruidos metálicos, o la música festiva de cantos e instrumentos, o los llamados humanos, estos tres imposibles de localizar visualmente. La mayoría de los entierros puede ser descubierta y aprovechada por cualquier persona, mediando simples casos fortuitos para el hallazgo, como le ocurriera al vaquero a quien se le soltó una barreta de las amarras de la montura, clavándose hasta más de la mitad en la orilla de un camino, hecho desusado que lo indujo a agrandar el hoyo, encontrando un cántaro repleto de viejas monedas de oro. En otras oportunidades es el coraje el causante del premio, y que podemos ejemplificar con el arriero que se atrevió a contestar afirmativamente a una mujer amortajada que invitaba a bailar a los que utilizaban un paso en el cerro. Pero hay algunos, los más cuantiosos, que sólo están destinados para ciertas personas, lo que no significa que éstas los hallen siempre, sea por desinterés, por falta de valor, por torpeza, o por exceso de precipitación en el logro de la empresa. Agreguemos que este segundo tipo de entierros están a cargo de un cuidador, que puede ser un brujo o el alma errante de quien fuera dueño de esas riquezas, o de quien las enterrara. Dicho cuidador debe orientarse únicamente al elegido para gozar del tesoro a su cargo, alejándolo de los intrusos que pretendiesen apoderarse de él, lo que los entendidos llaman técnicamente correrse el entierro, y si cede a la tentación de facilitar su búsqueda a quien no ha sido conferida la suerte, sufrirá tremendos castigos sin tener éxito en sus desviados propósitos. Difundida esta creencia a lo largo de todo el país, y aceptada por no poca gente, en su mayor parte de zonas rurales, tiene su origen histórico en la costumbre de guardar dinero y objetos valiosos en escondites subterráneos, practicada por españoles y criollos a falta de otros recursos o debido a la desconfianza, unida al placer de mirar cuando se quisiera los metálicos bienes. La indudable existencia real y doméstica de los citados entierros históricos, ignorada quizás para siempre y según algunos fomentada por el rápido abandono de Chile hecho por muchos españoles después de la derrota de las armas realistas; la multiplicación indiscriminada de los entierros ficticios, y las abundantes supersticiones complementarias surgidas en torno a la leyenda, nos sitúan en la iniciación y trayectoria de un fenómeno folklórico, en la medida de su geografía humana chilena, sin desconocer sus antecedentes españoles y europeos anteriores al descubrimiento de América.
Bibliografía Vicuña Cifuentes, Julio. "Mitos y supersticiones". Stgo., 1915.
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