Ensayo de una historia de Orizaba: Cuarta parte: Capítulo II

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Nota: Se respeta la ortografía original de la época



II.


Regresan los indios á Orizaba.— Fundacion del condado del Valle de Orizaba.— Peste y segunda emigracion de los indios de Orizaba.— Vuelven á ser congregados.— Trata de ser reconocido como pueblo; pero se les niega.— Primera Iglesia edificada en Orizaba.




Los españoles se apresuraron á evitar aquella emigración, inostrándose mas prudentes con los naturales. Este fué el principio que mas eficazmente contribuyó á engrandecer la población española. En 1545 ya muchos indios habian tornado á estos lugares, aunque obligarlos primero y después halagados, con el buen trato que recibían de sus dueños. Los españoles habian, por fin, llegado á comprender en este tiempo, que si las disposiciones de la corte de Madrid, en favor de los indio tenian por base principio de justicia, entrañaban al mismo tiempo otro de conveniencia particular, así para la corona como para ellos mismos. Tratábase de conservar á los indios, y traerlos á la civilizacion cristiana, sin menos alarde de la teo-filantropía de los pretensos civilizadores de hoy, y con intenciones mas puras y laudables.

Los hijos de Orizaba, establecidos segunda vez en Ixhuatlan, en 1542 sostuvieron ya un ruidoso litigio con los de Maltrata, por una estancia de tierras que los naturales de este pueblo le usurparon injustamente.

Hasta ese año no esperimentaron ningun contratiempo, fuera de los que dejamos apuntados: habian solo sufrido las exigencias de los servicios personales que demandaban los encomendadores; pero el comun del pueblo habia seguido disfrutando de los beneficios de las tierras. Protejidos por el libre goce de ese derecho, reclamaron y obtuvieron de la Real Audiencia de México la posesion de las tierras del Encinar, que á poco, en 1545, le fueron usurpadas.

La fama de que gozaba el valle de Orizaba, por sus reconocidas ventajas, dispertó en D. Antonio de Mendoza, primer virey de México, el deseo de poseer algunas tierras en él.

No se le presentaron muchas dificultades para lograr su intento, y se posesionó, con detrimento de algunos pueblos de indios, de todas las tierras que van desde el Ingenio á Aculcingo[1].

Nada hemos visto en contrario para dudar que entonces quedó vinculado aquí el condado del Valle de Orizaba.

La usurpacion del virey causó la emigracion de los pueblos comprendidos en las tierras de que se hizo dueño, por mano propia. Los indios de Ostoticpac emigraron á su vez á unos cerros llamados Tlacotecpec, pertenecientes á Orizaba[2].

A pesar de sus contratiempos Orizaba iba en auge; pero en 1545 recibió un golpe terrible. Ese año fué memorable para los indios todos. Una peste asoladora los destruyó de tal modo que huian de las poblaciones españolas. Los de Ahauializapan tornaron á sus antiguas residencias, y se resistian á unirse á las poblaciones nuevas, alegando que de ellas recibian aquel daño. En efecto, las viruelas que tantas víctimas hizo, y las demás pestes que los diezmaron, habian sido comunicadas por los conquistadores. En estas circunstancias aconteció que á ese hecho puramente casual, se le supuso por el vulgo, caviloso siempre, otro origen y como intencional de parte de los españoles.

Esta segunda huída fué de mas tristes consecuencias para Orizaba: familias enteras desaparecieron en pocos dias, perdidas en las montañas vecinas, en donde buscaban y creian encontrar un asilo contra aquella calamidad.

La poblacion quedó diezmada y solo siete años después, en 1552, regresó al valle merced á una orden del gobierno de México.

Dos años antes, en 1550, habia entrado á gobernar á México el virey D. Luis de Velasco, primero de ese nombre. Este leal y prudente funcionario, con decidido empeño procuró el bienestar de los indios al grado, que aún en su tiempo mismo, se le dió el nombre de Padre de ellos. La justicia con que sus contemporáneos supieron juzgarle, la ha, ratificado la posterioridad, dándole el mismo nombre.

La administracion de Velasco se distinguió por el empeño que éste puso en fundar poblaciones, medio el mas seguro para civilizar á los indios[3].

Con tan buen deseo, no pudo menos que procurar que los indios de Orizaba regresaran á sus abandonados hogares, cuidando que vivieran junto al pueblo español.

De Tequila, Tesmelaca é Ixhuatlancillo, fueron traidos otra vez, á pedimento de los españoles mismos.[4].

Tristes y desalentados volvieron, y como temiendo á perecer con solo pisar el valle. Veerdadera compasion causa el considerar esta no interrumpida serie de calamidades públicas, que asolaron todas las comarcas mexicanas.

Los orizabeños creían que era un daño remiso el que trataba de hacérseles uniéndolos y congregándolos en comunidad; y no asertaban á comprender que se procuraba de buena fe, acostumbrarlos á la vida social.

Por desgracia, las dolorosas vicisitudes porque habian pasado, les daban razones bastantes para ser desconfiados, si no es que por la índole misma de su carácter lo eran hasta ser suspicaces.

El virey Velasco, al efectuar esta congregacion general, lo hizo en virtud de los consejos de su antecesor en el mando[5] y porque comprendió la utilidad que traeria para los naturales. Esto contribuyó. mas que otra consideracion, á que tomara empeño decidido por llevarla á remate, como logró alcanzarlo.

En este cambio contínuo de residencias, en que sufrieron tanto los de Orizaba, fuéles muy duro, que al regresar forzosamente esta segunda vez, perdieran el derecho á ser reconocidos como pueblo, título que obtuvieron desde 1531[6]. En nuestro concepto el gobierno llevó en esto la mira de tenerlos mas sujetos, y evitar aquellas emigraciones perjudiciales á ellos y él mismo, pues ganaban todos, los primeros civilizándose, y el segundo llenando sus deseos.

Para este fin, los españoles alcanzaron, sin mucho esfuerzo, el título de pueblo para la parte que ellos habian fundado[7].

No vieron esto con buenos ojos los indios, y desde entonces puede decirse que comenzó abiertamente á efectuarse aquella guerra sorda y sin tregua que los dos vecindarios se hicieron de continuo, y que no concluyó sino con la absorsion completa que sufrió la raza india de Orizaba por la española.

Pretendieron los naturales que tal título no debia dársele al barrio de españoles, puesto que el lugar en que estaban ellos congregados, llevaba ya ese nombre. Nada consiguieron, quedando en pié este nuevo resentimiento que no tardó mucho en precipitarlos á otra nueva fuga á los pueblos vecinos, de donde habian sido traidos.

Sin embargo de la formal negativa que recibieron los orizabeños indígenas, para no formar pueblo aparte, el virey los dejó hasta cierto punto independientes de la autoridad de la Orizaba española.— En 1553 eligieron sus autoridades libremente, cosa que aun no tenian los españoles, pues dependian directamente de San Pedro Tequila, donde tenia asiento la autoridad del Corregidor de toda esta Jurisdiccion. En el año referido nombraron los indios gobernador, alcaldes y demas autoridades[8].

Fué este un medio apropósito para halagarlos, y al mismo tiempo, tenerlos mas vigilados. Este sistema cpae tan bien plantearon los españoles, concillando todos los intereses, algunos años mas tarde, no valió para sujetar á los naturales. Otras emigraciones y otros cambios se efectuaron, que aunque remediados después, siempre contribuyeron á retardar los progresos de la poblacion.

Creemos que la negativa del gobierno en esta vez tuvo por único fundamento no dejar en libertad á los indios, como habian quedado antes, dando por resultado su desercion.

El gobierno procuró sujetarlos á la vigilancia de la autoridad española; determinacion que si por una parte podria dar el resultado apetecido, por otra, era de por sí una rémora que impediria siempre el que los indios no sufrieran algunas vejaciones que los alejaran constantemente de toda comunicacion con los españoles.

Solo de esa manera podrian vivir con mas sujecion y gozar demás ventajas, una vez que el virey cuidaba paternalmente de su suerte y bienestar.

Por otra parte, el nombre de pueblo era una simple fórmula, puesto que de hecho gozaban de los beneficios de ese título especial.

D. Luis de Velasco, los puso en posesion de los terrenos del Guayabal de Escamela y Monte Grande Mazapa[9], que le habian sido usurpados en su ausencia por el Conde del Valle, la Marquesa de Sierra-Nevada y el resto de los orizabeños que, reconocidos como pueblo, se habian quedado en Atzacan[9]. Favorecidos por los mismos españoles del lugar, que andaban no muy bien con las dos familias del Valle y Sierra-Nevada, y por la justicia que les asistia, lograron esta posesion que á ellos les importaba nada ménos que la subsistencia, puesto que en aquellos sitios hacian sus siembras de legumbres y maíz.

No hay duda que así quedó mejor conciliado el bienestar de los indios con los intereses del gobierno, representado por el de Velasco. Si los naturales tenian algún motivo de queja era, y no más, el que las aspiraciones de su amor propio se vieran malogradas; pero ¡cuánto más importaban los beneficios reales y positivos que recibian de esa negativa, que los que podía darles, en cambio, aquel título meramente ilusorio!

No les fué ilícito, sin embargo, que pudieran construir iglesia. Para el gobierno español, cada templo, por humilde que fuera, que se levantaba, era un triunfo.

Sus miras políticas tenian gran parte en esto; más tambien debemos decir que las ideas religiosas de aquellos tiempos influian en mucho para no contrariar en lo mas mínimo, las inclinaciones de los indios en este punto. El principio religioso era un gran poder para encaminarlos, pronta y rectamente, en las vías de la civilizacion.

Existe hoy dia ocupado el sitio de esta primera iglesia, por la antigua del Calvario. Universal creencia ha sido que San Juan de Dios fué el primer templo fundado en Orizaba; pero ha sido un error[10]. ¿Quién la fabricó? Se ignora; pero no dudamos en afirmar que fueron los mismos indios, dirigidos por los frailes del pueldo de Chocaman.

Un documento que tenemos á la vista[11] se limita simplemente á decir: ....“venian á dar misa, y á administrar los santos sacramentos religiosos que estaban en el pueblo de Chocaman.” Y mas adelante:....“no ay Instrumento en este Archivo que alumbre acuia costa se fabricó”.... Para nosotros esta falta misma de documento que lo indique, es suficiente para hacerlo sospechar.

Hasta muchos años despues, en 1618, los españoles establecidos ya en el Barrio de San Juan de Dios, solicitaron la licencia para edificar el Hospital, que dió orígen á la Iglesia. En ninguno de los documentos, que no son pocos, reunidos y examinados por nosotros, se refieren los españoles á esta primera iglesia, y ni aun en las solicitudes que Pedro Mejía y Sebastian Maldonado[12] hicieron al virey para la fundacion de San Juan de Dios, se cuidaron de hacer constar la existencia de esta primera iglesia.

Esto para nosotros prueba, que ningun español tomó parte en su construccion, porque para robustecer su pedimento, habrian alegado y dejado constancia oficial de él, de lo que tenian especial cuidado siempre.

Además, en esa época (1569) no residian constantemente aquí los dueños de carros, que por su posicion pecuniaria, eran los únicos capaces de emprender esa clase de obras, como mas tarde llegaron á hacerlo, edificando á San Juan de Dios.

Los religiosos franciscanos de Chocaman creemos fueron los que diectamente favorecieron sn construccion. Extraños estos hombres extraordinarios á las preocupaciones de sus mismos compatriotas, en disfavor de los indios, no aspiraban á otra cosa, sino á reducirlos por la fuerza sola del sentimiento religioso, tierno para consolarlos, y bastante fuerte y poderoso para mantenerlos en la obediencia y la paz[13]. Eficazmente secundados los indios por aquellos franciscanos construyeron de horcones y paja una iglesia. Esta en realidad fué la que primero se edificó, triste y humilde como no podia ser de otro modo, en 1552 ó 54.

Las prácticas religiosas se limitaban á la misa que cada ocho ú quince dias, se celebraba, y á la administracion de los sacramentos, por aquellos religiosos. En la estacion de las aguas se pasaba hasta un mes, sin que los orizabeños pudieran ver celebrar aquellas ceremonias, en las cuales tomaban parte los españoles mismos.

Estos por su parte no procuraban fundar templo alguno: compuesta esa poblacion europea de gente no muy dada á las prácticas religiosas, solo se pensaba en los lucros que el tránsito mercantil podia dejar.— Lo hemos dicho ya, y lo repetimos, el comercio era el único interés y el solo vínculo que unia los intereses de la naciente poblacion.





  1. ....“El señor visso rrey Don Antonio de Mendoza tomó toda está tierra de Ostotiquepaque y San Cristoval Acazingo para sí. etc.” MS.
  2. ....“Fueron á los dichos Montes que eran tierras de Orizava.” M S. citado.
  3. A él se deben las fundaciones de Durango, Chametla y San Miguel el Grande.
  4. “Segun tradicion el año de 52, fue su agregacion á este vecindario de españoles, por pedimento de estos bajándolos por órden superior de los pueblos de Tequila, Tesmalaca, Ixhuatlancillo del monte.” Fundacion de Orizaba. M S.
  5. D. Antonio de Mendoza. Decia este á Velasco en la Instruccion secreta que con el título de Relacion, Apuntamientos y Avisos, le dejó, al entregarle el mando en 1550: “Viendo las estorsiones y molestias que se hacian á los indios sobre que si se iban de un pueblo á otro los traian de él por fuerza y contra su voluntad, donde á poco tiempo que vine á esta tierra mandé que los indios como personas libres y vasallos de S. M. viviesen donde quisieren é por bien tuvieren, sin que se les hiciese fuerza; siendo informado desto S. M. mando que así se guardase. Despues proveyó que los indios se junten é vivan juntos, queriendo dar esta orden estando ya el pueblo junto ha acaecido amanecer sin ninguno (como en Izhuatlan, véase la pág. 218) de manera que lo uno contradice á lo otro; de tener slo indios libertad que se vayan de un pueblo á otro redunda inconveniente, porque es muy ordinario entre ellos en cumpliéndose el tributo que deben, ó mandándoles que entiendan en alguna obra pública, ó queriéndolos castigar por amancebados y que hagan vida con sus mugeres pasarse á otro pueblo. Esta es la vida que traen y á los que por estas causas se iban, yo mandaba á las justicias que siendo así diesen orden como los tales indios se volviesen á sus pueblos, V. S. mire bien este negocio para que no se provea en él de golpe, sino después de bien entendido poco á poco lo que le pareciere que conviene” etc.-Coleccion de las Instrucciones que los Vireyes de Nueva-España dejaron á sus sucesores. Pág. 236.
  6. Véase la pág. 191.
  7. “Tengo noticias, que este pueblo de Orizava se fundó por los españoles.... ha mas tiempo de doscientos años, y que para ello impetraron Real Merced de el Exmo. Señor D.Luis de Velasco, Virrey que fué de esta Nueva-España.” Fundacion de Orizava. 1757.pág. 47.
  8. “Formaron república en el año de mil quinientos cincuenta y tres, eligiendo gobernador, alcaldes y demas oficiales,” etc. M S. Certificacion de los Bachilleres D. Juan Antonio de Cázeres y Elorra, D. Joseph Gonzalez Moreno y D. Remigio Ángel Ábrego.
  9. 9,0 9,1 “El gobernador, comun, y naturales de este Lugar (Orizaba) solo presentaron Dos Reales Ejecutorias ganadas contra el Conde del Valle, Marquesa de Sierra Nevada, y común del Pueblo de Sta. Anna Zacan, sobre Dos citios de tierra nombrados Monte Grande Mazapa; y el otro el Guayabal de Escamela por merced que de ellos le hizo el Exmo. Señor Don Luis de Velasco Virrey, Governador, y Capitan general que fué de esta Nueva-España,” etc. Fundacion de Orizava, pág. 53. M S.— Estos terrenos fueron cedidos con especialidad á la familia de los Mendozas, indios principales que vinieron á avecindar, e á Orizaba. Véase el capítulo IV de esta parte.
  10. ....“Por los años de 1569 es; constante que ya havia Iglesia en Orizava” etc. M S. citado, pág. 230
  11. La falta casi absoluta de clérigos seculares hizo que se echara mano de los frailes. El virey Don Martin Enriquez decia el Conde de Coruña, su sucesor, Instrucciones secretas, pag. 245; “acá con la falta de clerigos, ha siedo siempre forzoso que frailes hagan oficios de curas, y que S. M. se valga de ellos para la doctrina de los indios, y el acudir á esta doctrina ha de ser andando por todos estos pueblos unas veces solos y otras veces de dos en dos, donde nunca hacen mucho asiento.” Por esta razon en muchos años, los frailes regulares tuvieron á su cargo la administracion de los curatos.
  12. Los mismos de que hablamos en la pág. 213, y de los que hablarémos adelante.
  13. “A dos horas de camino, despues de pisar la profunda barranca de Metlac y la pintoresca hacienda de Monte-Blanco, se llega á una pequeña aldea situada en una hermosa llanura: se llama Chocaman. A cierta distancia de lo que hoy hace parte del pueblito, divisé unas ruinas; y fuí á examinarlas. Un viejo pasaba por allí y le pregunté si eran restos de alguna iglesia. Simplemente me contestó: ahí estaba convento. Yo me lo sabia ya: el viejo pasó, sin tener mas que decir, pues esas simples palabras encerraban todo cuanto sabia de aquellos escombros. Ni en el curato, ni en el archivo municipal, existe documento alguno que se refiera á este antiguo convento: él, sin embargo, fué bastante importante si juzgamos por la estension que ocupan sus ruinas.” Apuntes de algunas escursiones (del autor) en el valle de Orizaba. Inéditos.