Ensayo de una historia de Orizaba: Segunda parte: Capítulo I

De Wikisource, la biblioteca libre.
Ensayo de una historia de Orizaba (1867) de Joaquín Arróniz
Cap. I
Cap. II
Nota: Se respeta la ortografía original de la época



Ahauializapan.

I.

Los toltecas, y su dispersion.—Leyenda de Quetzalcoatl.—Orígen del nombre de Citlaltepetl, Volcan de Orizaba.

(1178—1519.)




Es cosa averiguada que al pisar las playas mexicanas el ilustre Cortés, después de las exploraciones de Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva[1], existian al Oriente del Imperio azteca grandes y pobladas provincias á él sujetas. Quetlachtlan (Cotaxtla), que se estendia desde las márgenes del Papalóapan hasta el Rio de las Canoas[2], el país de Veracruz, llamado Chalchihuacan; el señorío de los totonacas, que ocupaba toda la extensión comprendida entre aquel rio y Huaxtecapan[3], y corria hácia el O., cuatro leguas mas allá de Zacatlan, en el Departamento de Puebla, estaban, como el resto del país, completamente poblados[4]. En toda esa demarcación política se hallaba la populosa ciudad de Zempoallan, cuyos edificios creyeron de plata los primeros conquistadores[5], y punto donde Cortés comenzó á dar muestras de sus prendas políticas.

Ocurre ahora preguntar ¿de dónde vinieron los primeros pobladores de esos lugares y los del valle de Ahauializapan, en ellos comprendidos?

Todas las regiones septentrionales periódicamente han producido tribus errantes que impulsadas por las aspiraciones de su bienestar, se han alejado de sus países nativos, para ir á establecerse al Mediodía. Las emigraciones sucesivas de las tribus que vinieron al valle de México, explican esa ley providencial, impuesta á las generaciones humanas en esta parte del Globo; así como en el antiguo continente, justifican la espansion de las razas asiáticas hacia la parte occidental de Europa, y las irrupciones de los bárbaros que aniquilaron el vasto imperio romano[6].

La raza que pobló el antiguo país de Anáhuac fué la de los toltecas en 648[7]; quinientos años después llegaron los chichimecas, y ocho años mas tarde, en 1178, las tribus nahuatlacas, que tanto figuran en la antigua historia de México .

Con este nombre son conocidas siete naciones, de origen común, que llegaron al valle de México del país de Aztlan.

Los toltecas fueron los mas civilizados de los habitantes primitivos de México. Este pueblo desapareció "tan silenciosa y misteriosamente como vino á este país", según la espresion de un elegante historiador[8]. Aniquilado por el hambre, la peste y las derrotas, emigró á las regiones de Centro-América: muy verosímil es que á consecuencia de aquel desastre inmenso, algunos restos de ese pueblo vencido, aunque ilustre, tomaran hácia estas partes, en su marclia alas regiones del Mediodía[9].

Curioso es observar estas emigraciones continuas de las razas antiguas de estos países, y cuya similitud es patente con las que la Europa sufrió, al transformarse en las naciones y pueblos que figuran en la historia moderna.

A la historia, pues, de los toltecas que desaparecieron, como parecen destinadas á desaparecer las razas que desde épocas remotas se han establecido en México, y de cuya ruina está amenazada la propia nuestra[10], se refiere la hermosa leyenda de Quetzalcoatl, nombre que simbolizó, con la gracia y sencillez de las épocas fabulosas de todos los pueblos primitivos, la edad de oro de las razas indias de estas regiones.

Quetzalcoatl, según la leyenda, fué blanco, alto de estatura, de frente espaciosa é inteligente, y de poblada barba y rizada cabellera: la poesía, como se vé, reunió en este tipo, todas las bellezas de que carecía el tipo de las razas de estos países; pero que su imaginación adivinaba y comprendía.

La Serpiente armada de plumas, que tal es la significacion del nombre Quetzalcoalt, fué gran sacerdote ó pontífice de Tula, capital del imperio tolteca : nada, pues, faltaba á ese hombre extraordinario para alcanzar la veneración de las generaciones que en vida le respetaron, y después de su muerte le tributaron los honores divinos. Sus riquezas fueron prodigiosas; vivió en palacios de plata y piedras preciosas. Su virtud y honestidad jamás le permitieron usar de los trages comunes, y vestía la túnica sacerdotal: fué de carácter tan blando, que nunca pudo oír hablar de la guerra sin horrorizarse de ella.

En tanto que existió, el maíz abundaba y crecia de tal manera, que una mazorca bastaba para cargar á un hombre: las calabazas eran de un tamaño enorme, y el algodon nacia ostentando todos los colores conocidos. La naturaleza, en fin, con la prodigalidad de sus dones, celebraba la presencia del profeta: ni faltaron tampco aves de ricos plumages, ni las que con las melodías de sus cantares, aun en las claras horas del dia, alegran hoy las tristezas del caminante en algunas regiones sólitarías de México.

La fuerza de una voluntad superior arrancó á Quetzalcoatl del reino de Tula: el profeta aspiraba á la inmortalidad, y una bebida misteriosa que le ofreció Tezcatlipoca, envidioso de sus prosperidades, le avivó el deseo de ir al imaginario país de Tlapalla, á donde fué acompañado de multitud de sus discípidos que le obsequiaban con músicas y otros festejos. El célebre viagero partió hácia el Oriente, y llegó á Cholula: allí se detuvo á instancias de los habitantes de la ciudad: los choluleses le confiaron el mando supremo, y á él le debieron sus leyes, y los ritos y ceremonias de su religión.—Veinte años permaneció allí, al fin de los cuales se dirigió á Ahauializapan.

Alguno de nuestros lectores tendria como intempestivo el que nos ocupáramos de esta leyenda; pero al considerar que su desenlace se verificó en estos lugares, advertirá que debíamos referirla por completo, para su mejor inteligencia.

Proseguimos.

El célebre profeta rodeó la Montaña ardiente del Poyauhtecatl[11], y se dirigió á Quetlachtlan, donde se embarcó en una canoa, cuya popa ostentaba dos víboras entrelazadas. De ahí se dirigió al mar, al Sur—Oeste de Goatzacoalcos, y desapareció.

Aquí parece que acaba la peregrinación de Quetzalcoatl; mas la tradición afirma que murió en estos lugares, en que se le tributaron los honores fúnebres, con inusitada magnificencia.

Sus restos mortales fueron llevados al punto mas elevado de la Montaña ardiente, ó Volcan de Orízaba.

Vestido de sus ropas mas valiosas, colocado en una pira, fué consumido por el fuego. Entonces sus cenizas se elevaron al cielo, formando una espesa nube, entorno de la cual, revoloteaban pájaros de riquísimos plumages, modulando sus alegres cantares, que en vida tanto agradaban al profeta.

El espíritu de Quetzalcoatl transformado en Quetzal (pavo real) triufalmente se remontó al cielo. Al ascender, el sol se nubló, y por espacio de cuatro dias, densas tinieblas cubrieron la tierra.

La naturaleza tomó parte en el duelo público, por la muerte del virtuoso apóstol. Mas no tardó mucho en aparecer una estrella que la volvió á la luz.

El astro misterioso parecia ser la apotéosis de Quetzalcoatl: ensalzaba sus virtudes, anunciando á la tierra la ventura infinita que habia alcanzado en las regiones de los espíritus.

Desde entonces el Poyauhtecatl, en cuya blanca cima descansaba aquel astro, se llamo Citlaltepetl, esto es, Monte de la estrella[12].

Este ha sido el origen del nombre con que en la antigua historia, se conoció al Volcan de Orizaba[13]—La imaginacion ha forjado la leyenda, adornándola con las gracias de esa poesía sencilla y cándida con que los pueblos nacientes embellecen é idealizan la vida de sus héroes.

Quetzalcoatl, nombre que simbolizaba, por decirlo así, las prosperidades de otros pueblos que habian pasado, fué tambien despues, para los que les siguieron en su peregrinacion, el mito que encerraba en su historia las esperanzas del porvenir. Así se explica la reverencia con que acataron ese recuerdo tradicional los indígenas, y que tanto contribuyó á desconcertar el ánimo de los mexicanos á la sola noticia de la aparición de los primeros conquistadores españoles.

La imaginacion de los pueblos es dada á lo maravilloso: los romanos inmortalizaron el glorioso reinado de Saturno que, semejante al de Quetzalcoatl entre los antiguos pueblos de México, fué eminentemente civilizador.


  1. Hernández de Córdoba, en 1517, descubió á Yucatán. Este descubrimiento y el mal éxito de la expedicion, en la que perdió la vida Hernández, que según el testimonio de Bernal Diaz, era hombre rico, hizo que Velazquez, gobernador de Cuba, enviára otra en 1518 al mando de Grijalva. Los descubrimientos de éste llegaron hasta Tabasco, donde dió su nombre al rio así llamado.— Á Hernan Cortés le estuvo reservado sacar el provecho de aquellos descubrimientos importantes, encargado por el mismo Velazquez de la conquista del territorio mexicano.
  2. De la Antigua: llamábase en mexicano Huitzilapan.
  3. Huasteca, al N. de los Departamentos de Veracruz y México.
  4. Decia el P. Casas.... "aquel Nuevo-Mundo, .... está lleno y hierve en ellas (gentes). Quintana. Vida de Españoles célebres.
  5. Dice Bernal Diaz.... "y nuestros corredores del campo que iban á caballo, parece ser llegaron á la gran plaza y patios, donde estaban los aposentos, y de pocos dias, segun parece, tenianlos muy encalados y relucientes, que lo saben muy bien hacer, y pareció al uno de les de á caballo, que era aquello blanco que relucia plata y vuelve rienda suelta á decir á Cortés, como tenian las paredes de plata."
  6. Curioso es observaren la Historia universal, que la civilizacion se difunde de Oriente á Occidente, y que la sustitución de una raza por otra su efectúa de Norte á Sur.
  7. Sigo en este punto al abate Clavijero, por creer yo que la cronología de su Historia Antigua es la mas exacta. Véase tambien un notable artículo del Sr. Pimentel titulado Toltecas, en el Diccionario de Historia y Geografía de los Sres. Andrade y Escalante. El Sr. Prescott, en su hermosa Historia de la Conquista, dice, con respecto á la Historia de Clavijero "ha hecho bastante para rectificar la cronología y las varias inexactitudes de los escritores que le precedieron." Tomo 1.° cap. II.
  8. Prescott
  9. No es esta una simple suposicion mia, y las magníficas ruinas de Ceutla, Palmillas y Huatusco (Santiago) lo acreditan; todo hace creer que esos monumentos fueron obra de la raza tolteca. (Véase un notable artículo en el Diccionario de Historia de Andrade y Escalante, y la Relación del capitán Dupaix 1804.)—Por mi parte en 1865, visité las ruinas de Huatusco, y aunque no las pude observar del todo por el lamentable abandono en que estan, de lo poco que logré ver hice una comparación con las descripciones á que me he referido antes, hallándolas justas y exactas. Entonces corroboré mas y mas la opinión que dejo estampada en el testo.
  10. Este mismo pensamiento encierran las últimas palabras que el Sr. Alaman escribe al concluir su Historia áde México, y que el sesgo de nuestra política justifica mas cada dia.
  11. Hoy Pico de Orizaba. Véase capítulo siguiente.
  12. Citlaltepetl: voz mexicana compuesta ce citlalin, estrella y tepetl, monte.—La situacion geográfica de este volcan está á los 19° 2' 17" de latitud N. yl° 5' 15" de longitud O. de México. Segun el barón de Humboldt, Ensayo Político, las erupciones mas violentas de este volcan, se efectuaron en 1545, y 1566. Clavijero, de quien copió Humboldt, dice: " Comenzó á arrojar humo el año de 1545, y continuó por espacio de veinte años."—Nuestro célebre historiador le considera como el mas elevado de los volcanes de México.

    Humboldt le da de altura.................... 5,295 m.

    El Sr. Ferrer............................... 5,450 „

    Segun este cálculo el Pico de Orizaba es mas elevado que el Popocatepetl, el cual solo mide 5,400 m.

    El teniente norte-americano, Reynolds, que en union de otros oficiales del ejército invasor subió al Orizaba, en mayo de 1848, tuvo oportunidad de hacer sus observaciones y calcula su altura en 5,432 m. según el relato de su ascención, que tengo á la vista.

    El barón de Müller, en agosto de 1856, emprendió una ascención semejante.—"El Orizaba—dice—tiene 5.527 m. de altura."—Su relacion de viage abunda en descripciones muy exactas, y las cuales tuve últimamente oportunidad de observar en una expedicion que en compañía de varias personas hice al Orizaba, aunque sin que lográramos nuestro fin que era llegar al cráter. Tenemos, segun los datos que dejo apuntados, que hay razones para creer que el Pico de Orizaba es mas elevado que el Popocatepetl.
  13. Según Clavijero, este nombre le fué dado por los espaiíoles.