Diferencia entre revisiones de «El Timeo (La Atlántida)»
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[24d] "...Muchas, en realidad, y grandes son las obras de vuestra |
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ciudad que son una maravilla, segun lo registrado; pero entre todas |
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[24e] destaca una por su magnitud y excelencia. En efecto, nuestros escritos |
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que vosotros nombráis, según dáis a conocer, Columnas de Hércules, en una península que </span><span style="font-style: italic;">al mismo tiempo </span><span style="font-style: italic;">es |
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[24d] "... Muchas en realidad y grandes son las obras de vuestra ciudad que son una maravilla, según lo registrado; pero entre todas [24e] destaca una por su magnitud y excelencia. En efecto, nuestros escritos refieren cómo fue que vuestra ciudad detuvo una vez a la potencia que con orgullo -hybrei- avanzaba al mismo tiempo sobre toda Europa y Asia, partiendo de fuera, desde el brazo de mar -o piélago- del Atlántico. Entonces era posible atravesar aquel brazo de mar, pues tenía una tierra insular delante de la boca que vosotros nombráis, según dáis a conocer, Columnas de Hércules; la tierra insular que al mismo tiempo era de Libia y tan grande como Asia (Menor) -o Anatolia-, y desde la que se asciende hacia otras tierras insulares que los de entonces podían pasar, y también desde estas tierras insulares [25a] hacia toda esta tierra firme de enfrente que rodea a ese mar verdadero. Por otra parte, lo que está dentro de la boca que mencionamos aparece como un puerto estrecho a cualquiera que navege hacia dentro. Pero este brazo de mar realmente rodea por completo a la misma tierra que en verdad -justamente- es denominada como tierra firme. En cuanto a la tierra insular Atlántida, esta era grandiosa, confederada, maravillosa y poderosa; de reyes que gobernaban además de en toda la tierra insular en muchas otras tierras insulares y regiones de la tierra firme, y también sobre estas -regiones- del interior, hacia acá, que son las primeras de [25b] Libia, por un lado, hasta cerca de Egipto, y las de Europa hasta la Tirrenia. Toda esta confederación sometió a la fuerza por un lado a vosotros y por otro a nosotros, y a todos los lugares del interior de la boca sometió a la misma vez con un ataque esclavizador. En ese momento, ¡o Solón!, realmente vuestra poderosa ciudad fue ante todos los hombres diáfana y excelente y se hizo valiente; poniéndose al frente de todos en el coraje y las técnicas sobre la guerra, [25c] mientras que por otra parte fue líder también de los helenos, y aunque la misma se vio forzada a quedarse sola cuando los demás se separaron, al producirse los riesgos más extremos, no obstante fue la dominadora de los que estaban sobre la armada (atlante), a la cual detuvo. A los que aún no éramos esclavos nos evitó ser esclavos, a los demás, a cuantos habitan hacia dentro de los confines de los Heráclides (en el Mediterráneo), generosamente -a todos- liberó. Posterior al tiempo de los seísmos excesivos y de los cataclismos originados, [25d] en un día y una noche terriblemente penosa la clase guerrera vuestra, toda a la vez, se ocultó bajo la tierra; mientras que, de la misma manera, la tierra insular de la Atlántida debajo de la mar desapareció; por ello ahora es intransitable e inescrutable la salida por aquél brazo de mar de extremos bajíos de fango que es un auténtico impedimento que la tierra insular produjo al asentarse. ...".</span><br></p> |
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<p align="left"><i>- Traducción al castellano desde el Griego, Georgeos Díaz-Montexano (2000-2005). </i> |
<p align="left"><i>- Traducción al castellano desde el Griego, Georgeos Díaz-Montexano (2000-2005). </i> |
Revisión del 09:22 24 ene 2007
El Timeo de Platón. La Atlántida
Edición griega de J. Burnet (1900) y traducción al castellano de Georgeos Díaz-Montexano (2000-2005)
TEXTO EN GRIEGO |
TEXTO EN CASTELLANO
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[24d] "... polla men oun humôn kai megala erga tês poleôs têide gegrammena thaumazetai, pantôn mên [24e] hen huperechei megethei kai aretêi: legei gar ta gegrammena hosên hê polis humôn epausen pote dunamin hubrei poreuomenên hama epi pasan Eurôpên kai Asian, exôthen hormêtheisan ek tou Atlantikou pelagous. tote gar poreusimon ên to ekei pelagos: nêson gar pro tou stomatos eichen ho kaleite, hôs phate, humeis Hêrakleous stêlas, hê de nêsos hama Libuês ên kai Asias meizôn, ex hês epibaton epi tas allas nêsous tois tote egigneto poreuomenois, ek de tôn nêsôn [25a] epi tên katantikru pasan êpeiron tên peri ton alêthinon ekeinon ponton. tade men gar, hosa entos tou stomatos hou legomen, phainetai limên stenon tina echôn eisploun: ekeino de pelagos ontôs hê te periechousa auto gê pantelôs alêthôs orthotat' an legoito êpeiros. en de dê têi Atlantidi nêsôi tautêi megalê sunestê kai thaumastê dunamis basileôn, kratousa men hapasês tês nêsou, pollôn de allôn nêsôn kai merôn tês êpeirou: pros de toutois eti tôn entos têide [25b] Libuês men êrchon mechri pros Aigupton, tês de Eurôpês mechri Turrênias. hautê dê pasa sunathroistheisa eis hen hê dunamis ton te par' humin kai ton par' hêmin kai ton entos tou stomatos panta topon miai pote epecheirêsen hormêi doulousthai. tote oun humôn, ô Solôn, tês poleôs hê dunamis eis hapantas anthrôpous diaphanês aretêi te kai rhômêi egeneto: pantôn gar prostasa eupsuchiai kai technais hosai kata polemon, [25c] ta men tôn Hellênôn hêgoumenê, ta d' autê monôtheisa ex anankês tôn allôn apostantôn, epi tous eschatous aphikomenê kindunous, kratêsasa men tôn epiontôn tropaion estêsen, tous de mêpô dedoulômenous diekôlusen doulôthênai, tous d' allous, hosoi katoikoumen entos horôn Hêrakleiôn, aphthonôs hapantas êleutherôsen. husterôi de chronôi seismôn exaisiôn kai kataklusmôn genomenôn, mias [25d] hêmeras kai nuktos chalepês epelthousês, to te par' humin machimon pan hathroon edu kata gês, hê te Atlantis nêsos hôsautôs kata tês thalattês dusa êphanisthê: dio kai nun aporon kai adiereunêton gegonen toukei pelagos, pêlou karta bracheos empodôn ontos, hon hê nêsos hizomenê parescheto. ..." - Plato. Platonis Opera, ed. John Burnet. Oxford University Press. 1903. |
[24d] "... Muchas en realidad y grandes son las obras de vuestra ciudad que son una maravilla, según lo registrado; pero entre todas [24e] destaca una por su magnitud y excelencia. En efecto, nuestros escritos refieren cómo fue que vuestra ciudad detuvo una vez a la potencia que con orgullo -hybrei- avanzaba al mismo tiempo sobre toda Europa y Asia, partiendo de fuera, desde el brazo de mar -o piélago- del Atlántico. Entonces era posible atravesar aquel brazo de mar, pues tenía una tierra insular delante de la boca que vosotros nombráis, según dáis a conocer, Columnas de Hércules; la tierra insular que al mismo tiempo era de Libia y tan grande como Asia (Menor) -o Anatolia-, y desde la que se asciende hacia otras tierras insulares que los de entonces podían pasar, y también desde estas tierras insulares [25a] hacia toda esta tierra firme de enfrente que rodea a ese mar verdadero. Por otra parte, lo que está dentro de la boca que mencionamos aparece como un puerto estrecho a cualquiera que navege hacia dentro. Pero este brazo de mar realmente rodea por completo a la misma tierra que en verdad -justamente- es denominada como tierra firme. En cuanto a la tierra insular Atlántida, esta era grandiosa, confederada, maravillosa y poderosa; de reyes que gobernaban además de en toda la tierra insular en muchas otras tierras insulares y regiones de la tierra firme, y también sobre estas -regiones- del interior, hacia acá, que son las primeras de [25b] Libia, por un lado, hasta cerca de Egipto, y las de Europa hasta la Tirrenia. Toda esta confederación sometió a la fuerza por un lado a vosotros y por otro a nosotros, y a todos los lugares del interior de la boca sometió a la misma vez con un ataque esclavizador. En ese momento, ¡o Solón!, realmente vuestra poderosa ciudad fue ante todos los hombres diáfana y excelente y se hizo valiente; poniéndose al frente de todos en el coraje y las técnicas sobre la guerra, [25c] mientras que por otra parte fue líder también de los helenos, y aunque la misma se vio forzada a quedarse sola cuando los demás se separaron, al producirse los riesgos más extremos, no obstante fue la dominadora de los que estaban sobre la armada (atlante), a la cual detuvo. A los que aún no éramos esclavos nos evitó ser esclavos, a los demás, a cuantos habitan hacia dentro de los confines de los Heráclides (en el Mediterráneo), generosamente -a todos- liberó. Posterior al tiempo de los seísmos excesivos y de los cataclismos originados, [25d] en un día y una noche terriblemente penosa la clase guerrera vuestra, toda a la vez, se ocultó bajo la tierra; mientras que, de la misma manera, la tierra insular de la Atlántida debajo de la mar desapareció; por ello ahora es intransitable e inescrutable la salida por aquél brazo de mar de extremos bajíos de fango que es un auténtico impedimento que la tierra insular produjo al asentarse. ...". - Traducción al castellano desde el Griego, Georgeos Díaz-Montexano (2000-2005). |
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