Historia V:La Reforma calvinista
Calvino intentó organizar la Iglesia de Ginebra según el modelo de la Iglesia de los santos. Quería expulsar de ella a "todos los réprobos", que reconocía por no hacer vida perfectamente santa. A petición suya, el Consejo que gobernaba Ginebra prohibió el juego, la danza, los juramentos y las diversiones, y ordenó asistir al sermón y al catecismo. Todos los habitantes debían prometer obediencia o salir de la ciudad.
Los ginebrinos se resistieron al principio. Los moradores de una calle manifestaron que habían comprado su libertad bastante cara y que no querían someterse ni irse. El Consejo se indispuso con Calvino y Farel a propósito de la manera de celebrar la comunión, fueron éstos destituídos y abandonaron Ginebra (1538). Pero sus adversarios no pudieron ponerse de acuerdo y el Consejo los llamó de nuevo.
Calvino decidió entonces a los ginebrinos a adoptar su reforma. Se creó un Consejo, la Venerable Compañía formada por todos los pastores encargados de celebrar el culto y de predicar. Se nombró un Consistorio, formado por doce ancianos seglares y seis pastores, para sustituir al antiguo tribunal del obispo. El Consistorio citaba a todo fiel sospechoso de profesar falsa doctrina o de observar mala conducta, le interrogaba, le hacía recitar sus oraciones y luego le castigaba con una reprimenda, penitencia o aun excomunión. Se condenaba por haber rezado en latín, por haber bailado o cantado, por haberse emborrachado, por no haber asistido al sermón, por no creer en la predestinación o en el diablo.
El Consejo que regía Ginebra castigaba a los indicados por el Consistorio, y ordenaba la ejecución de los herejes y los ateos. Un español, llamado Miguel Servet, refugiado en Francia, había escrito un tratado en el que rechazaba el dogma de la Trinidad. Calvino le denunció a la Inquisición católica en Lyon. Miguel Servet fué preso, huyó de la prisión y pasó por Ginebra. Calvino le mandó prender e insistió para hacerle condenar. Miguel Servet pereció en la hoguera (1553).
El Gobierno mandó cerrar los teatros y casi todas las posadas. Prohibió el baile y los juegos de cartas, y hasta reglamentó el modo de vestirse y de comer.
Las familias antiguas de Ginebra no querían este régimen y formaron el partido de los libertinos (liberales). Calvino tuvo de su parte a los refugiados venidos de Francia y de Italia. Los ginebrinos maldecían de aquellos extranjeros. Un ginebrino fué perseguido por haber dicho: "Esos franceses, esos pillos, son causa de que seamos esclavos, y ese Calvino ha encontrado medio de que haya que ir a contarle nuestros pecados y hacerle reverencias". El gobierno sostuvo a Calvino. Luego mandó prender a los jefes del partido opuesto, so pretexto de conspiración, y dió orden de someterlos a tormentos y cortarles la cabeza (1555). Hubo en cinco años sesenta y ocho ejecuciones, en una población de 20.000 almas.
Las antiguas familias de Ginebra fueron expulsadas, y la ciudad vino a ser una colonia de emigrados partidarios de Calvino. Fué una ciudad enteramente sometida a los pastores, en que la austeridad de conducta llegó a ser obligatoria.
Calvino consideraba idólatras todos los usos católicos. Redujo el culto a los oficios del domingo. Consistía este culto en un sermón, oraciones, salmos entonados en francés, y la comunión cuatro veces al año. La comunión se daba con pan y con vino.
Calvino sostenía correspondencia con los príncipes y los grandes personajes de Alemania, Francia, Inglaterra, Escocia y los Países Bajos. Cuando murió (1564) era ya jefe de una Iglesia. Sus discípulos se llamaban calvinistas. La Iglesia de Ginebra iba a servir de modelo a las otras Iglesias. Se la apellida "la Roma de la herejía".
Había fundado la Academia de Ginebra, una escuela donde se enseñaba la teología calvinista. A ella acudían estudiantes de todas nacionalidades que volvían luego a sus países en calidad de predicadores y extendían la doctrina calvinista.