Historia XVIII:Las letras en Europa

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Historia XVIII:Los grandes escritores franceses


Alemania e Italia no produjeron en el siglo XVII ninguna grande obra. Pero la primera mitad del siglo fué el período más brillante de la literatura española. —La segunda mitad produjo algunas de las obras más célebres de la literatura inglesa.

Había aparecido ya en el siglo XVI, en España, un género nuevo, la novela picaresca, que refería las aventuras de los mendigos, de los ladrones y de las gentes sin medios de vida, que abundaban mucho en España. A principios del siglo, desde 1605 a 1616 apareció la obra maestra de la literatura española, el Don Quijote. El autor, Miguel de Cervantes, nacido en 1547, después de una vida de aventuras y privaciones, había ridiculizado en una novela satírica las novelas caballerescas de moda a la sazón, y representado vivamente y con verdad la sociedad española de su tiempo.

El pueblo español se había hecho apasionado del teatro. Se habían formado, aun en las pequeñas poblaciones, compañías de aficionados, que representaban misterios religiosos el día del Corpus o en Navidad. Compañías ambulantes representaban también dramas inspirados en la vida del tiempo. Eran llamados comedias de capa y espada, porque los actores vestían como se hacía entonces. En tiempo del rey Felipe IV, el teatro se puso de moda en la Corte.

Se ha calculado en 30.000 el número de obras dramáticas españolas escritas en el siglo XVII. Los autores escribían muy de prisa y entremezclaban sus obras con entremeses y danzas. El más célebre, Lope de Vega (1562- 1635), escribió aproximadamente 1.500 obras teatrales, aparte los poemas líricos. El otro gran autor español, Calderón de la Barca (1600-1681), que escribía con menos rapidez, dejó no obstante 73 obras religiosas de teatro y más de 110 de asunto profano, terriblemente trágicas.

En Inglaterra, la producción de las obras dramáticas fué suspendida por la Revolución de 1648. Luego el rey Carlos II favoreció el teatro, y de nuevo se escribieron obras a la manera francesa.

Pero las de mayor importancia de aquella época fueron las de los puritanos, que se habían formado durante la Revolución. Milton (1608-1674), que en los tiempos revolucionarios había escrito libelos republicanos, pobre y ciego más tarde, escribió después de la Restauración un poema religioso, el Paraíso perdido (1667), que es considerado como una de las más grandes obras poéticas de la literatura inglesa.