Historia general del Perú, o Comentarios reales de los incas (Tomo I)/Capítulo XVII

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Nota: Se respeta la ortografía original de la época

CAPÍTULO XVII.

Lo que reduxo el primer Inca Manco Capac.

Los mismos Indios nuevamente así reducidos, viéndose ya otros, y reconociendo los beneficios que habian recibido, con gran contento y regocijo entraban por las sierras, montes y breñales a buscar los Indios, les daban nuevas de aquellos hijos del sol, y les decian que para bien de todos ellos se habian aparecido en su tierra, y les contaban los muchos beneficios que les habian hecho; y para ser creidos les mostraron los nuevos vestidos y las nuevas comidas que comian y vestian, y que vivian en casas y pueblos. Las quales cosas oidas por los hombres silvestres, acudian en gran numero a ver las maravillas que de nuestros primeros padres, reyes y señores se decian y publicaban; y habiéndose certificado de ellas por vista de ojos, se quedaban á los servir y obedecer. De esta manera, llamándose unos a otros, y pasando la palabra de éstos á aquellos, se juntó en pocos años mucha gente: tanta, que pasados los primeros seis ó siete alios, el Inca tenia gente de guerra armada é industriada para se defender de quien quisiese ofenderle, y aun para traer por fuerza los que no quisiesen venir de grado. Enseñoles a hacer armas ofensivas, como arcos, flechas, lanzas, porras, y otras que se usas agora.

Y para abreviar las hazañas de nuestro primer Inca, te digo, que hácia el levante reduxo hasta el rio llamado Paucartampu, y al poniente, conquistó ocho leguas hasta el gran rio llamado Apurimac, y al mediodia atrajo nueve leguas hasta Quequesana. En este distrito mandó poblar nuestro Inca mas de cien pueblos, los mayores de á cien casas, y otros de a menos, segun la capacidad de los sitios, Estos fueron los primeros principios que esta nuestra ciudad tuvo para haberse fundado y poblado como la ves. Estos mismos fueron los que tuvo este nuestro grande, rico y famoso imperio que tu padre y sus compañeros nos quitaron. Estos fueron nuestros primeros Incas y Reyes que vinieron en los primeros siglos del mundo, de los quales descienden los demas Reyes que hemos tenido, y de éstos mismos descendemos todos nosotros. Quántos años ha que el sol nuestro padre envió estos sus primeros hijos, no te lo sabré decir precisamente, que son tantos que no los ha podido guardar la memoria: tenemos que son mas de quatrocientos. Nuestro Inca se llamó Manco Capac, y nuestra Coya Mama Ocllo Huaco: fueron como te he dicho, hermanos, hijos del sol y de la luna, nuestros primeros padres. Creo que te he dado larga cuenta de lo que me la pediste, y respondido a tus preguntas, y por no hacerte llorar, no he recitado esta historia con lágrimas de sangre derramadas por los ojos, como las derramo en el corazon del dolor que siento de ver nuestros Incas acabados, y nuestro Imperio perdido.

Esta larga relacion del origen de sus Reyes me dió aquel Inca, tio de mi madre, a quien yo se la pedi; la qual yo he procurado traducir fielmeme de mi lengua materna, que es la del Inca, en la agena, que es la Castellana, aunque no la he escrito con la magestad de palabras que el Inca habló, ni con toda la significacion que las de aquel lenguage tienen, que por ser tan significativo pudiera haberse estendido mucho mas de lo que se ha hecho; antes la he acortado quitando algunas cosas que pudieran hacerla odiosa; empero bastara haber sacado el verdadero sentido de ellas, que es lo que conviene á nuestra historia. Otras cosas semejantes, aunque pocas, me dixo este Inca en las visitas y pláticas que en casa de mi madre se hacian, las quales pondré adetante en sus lugares citando el autor: y pésame de no haberle preguntado otras muchas para tener ahora la noticia de ellas, sacadas de tan buen archivo para escribirlas aquí.