La araucana primera parte/XIII
XIII
Hecho el marqués de Cañete el castigo en el Pirú, llegan | |
mensajeros de Chile a pedirle socorro; el cual, vista ser su | |
demanda importante y justa, se le envía grande por mar y por | |
tierra. También contiene al cabo este canto cómo Francisco de | |
Villagrán, guiado por un indio, viene sobre Lautaro | |
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Deshechos, pues, del todo los ñublados |
Fue su llorada muerte asaz sentida, |
El Marqués de Cañete, respondiendo |
Cosas destas yo pienso que ninguna |
De aparatos, jaeces, guarniciones |
Y con vuestra licencia, en compañía |
De estandartes, banderas, gallardetes |
Pues las naves, del Austro combatidas, |
Lautaro le responde: «Amiga mía, |
¿Quién el pueblo araucano ha restaurado |
El bárbaro responde: «Harto claro |