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La tradición de Pavón: 2

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Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.
II

Las 2 y 20 señalaban, en esa nublada tarde de un viernes, relojes que se abrieron al resonar el cañonazo con que el mayor Nelson (de la artillería al mando del Coronel Santa Cruz) inició la batalla, en momentos que el General Urquiza bajando de la azotea en la Estancia que respaldaba sus infantes, repetía: «¡Se vienen los porteños y se vinieron!» Descubriendo, por el orden de marcha, dirigíanse á atacar el centro, tratando de dividir su línea, mandó al General Galarce cargara con la caballería de la derecha la que tenía á su frente.

Hora antedicha era cuando se divisó nubecita azulada ascendiendo en espiral, ensanchando círculos de humo, y en pos de relámpago fugaz, negra bala silbadora transportando la muerte que después del primer y segundo rebote picó en medio del brioso «obscuro» cabalgado por Mitre y el «picazo» que montaba su secretario.

Con la apacibilidad de siempre:

— No se ha decidido por ninguno de los dos — dijo indiferente el General.

— ¡Por lo que no le quedamos resentidos! — contestó con igual aplomo el doctor Gutiérrez (José María). Alguna de las que le siguieron á corta distancia de los tenientes Dardo Rocha y José Ignacio Garmendia, dió en tierra con un ilustre médico. Alma de la joven generación de Córdoba, era á la vez eco elocuente del partido liberal en el interior. Discípulo de otro cirujano notable, última víctima en Caseros, fué, como su maestro, una de las primeras de Pavón. En la prensa de su ilustrada provincia, en el Congreso del Paraná, como en el campamento á que llegó de los primeros encabezando jóvenes liberales de todas las provincias, el doctor Modestino Pizarro fué la representación genuina del partido liberal. Porque bueno es recordar que no obstante acriminaban los defensores de la ley federal jurada de estrechas ideas de localismo á Buenos Aires, en sus Cámaras, en su prensa, en su ejército, hallábanse dignamente representadas las catorce provincias en el partido liberal de ideas más avanzadas.

Buenos Aires no se encontró sola en lucha tan prolongada por constitucionalizar la República. Si Corrientes, Salta y Tucumán no arribaron á tiempo, no fueron las únicas que impidieron se levantara muralla china en el Arroyo del Medio, á manera de cordón sanitario contra el contagio del progreso á ese lado.

Expulsada la representación de Buenos Aires del Congreso Federal en el Paraná, uno de sus diputados exclamó:

— Abriremos las puertas á cañonazos, para congregarnos definitivamente!...