Las tortugas chilenas
LAS
TORTUGAS CHILENAS
POR EL
Dr. R. A. PHILIPPI
(PUBLICADO EN LOS "ANALES DE LA UNIVERSIDAD" TOMO CIV)
SANTIAGO DE CHILE
IMPRENTA CERVANTES
BANDERA, 46
Molina dice (Saggio sulla storia naturale de Chili pag. 216) que hai en Chile dos especies de tortugas ya conocidas de los naturalistas, las coriáceas, que habitan en el mar, i las lutarias, que se hallan en los lagos de las provincias australes; Gay al contrario dice (Hist. física i política de Chile Zool. II, pag 8): en Chile no existe ninguna especie de tortugas a pesar de afirmarlo Molina. En fin, doctor Gray ha descrito en «The Annals and Magaz. of Nat. Hist. Aug. 1870» una Testudo chilensis. ¿Que hai de verdad en eso?
En cuanto a la Testudo lutaria que habita, segun Molina, los lagos de las provincias australes, puedo asegurar que en los 48 años que resido en Chile, no he oido nunca algo de la existencia de una tortuga de agua dulce o terrestre en esas provincias, ni en alguna otra de Chile. No conozco ningun hecho que pueda esplicar el oríjen de la asercion de Molina.
No existen tampoco en Chile tortugas terrestres. La Testudo chilensis de Gray fué descrita segun individuos enviados a Lóndres por la Sociedad zoolojica, que entónces existia en Chile i habian sido traidos de Mendoza. El señor Sclater ha hecho notar el error (Ann. and. Mag. Nat. Hist. Decemb. 1870) i probado que no es otra cosa, que la tortuga comun en la República Arjentina desde Mendoza hasta el Rio Negro, i descrita en la «Herpet. génér de Dumeril Bibron» con el nombre de Testudo sulcata.
Ha sucedido mas de una vez que los naturalistas europeos han creido que todos los animales, que les vienen del puerto de Valparaiso, son indíjenas de Chile, cuando en realidad han procedido de otros lugares.
Los tres jéneros a que pertenecen las tortugas marinas de Chile se distinguen fácilmente:
I. La concha está cubierta de un grueso cuero: Dermatochelys o Sphargis.
II. La concha está cubierta de chapas córneas:
a) Hai cuatro chapas costales de cada lado, la primera siempre mas grande que las siguientes: Chelonia.
b) Cinco o mas chapas costales de cada lado, la primera siempre mas pequeña que las siguientes: Thalassochelys.
Hasta ahora se ha conocido una sola especie que los señores Dumeril i Bibron han descrito en su «Herpet. génér.» tom. I, p. 560, del modo siguiente: «Carapacho de forma casi acorazada con 7 quillas lonjitudinales, su estremidad posterior es mui puntiaguda. La estremidad anterior tiene tres bordes fuertemente reflejados para el interior. El primero pasa el cuello, los dos otros encima de los brazos. El ancho detras de los últimos bordes es las dos terceras partes de la lonjitud total.»
El ejemplar de nuestro Museo corresponde tan bien a la siguiente descripcion de Dumeril i Bibron que uno podria creer como si fuera el orijinal de donde se ha sacado la descripcion.
La especie de Dumeril i Bibron tiene la lonjitud de 1.55 m. i el ancho de 1.11 m., lo que da la proporcion de 100 a 70.
«El dorso es mui poco combado. Las quillas del dorso son débilmente denticuladas. La quilla mediana corre desde el borde anterior hasta la base de la espina caudal. Las dos esternas están situadas encima del borde lateral del carapacho. La punta caudal es convexa por encima i cóncava por debajo. La superficie del carapacho es lisa entre las quillas.
El ancho de la cabeza en su parte posterior es igual a su largo total; no está cubierta de láminas ni de escamas. La parte superior del cuello está cubierta de tubérculos aplanados. Las patas anteriores tienen la doble lonjitud de las posteriores. La piel de las patas es enteramente desnuda i lisa; es bastante delgada i elástica entre los últimos dedos de las aletas posteriores. No se vé traza de uña ni en las patas anteriores ni en las posteriores. La cola es débilmente aplanada i de la misma lonjitud que la espina caudal del carapacho. Nuestro ejemplar, el único que hemos podido conseguir, un macho, ofrece sobre un fondo de color castaño un gran número de manchas amarillentas. La rejion inferior del cuerpo es parda (brun) asi como la cabeza i el cuello; las patas i la cola son negras.»
Nuestro ejemplar tiene la lonjitud de 1.85 cm, i el ancho de 79 cm. lo que da una proporcion de 78 por ciento, largo del carapacho medido segun la curvatura 1.34 cm, i ancho 1.04 cm.
Ha sido pescado en Iquique; lo debemos a la atencion del señor don Enrique Schwarstau. El del Museo de Valparaiso ha sido pescado cerca de este puerto. Personas que me merecen fé me han asegurado que uno de estos animales ha sido cazado hasta en los mares de Chiloé, pero no estoi seguro si era de esta especie o de la siguiente.
Debemos a la señora María de Ossa un hermoso ejemplar pescado cerca de Tocopilla; difiere a primera vista de la Sph. coriacea por su espaldar mucho mas angosto, mas combado con la punta mas larga i un poco relevada, miéntras esta punta es declive en la otra especie; por la cabeza mas angosta i por un color mas oscuro, siendo el fondo negro i las manchitas amarillentas mas pequeñas i ménos aparentes; tiene tambien el cuello mas largo; en nuestro ejemplar su lonjitud es la mitad de la lonjitud de la cabeza miéntras es apénas la cuarta parte en nuestro ejemplar que en la Sphargis coriacea.
Hai que observar tambien que las patas anteriores de la Sph. coriacea son mas largas en proporcion que en nuestra nueva especie, puesto que en esta su lonjitud comparada con la lonjitud del espaldar es solo 59 por ciento, siendo que la lonjitud de la coriacea es de 67 por ciento.
La forma de las aletas posteriores es tambien distinta de la Sph. angusta; son algo puntiagudas, siendo que el dedo esterior es mas largo que los otros i obtusos en la Sph. coriacea.
En fin, la cola de la Sph. angusta sale 30 cm. mas allá de la punta del espaldar mientras en la Sph. coriacea es apénas 4 cm. mas larga. La lonjitud total desde el hocico hasta la estremidad de la cola es de 187 cm., la del carapacho 148 cm., el ancho del carapacho en línea recta 70 cm. i medido en la curvatura 97 cm.; por ser el carapacho tan combado la altura desde el dorso hasta el vientre es de 38 cm. Conozco una sola figura de la Sphargis coriacea vista de arriba, es la que da Rondelet en su libro De Piscibus, 1554, pájina 450. Todas las otras figuras muestran el animal visto de lado, son hechas segun un individuo mui jóven del Museo de Paris que mide solo 10 cm. de largo, v. gr. la en el de «Régne de Cuvier edit. accompagnée des planches». i en el de Dumeril i Bibron «Herpetologie générale.»
El escudo dorsal tiene la lonjitud de 61 cm. i el ancho de 56 cm. i la altura de 20 cm. relacion de la lonjitud a la anchura es, pues, como diez a nueve.
El escudo es mui poco combado en el sentido lonjitudinal pero los lados son mui declives, un hai traza de quilla en el lomo, hácia adelante se nota a cada lado un débil surco. El borde no es dentada, solo se nota que los dos escudos caudales estan separados de los adyacentes por una incision poco marcada. La forma jeneral es la de un óvalo, pero las muescas sobre las patas anteriores bastante marcadas, sobre las patas posteriores son poco sensibles.
La muesca anterior sobre la cabeza está separada del borde latero-anterior por un diente prominente redondeado en su punta.
Yo cuento 6 escudos vertebrales, de las que el 2.°, 3.° i 4.° son de igual forma i lonjitud, sexangulares i un poco mas largos que anchoa, el borde anterior es un poco prolongado en punta en su medio. El primer escudo es tambien sexangular, pero mas angosta por delante, mas ancho que los siguientes i el borde lateral anterior tiene casi la doble lonjitud que el borde lateral posterior. El quinto escudo es mui corto, el doble mas ancho que largo, casi semi-lunar. El sesto mucho mas ancho que todos los antecedentes, sexangular, el borde anterior tiene casi el doble largo que el posterior, que es arqueado en forma de medio círculo. Yo cuento 23 escudos marjinales, pero es posible que sean 25, porque el tercero tiene la doble lonjitud de los siguientes i puede acaso considerarse como dos escudos reunidos, pero no puedo ver la linea que los separa. La linea profundizada que resulta de la terminacion de los cartílagos costales es bastante angosta. No son propiamente láminas córneas, que cubren el carapacho, sino mas bien una epidérmis delgada i las líneas que separan los escudos dorsales son poco profundas i poco aparentes.La cabeza no es puntiaguda, como en las Th. carretta i olivacea Eschh. Entre los dos escudos nasales, i el gran escudo frontal, hai otro escudo pequeño angosto. Las patas anteriores muestran solo la uña del pulgar. La del dedo índice es mui rudimentaria, pero en las patas posteriores, la uña del índice como la del pulgar, son mui manifiestas, las dos uñas de los pulgares son dirijidas hacia adelante. La cola es mui corta i carece de escudos, el color del carapacho es un oliváceo uniforme que tira un poco a amarillo.
Nuestra especie se distingue de la Th. carretta del Mar Mediterráneo por los caracteres siguientes:
1) Por la cabeza que es mucho mas obtusa i cuyos escudos son mui distintos.
2) Por la forma del carapacho, que muestra muescas mucho mas profundas para los brazos.
3) Porque el borde no muestra dientes.
4) La proporcion de los escudos vertebrales es diferente, la lámina muestra uno ménos que en nuestra especie, pero como sucede a veces, como Dumeril i Bibron lo hacen notar, que el escudo penúltimo es a veces partido, el 4.° i 5.° de nuestra especie corresponden juntos al 4.° de la Th. carretta, pero en este caso seria este escudo la mitad mas largo que el anterior, siendo que es de la misma lonjitud.
Se distingue de la Th. olivaciea Eschh:
1) Por la cabeza mas obtusa i cubierta de escudos de diferentes formas.
2) Por una forma mui distinta del escudo dorsal, que es mas angosta i de forma oval.
3) Por el borde entero sin dientes.
4) Por la diferente forma de los escudos vertebrales que son en jeneral, mas angostos i cuyo cuarto es mui corto.
5) Porque la cola no tiene escudos. (Eschholz dice espresamente que su Th. olivacea, tiene la cola cubierta de escudos negros redondos.)
El largo del carapacho medido en línea recta es de 5 5 cm., pero medido en la curvatura 60 cm., el ancho medido en línea recta 55, i en la curvatura 60 cm., la altura es de 21 cm., la forma en jeneral es la de un óvalo ancho en la parte anterior i adelgazado casi con líneas rectas en la parte posterior, que resulta pues mui angosta.
Las muescas para la cabeza i las patas anteriores, son bastante profundas, las de las patas posteriores son simplemente indicadas.
El primer escudo vertebral es sexangular i sus dos lados posteriores son cortos. Tanto el segundo como el tercero son la mitad mas largos, i tienen la forma de un sexángulo angosto en el cual las lineas anterior i posterior son del mismo largo.
El cuarto escudo es la cuarta parte mas corto que el tercero i en su parte posterior mas corto que en la anterior. Su borde lateral muestra dos ángulos poco prominentes. En uno de nuestros ejemplares está dividido en dos por una sutura trasversal. El quinto escudo tiene el largo del cuarto, pero es la mitad mas ancho, para adelante presenta una punta redondeada, que entra en el escudo cuarto, i por detras los dos escudos marjinales entran en él en forma de un arco: hai que distinguir de cada lado un borde anterior i posterior que están separados por un ángulo agudo. El borde anterior del lado tiene la doble lonjitud del posterior.
Hai seis escudos costales, siendo que nacen del cuarto escudo vertebral de cada lado dos escudos costales. El márjen no tiene prominencías, como en la Th. carretta, a lo sumo el escudo penúltimo sale un poquito afuera con su ángulo posterior.
Yo cuento 27 escudos marjinales. En cuanto a la convexidad del carapacho, es de notar que los escudos dorsales, segundo, tercero i cuarto forman un plano separado de los declives laterales por una especie de canto obtuso, miéntras la parte posterior del carapacho muestra una quilla redondeada.
Las láminas caudales son apenas mas declives que el escudo quinto.
La cabeza es bastante puntiaguda, tiene la lonjitud de 12.2 cm., i el ancho de 9.8 cm. El escudo frontal es septangular i truncado anteriormente, posteriormente es puntiagudo i sus lados son casi paralelos, delante de este hai un pequeño escudo que es angular.Los escudos nasales son mui pequeños. El escudo del vértice es tan largo como el frontal pero tiene el doble ancho i tiene por delante una muesca aguda, en la cual entra una punta del escudo frontal, en la parte posterior tiene una muesca de doble ancho arqueada para los dos escudos occipitales.
En las patas anteriores no se observa nada de particular, la uña del pulgar es pequeña i encorvada hácia abajo. El borde posterior de las patas posteriores no es recortado como en Th. tarapacana, las dos uñas son mas fuertes que las unas anteriores i las del pulgar tambien dirijidas hácia abajo. La del dedo índice se dirije hácia afuera i hácia atras.
La cola es mui corta, de modo que no se adelanta sobre el escudo dorsal.
El color del animal es mui oscuro, casi negro.
Fuera de un escudo dorsal, nuestro museo posee dos ejemplares completos, el uno obsequiado por don F. Vidal Gormaz, el otro recojido en Quinteros por el preparador del Museo don Federico Albert.
He dado el nombre de controversa a esta especie porque estoi en desacuerdo con el señor doctor Fernando Lataste, quien pretende que es una simple variedad de la Th. carretta del Mediterráneo, mientras yo creo que es una especie bien distinta.
1) El escudo dorsal de nuestra especie tiene el borde entero sin dientes en su parte posterior, mientras que el borde posterior del escudo de la carreta, si tiene el mismo tamaño, muestra dientes mui prominentes.
2) Los escudos caudales, son arqueados anteriormente en la Th. controversa, i apénas algo mas declives que el último escudo vertebral; en la Th. carretta son truncados anteriormente i mui declives.
3) En consecuencia de la diferente forma de los escudos caudales, los quintos escudos vertebrales tienen tambien una distinta forma en las dos especies.
4) Th. controversa tiene seis escudos costales a cada lado, i la Th. carretta solo cinco, de lo cual resulta la forma diferente del cuarto escudo vertebral.
5) Los escudos de la cabeza son mui diferentes en las dos especies, como lo muestra nuestra lámina.No se puede confundir la Th. controversa con la Th. tarapacana porque la cabeza i el escudo dorsal tienen formas mui diferentes, como el primer golpe de vista lo hace notar.
Desde diez años nuestro Museo poseía dos carapachos dorsales de una tortuga marina del jénero Chelonia que se ve a veces en los mares chilenos, que me parecian ser de una especie distinta de la Ch. Mydas i a los cuales habia pegado un letrero con el nombre Chelonia lata.
Pero solo en el ano de 1896 obtuve un ejemplar completo, que fué obsequiado al Museo por el señor Ortiz de Zárate.
El primero de estos carapachos arriba mencionados tiene la lonjitud medida con la cinta en su curvatura de 66 cm. i un ancho de 65 cm., el segundo tiene 76 cm. de largo i 68 cm. de ancho.
Las diferencias de estos carapachos comparados con el de la Ch. Mydas son las siguientes:
1) En primer lugar son mucho mas anchas.
2) El borde anterior es notablemente mas corto a pesar de que el carapacho es mucho mas ancho.
3) En tercer lugar terminan los carapachos con una punta marcada, siendo los dos escudos caudales triangulares i tienen la doble lonjitud de los de Ch. Mydas.
4) El primer escudo vertebral es mas corto, i los cuatro siguientes son mas anchos.
¿Dónde ponen sus huevos nuestras tortugas marinas?
El señor S. C. Hambleton, profesor de historia natural en el Liceo de Ancud, me ha escrito con fecha 8 de Abril de 1895 lo siguiente: «Gay dice que no existen chelonias en Chile i esto parece ser la idea jeneral, pero yo estoi convencido que esto es un error.
«Uno de los estudiantes del Liceo, que toma mucho interes en estos asuntos, pasó un verano en la costa occidental de Chiloé, en un punto llamado Cucao, cerca del lago Huillinco, con su padre que estaba lavando oro allá, él me contó que una especie de tortuga de mar se encuentra allá en abundancia i que los indios que viven mas al sur le contaron que éstas venian a la costa i ponian sus huevos en la arena en gran abundancia.
«Ellos le dieron informacion sobre la manera cómo lo ponian, su forma i tamaño, cáscara, etc., en realidad, conocimientos que no podian tener sin haberlo visto, i yo tengo motivos de creer que el jóven me ha dicho la verdad, i si esto es la verdad, podemos decir que Chile tiene a lo menos una clase de tortugas.»
Habia escrito inmediatamente al señor Hambleton suplicándole de tratar de obtener mas informaciones, porque me parece mui inverosímil que las tortugas pongan sus huevos en una costa tan fria i tan lluviosa, pero hasta hoi no he recibido comunicacion alguna del señor Hambleton.