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Lecciones públicas

De Wikisource, la biblioteca libre.
El Museo Universal (1869)
Lecciones públicas

MUSEO CIENTÍFICO Y LITERARIO.

LECCIONES PUBLICAS.

ESPAÑA.

Las dos primeras lecciones del señor Vicuña, que atrae al Ateneo numerosa concurrrencia, versaron sobre la historia de las matemáticas en el Oriente, Egipto y las escuelas griegas de Thales, Pitágoras y Platón. También habló de la gran figura de Arquímedes, el primer genio matemático de la antigüedad, gran geómetra y pasmoso mecánico, á creer las maravillas que de él se cuentan. La tercera lección tuvo por tema la escuela de Alejandría, fundada 300 años antes de Jesucristo, y que continuó siendo el centro de las ciencias y letras hasta la quema de su biblioteca en OH, por orden del bárbaro Guiar. En dicho trascurso florecieron como insignes geómetras, Euclides, Apolonio y Diofanto, y cuno astrónomos, Hiparco, Ptolomeo y Eratóstenes, sin contar á otros muchos, no tan acreedores á los elogios de la posteridad, como Aristarco, Arato, Euclemus, Conon, Uosieo, Nicomedes, Geminus, Iteren, Filón, Posidonio, Sosígeno, Teodoro, Hypsiclo, el prelado Anatolio, etc., etc. Euclides, autor de los Elementos, obra que aun sirve de testo, ligeramente modificada, dió forma á los principios geométricos, y los hizo reunirse en un encadenamiento lógico y sintético que puede servir de modelo á todas las ciencias. La primera traducción al español de los seis primeros libros, se imprimió en Sevilla en 1576; fue hecha por Rodrigo Zamorano. Escribió además Euclides, los Datos, cuatro libros sobre secciones cónicas, y los Portemos sobre las cuestiones mas complicadas de geometría, de cuya última obra sólo se tiene noticia por su comentador Pappus, y que Mr. Chasles, profesor actual de la Sorbona, ha pretendido restituir á su primitiva pureza, después de profundas investigaciones, ayudado por los trabajos anteriores de Girard y Simson. Eratóstenes, contemporáneo de Arquímedes, bien conocido por su criba aritmética, hizo notables trabajos astronómicos y dió la primera medida aproximada de la Tierra, operación que procuró detallar el señor Vicuña. Apolonio, cuyo nombre llevan dos elegantes proposiciones de la elipse é hipérbole, trató las cuestiones de máximos y mínimos, y se ocupó de otros problemas geométricos. Hiparco, que floreció unos 140 años antes de Jesucristo, hizo observaciones astronómicas de gran aproximación, inició la precesión de los equinoccios, y abordó la complicada y laboriosa tarea de formar un catálogo de las estrellas. Dió las bases de la trigonometría calculando los ángulos por medio de sus cuerdas. Ptolomeo, que es dos siglos posterior á Hiparco, compuso el Almagesto, que es la obra mas completa de astronomía debida á la antigüedad, y dió el sistema que lleva su nombre, erróneo en su base, pero maravilloso en sus detalles. Escribió también sobre la reflexión, y se cree conoció la refracción atmosférica. Diofanto, que floreció hacia el año 360, creó el álgebra, aunque no bajo este nombre, ni empleando los signos actuales y trató las cuestiones indeterminadas de primer grado. Theon y Pappus fueron los comentadores de los grandes matemáticos alejandrinos, y á ellos se debe el conocimiento de algunas obras perdidas. Hipatía, hija del primero, continuó la misma tarea, y fue asesinada por el fanático populacho de ciudad, que la creia causa de discordia entre el gobernador, que era el arriano Prestes, y el prelado católico Cirilo. El señor Vicuña, continuará estas lecciones que sabe hacer tan amenas con su estilo animado y elocuente, y de ellas procuraremos dar noticia á nuestros lectores. La Academia de Jurisprudencia ha celebrado el lunes último una de sus mas animadas y brillantes sesiones. El señor Calvo Asensio, hijo del antiguo director de La Iberia, trató la cuestión del jurado, demostrando en esta materia profundos conocimientos. Contestóle el señor Gamals en un discurso lleno de doctrina, y en el que se revela el criterio práctico que tanto distingue á dicho señor. En las lecciones de dicha Academia se discuten temas importantísimos como son: «Soberanía nacional», «Sufragio universal», «Libertad de cultos», «Matrimonio civil», «Unidad de fueros», etc. En la Universidad continúan las cátedras gratuitas establecidas para los cajistas, prensistas, libreros y todos los oficios que se relacionan con la imprenta. En una de ellas, á cargo del catedrático de la Escuela de Diplomática señor Rada y Delgado, se esplica la historia del descubrimiento y "desarrollo de la imprenta, con biografías de los mas célebres tipógrafos, sobre todo españoles; en la otra, desempeñada por el señor Fernandez Ferraz, profesor de la Facultad de Letras, se enseña á escribir el árabe, hebreo y griego, para que los cajistas puedan componer las palabras y aun obras de estos idiomas, que hoy tanto se van generalizando. Es notable la afición, atención é interés con que oyen los alumnos estas lecciones, ocupando tan provechosamente un tiempo que en épocas de triste recordación se malgastaba lastimosamente. Aconsejamos á los obreros que no solamente acudan á estas cátedras, sino á todas las demás que se han abierto en los diferentes centros de instrucción popular.

EXTRANJERO.

En el Instituto Real de Londres, se han dado lecciones en la pasada semana por los profesores Alejandro Herschel, sobre eclipses de sol, Odling, sobre el gas hidrógeno, y Jones, sobre los Protozoos'. Herschel, disertó especialmente acerca del eclipse de sol del 18 de agosto próximo pasado, comenzando con una ojeada histórica y noticiando entre otros notables aquel famoso eclipse solar que predijo el filósofo Tales de Mileto, y que suspendió una batalla 600 años antes de Jesucristo, según nos refiere Herodoto: el que sorprendió á la flota de Agatocles, el que se supone que profetizó la muerte de Domiciano y varios en Inglaterra en distintas épocas y en particular el de 1002, en que se prolongó por dias la oscuridad, llamándoles los dias negros. Esplicó el carácter ó naturaleza física del Sol y de las manchas solares, describiendo los aparatos y preparaciones hechas para la observación del eclipse visible en España en 18 de julio de 1800. Hañalar algunas, demostrando asi la verdad de nuestro aserio.