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Lo bueno y lo malo del madrugar

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Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


Lo bueno y lo malo del madrugar.

Para quitar la pereza á un niño, le decia su padre:

— Uno que madrugó mucho halló un bolsillo en el camino.

— Padre, contestó el muchacho, mas debió madrugar el que lo perdió.